Buenos días, buenas tardes y buenas noches. 

La OMS publica hoy el informe del Grupo Consultivo Científico sobre los Orígenes de Nuevos Patógenos, o SAGO, sobre los orígenes de la COVID-19. 

Tenemos el honor de contar hoy entre nosotros a la Presidenta del SAGO, la Dra. Marietjie Venter, quien en unos minutos presentará las conclusiones del Grupo Consultivo. 

Pero primero, información actualizada sobre otros asuntos relacionados con la salud en todo el mundo. 

La OMS acoge con agrado el alto el fuego acordado entre Israel y la República Islámica del Irán, y albergamos la esperanza de que se mantenga. 

El Irán ha notificado más de 600 víctimas mortales y 5000 heridos e Israel 28 víctimas mortales y más de 3200 heridos. 

Entre el 13 y el 25 de junio, la OMS ha documentado nueve ataques a la atención de la salud en Israel y cinco ataques en el Irán que han afectado a los servicios de salud y causado muertes y lesiones entre trabajadores de la salud y pacientes. 

La OMS seguirá colaborando con Israel y el Irán, en particular monitoreando los riesgos radiológicos y nucleares. 

Esta semana, la OMS participó en un simulacro de emergencia nuclear organizado por el Organismo Internacional de Energía Atómica para poner a prueba las capacidades de preparación y respuesta frente a emergencias y determinar los ámbitos susceptibles de mejora. 

Mientras tanto, en Gaza, la situación es más que catastrófica. 

Solo funcionan 17 hospitales, y parcialmente, de los 36 que había en la Franja, y en el Norte de Gaza y en Rafah no funciona ninguno. 

En las dos últimas semanas, 500 personas han muerto cuando buscaban ayuda alimentaria en rutas y lugares militarizados de distribución de alimentos al margen de las Naciones Unidas, lo que ha provocado un aumento en el número de lesionados y ha afectado en gran medida a los hospitales de la ciudad de Gaza, mientras el combustible, el agua y los suministros médicos se agotan rápidamente. 

Entre tanto, el hambre acecha a todas las personas, cada vez más débiles, más enfermas y más vulnerables. Desde principios de este año, cada día han ingresado de media 112 niños para recibir tratamiento por malnutrición aguda. 

En los últimos días, la OMS ha logrado recuperar suministros de combustible de nuestros almacenes para prestar apoyo a los hospitales. 

A lo largo de los últimos meses, la OMS ha suministrado más de 1,7 millones de litros de combustible a establecimientos de salud, proveedores de servicios de ambulancia y otros asociados. 

Esta semana, la OMS entregó suministros médicos por primera vez desde el 2 de marzo, gracias a nueve camiones que transportaron suministros médicos esenciales, como unidades de sangre. 

Estos suministros se distribuirán entre los hospitales prioritarios en los próximos días y hay más en camino. Pero dadas las enormes necesidades de salud, es solo una gota en el océano. 

Desde que comenzó el conflicto, la OMS ha apoyado la evacuación de más de 7300 pacientes de la Franja de Gaza. 

Pero desde el comienzo del bloqueo de Israel el 18 de marzo, solo se nos ha permitido evacuar a 294 pacientes, una pequeña proporción de las más de 10 000 personas que siguen necesitando evacuación médica. 

La OMS da las gracias a la Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos, los Estados Unidos, Italia y Jordania por recibir a pacientes evacuados. 

La OMS pide que se dé acceso a alimentos, agua, combustible, asistencia médica y de otro tipo, a la escala necesaria y por todas las vías posibles. 

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Pasemos ahora al Sudán, la crisis olvidada. 

La guerra civil en curso significa muertes por falta de acceso a servicios de salud y medicamentos. 

Los combates continuados han desplazado a más personas que en ninguna otra crisis en el mundo. Los establecimientos de salud están fuera de servicio o solo prestan atención limitada. 

Y las enfermedades se propagan rápidamente. El cólera se ha extendido a todos los estados del Sudán excepto a uno, con un repunte preocupante en el estado de Jartum. 

Con el apoyo de la OMS, el Ministerio de Salud completó una campaña de vacunación contra el cólera de 10 días que llegó a más de 2 millones de personas en el estado de Jartum, y ya constatamos signos de mejora. 

La OMS y sus asociados están intensificando la respuesta en otros estados y explorando opciones para reforzar la respuesta en estados inaccesibles, como Darfur y Kordofán, mediante la entrega de suministros, vacunas y medicamentos esenciales contra el cólera. 

La semana pasada, el hospital Al Mujlad, en Kordofán Occidental, fue atacado y 40 civiles, entre ellos niños y trabajadores de la salud, resultaron muertos. 

Insto al mundo: no olviden al pueblo del Sudán. Los trabajadores humanitarios y la población civil deben estar protegidos en todo momento. 

Necesitamos fondos urgentes y necesitamos acceso para asegurarnos de que las personas reciben la atención de salud que necesitan. Y, sobre todo, el pueblo del Sudán necesita la paz. 

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El miércoles de esta semana, estuve en Bruselas para la reposición de fondos de la Alianza Gavi. 

Las vacunas son una de las innovaciones más trascendentales de la historia. 

En 1974, la OMS fundó el Programa Ampliado de Inmunización (PAI) para aprovechar el poder de las vacunas en el mundo. 

Desde entonces, el PAI ha contribuido a salvar unos 154 millones de vidas. 

Desde el año 2000, la mortalidad de menores de 5 años se ha reducido en más de la mitad a escala mundial, gracias en gran medida al poder de las vacunas y al trabajo de Gavi. 

Así que me alentó mucho que los donantes se comprometieran a aportar más de USD 9000 millones en apoyo de la labor de Gavi durante los próximos cinco años. 

Además, los países que ejecutan programas de Gavi invertirán una cifra récord de USD 4000 millones en sus programas nacionales de inmunización en los próximos cinco años. 

Es una noticia muy positiva en un momento difícil para la salud mundial, con drásticos recortes en la ayuda e información errónea y desinformación sobre la seguridad de las vacunas. 

Para proteger a los niños de enfermedades potencialmente mortales se necesita algo más que vacunas: se necesita confianza. 

Es importante que progenitores, educadores, trabajadores de la salud y líderes comunitarios entiendan claramente la información sobre las vacunas.  

Cuando se conocen los hechos, se pueden tomar decisiones mejores y con más confianza. 

Las afirmaciones falsas y la distorsión de la evidencia científica son peligrosas.  

Para la OMS la seguridad de las vacunas es crucial en nuestra toma de decisiones. 

La OMS espera con interés seguir colaborando con Gavi para aprovechar nuestros buenos resultados y llegar a más niños, con más vacunas, más rápido que nunca. 

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Volvamos ahora a nuestro tema principal de hoy, el informe del SAGO sobre los orígenes de la COVID-19. 

La pandemia de COVID-19 fue la emergencia sanitaria más grave en un siglo. 

Se estima que provocó la muerte de 20 millones de personas, borró al menos USD 10 billones de la economía mundial y desencadenó una enorme agitación social y política. 

Pero no podemos hablar de la COVID-19 en pretérito. Aunque la crisis ha pasado, el virus permanece. 

Sigue evolucionando, sigue matando y millones de personas siguen viviendo con la afección pos-COVID o COVID prolongada. 

La pandemia enseñó al mundo muchas lecciones dolorosas y, en los últimos cinco años, la OMS, nuestros asociados y muchos países han puesto en marcha numerosas iniciativas en respuesta a esas lecciones. 

Establecimos el Centro de Información de la OMS sobre Pandemias y Epidemias en Alemania; el Programa de Transferencia de Tecnología de ARNm en Sudáfrica; el Centro Mundial de Formación en Bioproducción en la República de Corea; el BioHub aquí, en Suiza; la red provisional de contramedidas médicas; el Cuerpo Mundial para Emergencias Sanitarias; junto con el Banco Mundial establecimos el Fondo contra Pandemias; y más. 

Como saben, en la Asamblea Mundial de la Salud del año pasado, los Estados Miembros de la OMS adoptaron un conjunto de enmiendas al Reglamento Sanitario Internacional; 

Y el mes pasado, después de tres años y medio de intensas negociaciones, adoptaron el Acuerdo de la OMS sobre Pandemias, un instrumento de referencia del derecho internacional para que el mundo esté más a salvo de las pandemias. 

En los últimos cinco años, hemos aprendido mucho sobre la COVID-19, pero hay una pregunta crucial que aún no hemos respondido: sus inicios. 

Comprender cómo comienza un brote, epidemia o pandemia es esencial para prevenir futuros brotes. 

También es un imperativo moral por quienes pierden la vida a causa de ellos. 

A finales de 2020, la Asamblea Mundial de la Salud encargó a la OMS la tarea de estudiar los orígenes de la COVID-19. 

En 2021, establecí el Grupo Consultivo Científico sobre los Orígenes de Nuevos Patógenos, o SAGO, un cuadro internacional y multidisciplinario de 27 expertos independientes. 

El SAGO se estableció con dos mandatos principales: en primer lugar, elaborar un marco para los tipos de estudios que deberían realizarse para comprender el origen de patógenos emergentes y reemergentes con potencial epidémico o pandémico. 

El SAGO finalizó esta primera parte de su trabajo el año pasado. 

La segunda parte de su mandato era avanzar en el estudio de los orígenes de la COVID-19, tarea que ha venido haciendo en paralelo con la primera parte de su mandato durante los últimos cuatro años. 

Hoy, la OMS publica el informe del SAGO y quisiera invitar a su Presidenta, la Dra. Marietjie Venter, a presentar las conclusiones. 

La Dra. Venter es Profesora Distinguida y titular de la Cátedra de investigación «One Health»  sobre vacunas y vigilancia en la Universidad de Witwatersrand, en Johannesburgo (Sudáfrica). 

Marietjie, tiene la palabra. 

[LA DRA. VENTER SE DIRIGIÓ A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN] 

Gracias, Dra. Venter, y muchas gracias por su liderazgo en el SAGO durante los últimos cuatro años. 

Somos conscientes de que ha sido una tarea muy difícil, en una cuestión muy compleja y a menudo polémica. 

También agradezco a cada uno de los 27 miembros del SAGO que hayan dedicado su tiempo y conocimientos especializados a esta empresa científica tan importante. 

Sabemos que los miembros del SAGO no se han puesto de acuerdo en todos los puntos, como era de esperar. 

A principios de esta semana, un miembro del SAGO renunció y otros tres miembros pidieron que sus nombres se eliminaran del informe. 

Aunque el SAGO nos ha permitido avanzar en la comprensión de los orígenes de la COVID-19, no se le ha facilitado gran parte de la información necesaria para evaluar de manera cabal todas las hipótesis. 

La OMS reconoce que China ha compartido una parte de esta información, pero no toda la que hemos solicitado. 

Pese a nuestras repetidas peticiones, China no ha facilitado cientos de secuencias víricas de personas con COVID-19 al principio de la pandemia, información más detallada sobre los animales vendidos en los mercados de Wuhan e información sobre el trabajo realizado y las condiciones de bioseguridad en los laboratorios de Wuhan. 

La OMS también está al tanto de los informes de inteligencia de otros gobiernos en todo el mundo sobre los orígenes de la COVID-19. También hemos solicitado acceso a esos informes. 

Ni la OMS ni el SAGO han tenido aún acceso a ellos ni a los datos subyacentes. 

Tal y como están las cosas, no debemos descartar ninguna hipótesis, incluidos el salto zoonótico o la fuga del laboratorio. 

Seguimos haciendo un llamamiento a China y a cualquier otro país que posea información sobre los orígenes de la COVID-19 para que la compartan abiertamente, a fin de proteger al mundo de futuras pandemias. 

La OMS y el SAGO seguimos dispuestos a evaluar cualquier otra información que salga a la luz y mantenemos nuestro compromiso de continuar y concluir esta importante empresa científica. 

Tarik, le devuelvo la palabra.