Descripción de la situación
El brote de un vistazo
A 28 de abril de 2022 se había notificado un total acumulado de 37 casos humanos de encefalitis japonesa en cuatro estados de Australia, 25 de los cuales habían sido confirmados por laboratorio y 12 eran probables, con un inicio de los síntomas que se remonta hasta el 31 de diciembre de 2021. Este brote representa los primeros casos de transmisión local detectados en Australia continental desde 1998. Se han reforzado las actividades específicas de vigilancia para definir mejor el alcance de la transmisión y fundamentar las actividades de control. Se precisan más investigaciones para evaluar el riesgo actual en Australia.
Descripción del brote
El 7 de marzo de 2022 las autoridades de salud australianas notificaron a la OMS tres casos humanos de encefalitis japonesa que habían sido confirmados con pruebas de laboratorio. El primer caso se notificó el 3 de marzo de 2022 en Queensland. Hasta el 28 de abril de 2022 el Departamento de Salud del Gobierno de Australia había notificado un total acumulado de 37 casos humanos confirmados y probables de infección por el virus de la encefalitis japonesa (JEV), con tres muertes (2 confirmadas y 1 probable). Los 25 casos confirmados procedían de cuatro estados: Nueva Gales del Sur (11 casos, 1 muerte), Queensland (2 casos), Australia Meridional (3 casos) y Victoria (9 casos y 1 muerte). Por su parte, los 12 casos probables procedían de: Nueva Gales del Sur (2 casos), Queensland (2 casos), Australia Meridional (5 casos, 1 muerte) y Victoria (3 casos) (figura 1).
Figura 1. Distribución de los casos confirmados (n = 25) y probables (n = 12) de encefalitis japonesa y de las muertes por tal causa (n = 3) y estados en los que se ha detectado el virus causal en cerdos, Australia, 2022.
El número de casos y de muertes notificados en 2022 resulta inusualmente elevado si se compara con la quincena de casos notificada en Australia en los diez años anteriores a este brote. De esos 15 casos sólo uno contrajo la infección en Australia, en concreto en las islas Tiwi, en el Territorio del Norte; los 14 casos restantes la contrajeron en el extranjero. Estos representan también los primeros casos de transmisión local detectados en el ser humano de los que se tiene constancia en esos estados australianos y las primeras detecciones en Australia continental desde que se detectara un único caso en 1998, en Cabo York, Queensland.
El virus de la encefalitis japonesa infecta tanto al ser humano como a animales y se ha detectado en animales de Australia. A fines de febrero de 2022 se confirmó su presencia en granjas comerciales porcinas en los estados de Nueva Gales del Sur, Queensland y Victoria, así como en Australia Meridional a principios de marzo. Las granjas afectadas habían sufrido niveles inusuales de pérdidas reproductivas y muertes neonatales. Hasta el 20 de abril el virus se había detectado en 73 granjas porcinas de los cuatro estados. Hasta febrero de 2022 la infección con JEV en animales solo se había detectado en el norte de la península del Cabo York, en ningún otro lugar situado más al sur de Australia continental.
Características epidemiológicas de la encefalitis japonesa
La encefalitis japonesa es una enfermedad muy poco frecuente en el ser humano, pero es una infección vírica grave causada por el JEV que se transmite por la picadura de mosquitos infectados del género Culex (Culex tritaeniorhynchus, etc.) en Asia y partes del Pacífico occidental (Culex annulirostris, etc.). El virus infecta a numerosas especies de animales silvestres y domésticos, si bien la mayoría no manifiesta signos clínicos y solo unos pocos individuos desarrollan la viremia suficiente (presencia del virus en la sangre) para infectar al mosquito vector, lo que aumenta la transmisión. En el ciclo natural las aves zancudas como las garzas y las garcetas (ardeidas) son los principales hospedadores amplificadores, aunque los cerdos también desarrollan una viremia sustancial que puede infectar a los vectores. Aún no se ha determinado qué especies son más importantes en la ecología de la enfermedad en Australia.
El JEV no se transmite de persona a persona ni por consumir carne de un animal infectado. Antes de este brote el JEV se consideraba poco común en Australia. Antes de este brote se habían notificado muy pocos casos humanos de encefalitis japonesa en el norte de Australia, en Queensland (islas del Estrecho de Torres y partes del norte de la península del Cabo York), con solo una quincena notificados en todo el país durante los diez últimos años; sólo uno de estos casos contrajo la infección en Australia, el resto la contrajo en el extranjero. A principios de 2021 se notificó un caso humano en el Territorio del Norte (islas Tiwi). El origen de la infección se desconoce en este caso. Es poco probable que la población australiana goce de inmunidad natural a raíz de infecciones previas, que pudieran ser asintomáticas, pues el virus no es endémico en Australia continental.
La inmensa mayoría de las infecciones causadas por el JEV son asintomáticas. La encefalitis japonesa carece de tratamiento y la tasa de letalidad entre los casos sintomáticos puede ser muy elevada, de hasta el 30%. El 30-50% de los afectados puede sufrir secuelas neurológicas o psiquiátricas de carácter permanente. En una población que carece de inmunidad específica al no haber estado expuesta al virus, todos los grupos de edad corren el riesgo de contraer la infección. Australia dispone de dos vacunas contra la encefalitis japonesa registradas para uso humano, que solo se recomiendan para los grupos en riesgo. No existe ninguna vacuna veterinaria que sea de uso general en el país. Una vacuna está disponible para el uso con permiso en caballos destinados a la exportación, y se está trabajando para que esté disponible con permiso para el uso de emergencia, con el fin de que los propietarios de caballos puedan proteger a sus animales.
Respuesta de salud pública
Los Departamentos de Salud, Agricultura, Agua y Medio Ambiente del Gobierno de Australia están trabajando en estrecha colaboración con los homólogos estatales y territoriales y con los sectores pecuarios afectados a fin de garantizar una respuesta coordinada en el ámbito de la salud humana y la sanidad animal. El Gobierno de Australia ha declarado el brote de encefalitis japonesa como un incidente de enfermedad infecciosa de importancia nacional en el marco del Plan de respuesta de emergencia para incidentes por enfermedades infecciosas de importancia nacional. Se están llevando a cabo investigaciones epidemiológicas y se han reforzado las actividades específicas de vigilancia. Las autoridades australianas están adoptando medidas de control de vectores para eliminar posibles criaderos de mosquitos, reducir las poblaciones de vectores y minimizar las exposiciones individuales.
Evaluación de riesgos por la OMS
Se han iniciado investigaciones médicas, veterinarias y ambientales con el propósito de averiguar las causas de este aumento inédito de la transmisión del JEV acaecido en 2022 en Australia y evaluar mejor el riesgo actual y futuro. Los estudios serológicos habían detectado periódicamente la exposición al JEV en animales de las islas del Estrecho de Torres, situadas frente a la costa norte de Queensland, pero la transmisión en el continente no se había confirmado hasta ahora. Por lo tanto, el episodio actual supone un cambio importante en la presencia del virus en Australia. La transmisión local del JEV a los seres humanos requiere condiciones ambientales propicias para mantener el ciclo enzoótico, de modo que el riesgo de infección puede variar notablemente dentro de cualquier país endémico. La transmisión de la encefalitis japonesa se intensifica durante la temporada de lluvias, momento en que aumentan las poblaciones de vectores. A escala internacional aún no ha habido indicios de que la transmisión del JEV aumente después de grandes inundaciones o tsunamis.
En Australia se han notificado 37 casos confirmados y probables de infección por JEV, con tres muertes, con un inicio de los síntomas que se remonta hasta el 31 de diciembre de 2021. El último inicio de los síntomas de esta serie de casos data del 14 de marzo de 2022. Los casos se han notificado en cuatro estados del país, tres de los cuales no tenían antecedentes de transmisión local del virus. La vacuna contra el JEV no se administra de forma generalizada a la población australiana y, por lo general, solo se recomienda a las personas que vayan a viajar a regiones donde la enfermedad es endémica y las que realizan actividades con alto riesgo de exposición, de modo que al ser una población sin inmunidad específica contra el virus podría ser más vulnerable a la forma grave de la infección. Con la llegada de los meses fríos al sur de Australia se prevé una reducción de las poblaciones de mosquitos y, por ende, de la transmisión del virus en todas las especies susceptibles.
Por consiguiente, el riesgo a escala nacional y regional se considera bajo. El JEV no se transmite de una persona a otra, de modo que la probabilidad de propagación internacional de la enfermedad entre seres humanos es baja. No obstante, se han notificado casos esporádicos contraídos en el extranjero por personas no vacunadas que regresaban de un zona donde existe transmisión activa.
Recomendaciones de la OMS
Control de los vectores: la OMS recomienda fomentar la concienciación pública sobre el JEV en los estados afectados y la puesta en práctica de medidas para eliminar los posibles criaderos de mosquitos, reducir las poblaciones de vectores y minimizar las exposiciones individuales, con estrategias de control enfocadas tanto a las etapas inmaduras como adulta del mosquito. El control de los vectores debe incluir la gestión ambiental (eliminación de los charcos de agua, incluidas las aguas residuales o contaminadas) y el control químico (tanto de las larvas como de los vectores adultos, incluida la fumigación de las paredes de los refugios animales y los corrales con insecticidas de efecto residual aprobados). Los hogares cercanos a las granjas porcinas o los refugios de animales deben protegerse colocando mosquiteros en las ventanas y las puertas.
Medidas de protección personal: los mosquitos Culex pican sobre todo al anochecer, después de la puesta del sol, y en la noche cerrada. Se deben fomentar las medidas de protección personal, como el uso de repelente de mosquitos. Los mosquiteros tratados con insecticida brindan una buena protección durante el sueño nocturno.
Vigilancia:
- Es preciso reforzar la vigilancia con el fin de evaluar la carga de la encefalitis japonesa, identificar los casos, fundamentar las estrategias de vacunación y supervisar la seguridad, la eficacia y el impacto de las vacunas. Se insta a todos los países endémicos de encefalitis japonesa a llevar a cabo al menos una vigilancia centinela con confirmación de laboratorio.
- Para evaluar la magnitud del riesgo se necesitan estudios de seroprevalencia en las poblaciones de cerdos domésticos y asilvestrados de los estados afectados. Si la seroprevalencia en los cerdos es alta, será necesario emprender estudios de seroprevalencia en las comunidades humanas en riesgo.
- La vigilancia entomológica mediante trampas de ovipostura sencillas con infusión de heno cerca de las granjas complementará la vigilancia de los vectores y la supervisión del impacto que tienen los métodos de control.
Vacunación: las estrategias de vacunación deben ser diseñadas y aplicadas teniendo en cuenta el hecho de que, en una población carente de inmunidad específica, todos los grupos de edad corren el riesgo de contraer la infección por JEV.
- Durante los brotes: no se ha estudiado el valor de las campañas de vacunación reactiva durante los brotes de encefalitis japonesa. Si surge un brote en un país o una región donde no se ha introducido la vacunación contra la encefalitis japonesa habrá que evaluar la idoneidad de una respuesta vacunal inmediata, teniendo en cuenta aspectos como la magnitud del brote, la puntualidad de la respuesta, la población afectada y la capacidad programática. Es preciso administrar sin dilación al menos una dosis de vacuna viva atenuada o de vacuna viva recombinante para generar con rapidez anticuerpos protectores.
- Vacunación sistemática: la vacunación contra la encefalitis japonesa debe integrarse en el calendario nacional de vacunación en todas las zonas donde esta enfermedad sea reconocida como una prioridad de salud pública. Si el entorno es propicio para la transmisión del JEV, es decir, existen reservorios animales, condiciones ecológicas favorables para la transmisión y proximidad a otros países o regiones donde el virus se transmite, se sopesará la vacunación aunque haya pocos casos confirmados. Las intervenciones complementarias como los mosquiteros y las medidas de control de estos insectos no deben desviar los esfuerzos de la vacunación infantil contra la encefalitis japonesa. Esta enfermedad no se transmite de persona a persona, por lo que la vacunación no genera inmunidad colectiva y es preciso lograr y mantener una alta cobertura vacunal que garantice la protección individual en las poblaciones en riesgo. De ese modo se logrará la práctica eliminación de la encefalitis japonesa en la población humana aunque el virus siga circulando en las poblaciones de animales.
- Áreas endémicas: la mejor estrategia de vacunación para los entornos en que la encefalitis japonesa es endémica consiste en una sola campaña enfocada en la población destinataria principal que abarque un amplio intervalo de edades, seguida de la vacunación sistemática de los niños menores de 1 año según dicte la situación epidemiológica local.
Viajes y comercio internacionales: a la vista de la información existente sobre este evento, la OMS no recomienda que se impongan restricciones a los viajes ni al comercio con Australia.
Epidemiología de la enfermedad
Although a rare disease in humans, JE is a serious viral infection caused by the JEV spread by infected Culex spp. mosquitos in Asia (e.g. Culex tritaeniorhynchus) and parts of the West Pacific (e.g. Culex annulirostris). Numerous wild and domestic animal species can become infected, although most do not develop clinical signs and only a few develop sufficient viraemia (when the virus is present in bloodstream) to infect the mosquito vector which can result in further transmission. In natural cycles, wading birds such as herons and egrets are the important amplifying hosts, although pigs also develop significant viraemia that can infect vectors. The species most important in the ecology of the disease in Australia are yet to be determined.
JEV cannot be transmitted from human to human, or by consuming meat from an infected animal. Prior to this outbreak, JEV was considered unusual in Australia. Previously, JE was only rarely reported in humans in the north of Australia in Queensland (Torres Strait Islands and northern parts of Cape York Peninsula), with only 15 cases notified in Australia in the past ten years prior to this outbreak; only one of these cases acquired their infection in Australia with the remainder acquired overseas. In early 2021, one human case was reported from the Northern Territory (Tiwi Islands). The source of infection for this case remains unknown. The population of Australia is unlikely to have any significant natural immunity from prior infection, including asymptomatic infection, because the virus is not endemic to mainland Australia.
The vast majority of JEV infections are asymptomatic. There are no treatments for JE and the case fatality rate among symptomatic cases can be as high as 30%. Permanent neurologic or psychiatric sequelae can occur in 30–50% of cases with encephalitis. In an immunologically naïve population, all age groups are at risk for JEV infection. There are two JE vaccines for humans registered for use in Australia only advised for risk groups. There is no vaccine for animals registered for general use in Australia. A vaccine is available for use under permit in horses intended for export, and work is underway to make this vaccine available under an emergency use permit so that horse owners can protect their animals.
Respuesta de salud pública
Información adicional
- Vacunas contra la encefalitis japonesa: documento de posición de la OMS – febrero de 2015 (en inglés)
- WHO Vaccine Preventable Diseases Surveillance Standards.
- Notas descriptivas de la OMS. Encefalitis japonesa.
- Plataforma de emergencias de salud de la OMS
- Departamento de Salud (Gobierno de Australia). Virus de la encefalitis japonesa (JEV) (En inglés)
Cita recomendada: Organización Mundial de la Salud (28 de abril de 2022). Partes sobre brotes epidémicos; Encefalitis japonesa – Australia Disponible en: https://www.who.int/emergencies/disease-outbreak-news/item/2022-DON365
Ver todos los partes relacionados con este evento