Excelentísimo señor Jonas Gahr Støre,
Secretario General António Guterres,
Excelentísimas señoras y señores, queridos colegas y amigos:
Buenos días, buenas tardes y buenas noches.
Dependiendo de dónde viva, puede parecer que la pandemia de COVID-19 está a punto de terminar o que está en su punto más álgido.
Sin embargo, viva donde viva, la COVID-19 aún no ha acabado.
Las enfermedades no conocen fronteras, y como todos sabemos desde la aparición de la variante ómicron, cualquier sensación de seguridad puede cambiar en un momento.
Sabemos que este virus seguirá evolucionando.
No obstante, no estamos indefensos. Tenemos las herramientas para prevenir esta enfermedad, para detectarla y para tratarla.
Cuando las personas tienen acceso a esas herramientas, este virus puede controlarse.
Cuando no pueden acceder a ellas, este virus sigue propagándose, evolucionando y matando.
El mayor obstáculo al que nos enfrentamos para acabar con la pandemia como emergencia sanitaria mundial es garantizar que todas las personas, en todos los países, tengan acceso a esas herramientas.
El Acelerador ACT es vital para esta misión.
Como se indica en el Marco de Financiación que lanzamos hoy, el Acelerador ACT requiere US$ 23 000 millones para salvar vidas, hacer frente a la amenaza de la variante ómicron y prevenir la aparición de variantes aún más peligrosas.
Esto incluye un déficit de financiación urgente de $ 16 000 millones para el propio Acelerador ACT, mientras que los $ 6500 millones restantes deben ser autofinanciados por los países de ingresos medios, con el apoyo de los bancos multilaterales de desarrollo.
Hacemos un llamamiento a todos los países de ingresos altos para que asuman su papel en la financiación integral del Acelerador ACT y pongan fin a la emergencia sanitaria mundial que supone la pandemia.
El Marco de Financiación establece metas de «reparto justo», basadas en el producto interior bruto de los países, la renta per cápita y otros factores.
Manifestamos nuestro agradecimiento a todos los donantes del Acelerador ACT, especialmente a aquellos que han superado su contribución equitativa.
Los fondos que necesitamos son importantes, pero significativamente menores que los costos económicos mensuales de la pandemia.
Tenemos un plan. Tenemos las herramientas. Tenemos esperanza.
Ahora necesitamos los recursos para ejecutar el plan en todas partes, hacer que las herramientas estén disponibles en todos lados y lograr que la esperanza sea una realidad para todos.
Gracias.