Noticias sobre brotes de enfermedades

Leptospirosis - República Unida de Tanzanía

12 de agosto de 2022

Descripción de la situación

Información básica sobre el brote

Hasta el 8 de agosto, la República Unida de Tanzanía había notificado 20 casos de leptospirosis en dos distritos de la región de Lindi. De ellos, tres han muerto y 15 han sido confirmados en el laboratorio. La mayoría de los casos son hombres; todos dijeron ser campesinos y probablemente, se infectaron mientras trabajaban. Desde el 15 de julio no se ha registrado ningún caso. Se están realizando estudios en el terreno y se está llevando a cabo una búsqueda activa para detectar casos nuevos o que puedan haberse pasado por alto.

En la República Unida de Tanzanía puede haber casos de leptospirosis, aunque es infrecuente que se notifiquen brotes. Los casos suelen seguir una distribución estacional y aumentan con el incremento de las lluvias o la temperatura. La transmisión se suele producir por exposición directa a la orina de animales infectados o a elementos del entorno.

En el presente parte se ofrece información actual sobre la epidemiología del brote, una visión general de la respuesta de salud pública y las recomendaciones de la OMS para la población general y para los trabajadores de la salud en las zonas afectadas.

Descripción del brote

El 14 de julio de 2022, el Ministerio de Salud de la República Unida de Tanzanía notificó a la OMS 13 casos de una enfermedad que, posteriormente se diagnosticó como leptospirosis. Los dos primeros casos acudieron los días 5 y 7 de julio a un establecimiento de salud situado en el distrito de Ruangwa, en la región de Lindi, con síntomas como fiebre, hemorragia nasal, dolor de cabeza y debilidad general. Las muestras de los pacientes analizadas en el Laboratorio Nacional de Salud Pública y la Agencia de Laboratorios Veterinarios de Tanzanía dieron negativo para el ébola, la enfermedad por el virus de Marburgo, la gripe, la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, la fiebre amarilla, la fiebre chikungunya, la encefalitis del Nilo Occidental y la fiebre del Valle del Rift; posteriormente, dieron positivo para la leptospirosis en el laboratorio de referencia de la Universidad Sokoine de Agricultura y Ganadería.

Hasta el 8 de agosto, se habían notificado 20 casos de leptospirosis, tres de ellos mortales, en los distritos de Ruangwa (18 casos) y Kilwa (dos casos), situados en la región de Lindi (figura 1). Quince de estos casos se confirmaron en laboratorios; uno de ellos falleció (tasa de letalidad = 6,7%). En cuanto a los cinco casos restantes, tres (incluido uno mortal) dieron negativo en las pruebas de la leptospirosis, mientras que en dos casos (uno mortal) no se tomaron muestras.

Los pacientes tenían entre entre los 18 y los 77 años (mediana de edad = 45 años) y la mayoría (n = 15; el 57%) tenía entre 31 y 60 años. La mayor parte de los casos (n = 15, el 75%) eran campesinos varones que se encontraban en un asentamiento temporal de pastoreo cuando se les detectó la enfermedad.

Los casos que refirieron el inicio de los síntomas entre el 30 de junio y el 3 de julio se encontraron fuera de los establecimientos de salud mediante la búsqueda activa. La mayoría de los pacientes dijeron que los síntomas habían empezado entre el 2 y el 6 de julio, y los casos más recientes se registraron el 7 de julio. No se han notificado nuevos casos desde el 15 de julio (figura 2). Se están realizando estudios en el terreno y se está llevando a cabo una búsqueda activa para detectar casos nuevos o que puedan haberse pasado por alto.

Figura 1. Distribución geográfica de los presuntos casos de leptospirosis en la República Unida de Tanzanía, a 15 de julio de 2022 

 

Figura 2. Casos sospechosos de leptospirosis por fecha de inicio de los síntomas, a 15 de julio de 2022

Fuente: Ministerio de Salud de la República Unida de Tanzanía.

 

Epidemiología de la enfermedad

La leptospirosis, una zoonosis causada por bacterias del género Leptospira, es un problema para la salud pública mundial atribuible a las condiciones climáticas y ambientales. Los humanos se infectan a través del contacto con la orina o con otros líquidos corporales (excepto la saliva) de animales infectados, como roedores, perros, cerdos, ganado bovino, caballos, mapaches y otros animales salvajes, o a través del contacto con agua, tierra o alimentos contaminados con la orina de animales infectados. La transmisión entre personas es muy infrecuente. Aunque el periodo de incubación suele ser de 7 a 10 días, puede oscilar entre 2 y 30 días.

Los signos y síntomas clínicos son fiebre, cefalea, mialgia (sobre todo en las pantorrillas), hinchazón conjuntival, ictericia y malestar general. Puesto que estos síntomas son similares a los de otras enfermedades infecciosas, es importante acertar el diagnóstico poco después de la aparición de los síntomas para tratar a los pacientes y prevenir las formas graves. Los casos graves, que pueden presentar insuficiencia renal y cardiaca y hemorragia pulmonar, pueden tener una presentación similar a otras enfermedades epidémicas de importancia internacional.

Los brotes de leptospirosis son poco frecuentes y siguen un patrón estacional: su frecuencia aumenta con el incremento de las precipitaciones o la temperatura. Las causas de la infección suelen ser la exposición a aguas contaminadas, como las que son producto de inundaciones, u otras causas como los cambios en el comportamiento de las personas, la contaminación del agua por animales o aguas residuales, las variaciones en la densidad de los animales que hacen de reservorio o las catástrofes naturales.

Respuesta de salud pública

  • El 18 de julio, el Ministerio de Salud emitió un comunicado de prensa para advertir del brote y establecer mecanismos de coordinación a nivel nacional y regional. Se elaboró un plan de acción detallado para el sector nacional de la salud.
  • El Ministerio de Salud, en colaboración con la OMS, envió un equipo multidisciplinario de respuesta rápida a las zonas afectadas y se llevaron a cabo actividades de respuesta.
  • Se están efectuando actividades de vigilancia, entre ellas encuestas epidemiológicas y la búsqueda activa de casos, y se ha reforzado la vigilancia de la salud humana y la sanidad animal.
  • Se han impartido cursos sobre la leptospirosis a los trabajadores de salud del distrito de Ruangwa, en los que se han explicado temas como la vigilancia y la respuesta integradas a la enfermedad.
  • Se está formando al personal de salud sobre la presentación clínica de la enfermedad y el control de la infección. Se han impreso hojas informativas sobre la leptospirosis y se han distribuido a todos los establecimientos de salud de las zonas afectadas.
  • Se han tomado muestras adicionales de personas, animales y puntos de agua para analizarlos en los laboratorios.
  • Se ha prestado la debida atención médica a los casos. La región recibió medicamentos y productos de salud, ente ellos equipos de protección personal.
  • Se ha difundido información sanitaria precisa en la radio local para concienciar a la población y responder a sus preguntas.


Evaluación de riesgos por la OMS

La OMS considera que el riesgo a nivel nacional es moderado. Aunque sigue sin saberse el origen exacto del brote, es probable que esté relacionado con las actividades agropecuarias. En las zonas afectadas, los campesinos de otras localidades se instalan temporalmente para pastorear, por lo general con frecuencia estacional. Por esta razón, el número de personas expuestas a la misma fuente de contaminación podría ser mucho mayor y es posible que el número de casos aumente.

Además, los servicios básicos (abastecimiento de agua, saneamiento e higiene y servicios de salud) son deficientes en las zonas afectadas y se teme que la capacidad de prevención y control de la infección fuera de los establecimientos de salud sea limitada. Si aumenta el número de casos y de zonas afectadas, el país puede verse desbordado y ser incapaz de hacer frente al brote actual, habida cuenta de que actualmente hay también otros problemas de salud pública. Aunque, en 2014, ya se habían notificado casos de leptospirosis en la región de Kigoma y el país ha reconocido que esta enfermedad es un riesgo para la salud pública, la incidencia en otras regiones se conoce poco y la capacidad de vigilancia es limitada.

Se considera que el riesgo de propagación de la enfermedad es bajo a nivel tanto regional como mundial.

Recomendaciones de la OMS

La lucha contra la leptospirosis es compleja y se concreta en medidas distintas en función del lugar. Se puede controlar la enfermedad actuando sobre los reservorios, y las medidas de prevención deben basarse en el conocimiento de los grupos con más riesgo de infectarse y en los factores epidemiológicos locales. La prevención y el control se deben dirigir a: a) la fuente de infección; b) la vía de transmisión entre la fuente de infección y el huésped humano; y c) la infección o la enfermedad en el huésped humano.

Por lo tanto, la transmisión puede evitarse con estas medidas:

  • llevar ropa protectora (botas, guantes);
  • cubrir las lesiones cutáneas con apósitos impermeables;
  • lavarse o ducharse tras la exposición a salpicaduras de orina o a tierra o agua contaminadas;
  • lavar y limpiar las heridas;
  • mejorar el conocimiento de los riesgos y las formas de prevenir y reducir la exposición, por ejemplo: evitar las salpicaduras de orina y los aerosoles; no tocar con las manos desnudas animales enfermos o muertos, fetos, placentas u órganos (riñones, vejiga); y no asistir a los animales que dan a luz a menos que se usen guantes;
  • aplicar estrictamente las medidas de higiene al cuidar o manipular animales, lo que incluye usar guantes al manipular orina de perros u otros animales y lavarse posteriormente las manos, y recordar que se puede contraer la infección por el contacto con perros u otros animales enfermos;
  • desinfectar las zonas contaminadas, cuando sea posible (suelos de los establos, las carnicerías, los mataderos, etc.);
  • garantizar el suministro de agua potable no contaminada;
  • impedir el acceso a las masas de agua (piscinas, estanques, arroyos) que estén o puedan estar contaminadas;
  • adoptar prácticas correctas de manejo del ganado (por ejemplo, evitar el pastoreo comunal y comprar ganado certificado sin leptospiras); y
  • seguir los procedimientos normalizados de seguridad en el laboratorio.


Si se declara un brote, se debe advertir rápidamente de la situación al personal de salud y a la población para que sepan cómo prevenir la enfermedad. Estos conocimientos pueden ser muy útiles fuera de los establecimientos de salud para detectar los factores de riesgo, prevenir la enfermedad y reducir su duración y su gravedad, porque las personas aprenden a reconocer con rapidez los síntomas y acuden a un centro de salud para que las evalúen y las traten.

Se debe difundir información a la población general sobre los signos clínicos de la leptospirosis, el riesgo de exposición y la importancia de procurarse atención médica lo antes posible, ya que la enfermedad remite con antibióticos. También debe proporcionarse información sobre los métodos de prevención, por ejemplo, no beber agua que pueda estar contaminada y no bañarse en ella, o no lavar ropa en agua que pueda estar contaminada si se tiene alguna herida abierta.

Asimismo, se tiene que informar al personal de salud del modo de reconocer las enfermedades febriles, los síntomas que puedan deberse a la leptospirosis y los tratamientos adecuados para esta enfermedad. Los trabajadores de la salud que atiendan a casos confirmados o presuntos de leptospirosis han de aplicar las precauciones habituales y las que permitan evitar la transmisión de infecciones. También se les debe proporcionar regularmente, a través de diversos canales, información sobre los síntomas de la leptospirosis, sus factores de riesgo, las pruebas diagnósticas y las estrategias terapéuticas contra esta enfermedad.

Es preciso reforzar las actividades de vigilancia en todas las zonas afectadas y sus alrededores, lo cual incluye la búsqueda activa de casos y la aplicación del enfoque «Una sola salud», que abarca la salud de las personas, la sanidad animal y la higiene del entorno.

Atendiendo a la situación actual, la OMS no recomienda aplicar restricciones a los viajes a la República Unida de Tanzanía ni al comercio con este país.

Al final de este parte hay un enlace para consultar más información al respecto, en inglés.

Cita recomendada: Organización Mundial de la Salud (12 de agosto de 2022). Partes sobre brotes epidémicos; leptospirosis - República Unida de Tanzanía. Disponible en: https://www.who.int/emergencies/disease-outbreak-news/item/2022-DON403.

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Epidemiología de la enfermedad

Leptospirosis is a zoonotic disease caused by the Leptospira genus of bacteria, and a worldwide public health problem attributed to climatic and environmental conditions. Humans become infected through contact with urine (or other body fluids, except saliva) from infected animals, such as rodents, dogs, pigs, cattle, horses, racoons, and wild animals, or contact with water, soil, or food contaminated with the urine of infected animals. Human-to-human transmission occurs only very rarely. The incubation period is usually 7–10 days, with a range of 2–30 days.

Clinical features of leptospirosis include fever, headache, myalgia (particularly in the calf muscle), conjunctival suffusion, jaundice, and general malaise. As these symptoms are similar to other infectious diseases, it is important to correctly diagnose early after the onset of symptoms to treat patients and prevent severe illness. Severe cases include renal and cardiac failure as well as pulmonary hemorrhages and can mimic other epidemic diseases of international importance.

Outbreaks of leptospirosis are rare, with a seasonal distribution, increasing with increased rainfall or higher temperature, and are usually caused by exposure to contaminated water, such as floodwaters or may be associated with changes in human behaviour, animal or sewage contamination of water, changes in animal reservoir density, or following natural disasters.