Noticias sobre brotes de enfermedades

Cólera - Somalia

20 de julio de 2022

Descripción de la situación

Información básica sobre el brote

El cólera es endémico en Somalia, país donde se han registrado brotes recurrentes desde 2017. Entre el 1 de enero y el 10 de julio de 2022 se notificaron 7796 casos (37 de ellos mortales, con una tasa de letalidad del 0,5%) en 25 distritos afectados por la sequía.

El brote actual se produce en un momento en que hay otros brotes en curso, altas tasas de malnutrición y un agravamiento de la sequía, todo lo cual está exacerbando la frágil situación humanitaria en el país y ha provocado importantes desplazamientos de población. Estas circunstancias han añadido más presión a un sistema de salud de por sí sobrecargado y poco eficaz. En la actualidad, la capacidad de Somalia para responder al brote es limitada y las consecuencias del brote para la salud pública podrían ser graves.

Descripción del brote

De acuerdo con los datos del Ministerio de Salud, entre el 1 de enero y el 10 de julio de 2022 se registraron 7796 casos de cólera (37 de ellos mortales, con una tasa de letalidad del 0,5%) en 25 distritos afectados por la sequía de la región de Banadir, el estado del Sudoeste y el estado de Hirshabelle (cuadro 1). Los distritos que han notificado más casos son los de Baidoa (2033), Daynile (1080), Jowhar (825) y Afgoi (681). Estos distritos no son solamente los más afectados por la sequía, sino que muchos de ellos acogen también a desplazados internos en campamentos como consecuencia de los 30 años de conflicto y del agravamiento de la sequía.

Más de la mitad de los casos (el 53,5%) eran menores de dos años, niños y niñas por igual. El 27% de los casos presentaban deshidratación grave y a ningún afectado se le había administrado la vacuna anticolérica oral. En 2017, 2018 y 2019 se llevaron a cabo campañas con esta vacuna en el país.

Hasta el 10 de julio se recogieron 677 muestras de heces, que fueron analizadas tras su cultivo en el Laboratorio Nacional de Salud Pública situado en Mogadiscio. De ellas, 145 muestras (el 21,4%) resultaron positivas para Vibrio cholerae 01 Ogawa.

El número de casos notificados en los primeros 6 meses de 2022 superó al notificado en los mismos distritos afectados por la sequía en 2021, año en que se informó de un total de 6205 casos de presunta diarrea acuosa aguda/cólera, incluidas 39 muertes (tasa de letalidad: 0,63%). El brote de 2021 se desencadenó a raíz de unas inundaciones repentinas.

Cuadro 1. Número de casos y de defunciones por cólera, tasa de letalidad y tasas de ataque por distrito en Somalia entre el 1 de enero y el 10 de julio de 2022 (semanas epidemiológicas 1 a 27, 2022).

Figura 1. Distribución geográfica de los presuntos casos de cólera notificados en Somalia del 1 de enero al 10 de julio de 2022, en porcentaje.

Figura 2. Número de presuntos casos de cólera notificados en Somalia del 1 de enero al 10 de julio de 2022.

Características epidemiológicas del cólera

El cólera es una infección intestinal aguda causada por la ingesta de agua o de alimentos contaminados por la bacteria Vibrio cholerae y se debe principalmente al acceso deficiente al agua salubre y al saneamiento insuficiente. Se trata de una enfermedad sumamente virulenta que causa una intensa diarrea acuosa, que acarrea una elevada morbimortalidad y se puede propagar con rapidez en función de la frecuencia de la exposición, la población expuesta y el entorno. El cólera afecta tanto a los niños como a los adultos y puede ser mortal si no se trata.

El período de incubación es de 12 horas a 5 días tras la ingestión de alimentos o agua contaminados. La mayoría de los infectados por V. cholerae no presentan síntomas; sin embargo, la bacteria está presente en sus heces entre el primer y el décimo día posteriores a la infección y regresa al medio ambiente, con el consiguiente riesgo de infectar a otras personas. Los síntomas, en la mayoría de las personas que los presentan, son leves o moderados y solo una pequeña parte sufre una diarrea acuosa profusa que provoca una deshidratación grave. Es una enfermedad que se puede tratar fácilmente; la mayoría de los enfermos evolucionan satisfactoriamente si se les administran rápidamente sales de rehidratación oral.

El cólera puede ser endémico o epidémico. Se consideran endémicas las zonas donde, en 3 de los últimos 5 años, ha habido casos confirmados de transmisión local, es decir, no importados de otros lugares. Las epidemias de cólera pueden producirse tanto en países endémicos como en países que no lo son. Nunca se han producido epidemias a partir de cadáveres no infectados.

Las consecuencias de las crisis humanitarias —como la interrupción de los sistemas de abastecimiento de agua y saneamiento o el desplazamiento de poblaciones a campamentos inadecuados y superpoblados— pueden aumentar el riesgo de transmisión del cólera si la bacteria ya está presente o se introduce en ellos.

La clave para prevenir y controlar el cólera y para reducir las defunciones consiste en aplicar un enfoque multidisciplinario que abarque la vigilancia; la mejora de los servicios de agua, saneamiento e higiene; el acceso rápido a tratamientos; la comunicación de riesgos; la movilización social, y la vacunación oral.

Respuesta de salud pública

Junto con otros asociados, el Ministerio de Salud y la OMS llevan a cabo las actividades de respuesta a la emergencia, entre ellas:

  • El uso de un sistema de gestión de incidentes a nivel nacional para coordinar la respuesta a la sequía, que incluye las actividades de la lucha contra el cólera.
  • La creación de un grupo de trabajo operativo sobre el cólera para coordinar la ejecución de las actividades de respuesta a esta enfermedad y, en particular, la ejecución de campañas de vacunación reactiva.
  • Entre el 14 y el 26 de junio de 2022 se llevó a cabo la primera serie de campañas de vacunación anticolérica oral reactiva en los nueve distritos de alto riesgo, con la que se vacunó a 897 086 individuos mayores de un año (el 96%), incluidas las embarazadas.
  • La puesta en marcha de una Red de Alerta y Respuesta Temprana en los distritos afectados por la sequía, que incluye a trabajadores de salud comunitarios, para detectar las alertas e informar de ellas.
  • El despliegue de equipos de respuesta rápida en los distritos para investigar las alertas relativas a la diarrea acuosa aguda notificadas por los centros de salud y las comunidades.
  • El suministro a los laboratorios estatales de reactivos y otros materiales para confirmar los casos de cólera.
  • El preposicionamiento de materiales esenciales para detectar presuntos casos de cólera mediante pruebas de diagnóstico rápido y la atención a los afectados en las zonas remotas.
  • Sesiones de concienciación sanitaria para las personas que viven en los campamentos de desplazados internos, organizadas por los asociados del sector de la salud en colaboración con el Ministerio de Sanidad.
  • La ejecución de intervenciones de mejora del agua, el saneamiento y la higiene, como la distribución de kits de higiene a las comunidades desplazadas.
  • El grupo sectorial de agua, saneamiento e higiene, en colaboración con el Ministerio de Sanidad, está controlando la calidad del agua y clorando las fuentes de agua contaminadas.
  • La distribución de kits de higiene a los distritos con un número elevado de casos.
  • El establecimiento de seis centros de tratamiento del cólera en los distritos de alto riesgo. 

Evaluación del riego por la OMS

En 2017, se notificaron en Somalia más de 78 000 presuntos casos de cólera y 1159 defunciones (tasa de letalidad: 1,5%). Desde entonces, se ha mantenido la transmisión: en 2018 se notificaron 6761 casos sospechosos y 45 defunciones (tasa de letalidad: 0,67%); en 2019, 3100 casos y cuatro defunciones (tasa de letalidad: 0,13%); en 2020, 6414 casos y 44 defunciones (tasa de letalidad: 0,69%); y en 2021, 6205 casos de diarrea acuosa aguda/cólera y 39 defunciones (tasa de letalidad: 0,63%).

El actual brote de cólera en Somalia tiene como telón de fondo otras epidemias en curso (como la de COVID-19 y la de sarampión) y una sequía cada vez más intensa que ha afectado a 7 millones de personas y ha desplazado a 805 000 de ellas a campamentos, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas. Como consecuencia de ello, está aumentando la presión sobre el sistema de salud, que ya está sobrecargado y sufre limitaciones en sus servicios de atención primaria. La Unidad de Seguridad Alimentaria y Nutrición de Somalia ha informado de que, en muchas zonas, hay riesgo de hambruna debido a la actual sequía y al alza de los precios de los alimentos. De hecho, más del 45% de la población se encuentra en la fase 3 (fase de crisis) o en fases superiores de acuerdo con el Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria.[1] La sequía está sometiendo a una dura prueba a este país africano.

Además, se ha confirmado el brote actual de cólera en 25 distritos afectados por la sequía, que acogen a comunidades de desplazados internos con acceso limitado a agua potable, saneamiento adecuado y alimentos.

Aunque, por el momento, no hay indicios de que el brote se haya propagado más allá de las fronteras somalís, no se puede descartar que ello ocurra habida cuenta del agravamiento de la sequía en el Cuerno de África, que ha provocado repetidos desplazamientos y grandes movimientos transfronterizos de personas entre Somalia y los países vecinos, sobre todo Djibouti, Etiopía, Kenya y Yemen. Estos países también sufren situaciones similares, como un acceso limitado al agua potable, al saneamiento adecuado y los alimentos, que pueden facilitar la transmisión de las enfermedades diarreicas, sobre todo en los grupos de población desplazada.

Recomendaciones de la OMS

La OMS recomienda reforzar los sistemas de vigilancia de las enfermedades y atender a los afectados por el cólera de forma rápida y adecuada. Deben administrarse vacunas anticoléricas orales y mejorarse los servicios de agua y saneamiento para controlar los brotes y prevenir la enfermedad en las zonas de alto riesgo. Las medidas más eficaces para controlar la enfermedad son aumentar el acceso a las infraestructuras de agua potable y saneamiento, potenciar las medidas de prevención y control de las infecciones en los establecimientos de salud, y mejorar la higiene y la seguridad alimentaria en las comunidades afectadas. Además, se debe difundir información importante de salud pública a la población.

Además de las actividades de respuesta que se están llevando a cabo en Somalia, es urgente reforzar las siguientes medidas en los distritos afectados por la sequía:

  • Desplegar equipos adicionales de intervención rápida en los distritos y trabajadores de salud comunitarios para detectar y comunicar las alertas y para llevar a cabo actividades de comunicación de riesgos.
  • Reforzar la capacidad de los trabajadores de salud de primera línea para prestar atención clínica a los enfermos de cólera.
  • Preposicionar kits de atención a los enfermos de cólera.
  • Establecer puntos de rehidratación oral en las comunidades afectadas y vincularlos con los centros de tratamiento del cólera.
  • Intensificar las campañas de información y sensibilización en las comunidades.
  • Reforzar la aplicación de las intervenciones de mejora del agua, el saneamiento y la higiene en los distritos afectados por la sequía.
  • Elaborar un plan actualizado de control del cólera para coordinar mejor las actividades.

Sobre la base de la información disponible, la OMS no recomienda aplicar restricciones a los viajes o el comercio con Somalia.

Para más información, consúltense los enlaces que figuran al final de este parte.

Cita recomendada: Organización Mundial de la Salud (20 de julio de 2022). Boletín de información sobre brotes; cólera en Somalia. Disponible en: https://www.who.int/emergencies/disease-outbreak-news/item/2022-DON398_1.

[1] Los hogares:

Sufren carencias en el consumo de alimentos, que se traducen en una malnutrición aguda elevada o superior a la normal,

O

son capaces en parte de satisfacer sus necesidades alimentarias mínimas, pero solo agotando sus medios básicos de subsistencia o recurriendo a estrategias para afrontar crisis.

Todos los partes relacionados con este evento

Más información sobre el cólera

Epidemiología de la enfermedad

Cholera is an acute enteric infection caused by ingesting the bacteria Vibrio cholerae present in contaminated water or food. It is mainly linked to insufficient access to safe drinking water and inadequate sanitation. It is an extremely virulent disease that can cause severe acute watery diarrhoea resulting in high morbidity and mortality, and can spread rapidly, depending on the frequency of exposure, the exposed population and the setting. Cholera affects both children and adults and can be fatal if untreated.

The incubation period is between 12 hours and five days after ingestion of contaminated food or water. Most people infected with V. cholerae do not develop any symptoms, although the bacteria are present in their faeces for 1-10 days after infection and are shed back into the environment, potentially infecting other people. Among people who develop symptoms, the majority have mild or moderate symptoms, while a minority develop acute watery diarrhoea with severe dehydration. Cholera is an easily treatable disease. Most people can be treated successfully through prompt administration of oral rehydration solution (ORS).

Cholera can be endemic or epidemic. A cholera-endemic area is an area where confirmed cholera cases were detected during the last three years with evidence of local transmission (cases are not imported from elsewhere). A cholera epidemic can occur in both endemic countries and in non-endemic countries. Uninfected dead bodies have never been reported as the source of epidemics.

The consequences of a humanitarian crisis – such as disruption of water and sanitation systems, or the displacement of populations to inadequate and overcrowded camps – can increase the risk of cholera transmission, should the bacteria be present or introduced.

A multisectoral approach including a combination of surveillance, improving access to clean water, sanitation, and hygiene promotion, rapid access to treatment, risk communication and community engagement and oral cholera vaccines is essential to control cholera outbreaks and to reduce deaths.