La falta de acceso a medicamentos de baja calidad también contribuye a la farmacorresistencia.
La debilidad de los sistemas de garantía de la calidad de los medicamentos, que afecta a la mayoría de ellos, puede hacer que los medicamentos sean de baja calidad, con lo que los pacientes quedan expuestos a concentraciones subóptimas de antimicrobianos, creándose así las condiciones para la aparición de la farmacorresistencia. En algunos países la falta de acceso a los antimicrobianos fuerza a los pacientes a tomar tratamientos incompletos o a buscar alternativas, entre las que pueden estar los medicamentos de calidad subestándar.