Buenas tardes a todos.
En primer lugar, me gustaría darles a todos ustedes una cordial bienvenida a Ginebra y a la OMS para esta reunión tan importante.
Quiero manifestar mi especial agradecimiento a mis compañeros en la mesa, en particular a Marie-Paule Kieny, Jeremy Farrar, Nisia Lima y a mi hermano Chikwe.
Además, deseo dar la bienvenida a todos los que nos siguen por internet, especialmente a nuestros hermanos y hermanas en China. Lamentamos profundamente que no puedan estar hoy con nosotros. Queremos manifestarles nuestra solidaridad y que sepan que estamos con ustedes. Les deseamos valor, paciencia, éxito y salud en estas circunstancias tan complicadas.
Es difícil creer que hace tan solo dos meses desconocíamos por completo este virus que acapara ahora la atención de medios, mercados financieros y líderes políticos.
Hoy a las 06.00 horas (horario de Ginebra), había en China 42 708 casos confirmados en este brote y 1017 muertos: es una auténtica tragedia haber superado la barrera de los 1000 fallecidos.
Fuera de China, hay 393 casos en 24 países y 1 muerto, en Filipinas.
El 99% de los casos se han producido en China, por lo que se trata claramente de una emergencia para ese país, pero una emergencia que supone una grave amenaza para el resto del mundo si no actuamos con rapidez.
Este brote es un desafío en muchos sentidos.
Un desafío para la solidaridad política: ¿podrá el mundo unirse para luchar contra un enemigo común que no entiende de fronteras ni ideologías?
Un desafío para la solidaridad financiera: ¿invertirá el mundo ahora para luchar contra esta enfermedad o pagará todavía más caro sus consecuencias?
Y un desafío para la solidaridad científica: ¿se unirá el mundo para dar respuestas comunes a problemas que nos afectan a todos?
Esas son las cuestiones por las que estamos hoy aquí.
No nos hemos reunido para hablar de política o de dinero. Nos hemos reunido para hablar de ciencia.
Necesitamos todos sus conocimientos, ideas y experiencias para contestar a preguntas para las que no tenemos respuesta y para formular preguntas que ni siquiera nos hemos planteado.
Todavía hay muchas cosas que no sabemos.
¿Cuáles son los reservorios?
¿Cuál es la dinámica de transmisión?
¿Cuál es el periodo de infecciosidad?
¿Qué muestras deberían utilizarse para las pruebas de diagnóstico y para el seguimiento del tratamiento?
¿Cuál es la mejor forma de tratar los casos graves?
¿Qué cuestiones éticas debemos tener en cuenta cuando realizamos investigaciones?
Para vencer este brote necesitamos respuestas a todas esas cuestiones y a muchas más.
Y también necesitamos instrumentos de los que no disponemos actualmente: no tenemos vacunas para prevenir la infección ni tratamientos probados.
Tras el brote de ebola en África occidental elaboramos el Plan de I+D de la OMS, que es una estrategia para desarrollar medicamentos y vacunas antes de las epidemias y acelerar las actividades de investigación y desarrollo durante las epidemias.
De hecho, tenemos el enorme privilegio de contar aquí con nosotros con Marie-Paule Kieny, que es uno de los arquitectos del Plan de I+D. Muchas gracias.
Activamos al equipo del Plan de I+D a principios de enero para coordinar y facilitar el intercambio de información sobre los elementos de investigación de la respuesta.
En el Plan de I+D se identifican varios patógenos conocidos como prioritarios para la investigación, pero también se incluyen supuestos relativos a un hipotético «patógeno x», que es un patógeno previamente desconocido exactamente como el que estamos tratando ahora.
Queremos dar las gracias especialmente a la Global Research Collaboration for Infectious Disease Preparedness y al Profesor Yazdan aquí presente por haber colaborado en la organización de esta reunión.
Esperamos que uno de los resultados de esta reunión sea una hoja de ruta acordada en materia de investigación en torno a la cual se alineen los investigadores y los donantes.
Nuestro lema ha de ser: solidaridad, solidaridad y solidaridad.
Esto es especialmente cierto en relación con el intercambio de muestras y secuencias.
Para derrotar este brote, necesitamos un intercambio abierto y equitativo, de acuerdo con los principios de justicia y equidad.
La OMS sigue comprometida con el acceso equitativo a los productos sanitarios para las poblaciones que los necesitan, y trabajaremos para garantizar que el acceso forme siempre parte de todos los esfuerzos de I+D.
Las publicaciones, las patentes y los beneficios no son lo importante ahora.
Lo que más importa es detener el brote y salvar vidas.
Con su apoyo, podremos hacerlo juntos.
Gracias.