- He emprendido un examen exhaustivo de las denuncias de explotación y abuso sexuales en el contexto de la respuesta al ebola en la República Democrática del Congo, así como de cuestiones más amplias relativas a la protección en entornos de respuesta a emergencias sanitarias.
- Cada semana se están añadiendo aproximadamente dos millones al número de casos de COVID-19 y esta semana hemos superado la trágica barrera del millón de defunciones. En todas las regiones del mundo hemos aprendido que, con un buen liderazgo y una respuesta rápida de la población general, nunca es tarde para invertir la tendencia.
- Esta misma semana, nos congratulamos de que varios países hayan dado un paso más al anunciar la donación de nuevos fondos por valor de US$ 1000 millones para el acelerador ACT, que está impulsando los avances en materia de medios diagnósticos, tratamientos y vacunas.
- Hemos completado la autorización para la inclusión de una segunda prueba rápida en la Lista de uso en emergencias.
- Hemos abierto una convocatoria de manifestaciones de interés para que los fabricantes de vacunas contra la COVID-19 que lo deseen presenten solicitudes de precalificación y/o de inclusión en la Lista de uso en emergencias.
- Hasta el momento, 168 países se han sumado al Mecanismo COVAX, un logro que permite transmitir a todo el mundo un potente mensaje de solidaridad: nos estamos uniendo para poner fin a esta pandemia por el bien de toda la humanidad.
- La Organización Panamericana de la Salud ha hecho causa común con el Comité Olímpico Internacional y los comités olímpicos nacionales de Brasil, Colombia, Argentina y México para divulgar mensajes sobre la protección de la salud contra la COVID-19 a través de la campaña #HealthyTogether («sanos juntos»). Más de 45 deportistas olímpicos están prestando apoyo a la OMS para proteger a las personas de esta enfermedad y aconsejarles cómo mantenerse sanas física y mentalmente.
Buenos días, buenas tardes y buenas noches.
Hemos sabido repentinamente que el Presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump, y la Primera Dama, Melania Trump, han dado positivo en pruebas de detección de la COVID-19.
Me gustaría empezar hoy mi alocución deseándoles que se recuperen rápidamente y por completo.
Ambos están en nuestras oraciones.
El mundo sigue haciendo frente a la pandemia de COVID-19.
Cada semana se registran aproximadamente dos millones de casos y, como ya deben saber, esta semana se ha superado la trágica barrera del millón de defunciones. Lamentamos la pérdida de tantos seres humanos.
Al mismo tiempo, continuamos ofreciendo nuestro apoyo a todos los países para prevenir las infecciones y salvar vidas.
A grandes rasgos, los países se enfrentan en la actualidad a cuatro situaciones distintas:
En primer lugar, algunos países actuaron con rapidez contra el virus y no han sufrido brotes de gran alcance.
En segundo lugar, otros países donde ha habido grandes brotes fueron capaces de detenerlos y continúan manteniendo al virus bajo control.
En tercer lugar, hay otro grupo de países que lograron controlar el virus pero que, a medida que se han relajado las restricciones para sus economías y sus sociedades, han visto aumentar el número de casos.
Por último, la fase de transmisión en algunos países continúa siendo intensa.
Sin embargo, en todas las regiones del mundo hemos aprendido que, con un liderazgo firme, estrategias claras e integrales, una comunicación coherente y una población comprometida, capacitada y habilitada, nunca es tarde para invertir la tendencia.
En Europa, varios países lo han hecho.
En Asia, varios países lo han hecho.
En el Pacífico, varios países lo han hecho.
En el Oriente Medio, varios países lo han hecho.
En África, varios países lo han hecho.
En las Américas, varios países lo han hecho.
En todas las regiones, muchos países han elaborado un plan colectivo a fin de controlar el virus y de trabajar para salvar vidas y medios de subsistencia.
La OMS seguirá prestando apoyo a los planes de acción nacionales por conducto de nuestras oficinas regionales y nuestras oficinas en los países, y continuará difundiendo estas experiencias exitosas en todo el mundo.
Nos encontramos ante un momento crítico en la respuesta al brote.
Instamos a todos y cada uno de los dirigentes a reforzar la respuesta, aplicar medidas específicas que sabemos que pueden detener la propagación, velar por la protección de los sistemas y los profesionales sanitarios, y salvar vidas.
Para todos nosotros, la forma más rápida de superar esta situación es actuar conjuntamente.
Si todos seguimos respetando las medidas básicas —distanciamiento físico, higiene de las manos, uso de mascarillas, toser y estornudar sin riesgos para las demás personas, evitar las multitudes y mantener abiertas puertas y ventanas cuando no sea posible encontrarse con amigos y familiares en el exterior—, venceremos a este virus, juntos.
Y cuando seamos capaces de controlarlo con éxito, es importante que los gobiernos no bajen la guardia, que estén atentos y preparados y que sigan invirtiendo en sus sistemas nacionales de salud, incluido el rastreo de contactos.
Además de pensar en la situación en su país, los gobiernos también deben impulsar la solidaridad internacional invirtiendo en bienes públicos mundiales.
Esta semana nos congratulamos de que varios países hayan dado un paso más al anunciar la donación de US$ 1000 millones de nuevos fondos para el Acelerador ACT, que está impulsando los avances en materia de medios diagnósticos, tratamientos y vacunas.
El lunes anunciamos que la OMS había aprobado nuestra primera prueba diagnóstica rápida basada en antígenos para su inclusión en la Lista de uso de emergencias y había garantizado el suministro de 120 millones de pruebas para su utilización en países de ingresos medianos y bajos.
El procedimiento de la Lista de uso de emergencias agiliza el trámite gracias al cual se pueden emplear productos nuevos o todavía no autorizados durante emergencias de salud pública.
Este procedimiento permite brindar información a los organismos de adquisición y a los Estados Miembros mediante un conjunto básico de datos sobre calidad, inocuidad y resultados proporcionados por los fabricantes.
Hoy nos complace anunciar que hemos finalizado la aprobación de una segunda prueba de diagnóstico rápido basada en antígenos, que se incluirá a la Lista de uso en emergencias.
Se trata de pruebas fáciles de usar que proporcionan resultados fiables en unos 15 a 30 minutos —en lugar de en horas o en días— y a un precio más bajo.
Además, hoy hemos abierto una convocatoria de manifestaciones de interés para que los fabricantes de vacunas contra la COVID-19 que lo deseen presenten solicitudes de precalificación y/o de inclusión en la Lista de uso en emergencias.
Al igual que con las nuevas pruebas rápidas de detección de la COVID-19, la OMS espera recibir manifestaciones de interés en relación con las vacunas contra esta enfermedad.
Asimismo, gracias a nuestro Acelerador ACT y al Mecanismo COVAX, velaremos por que cualquier vacuna que se demuestre que es eficaz e inocua se distribuya equitativamente en todo el mundo.
Ya lo he dicho otras veces pero vale la pena repetirlo: compartir unos recursos que son finitos, ya sean pruebas, tratamientos o vacunas, no es un acto de caridad.
Es la apuesta inteligente para todos los países, porque permitirá proteger a las personas que corren más riesgo (como los profesionales sanitarios de primera línea) y, en último término, es la estrategia óptima en todo el mundo para salvar vidas, estabilizar los sistemas de salud y garantizar un restablecimiento de la economía que abarque a todo el mundo y que nos ayude a recuperarnos juntos.
Me complace anunciar que 168 países ya se han unido al Mecanismo COVAX y que otros 25 han asegurado que lo harán en breve.
Este logro permite transmitir a todo el mundo un potente mensaje de solidaridad: nos estamos uniendo para poner fin a esta pandemia por el bien de toda la humanidad.
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Hay algo muy importante de lo que me gustaría hablar ahora.
Me refiero a algunas de las inquietantes denuncias de presuntos casos de abuso y explotación sexual perpetrados por personas que se identifican como trabajadores de la OMS en el contexto de la respuesta al ebola en la República Democrática del Congo.
Quiero ser muy claro: nos sentimos indignados al leer estos informes.
La OMS trabaja en todo el mundo en los entornos y situaciones de emergencia más complejos. Acudimos para salvar vidas e infundir esperanza.
La traición a las personas de las comunidades a las que servimos es reprobable.
No toleraremos estos comportamientos en ninguno de nuestros empleados, contratistas o asociados.
Toda persona que, según se determine, haya estado implicada en tales actos deberá rendir cuentas y enfrentar graves consecuencias, incluido el despido inmediato.
He puesto en marcha una investigación de las denuncias específicas presentadas, así como de cuestiones más amplias relativas a la protección en entornos de respuesta a emergencias sanitarias.
La OMS aplica una política de tolerancia cero con respecto a la explotación y el abuso sexuales.
Me tomo muy en serio estos informes y muy pronto brindaré más información al respecto.
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Antes de devolver la palabra a Fadela, quiero transmitirles un mensaje de esperanza.
Ayer, durante la celebración del Día Internacional de las Personas de Edad, mantuve una inspiradora conversación con el Capitán Sir Tom Moore, que recaudó casi 40 millones de libras esterlinas para el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido con una marcha benéfica.
Y, justo hoy, hemos recibido un mensaje de Jeanette Bank desde Durban (Sudáfrica).
Jeannette, sabemos que sigues nuestras conferencias de prensa y quiero aprovechar para saludarte y para darte las gracias por los preciosos llaveros de Mozambique y de Zimbabwe que nos has enviado y por darnos a conocer la asombrosa historia de Ida Ezekowitz, quien, a sus 99 años, ha conseguido derrotar a la COVID-19.
Estamos unidos en esta lucha y seguiremos impulsando la ciencia, las herramientas y la solidaridad en todo el mundo hasta vencer a este virus, ¡juntos!
Deseo expresarte mi gratitud, la de Mike, mi general, y la de Maria. Gracias también por enviar otro a mi hija y a Gabby; todos queremos agradecerte los regalos que nos has hecho llegar desde Sudáfrica y esperamos conocerte un día en persona.
Muchas gracias.