Buenos días, buenas tardes y buenas noches.

En primer lugar, quiero dar las gracias a todos los donantes que dieron el paso ayer de financiar por completo a GAVI, la Alianza para las Vacunas durante su próximo quinquenio.

Esta decisión es fundamental porque evitará que millones de personas fallezcan como consecuencia de enfermedades prevenibles mediante vacunación.

La OMS espera seguir trabajando con GAVI, la Alianza para las Vacunas para que todas las personas, en todas partes, puedan aprovechar los beneficios de este instrumento preventivo.

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Hoy, nuestra Organización publica unas orientaciones actualizadas sobre el uso de las mascarillas para controlar la COVID-19.

Estas orientaciones se basan en datos empíricos que han ido evolucionando y ofrecen información actualizada sobre quiénes deben llevar mascarilla y sobre cuándo deben hacerlo, así como sobre los materiales de que están compuestas las mascarillas.

Para redactarlas, la OMS ha estudiado atentamente todas las pruebas disponibles y ha llevado a cabo amplias consultas con grupos de la sociedad civil y expertos internacionales.

Me parece importante aclarar que estas orientaciones reiteran lo que venimos diciendo desde hace meses: las mascarillas solo se deben utilizar en el marco de una estrategia exhaustiva de lucha contra la COVID-19.

Por sí solas, no protegen contra esta enfermedad.

La OMS continúa formulando las siguientes recomendaciones:

Las personas que presenten síntomas indicativos de la COVID-19 deben permanecer en su domicilio y consultar a un profesional sanitario.

Las personas en quienes se confirme esta enfermedad deben ser aisladas y atendidas en un centro de salud, y también es necesario someter a cuarentena a sus contactos.

Si a un enfermo de COVID-19 o a uno de sus contactos le resulta imprescindible abandonar su domicilio, debe ponerse una mascarilla médica.

La OMS continúa recomendando que las personas que atiendan en su domicilio a una persona infectada por el virus de la COVID-19 lleven puesta una mascarilla médica todo el tiempo en que permanezcan en la misma habitación que el paciente.

Asimismo, la OMS sigue aconsejando a los profesionales sanitarios que usen una mascarilla médica y el equipo de protección cuando atiendan a personas con COVID-19 confirmada o presunta.

A continuación, les explico las novedades:

En las zonas geográficas de transmisión generalizada, las personas que trabajen en las áreas asistenciales de los centros de salud también deben usar una llevar mascarilla médica. Esta recomendación se aplica a todas las personas, y no solamente a las que atienden a los enfermos de COVID-19.

Por ejemplo, cuando un médico pase visita a una unidad de cardiología o de cuidados paliativos deberá ponerse una mascarilla médica, aunque en esas unidades no haya enfermos de COVID-19.

En segundo lugar, la OMS recomienda que, en las zonas donde se esté produciendo transmisión en la comunidad, las personas de 60 años o más y las que presenten enfermedades subyacentes deben llevar una mascarilla médica cuando no sea posible mantener el distanciamiento físico.

En tercer lugar, la OMS ha actualizado también sus orientaciones sobre el uso de mascarillas por la población general en los lugares donde hay transmisión en la comunidad.

A la luz de la evolución de las pruebas disponibles, la OMS aconseja a los gobiernos que alienten a la población general a ponerse mascarillas cuando haya transmisión generalizada y donde sea difícil mantener el distanciamiento físico, como en el transporte público, en los comercios o en otros entornos cerrados o abarrotados. 

Nuestras orientaciones provisionales actualizadas contienen nueva información sobre la composición de las mascarillas de tela, basada en los estudios científicos solicitados por la OMS.

Con arreglo a las nuevas investigaciones, la OMS recomienda que las mascarillas de tela se compongan al menos de tres capas de materiales distintos. En las nuevas orientaciones se ofrecen más detalles al respecto.

Además, se explica cómo lavar y tratar las mascarillas de tela para que continúen teniendo propiedades protectoras.

En las orientaciones se explica también cómo utilizar las mascarillas sin riesgos.

Es posible infectarse al ajustarse la mascarilla con las manos contaminadas, o al quitársela y ponérsela repetidamente sin lavarse las manos cada vez.

Además, el uso de mascarillas puede dar lugar a una falsa sensación de seguridad y hacer que las personas olviden respetar otras medidas como el lavado de manos y el distanciamiento físico.

Quiero insistir en este punto: por sí sola, una mascarilla no protege contra la COVID-19.

Las mascarillas no sustituyen al distanciamiento físico, la higiene de manos y las demás medidas de salud pública. 

El uso de mascarillas solo es útil como parte de un enfoque más amplio de lucha contra esta enfermedad.

Lo fundamental es que todos los países detecten a las personas infectadas, las aíslen, la sometan a pruebas y les proporcionen atención sanitaria; además, también es fundamental el rastreo y la cuarentena de sus contactos.

La OMS continuará proporcionando orientaciones basadas en los datos empíricos más recientes, como parte de nuestro compromiso de servir al mundo gracias a la ciencia, la solidaridad y las soluciones que ofrecemos.