Resumen de la situatión
Descripción de la situación
Entre el 2 y el 8 de abril de 2020, se notificaron a la OMS seis presuntos casos humanos de dracunculosis en el poblado de Duli, distrito de Gog, región de Gambella (Etiopía). Hasta el 27 de abril de 2020, el Programa etíope de erradicación de la dracunculosis (EDEP) había detectado un nuevo caso con un gusano en proceso de expulsión que presentaba características morfológicas coherentes con el gusano de Guinea humano, con lo que el total de casos asciende a siete. Esta notificación llega tras más de dos años consecutivos sin señalarse ningún caso, ya que los últimos casos se notificaron en diciembre de 2017. Desde su establecimiento en 1993, el EDEP ha logrado progresos extraordinarios hacia la interrupción de la transmisión de la enfermedad en humanos, pese a la existencia de transmisión de bajo nivel del parásito en huéspedes no humanos, como perros y babuinos peridomésticos.
De los siete presuntos casos, cinco se detectaron en la parte Angota del poblado de Duli y dos en los poblados de Metaget Dipach y Wadmaro, en el kebele de Gog Dipach. Todas las personas infectadas habían consumido agua insalubre en estanques rurales. Según la información notificada, estas fuentes de agua guardaban relación con la infección ocurrida entre babuinos en junio de 2019 en el mismo poblado.
Se han tomado muestras de los gusanos de todos los presuntos casos y están listas para su envío al laboratorio de los Centros para el Control de Enfermedades de los Estados Unidos para su confirmaciónn1. Morfológicamente, todas las muestras se corresponden con el Dracunculus medinensis..
Figura 1. Tendencia en los casos de dracunculosis por año, desde 1993 hasta 2020 (desde comienzos de año hasta la fecha*)

*Los siete casos de 2020 están por confirmar
Respuesta de salud pública
En respuesta al brote, un equipo integrado por miembros del Instituto Etíope de Salud Pública, la Oficina Sanitaria Regional de Gambella y el Carter Center (el principal asociado mundial de la OMS en el apoyo a la erradicación de la dracunculosis) efectuó una investigación preliminar y estableció medidas de intervención inmediata.
Se trata de las siguientes:
- Al 11 de mayo de 2020, se habían realizado búsquedas activas de casos en siete poblados (los poblados en los que se detectaron los casos y los poblados vecinos en riesgo). Durante la investigación, se visitaron 217 viviendas y se entrevistó a 1447 personas, a las que se ofreció información sanitaria, en el distrito de Gog. También se entrevistó a 2302 personas en los poblados adyacentes y en tres zonas no habitadas del distrito de Abobo.
- Al 8 de mayo de 2020, se habían detectado en total 173 presuntos casos, que ingresaron en un centro de confinamiento de casos para su seguimiento, de los que 108 han recibido el alta. Los 65 presuntos casos restantes, entre los que se cuentan los siete casos antedichos, recibirán el alta si se descarta la dracunculosis.
- Se determinó que el año pasado 557 personas utilizaron la misma fuente (o fuentes) de agua que los siete presuntos casos. Estos son objeto de seguimiento diario en sus lugares de residencia por el voluntario del poblado, funcionarios encargados de la vigilancia de la dracunculosis y agentes de divulgación sanitaria.
- Se ha aplicado tratamiento larvicida Abate en todos los estanques que podrían ser el origen del brote en granjas de Duli y en los poblados de Metaget Dipach y Wadmaro en el kebele de Gog Dipach. El tratamiento se repetirá mensualmente hasta el final de la estación de transmisión.
- Durante la inspección se evaluaron las prácticas de utilización de filtros y se distribuyeron 80 tuberías y 60 filtros de tela como piezas de repuesto.
- La OMS ha proporcionado orientaciones para las actividades contra la dracunculosis sobre el terreno durante la pandemia de COVID-19.
- La OMS ha mantenido un robusto sistema de vigilancia en todos los campamentos de refugiados de las regiones de Gambella y Benishangul Gumuz.
Respuesta de salud pública
La dracunculosis (o la enfermedad del gusano de Guinea) es una de las enfermedades tropicales desatendidas. Está causada por el parásito Dracunculus medinensis (nematodo o gusano redondo).
Se transmite normalmente al beber agua que contiene pulgas de agua (copépodos o pequeños crustáceos) infectadas por larvas de D. medinensis. Otra ruta plausible de transmisión es la ingestión de pescado crudo u otros animales acuáticos que alojan larvas del gusano de Guinea. Tras la ingestión, las larvas atraviesan la pared intestinal hacia los tejidos del organismo, donde se desarrollan hasta llegar a la fase de gusano adulto y migran lentamente por los tejidos subcutáneos hacia la superficie de la piel, provocando ampollas dolorosas que se rompen al entrar en contacto con agua, lo que permite al gusano hembra salir al exterior y liberar nuevas larvas.
Las larvas son ingeridas por los copépodos y, a las dos semanas, después de transformarse en las cavidades del organismo de los copépodos, pasan a ser infectivas. Desde el momento de la infección, transcurren entre 10 y 14 meses hasta la finalización del ciclo de transmisión, con la expulsión de un gusano maduro por el organismo.
Entre los síntomas de la dracunculosis pueden incluirse: mareo, febrícula, una erupción molesta, náuseas, vómitos y diarrea.
Si bien la tasa de mortalidad es baja, la discapacidad es un desenlace habitual en esta enfermedad: las personas infectadas pierden la capacidad de funcionar normalmente durante semanas o meses. Tienen dificultades para moverse a causa del dolor y de las complicaciones debidas a infecciones bacterianas secundarias. La discapacidad derivada de la extracción del gusano y la recuperación posterior impide a los afectados trabajar en los campos, cuidar a los animales, ir a la escuela o atender a sus familias; ello supone una carga económica y social para las comunidades afectadas, que alimenta el círculo vicioso de pobreza.
La dracunculosis afecta a personas que viven en comunidades rurales, desfavorecidas y aisladas que para beber dependen principalmente de fuentes de agua como estanques. La enfermedad ocurre entre el 10% más pobre de la población mundial, que no tiene acceso a agua potable ni a atención sanitaria. Las personas que más riesgo corren son las que viven en poblados donde ha habido un caso reciente de dracunculosis en un humano o animal.
Si bien la transmisión del gusano de Guinea se limita solamente a dos distritos (Gog y Abobo, en la región de Gambella) de Etiopía, la dificultad para llegar a algunas comunidades y la falta de fuentes de agua salubres en zonas remotas no habitadas, el enorme influjo de refugiados y las infecciones de animales, cuya función en la transmisión de la enfermedad se desconoce, siguen siendo retos considerables para la eliminación de la dracunculosis en Etiopía.
En este país, la enfermedad sigue siendo endémica solo en la región de Gambella. Los actuales casos en humanos se han notificado en el distrito de Gog de dicha región. En ese mismo distrito y el de Abobo, también en la región de Gambella, se ha notificado una transmisión de bajo nivel del gusano de Guinea entre los perros y los babuinos peridomésticos. Por tanto, las comunidades que viven en esa zona corren un mayor riesgo de contraer la enfermedad.
Las posibilidades de propagación internacional son bajas. Ahora bien, como consecuencia de los constantes movimientos transfronterizos de población entre Etiopía y Sudán del Sur debido a la falta de seguridad en este país y a las actividades nómadas de pastoreo, el riesgo de propagación entre los dos países sigue siendo elevado.
En el contexto de la pandemia de COVID-19, los sistemas de salud están sometidos a presión en todo el mundo debido al aumento rápido de la demanda de servicios para la gestión de esta enfermedad y otras. El apoyo del Carter Center y la OMS ha fortalecido la vigilancia activa en todas las comunidades de los distritos de Gog y Abobo, en particular las situadas en zonas fronterizas, y en los campamentos de refugiados y sus inmediaciones, para prevenir la propagación de la enfermedad a Sudán del Sur.
Evaluación del riesgo por la OMS
No existe vacuna para prevenir la dracunculosis ni ninguna medicación para tratar a los pacientes. La prevención es posible, puesto que la aplicación eficaz de estrategias preventivas ha empujado la enfermedad al borde de la erradicación. Entre las estrategias de prevención se incluyen:
- intensificar la vigilancia para detectar todos los casos en las 24 horas siguientes de iniciarse el proceso de expulsión del gusano;
- prevenir la transmisión de cada gusano aislando y tratando el caso, procediendo para ello a limpiar periódicamente y vendar las zonas cutáneas afectadas hasta que el organismo expulse por completo el gusano;
- prevenir la contaminación del agua potable impidiendo que las personas infectadas o los huéspedes animales con gusanos en proceso de expulsión caminen por el agua;
- garantizar un mayor acceso a suministros mejorados de agua potable para impedir la infección;
- filtrar el agua procedente de masas de agua al aire libre antes de beber;
- aplicar medidas de lucha antivectorial utilizando el larvicida temefos; y
- fomentar la educación sanitaria y los cambios de comportamiento.
Actualmente hay transmisión autóctona de la enfermedad solo en cinco países: Angola, el Chad, Etiopía, Malí2 y Sudán del Sur. Cada país cuenta con un programa propio de erradicación del gusano de Guinea.
Después de reivindicar la interrupción de la transmisión, los países en los que la enfermedad es endémica deben demostrar documentalmente la ausencia de transmisión autóctona de la enfermedad del gusano de Guinea durante al menos tres años consecutivos para poder optar al examen de la Comisión Internacional para la Certificación de la Erradicación de la Dracunculosis. Esta Comisión decide, tras deliberación satisfactoria, si recomienda o no que la Organización Mundial de la Salud conceda al país la certificación de estar libre de la transmisión del gusano de Guinea.
Para más información sobre la dracunculosis consúltese:
1Requisito de la OMS: Deben recogerse muestras de gusanos de todos los casos para su confirmación en laboratorio y envío al Centro Colaborador de la OMS para la Investigación, Formación y Lucha contra la Dracunculosis en los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos.
2Malí no ha notificado casos en seres humanos durante cuatro años consecutivos (2016-2019), pero ha seguido notificando transmisión autóctona entre animales.