Sra. Annette Kennedy,

Sr. Howard Catton,

distinguidos invitados, colegas, amigos:

Buenos días, estoy encantado de estar aquí.

Me gustaría dar las gracias al Gobierno de Singapur y a la Asociación de Personal de Enfermería de Singapur por organizar esta reunión y por su apoyo a la enfermería.

También me gustaría dar las gracias y felicitar a mi hermana Annette por su liderazgo.

Annette, has hecho un trabajo verdaderamente extraordinario movilizando al personal de enfermería de todo el mundo y destacando el increíble trabajo que realiza y su valor para todos nosotros.

Enhorabuena a ti y a todo el personal de enfermería por el 120.º aniversario del Consejo Internacional de Enfermeras (CIE).

El CIE es un asociado muy importante para la OMS en una serie de cuestiones, como la atención primaria de la salud, la cobertura sanitaria universal, la calidad de la atención, las enfermedades no transmisibles y la resistencia a los antimicrobianos, entre otras.

Ayer mismo asistí en Osaka (Japón) a la Cumbre del G20. En la declaración realizada por los líderes se evocan muchos de los temas que ustedes han estado debatiendo aquí.

En dicha declaración se abordó el trabajo decente, el envejecimiento saludable, la igualdad de género, el aprendizaje a lo largo de toda la vida y el logro de un mundo inclusivo y sostenible.

En relación con el personal sanitario, la declaración dice lo siguiente: «Fortaleceremos los sistemas de salud centrándonos en la calidad, en particular mediante la mejora del personal sanitario y los recursos humanos».

Todos debemos hacer que los líderes del G20 cumplan los compromisos que han contraído.

No solo porque eso es lo que se merecen los trabajadores sanitarios, sino porque es lo que el mundo necesita.

Sencillamente, no podemos lograr la cobertura sanitaria universal y las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible relacionadas con la salud si no empoderamos y equipamos al personal de enfermería y de partería y aprovechamos sus capacidades.

El personal de enfermería y partería representan casi la mitad del personal sanitario mundial.

Son importantes no solo por su número, sino también por la amplia gama de servicios de salud que prestan.

Ofrecen una atención segura, eficaz, respetuosa y de calidad.

Me complació escuchar a mi amigo y colega, el Dr. Abdulelah Al-Hawsawi, hablar sobre «la seguridad de la enfermería en pro de la seguridad del paciente». 

El Centro de Arabia Saudita para la Seguridad del Paciente promueve dicha visión, y tuve el placer de tomar la palabra en la Cumbre Ministerial Mundial sobre Seguridad del Paciente organizada por él en marzo de este año en Jeddah. 

La enfermería es una de las profesiones sanitarias más importantes para reducir los daños a los pacientes. Si los sistemas fallan, el personal de enfermería puede prevenir los daños.

En entornos de bajos recursos, el personal de enfermería está bajo una presión constante debido al gran volumen de pacientes y a las largas jornadas de trabajo. Esto representa un entorno de alto riesgo tanto para los pacientes como para el personal de enfermería.

El personal de enfermería desempeña un papel vital en la notificación de daños a pacientes, de modo que se puedan extraer enseñanzas y prevenir errores. Pero solo puede hacerlo en una cultura no culpabilizante.

El personal de enfermería también hace una valiosa contribución a la ciencia de la seguridad del paciente. Fue una enfermera investigadora quien inicialmente demostró que sacar a los pacientes de la cama tan pronto como sea posible después de una cirugía reduce el tiempo de recuperación y las complicaciones. 

La seguridad del paciente debe ser una parte esencial de la educación y formación de todo el personal de enfermería para evitar los errores clínicos y lograr que la asistencia sanitaria sea más segura para todos los pacientes, en cualquier lugar y en cualquier momento. 

La OMS ha elaborado un plan de estudios sobre la seguridad del paciente que es un recurso importante para satisfacer esta necesidad. También estamos elaborando un conjunto de recursos, orientaciones y herramientas para fortalecer las competencias de los profesionales sanitarios.

Les pido a todos que se unan a la OMS para celebrar el primer Día Mundial de la Seguridad del Paciente el 17 de septiembre de este año.

Mis hermanos y hermanas, también debemos enfrentarnos a la realidad de que demasiadas enfermeras y parteras sufren discriminación y abuso en el lugar de trabajo.

Esto es una mancha en nuestro sector y una traición a nuestra vocación como profesionales sanitarios.

Los centros de salud no solo deben ser lugares de curación para los pacientes. Deben ser lugares que fomenten el bienestar de los profesionales sanitarios, especialmente de los que trabajan en entornos vulnerables y frágiles.

La discriminación y el abuso, incluidos la violencia y el acoso, no deben tener cabida en nuestras sociedades ni especialmente en nuestros sistemas sanitarios.

En los últimos años hemos visto otra tendencia preocupante, que es el hecho de que los centros salud y los profesionales sanitarios se conviertan en objetivos en los conflictos.  

Como ustedes saben, actualmente hay un brote de ebola en la República Democrática del Congo, y los trabajadores sanitarios están luchando allí contra la enfermedad. El pasado mes de febrero, el enfermero Joseph Kambale Saanane Visogho fue secuestrado y asesinado en la ciudad de Butembo, afectada por el ebola. En abril, el médico Dr. Richard Mouzoko fue asesinado.

Esto refleja la preocupante tendencia de que los centros de salud y los trabajadores sanitarios se conviertan en objetivos en los países.

En lo que va del año, la OMS ha documentado 478 ataques a centros de salud, con 72 muertes.

Debemos ser muy claros: los trabajadores sanitarios no son un objetivo.

Admiro enormemente a personas como Joseph y Richard, así como al personal de enfermería y otros profesionales sanitarios que he conocido en la República Democrática del Congo en mis múltiples viajes y en todo el mundo, quienes se ponen en peligro para atender las personas a las que sirven.

Muy frecuentemente marcan la diferencia entre la vida y la muerte, entre el orden y el caos.

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Por eso, cualquier sociedad con muy pocos trabajadores sanitarios está funcionando con una mano atada a la espalda. Simplemente no puede funcionar de la manera precisa.

La OMS estima que en el mundo faltan 18 millones de trabajadores sanitarios para lograr y mantener la cobertura sanitaria universal para 2030.

La mitad de esa cifra —9 millones— es el déficit previsto de personal de enfermería y partería.

Esa necesidad es especialmente grave en los países de ingresos bajos y medianos.

Podemos tener los mejores medicamentos, las mejores pruebas diagnósticas, los mejores hospitales y el mejor seguro de enfermedad, pero si no tenemos trabajadores sanitarios que brinden una atención segura, eficaz y centrada en las personas, no tenemos un sistema de salud.

En 2016, la Comisión de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre el Empleo en el Ámbito de la Salud y el Crecimiento Económico transmitió un mensaje vital: los trabajadores sanitarios no son un costo, sino una inversión que tendrá un triple rendimiento para la salud, la igualdad de género y el crecimiento económico.

Con todo, lo que importa no es solo la cantidad de inversiones; lo que marcará la mayor diferencia es aquello en lo que invierten los países.

Aunque la formación de más personal de enfermería y partería es vital, la forma en que se educa a dicho personal y el lugar donde trabaja es aún más importante.

Los patrones de las enfermedades y las necesidades de salud están cambiando, y el personal de salud debe adaptarse a dichos cambios.

Todos los países deben transformar la forma en que prestan la atención sanitaria.

En palabras de Su Excelencia el Ministro Gam Kim Yong, amigo mío y Ministro de Salud de Singapur, es hora de ir más allá de la atención sanitaria y centrarnos en la salud.

Debemos dejar de hacer hincapié en los servicios curativos prestados en los principales hospitales y centrarnos en los servicios de promoción de la salud y prevención de enfermedades prestados en el nivel de la atención primaria de la salud.

El personal de enfermería y partería es una parte esencial de esa transformación.

Precisamente para dirigir esa labor nombré a Elizabeth Iro como Enfermera Jefa de la OMS.

Y la puesta en marcha de la campaña Nursing Now también está ayudando a elevar la categoría y el perfil de la enfermería.

Me gustaría dar las gracias a Lord Nigel Crisp y a la profesora Sheila Tlou por su liderazgo, y me complace ver que la campaña crece rápidamente.

La OMS apoya plenamente el Reto Nightingale para fortalecer el liderazgo del personal de enfermería y partería y hará todo lo posible para que sea un éxito.

La Asamblea de la Salud ha acordado que 2020 será el Año Internacional del Personal de Enfermería y de Partería para celebrar el bicentenario del nacimiento de Florence Nightingale y el trabajo de todo el personal de enfermería y partería. Será una ocasión para hacer una pausa y darles las gracias a todos ustedes aquí y en todo el mundo por su dedicación y compromiso.   

En el marco de esa celebración, también proponemos que cada país traiga a un enfermero o enfermera y a un partero o partera a la Asamblea Mundial de la Salud el próximo año. El mundo debe escuchar sus voces y sus historias. Y también crearemos un premio para reconocer la labor del personal de enfermería y partería, en cuya concesión participarán todos los países y regiones, junto con la CIE y Nursing Now. Será una ceremonia anual de entrega de premios para el personal de enfermería y partería.

La OMS está elaborando el primer informe sobre la situación de la enfermería en el mundo, que presentará a la Asamblea de la Salud.

Este informe proporcionará una «instantánea» del personal de enfermería de todo el mundo.

Sin embargo, no será instantánea para enmarcar y admirar. Esperamos que sea más bien como la fotografía de una casa antes de una renovación importante.

Esperamos que los países, las regiones y los asociados utilicen los datos de este informe para entablar un diálogo normativo y tomar decisiones basadas en pruebas sobre cómo y dónde invertir con respecto al personal de enfermería. 

No podemos elaborar este informe solos. Necesitamos su apoyo para obtener las contribuciones de todos los países y asegurarnos de que nuestra instantánea sea precisa y fiable y represente al mundo de la enfermería y la partería.

También necesito su apoyo en otro asunto. 

En mayo del próximo año, la OMS organizará la reunión de los altos responsables gubernamentales de enfermería y partería, así como la reunión tripartita de las asociaciones nacionales de enfermería, las asociaciones nacionales de partería y los altos responsables gubernamentales de enfermería y partería. 

Necesitamos su apoyo para garantizar que todos los países estén representados.

Mis colegas y amigos:

Estamos en el umbral de un momento de transformación de la salud mundial.

Juntos podemos garantizar que el personal de enfermería y partería reciba la educación, la formación, los empleos, las condiciones, las oportunidades, la dignidad y el respeto que merecen.

Con todo, nuestra causa no es solo celebrar y empoderar al personal de enfermería. Es más que eso. Se trata de aprovechar el poder del personal de enfermería para lograr nuestra visión para 2030, alcanzar la cobertura sanitaria universal y tener un mundo más sano, más seguro y más justo para todos.

Esa es la visión por la que estamos trabajando. Y ustedes tienen el poder de hacerla realidad.

Gracias a todos por su dedicación, compromiso y apoyo.

Espero con interés trabajar con todos ustedes ahora, durante el Año Internacional del Personal de Enfermería y de Partería y durante los próximos 10 años para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la cobertura sanitaria universal.

Juntos promoveremos la salud, preservaremos la seguridad del mundo y serviremos a los vulnerables.

Gracias.