• A nivel mundial, el número de vacunaciones ha superado ya el número de infecciones notificadas. Sin embargo, más de las tres cuartas partes de esas vacunaciones se han realizado en solo 10 países que representan casi el 60% del PIB mundial. En aproximadamente 130 países, que concentran a 2500 millones de personas, aún no se ha administrado ni una sola dosis. 
  • El miércoles, COVAX publicó sus previsiones de distribución de vacunas a los países participantes. Los países están preparados, pero las vacunas no están disponibles. Necesitamos que los países compartan las dosis una vez que hayan terminado de vacunar a los trabajadores de la salud y a las personas mayores.  
  • También necesitamos un aumento masivo de la producción. Los fabricantes pueden hacer más: animamos a todos los fabricantes, que han recibido una importante financiación pública, a que compartan sus datos y tecnología para garantizar un acceso mundial equitativo a las vacunas. 
  • Y hacemos un llamamiento a las empresas para que transmitan sus expedientes a la OMS de forma más rápida y completa de lo que lo han estado haciendo hasta ahora, de modo que podamos revisarlos para su inclusión en la lista de uso de emergencia.  


Buenos días, buenas tardes y buenas noches.

A principios de esta semana, el capitán Sir Tom Moore falleció de COVID-19.

Como saben, cuando el año pasado estaba a punto de cumplir 100 años, el capitán Sir Tom Moore decidió que intentaría recaudar £1000 para el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido dando 100 vueltas a su jardín. Acabó recaudando más de £30 millones.

Para mí, el capitán Sir Tom Moore representa dos cosas:

La primera es que todo el mundo puede marcar la diferencia, ya sea recaudando dinero, inspirando a otros, informando al público o simplemente decidiendo quedarse en casa para mantener a los demás a salvo.

La segunda es que el capitán Sir Tom Moore nos recordó el valor que debemos dar a las personas mayores y a todo lo que aportan a nuestro mundo.

Sin embargo, en algunos países existe la inquietante idea de que está bien que las personas mayores mueran.

No está bien. Nadie es prescindible. Cada vida es preciosa, independientemente de la edad, el sexo, los ingresos, la situación jurídica, el origen étnico o cualquier otro factor.

Y por eso es tan importante que se dé prioridad a la vacunación de las personas mayores en todo el mundo.

Las personas con mayor riesgo de contraer la forma grave de la COVID-19 y de morir por esta causa, incluidos los trabajadores de la salud y las personas mayores, deben ser los primeros en todas partes.

A nivel mundial, el número de vacunaciones ha superado ya el número de infecciones notificadas. 

En cierto sentido, es una buena noticia y un logro notable en tan poco tiempo. 

Sin embargo, más de las tres cuartas partes de esas vacunaciones se han realizado en solo 10 países que representan casi el 60% del PIB mundial. 

En aproximadamente 130 países, que concentran a 2500 millones de personas, aún no se ha administrado ni una sola dosis. 

Algunos países ya han vacunado a grandes proporciones de su población que corren menos riesgo de sufrir enfermedad grave o morir.

Todos los gobiernos tienen la obligación de proteger a su propia población.

Pero, una vez que los países con vacunas han vacunado a sus propios trabajadores de la salud y a las personas mayores, la mejor manera de proteger al resto de su propia población es compartir las vacunas para que otros países puedan hacer lo mismo.

Esto se debe a que, cuanto más tiempo se tarde en vacunar a las personas de mayor riesgo en todas partes, más oportunidades daremos al virus de mutar y evadir las vacunas.

En otras palabras, a menos que suprimamos el virus en todas partes, podríamos volver a la casilla de salida. 

El miércoles, COVAX publicó sus previsiones de distribución de vacunas a los países participantes. 

Es un momento muy emocionante. Los países están preparados, pero las vacunas no están disponibles. 

Necesitamos que los países compartan las dosis una vez que hayan terminado de vacunar a los trabajadores de la salud y a las personas mayores. 

Pero también necesitamos un aumento masivo de la producción. La semana pasada, Sanofi anunció que pondría a disposición su infraestructura de fabricación para apoyar la producción de la vacuna de Pfizer/BioNTech. Pedimos a otras empresas que sigan este ejemplo.

Las empresas también pueden conceder licencias no exclusivas para que otros productores puedan fabricar su vacuna, un mecanismo que ya se ha utilizado anteriormente para ampliar el acceso a los tratamientos contra el VIH y el virus de la hepatitis C.

El Acceso Mancomunado a las Tecnologías contra la COVID-19 (C-TAP) permite la concesión voluntaria de licencias de tecnologías de forma transparente y no exclusiva proporcionando una plataforma para que los desarrolladores compartan los conocimientos, la propiedad intelectual y los datos.

Este intercambio de conocimientos y datos podría posibilitar el uso inmediato de la capacidad de producción no aprovechada y ayudar a construir bases de fabricación adicionales, especialmente en África, Asia y América Latina.

Ampliar la producción a nivel mundial también haría que los países pobres dependan menos de las donaciones de los países ricos.

Son tiempos sin precedentes, y aplaudimos a los fabricantes que se han comprometido, por ejemplo, a vender sus vacunas a precio de costo. 

Sin embargo, los fabricantes pueden hacer más: animamos a todos los fabricantes, que han recibido una importante financiación pública, a que compartan sus datos y tecnología para garantizar un acceso mundial equitativo a las vacunas.  

Y hacemos un llamamiento a las empresas para que transmitan sus expedientes a la OMS de forma más rápida y completa de lo que lo han estado haciendo hasta ahora, de modo que podamos revisarlos para su inclusión en la lista de uso de emergencia. 

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El viernes pasado supimos que los trabajadores de salud de Uganda y el Pakistán están esperando ser vacunados. 

Hoy tenemos el placer de contar con la presencia de dos trabajadores de la salud de países de ingresos altos que han sido vacunados. 

En primer lugar, me gustaría presentar al profesor Gabriel Gold, que trabaja en el departamento de geriatría del Hospital Trois-Chêne, aquí en Ginebra. 

Profesor Gold, gracias por unirse a nosotros. Por favor, comparta con nosotros su experiencia durante la pandemia y sus esperanzas con respecto a su trabajo y, en definitiva, a la situación mundial ahora que se ha vacunado. 

[GABRIEL GOLD TOMÓ LA PALABRA ANTE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN]

Merci beaucoup, profesor Gold, muchas gracias; aplaudo su apoyo a la aceleración del despliegue de las vacunas en todo el mundo. 

Ahora les presento a nuestra segunda invitada, Cindy Frías. Cindy Frías es enfermera especialista en salud mental en el Hospital Clínico de Barcelona.

Cindy, estamos deseando que nos cuente su experiencia trabajando en el ámbito de la salud mental durante la pandemia y qué ha supuesto para usted vacunarse. 

[CINDY FRÍAS TOMÓ LA PALABRA ANTE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN] 

Muchas gracias, Cindy. Sabemos que muchas personas se han sentido aisladas durante la pandemia, y el trabajo que hace como enfermera especialista en salud mental es muy importante.

Gracias una vez más a nuestros dos invitados de hoy. Nos alegramos de que ambos hayan sido vacunados y puedan seguir haciendo su trabajo esencial. Y gracias a ambos por el claro llamamiento que han hecho para que se vacune a los trabajadores de la salud de todo el mundo.

Fadela, le devuelvo la palabra.