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Sarampión - Somalia

27 de abril de 2022

Resumen de la situatión

El sarampión es endémico en Somalia y se notifican casos cada año. Desde la primera hasta la novena semana epidemiológica de 2022 se ha notificado un total acumulado de 3509 presuntos casos de sarampión en 18 regiones del país. Se están llevando a cabo actividades de respuesta y la OMS presta apoyo técnico en materia de vigilancia, vacunación, laboratorio clínico, tratamiento de los casos, capacitación de los trabajadores de la salud y comunicación de riesgos. El riesgo general de sarampión a escala nacional se considera muy alto a consecuencia de los bajos niveles de cobertura vacunal y la elevada prevalencia de la desnutrición y la carencia de vitamina A en los niños menores de 5 años. Este riesgo se ve agravado por una compleja crisis humanitaria motivada por los conflictos armados, las sequías y los desplazamientos conexos.

Descripción de la situación

Entre el 2 de enero y el 5 de marzo de 2022 se ha notificado un total acumulado de 3509 presuntos casos de sarampión en 18 regiones del país, concentrados sobre todo en distritos afectados por la sequía. La mayoría de los casos procedían de seis de las 18 regiones: Baay (1194 presuntos casos), Mudug (796 presuntos casos), Benadir (559 presuntos casos), Bari (277 presuntos casos), Gedo (141 presuntos casos) y Bajo Shabele (121 presuntos casos). Entre el 2 de enero y el 5 de marzo se recogieron y analizaron un total de 249 muestras en cuatro laboratorios del país (en Garowe, Hargeisa, Kismayo y Mogadiscio). El 57% de ellas (142 muestras) dieron positivo para inmunoglobulinas M (IgM) específicas contra el sarampión; el 81% pertenecían a niños menores de 5 años.

El sarampión es endémico en Somalia y el número anual de casos ha variado sustancialmente en los últimos años. El mayor brote acaecido en los últimos años se registró en 2017, cuando se notificaron 23 039 presuntos casos en 118 distritos de los seis estados federales y en la Administración regional de Benadir. De la epidemia de sarampión que sigue activa en los distritos afectados por la sequía se notificaron en 2020 a la OMS 2596 presuntos casos y en 2021 un total de 7494.

Según los cálculos de la OMS y del UNICEF sobre la cobertura vacunal en Somalia, se estima que durante los últimos 10 años la cobertura de la primovacunación contra el sarampión (MCV1) ronda el 46%, un porcentaje insuficiente. La segunda dosis de la vacuna antisarampionosa (MCV2) se incorporó al programa de vacunación sistemática en noviembre de 2021, pero aún no se ha introducido en Somalilandia.

Figura 1: Curva epidemiológica de los presuntos casos de sarampión notificados en los distritos de Somalia afectados por la sequía, de 2020 al 5 de marzo de 2022.

Nota: Los datos de 2022 no incluyen los presuntos casos recién detectados que están pendientes de clasificación.

Figura 2: Distribución geográfica de los presuntos casos de sarampión notificados en Somalia del 2 de enero al 5 de marzo de 2022.


Nota: Los datos de 2022 no incluyen los presuntos casos recién detectados que están pendientes de clasificación.

Epidemiología de la enfermedad

El sarampión es una enfermedad sumamente contagiosa causada por un virus de la familia de los paramixovirus. Se transmite principalmente a través del contacto directo con personas infectadas o indirectamente a través del aire contaminado o del contacto con superficies infectadas. El virus infecta las vías respiratorias y luego se propaga por todo el cuerpo.

El primer signo suele ser fiebre alta, que comienza alrededor de 10 a 12 días después de la exposición al virus y dura de cuatro a siete días. En la etapa inicial pueden manifestarse rinorrea, tos, enrojecimiento ocular, lagrimeo y pequeñas manchas blancas en la mucosa yugal (cara interna de las mejillas). Al cabo de varios días estalla una erupción, generalmente en la cara y la parte superior del cuello, que durante unos tres días se extiende hasta las manos y los pies. La erupción dura cinco o seis días y luego desaparece. Esta suele aparecer en promedio 14 días después de la exposición al virus (con un intervalo de 7 a 18 días).

La mayoría de las muertes causadas por el sarampión son consecuencia de las complicaciones asociadas. Las complicaciones graves son más frecuentes en los niños menores de cinco años y en los adultos mayores de 30 años. Entre las complicaciones más graves destacan la ceguera, encefalitis (infección que causa una inflamación del encéfalo), diarrea intensa y deshidratación derivada de la anterior, infecciones del oído o infecciones respiratorias graves como la neumonía. El sarampión grave es más probable en los niños pequeños desnutridos, sobre todo en los afectados por la carencia de vitamina A o en aquellos cuyo sistema inmunitario está debilitado por el VIH/sida u otras enfermedades.

No existe un tratamiento antivírico específico contra el sarampión. Las complicaciones graves se pueden reducir mediante un tratamiento de apoyo que garantice una buena nutrición, una ingesta adecuada de líquidos y el tratamiento de la deshidratación.

La vacunación sistemática contra el sarampión de la población infantil, combinada con las campañas de vacunación masiva en países con altas tasas de incidencia y mortalidad, son estrategias fundamentales de salud pública para reducir las muertes causadas por el sarampión en el mundo.

Respuesta de salud pública

El riesgo global a escala nacional se evalúa como muy alto a causa de:

  • La deficiente cobertura vacunal a través de la vacunación sistemática y la falta de actividades recientes de inmunización suplementaria (SIA). La última SIA se llevó a cabo hace más de dos años.
  • Los elevados niveles de desnutrición y de hipovitaminosis A en un contexto de inseguridad alimentaria que provoca un aumento de la morbilidad y la mortalidad. La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas ha estimado que 4,5 millones de personas de 71 distritos del país se hallan en una situación de inseguridad alimentaria.
  • La escasez de suministros médicos esenciales para el tratamiento de los casos notificados de sarampión.
  • La sobrecarga del sistema de salud, que cuenta con escasa capacidad para responder al brote actual.
  • El gran porcentaje de personas desplazadas por la sequía que tienen un acceso limitado a los servicios de atención primaria de salud.
  • Los retrasos en la detección y en la respuesta a las alertas debido al deficiente sistema integrado de vigilancia de enfermedades y a la falta de notificación en la Red de Alerta y Respuesta Tempranas (EWARN), lo que probablemente impedirá que se detecten algunos focos de transmisión.
  • La escasa capacidad de análisis, ya que sólo cuatro laboratorios del país están realizando pruebas confirmatorias del sarampión.

El riesgo general a escala regional se ha evaluado como moderado debido a la circulación sin restricciones de personas entre Somalia y los países vecinos (Etiopía, Kenya y Djibouti), donde la cobertura vacunal tampoco es óptima.

El riesgo general a escala mundial se ha evaluado como bajo dada la capacidad de respuesta existente.

Consejos de la OMS

Vacunación: el fortalecimiento de la vacunación sistemática contra el sarampión y la realización de campañas de vacunación en respuesta a los brotes son indispensables para controlar eficazmente la epidemia y reducir la mortalidad.

La OMS insta a todos los Estados Miembros a que:

  • Asegurar que la cobertura de la vacunación sistemática con MVC1 y MVC2 sea de al menos el 95%.
  • Llevar a cabo campañas masivas de vacunación contra el sarampión de alta calidad en los países con baja cobertura vacunal, optimizando las oportunidades de integración.
  • Detección y confirmación tempranas de los casos de sarampión que permitan su tratamiento oportuno a fin de reducir la morbilidad y la mortalidad y posibiliten la aplicación de estrategias de salud pública que controlen la transmisión ulterior.
  • En los países que se encuentren en la fase de eliminación, ofrecer una respuesta rápida a los casos importados de sarampión mediante la activación de equipos de respuesta rápida que permitan detener la transmisión.
  • Administrar suplementos de vitamina A a todos los niños mayores de seis meses diagnosticados con sarampión para reducir las complicaciones y la mortalidad (dos dosis de 50 000 UI para los menores de 6 meses, 100 000 UI para los niños de 6 a 12 meses y 200 000 UI para los niños de 12 a 59 meses, inmediatamente después del diagnóstico y al día siguiente).

Viajes o comercio internacional: la OMS no recomienda ninguna restricción a los viajes y el comercio sobre la base de la información disponible.

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