Buenos días, buenas tardes y buenas noches.

Permítanme comenzar presentando a nuestros invitados.

El Dr. Seth Berkley, Director Ejecutivo de Gavi.

El Dr. Philippe Duneton, Director Ejecutivo de Unitaid.

El Dr. Bill Rodriguez, Director Ejecutivo de FIND.

Y el Dr. Juan Pablo Uribe, Director Mundial de Salud, Nutrición y Población del Banco Mundial.

Bienvenidos y gracias por acompañarnos.

Durante el fin de semana, la OMS publicó información actualizada sobre los casos de hepatitis aguda de origen desconocido en niños.

Hasta el momento se han notificado al menos 169 casos de hepatitis aguda en 11 países de Europa y en los Estados Unidos, correspondientes a niños de entre 1 mes y 16 años.

Un total de 17 niños, alrededor del 10% de los casos notificados, han requerido trasplantes de hígado, y se ha notificado, además, una muerte.

Algunos de los síntomas que se presentan son dolor abdominal, diarrea, vómitos, ictericia, hepatitis aguda grave y aumento de los niveles de enzimas hepáticas.

En ninguno de estos casos se han detectado los virus que comúnmente causan hepatitis vírica aguda.

Se ha detectado el adenovirus en al menos 74 casos, y se están explorando esta y otras hipótesis.

La OMS colabora estrechamente con el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades y con los países afectados para respaldar las investigaciones en curso, en particular las pruebas de laboratorio adicionales. 

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También durante el fin de semana las autoridades de salud de la República Democrática del Congo declararon un brote de ébola tras la confirmación de un caso en Mbandaka, una ciudad de la provincia de Equateur, situada al noroeste del país.

Hoy se ha confirmado un segundo caso, en concreto, en un familiar del primer paciente. Lamentablemente, ambos han fallecido.

La OMS está ayudando al Gobierno a ampliar las pruebas, el rastreo de contactos y las medidas de salud pública.

En este momento se están transportando a Mbandaka las reservas de vacunas contra el ébola almacenadas en Goma y Kinshasa para que pueda comenzar la vacunación.

El Gobierno y el pueblo de la República Democrática del Congo tienen mucha experiencia en la detención de brotes de ébola, y la OMS les ayudará en lo que haga falta.

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Pasamos a hablar de la COVID-19.

A nivel mundial, el número de casos y de muertes continúa disminuyendo, lo cual es muy alentador y supone una gran noticia.

La semana pasada se notificaron a la OMS poco más de 15 000 muertes, el número semanal más bajo desde marzo de 2020.

Es una tendencia muy positiva, pero debemos recibirla con cautela.

A medida que muchos países reducen el número de pruebas realizadas, la OMS recibe cada vez menos información sobre la transmisión y secuenciación.

En consecuencia, resulta cada vez más difícil conocer el modo de transmisión y la evolución del virus.

Este virus no desaparecerá simplemente porque los países dejan de buscarlo.

Sigue propagándose, sigue mutando y sigue causando muertes.

La amenaza de una nueva variante peligrosa sigue siendo muy real. Y, aunque sigue disminuyendo el número de muertes, aún no conocemos las consecuencias a largo plazo para la salud de aquellos que sobreviven.

Un virus letal no es algo que se pueda ignorar.

La OMS sigue instando a todos los países a mantener la vigilancia.

La semana pasada tuve el honor de visitar Nepal y de analizar el impacto de la pandemia con el Primer Ministro Sher Bahadur Deuba y la Presidenta Bhandari. 

Pude observar que, con el apoyo de la OMS, Nepal ha incluido la secuenciación genómica entre las actividades del Laboratorio Nacional de Salud Pública, lo que será fundamental para identificar posibles variantes del SARS-CoV-2, así como futuros patógenos.

También tuve el honor de ser testigo de la primera campaña de vacunación contra la fiebre tifoidea de Nepal.

La Constitución de Nepal establece que la atención de salud básica es un derecho fundamental de todos los ciudadanos, y fue para mí un privilegio observar cómo se ponía en práctica ese derecho: pude conocer a los niños que eran vacunados, a sus familiares y a los extraordinarios trabajadores de la salud.

Quiero, además, expresar mi agradecimiento a la Alianza Gavi y los asociados.

Fue un gran recordatorio del poder que tienen las vacunas para salvar vidas: desde la vacuna contra la COVID-19 a muchas otras para combatir enfermedades mortales, como el sarampión, la meningitis, el ébola y la poliomielitis, entre otras.

Esta semana se celebra la Semana Mundial de la Inmunización, lo que ofrece una ocasión para destacar el increíble poder de las vacunas, no solo para salvar vidas, sino también, tal como dice el tema de este año, para ofrecer la oportunidad de una «Larga vida para todos».

Sin embargo, la pandemia ha causado graves perturbaciones en los programas de inmunización sistemática de todo el mundo, lo que ha puesto en peligro la vida de millones de niños y ha abierto la puerta a nuevos brotes de sarampión y poliomielitis.

Una de las prioridades de la OMS es ayudar a los países, en asociación con Gavi, a llevar a cabo campañas de recuperación para proteger al mayor número posible de niños lo antes posible.

La semana pasada también tuve el honor de visitar la India, donde me reuní con el Primer Ministro Narendra Modi.

Asimismo, junto con el Primer Ministro inauguré el Centro Mundial de la OMS para la Medicina Tradicional, que ayudará a aprovechar el poder de la ciencia para fortalecer la base empírica de esta modalidad de medicina.

Tanto Nepal como la India van camino de alcanzar un nivel de vacunación contra la COVID-19 del 70% de sus respectivas poblaciones a mediados de año, y a su vez están administrando dosis de refuerzo a las personas más vulnerables.

Como resultado de ello, ambos países están observando una disociación entre el número de casos y de muertes.

Este es el nivel de cobertura de vacunación que necesitamos ver en todos los países.

Actualmente, casi el 60% de la población mundial ha recibido la pauta completa de vacunación, pero en los países de ingreso bajo la proporción es de solo el 11%.

Para que la pandemia deje de ser una emergencia de salud mundial es fundamental cerrar esta brecha.

Y no son solo las vacunas.

El viernes, la OMS recomendó suministrar la combinación antiviral nirmatrelvir-ritonavir, también conocida como Paxlovid, a los pacientes con COVID-19 leve o moderada que tengan un alto riesgo de hospitalización.

Este tratamiento ayuda a evitar la hospitalización y es fácil de administrar.

Sin embargo, hay varios inconvenientes que están limitando su efecto.

Por un lado, en la gran mayoría de los países de ingreso bajo y mediano hay muy poca disponibilidad de este medicamento, y por otro, antes de su administración es necesario realizar pruebas rápidas y precisas dentro de los cinco días posteriores al inicio de los síntomas.

A ello hay que sumar la falta de transparencia sobre los precios en los acuerdos bilaterales concertados por el productor.

La persistencia de brechas a nivel global en el acceso a pruebas, vacunas y tratamientos explica por qué el Acelerador ACT sigue siendo fundamental para ofrecer una respuesta mundial a la COVID-19.

Esta semana se cumple el segundo aniversario del Acelerador ACT.

Esta asociación excepcional de gobiernos, organismos mundiales de salud, sociedad civil e industria ha alcanzado muchos logros de los que cabe estar orgullosos, como se indica en el informe sobre los dos años de impacto del Acelerador ACT, que se ha publicado hoy.

Juntos hemos hecho posible que 40 países comiencen sus campañas de vacunación contra la COVID‑19.

Hemos ayudado a desarrollar la capacidad de secuenciación en África meridional que detectó por primera vez la variante de ómicron.

Y hemos negociado acuerdos sin precedentes con los mayores proveedores de oxígeno del mundo a fin de mejorar el acceso en más de 120 países de ingreso bajo y mediano. 

En octubre del año pasado el Acelerador ACT puso en marcha un plan estratégico y un presupuesto nuevos, sin embargo, ya ha transcurrido la mitad del actual ciclo presupuestario y solo se ha financiado algo más del 10%.

La pandemia no ha terminado, y tampoco lo ha hecho la labor del Acelerador ACT.

Somos conscientes de que vivimos en un mundo donde hay diversas crisis superpuestas y múltiples demandas de financiación.

Los gobiernos son capaces de reunir enormes cantidades de dinero para disponer de herramientas que quitan vidas; nosotros hacemos un llamamiento a todos los países para que inviertan en herramientas que las salvan.

Me complace que el Presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, vaya a celebrar el próximo mes una Cumbre Mundial sobre la COVID-19 con diversos líderes mundiales con el fin de mantener la atención de alto nivel que merece la pandemia en curso.

Todos los países, con independencia de su nivel de ingresos, deberán comprometerse a adoptar medidas capaces de poner fin a la pandemia, terminar con las desigualdades, salvar vidas, evitar sufrimientos y facilitar la recuperación de las economías.

Hoy tenemos el honor de contar con la presencia de los líderes de cuatro asociados clave del Acelerador ACT, a quienes ya he presentado y que representan a cada uno de los pilares:

El Dr. Seth Berkley, Director Ejecutivo de Gavi, la Alianza para las Vacunas, que intervendrá en nombre de COVAX, el pilar de las vacunas;

El Dr. Philippe Duneton, Director Ejecutivo de Unitaid, lo hará en nombre del pilar de los tratamientos;

El Dr. Bill Rodríguez, Director Ejecutivo de FIND, hablará en nombre del pilar de los medios de diagnóstico;

Y el Dr. Juan Pablo Uribe, Director Mundial de Salud, Nutrición y Población del Banco Mundial, intervendrá en nombre del Conector de los Sistemas de Salud y la Respuesta.

Gracias a todos por acompañarnos y por la asociación mantenida en los últimos dos años.

Seth, comencemos con usted. Tiene la palabra.

[HABLA EL DR. BERKLEY]

Muchas gracias, Seth. Philippe, tiene la palabra.

[HABLA EL DR. DUNETON]

Muchas gracias, Philippe. Bill, tiene la palabra.

[HABLA EL DR. RODRIGUEZ]

Muchas gracias, Bill. Y por último, aunque no menos importante, Juan, tiene la palabra.

[HABLA EL DR. URIBE]

Gracias, Juan, y gracias también, una vez más, a todos ustedes y a todos nuestros asociados de ACT. Les garantizo el compromiso constante de la OMS de colaborar con ustedes para incrementar el acceso a todas las herramientas necesarias para controlar esta pandemia.

Fadela, le devuelvo la palabra.