Excelentísimo Señor Presidente Aliyev,

Copresidenta del NGIC y ex Presidenta de Letonia, Sra. Vaira Vike-Freiberga,

Copresidente del NGIC y moderador de este evento, Sr. Ismail Serageldin,

Secretario General, Sr. Rovshan Muradov,

Excelencias, ilustres miembros del NGIC, queridos colegas y amigos,

Quisiera empezar dando las gracias al Excelentísimo Señor Presidente por los avances realizados por Azerbaiyán hacia el logro de la cobertura sanitaria universal mediante el plan de seguro médico obligatorio, que abarca más de 3300 servicios de salud.

A eso se refiere el concepto de salud para todos.

También deseo felicitarles, tanto a usted, como a su Gobierno y al pueblo de Azerbaiyán, por su liderazgo para acoger la COP29 a finales de este año.

La OMS desea colaborar con la Presidencia de Azerbaiyán para garantizar que la salud siga ocupando un lugar destacado en el orden del día de la COP29, dando así continuidad al legado de los EAU, donde, por primera vez, la COP28 dedicó un día entero a la salud.

También quiero expresar mi agradecimiento al Centro Internacional Nizami Ganjavi por sus muchos años de respaldo a la OMS y a nuestra misión.

El año pasado se cumplió el 75º aniversario de la fundación de la OMS.

La OMS nació tras la Segunda Guerra Mundial, y también tras la constatación de que la única alternativa al conflicto mundial era la cooperación a nivel mundial.

Nuestra Constitución fue uno de los primeros documentos jurídicamente vinculantes en afirmar que la salud de todos los pueblos es un derecho humano fundamental, sin distinción.

Pero este texto va más allá de eso, y establece que la salud es una condición fundamental para lograr la paz y la seguridad, y depende de la más amplia cooperación de las personas y de los Estados.

La pandemia de COVID-19 fue una vívida demostración de ello, al poner de manifiesto que cuando la salud está en riesgo, todo lo está.

Las perturbaciones de las sociedades, las economías y los sistemas de salud que provocó la pandemia, como ustedes saben, demuestran que sus repercusiones fueron mucho más allá de las muertes y enfermedades causadas por el propio virus.

La pandemia minó la confianza entre las personas, los gobiernos y las instituciones, a lo que contribuyó el raudal de información errónea y de desinformación que circuló.

Y saben bien de qué manera la pandemia exacerbó las tensiones geopolíticas en todo el mundo.

Ahora, la cuestión fundamental es si aprenderemos de los errores que nos ha enseñado la pandemia.

Porque la cuestión no es si habrá otra pandemia, sino cuándo la habrá.

Es por ello que, actualmente, los 194 Estados Miembros de la OMS están negociando un acuerdo jurídicamente vinculante sobre la prevención, la preparación y la respuesta frente a las pandemias, a fin de sentar las bases de la cooperación internacional que, muy lamentablemente, faltó durante esta pandemia.

Cuando en diciembre de 2021 los Estados Miembros se embarcaron en este viaje, se fijaron como plazo que las negociaciones finalizaran a tiempo para la Asamblea Mundial de la Salud de mayo de este año.

Ahora faltan menos de 10 semanas.

Los países han avanzado mucho, y existe un amplio acuerdo sobre la mayoría de los aspectos de ambos instrumentos.

Pero sigue habiendo temas críticos sobre los que todavía no han alcanzado un consenso.

Al mismo tiempo, las negociaciones se están viendo dificultadas por un aluvión de información errónea y desinformación sobre el acuerdo, a saber: que es una apropiación de poder por parte de la OMS y que socavará la soberanía nacional.

Como saben, estas afirmaciones son totalmente falsas, pero hacen ruido y son persistentes.

El tiempo es un factor crítico. Si perdemos la oportunidad de poner en marcha un acuerdo sobre pandemias, corremos el riesgo de perder el impulso.

Y lo que es más importante, nos arriesgamos a que el mundo siga expuesto a las mismas fallas que dificultaron la respuesta mundial a la COVID-19, es decir: falta de coordinación, falta de intercambio de información y falta de equidad.

Sin embargo, si los países logran unirse bajo un espíritu de compromiso, pueden demostrar que cuando trabajamos juntos, somos capaces de encontrar un terreno compartido y un camino común a seguir, así como de arreglar nuestro mundo fracturado.

Excelencias,

El acuerdo sobre pandemias es una misión crítica para la humanidad y para construir un mundo más sano, más seguro y más justo para las generaciones venideras.

A todos los presentes que ocupan un cargo en un gobierno, les insto a trabajar con sentido de urgencia y solidaridad para finalizar el acuerdo en las próximas nueve semanas. 

E insto a todos los presentes que hayan formado parte de un gobierno, a utilizar su influencia y su voz para abogar por un acuerdo sólido, eficaz y capaz de proteger a las generaciones futuras.

Ahora, cuando han pasado 75 años desde la fundación de la OMS, es más necesario que nunca lograr una cooperación internacional  que esté basada en un compromiso compartido con el multilateralismo, la solidaridad y la equidad.

Muchas gracias.