Sobre la campaña
«El paludismo cero empieza conmigo»
Desde el año 2000, los esfuerzos mundiales para frenar el paludismo han permitido evitar millones de casos y de fallecimientos, lo que demuestra que los progresos son posibles. Muchos países con baja carga de morbilidad por esta enfermedad han avanzado rápidamente hacia el objetivo del paludismo cero.
En 2018, 27 países —10 más que en 2010— notificaron menos de 100 casos de paludismo. En los dos últimos años, cuatro países —Argelia, la Argentina, el Paraguay y Uzbekistán— fueron declarados oficialmente libres de paludismo por la OMS, y en todo el mundo hay ya 38 países y territorios que han alcanzado este hito.
Seis países de la subregión del Gran Mekong —Camboya, China (provincia de Yunnan), la República Democrática Popular Lao, Myanmar, Tailandia y Viet Nam— redujeron su carga de casos de paludismo en un 76% entre 2010 y 2018. Cabe destacar el abrupto descenso de los casos de paludismo por P. falciparum, una meta primaria teniendo en cuenta la persistente amenaza que supone la resistencia a los antipalúdicos.
Ralentización de los progresos
Sin embargo, en los últimos años se han frenado los avances mundiales en el control del paludismo. En 2018 se estima que hubo 228 millones de casos de esta enfermedad, frente a 231 millones en 2017. El número de fallecimientos asociados al paludismo ascendió a 405 000, prácticamente los mismos que el año anterior. Las tendencias recientes implican que algunos objetivos mundiales críticos no se alcanzarán.
El África subsahariana sigue sufriendo la mayor carga de paludismo, y en 2018 concentró el 93% de todos los casos. Más de la mitad del total de casos se dio en seis países: Nigeria (25% de los casos); República Democrática del Congo (12%); Uganda (5%); y Côte d’Ivoire, Mozambique y Níger (4% cada uno).
Las embarazadas y los niños siguen siendo los más afectados. Se estima que, en 2018, en 38 países africanos había aproximadamente 11 millones de embarazadas con infección palúdica; como consecuencia de ello, casi 900 000 neonatos presentaron bajo peso al nacer, un importante factor de riesgo de mortalidad en menores de un año. En todo el mundo, los niños menores de cinco años supusieron aproximadamente dos terceras partes del total de fallecimientos por paludismo en 2018.
«Es hora de recuperar el impulso, especialmente en los países más golpeados por el paludismo. En primer lugar, debemos garantizar que todas las personas con riesgo de paludismo puedan acceder a los servicios necesarios para prevenir, diagnosticar y tratar la enfermedad sin que ello les suponga una carga económica excesiva. En segundo lugar, tenemos que priorizar la ayuda a aquellos países donde las necesidades son mayores. Y, en tercer lugar, debemos intensificar la inversión en investigación y desarrollo para aportar nuevas herramientas».
Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS
«El paludismo cero empieza conmigo»
Se necesitan medidas urgentes para recuperar el impulso, y la responsabilidad ante este desafío está en las manos de los países más afectados por el paludismo. Ante la próxima celebración del Día Mundial del Paludismo 2020, la OMS se une a la Alianza RBM para acabar con el paludismo, la Comisión de la Unión Africana y otras organizaciones asociadas para promover la campaña de base «El paludismo cero empieza conmigo», que tiene por fin mantener el paludismo como prioridad política destacada, movilizar recursos adicionales y empoderar a las comunidades para que se impliquen en la prevención y el tratamiento de esta enfermedad.
La campaña «Paludismo cero», lanzada inicialmente en Senegal en 2014, recibió el respaldo oficial de todos los Jefes de Estado africanos en la Cumbre de la Unión Africana de julio de 2018, y pretende implicar a todos los miembros de la sociedad: a los dirigentes políticos que controlan las decisiones de política pública y los presupuestos, a las empresas privadas que se beneficiarán de una población laboral libre de paludismo, y a las comunidades afectadas por la enfermedad, cuya aceptación e implicación resulta crucial para el éxito de las intervenciones de control de paludismo.
«De gran carga a gran impacto»
Como respuesta a los datos y las tendencias recientes, la OMS y la Alianza RBM para acabar con el paludismo han catalizado el nuevo enfoque «De gran carga a gran impacto» para recuperar el impulso en la lucha contra el paludismo, especialmente en los países que soportan la mayor carga de morbilidad. El enfoque se basa en cuatro pilares:
- Voluntad política de reducir los fallecimientos por paludismo
- Información estratégica para generar impacto
- Mejora de las directrices, políticas y estrategias
- Respuesta nacional coordinada contra el paludismo
En el marco del primer pilar se insta a los dirigentes de los países afectados por el paludismo a traducir sus compromisos políticos declarados en recursos y medidas tangibles que salven más vidas. En ese sentido, las campañas que implican a las comunidades y los líderes nacionales —como «El paludismo cero empieza conmigo»— pueden fomentar la rendición de cuentas y la acción.