Distinguidos invitados, queridos colegas y amigos:
Es para mí un placer darles la bienvenida al Foro de la OMS sobre Salud Mental de 2021.
Quisiera darles las gracias a todos por unirse a nosotros, y especialmente a nuestra Embajadora Mundial de Buena Voluntad para la Salud Mental, Cynthia Germanotta, presidenta y cofundadora de la Fundación Born This Way, por su continuo apoyo y promoción.
Convocamos este foro cada año con el fin de generar una mejor comprensión, oportunidades y sistemas para responder a la enorme necesidad insatisfecha de apoyo y servicios de salud mental en todo el mundo.
La pandemia de COVID-19 ha empeorado una situación ya de por sí difícil, ya que ha exacerbado tanto las necesidades de salud mental como las carencias de los servicios de salud mental.
Por supuesto, incluso antes de la pandemia, el acceso a una atención de salud mental de calidad y asequible era demasiado limitado, sobre todo en emergencias humanitarias y entornos con conflictos.
Ahora, las importantes interrupciones de los servicios de salud esenciales en todo el mundo han dificultado aún más el acceso a la atención de salud mental.
En respuesta a ello, la Asamblea de la Salud ha instado a los Estados Miembros a desarrollar y reforzar servicios integrales de salud mental y apoyo psicosocial como parte de la cobertura sanitaria universal.
En particular, el mandato consiste en centrarse en la mejora de la comprensión y la aceptación de las afecciones de salud mental, los problemas de las poblaciones vulnerables y el uso de tecnologías innovadoras para aumentar el acceso a la atención.
La Asamblea de la Salud también respaldó un conjunto actualizado de indicadores y opciones de aplicación para orientar la acción a nivel nacional, tal como se establece en el Plan de Acción de la OMS sobre Salud Mental para 2030.
A lo largo de la pandemia, la OMS ha trabajado para responder a las múltiples necesidades y demandas a las que se enfrentan los países a la hora de abordar las consecuencias de la COVID-19 para la salud mental.
La OMS tiene el honor de copresidir el Grupo de Trabajo sobre la Salud Mental y el Apoyo Psicosocial del Comité Permanente entre Organismos de las Naciones Unidas.
El Grupo ha elaborado y difundido una serie de materiales técnicos e informativos que se están utilizando en todo el mundo para hacer frente a las repercusiones de la COVID-19 en la salud mental.
Quisiera expresar mi sincero agradecimiento por la extraordinaria labor de este grupo interinstitucional y de múltiples asociados.
Con el apoyo y la colaboración del Gobierno de los Países Bajos y otros asociados, la OMS puso en marcha por primera vez un mecanismo interinstitucional de despliegue rápido de coordinadores de salud mental y apoyo psicosocial.
Hasta la fecha, se han desplegado expertos en 32 países de forma rápida.
También me gustaría mencionar la Iniciativa Especial de la OMS para la Salud Mental, que apoya a los países en la promoción de políticas de salud mental y de actividades de concienciación y en materia de derechos humanos, así como en la ampliación de las intervenciones y los servicios de calidad como parte de la cobertura sanitaria universal.
El proyecto está actualmente en marcha en Bangladesh, Ghana, Jordania, Nepal, el Paraguay, Filipinas, Ucrania y Zimbabue.
Damos las gracias a Noruega, Suiza y Estados Unidos por su decidido apoyo.
Permítanme finalizar señalando tres áreas de interés:
En primer lugar, reconozcamos que la pandemia de COVID-19 no es solo un reto, sino también una oportunidad. Debemos tratar de replantear y hacer avanzar la agenda mundial de salud mental mediante la integración de la salud mental en los planes de respuesta a las pandemias y de recuperación después de ellas.
En segundo lugar, aprendamos las lecciones que nos ha brindado esta pandemia y trabajemos para construir sistemas y servicios de salud resilientes que satisfagan las necesidades de salud mental y física de la población.
En tercer lugar, mientras planificamos a largo plazo, unámonos para apoyar a los países en sus esfuerzos por integrar el apoyo a la salud mental en las escuelas, la comunidad y la atención primaria de salud, abordar los determinantes de la salud mental y asegurarnos de que no se deje a nadie atrás.
Porque, en última instancia, no hay salud sin salud mental.
Gracias.