Presidente Duque Márquez de Colombia,
Presidente Benítez de Paraguay,
Primer Ministro Tshering de Bhután,
Presidente Pedro Sánchez de España,
Primer Ministro Conte de Italia,
Primer Ministro Natano de Tuvalu,
Primer Ministro Nguyen Xuan Phuc de Viet Nam,
Presidenta Ursula von der Leyen de la Comisión Europea,
Excelencias, queridos colegas y amigos:
El año pasado tuve el honor de visitar diversas islas del Pacífico, entre ellas Fiji, Tahití, Tuvalu y Tonga, donde fui recibido por un coro de enfermeras y enfermeros.
Cuando en su día planificamos la Asamblea Mundial de la Salud de este año, invitamos a ese coro de Tonga (un coro de trabajadores de enfermería y partería) a actuar en el marco de las celebraciones del Año Internacional del Personal de Enfermería y de Partería.
La COVID-19 nos ha robado ese privilegio, pero hoy llevo esta camisa de Tonga, que me entregó su ministro, como gesto de agradecimiento y solidaridad ante nuestros amigos del Pacífico.
Como todos sabemos, nuestra Presidenta es de las Bahamas y quiero pensar que la camisa también representa el Caribe por las semejanzas culturales entre esas dos regiones.
Así, me gustaría dedicar mi discurso de clausura al coro de Tonga que tanto estábamos aguardando.
Como curiosidad les diré que durante mi visita me pusieron incluso un nombre tongano: Vaitoa’i moui Mapuavaea. Un nombre típico del país, lo que supone todo un honor para mí.
A mis amigos tonganos y a los demás pueblos del Pacífico: espero que puedan unirse a nosotros en la Asamblea del próximo año y hacer lo que habíamos previsto.
A continuación seguiré con mi discurso. Quiero manifestar mi más profundo agradecimiento a los numerosos Estados Miembros que han mostrado su apoyo y solidaridad en esta Asamblea y a lo largo de toda la pandemia.
Estoy impresionado y conmovido ante la determinación de tantos países por luchar contra el coronavirus y salvar vidas.
También quiero dar las gracias a los Directores Regionales por sus mensajes, reproducidos ayer por la noche, y por su constante labor de apoyo a los países.
Agradezco a los Estados Miembros haber adoptado la resolución en la que se solicita evaluar de manera independiente y completa la respuesta internacional, incluida, entre otras cosas, la actuación de la OMS.
Como dije ayer, pondré en marcha esa evaluación a la mayor brevedad posible.
Celebramos cualquier iniciativa que refuerce la seguridad sanitaria mundial, fortalezca la OMS y nos ofrezca una mayor protección.
Como siempre, la OMS mantiene su compromiso con la transparencia, la rendición de cuentas y la mejora continua. Defendemos la rendición de cuentas más que nadie.
En ese sentido, quiero manifestar mi agradecimiento a la Dra. Felicity Harvey y a los miembros del Comité Consultivo de Expertos Independientes en materia de Supervisión por revisar constantemente la labor de la OMS en las emergencias sanitarias y, en particular, por su informe sobre la respuesta a la COVID-19 publicado ayer, en el que se abarca el periodo comprendido desde el inicio de la pandemia hasta el mes de abril.
Revisar nuestras actuaciones y aprender de nuestros errores forma parte del ADN de la OMS y eso es lo que pone de manifiesto ese informe. Confío en que los Estados Miembros se tomen seriamente las recomendaciones del comité independiente. Algunas de las recomendaciones están dirigidas a la OMS: nosotros nos las tomaremos muy en serio.
La OMS se centra actualmente en luchar contra la pandemia con todos los instrumentos que tiene a su disposición.
Nuestra prioridad es salvar vidas. Al final, lo que importa es la vida, y eso debe constituir el núcleo de todas nuestras acciones y comparecencias.
Me alienta ver cómo los países han intercambiado experiencias y prácticas óptimas en nuestras reuniones informativas periódicas de Estados Miembros y en esta Asamblea.
Seguiremos liderando de forma estratégica la coordinación de la respuesta mundial y apoyando a los países en sus esfuerzos.
Seguiremos ofreciendo al mundo información y análisis epidemiológicos.
Seguiremos proporcionando al mundo y a sus gentes y comunidades la información que necesitan para protegerse a sí mismos y proteger a los demás.
Seguiremos suministrando a nivel internacional pruebas de diagnóstico, equipos de protección personal y otros suministros médicos.
Seguiremos propiciando el diálogo entre los mejores expertos del mundo para elaborar asesoramiento técnico basado en los mejores conocimientos científicos.
Seguiremos impulsando la investigación y desarrollo para obtener datos probatorios sobre vacunas, pruebas de diagnóstico y tratamientos.
Seguiremos trabajando con los países y todos los asociados pertinentes para ofrecer un acceso equitativo a los instrumentos de prevención, detección y tratamiento de la COVID-19.
Seguiremos prestando apoyo a los países en sus labores de preparación y respuesta.
Seguiremos trabajando con los países para que mantengan sus servicios de salud indispensables.
Seguiremos trabajando día y noche para dar apoyo a los países y poblaciones más vulnerables.
Seguiremos apoyando a los países para lograr las metas de los «tres mil millones» y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Y seguiremos apoyando a los países para que construyan sistemas de salud resilientes basados en una atención primaria de salud, con miras a avanzar hacia nuestro objetivo común de cobertura sanitaria universal.
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Hermanos y hermanas, colegas y amigos:
La COVID-19 nos ha quitado a gente que amábamos,
nos ha robado vidas y medios de subsistencia,
ha sacudido los pilares de nuestro mundo,
y amenaza con desgarrar el tejido de nuestra cooperación internacional,
pero también nos ha recordado que a pesar de todas nuestras diferencias, somos una sola raza humana y somos más fuertes cuando estamos unidos.
Puede que hablemos idiomas diferentes, pero compartimos el mismo ADN.
Puede que tengamos credos diferentes, pero albergamos el mismo deseo de un mundo en paz y armonía.
De este a oeste, de norte a sur, todos queremos paz, desarrollo y salud, nada más. Eso es lo que queremos, lo que quiere la humanidad.
Puede que tengamos culturas y tradiciones diferentes, pero compartimos el mismo planeta.
A pesar de todo lo que nos ha quitado la COVID-19, también nos ha dado algo:
nos ha recordado lo que realmente importa;
y nos ha otorgado la oportunidad de forjar un futuro común.
Es posible que vengan días oscuros y difíciles, pero unidos y guiados por la ciencia los superaremos.
Que la esperanza sea el antídoto del miedo.
Que la solidaridad sea el antídoto de la división.
Que lo que compartimos como humanidad sea el antídoto de esta amenaza para todos.
Ahora, más que nunca.
Gracias. Xie xie. Merci beaucoup. Spasiba. Thank you.
Y para nuestros hermanos y hermanas musulmanes que están ayunando, shukran jazilan; les deseamos Eid Mubarak.
Muchísimas gracias. Unidos superaremos esta amenaza porque nada escapa a la voluntad del espíritu humano.
Gracias.