Resumen de la situatión
Descripción de la situación
Entre el mes de julio y el 20 de septiembre de 2020, se notificaron en total en tres provincial 27 540 casos, distribuidos del siguiente modo: 24 302 casos en el distrito sanitario de Abéché, 3237 casos en el distrito sanitario de Biltine y un caso en el distrito sanitario de Abdi. Hasta la fecha se ha notificado una víctima mortal en el distrito de Abéché. Los pacientes reciben tratamiento durante unas horas en un centro de salud, y posteriormente continúan con tratamiento ambulatorio. Las personas más afectadas son las de 15 años o más. Más de tres cuartas partes de los casos manifestaron fiebre alta, cefalea y dolor muscular y en un tercio se observaron exantemas maculopapulares.
En julio de 2020 se alertó a las autoridades sanitarias de que se había declarado una enfermedad que provocaba fiebre alta, cefalea y dolor muscular intenso y discapacitante, acompañada en ocasiones de vómitos. Finalmente se determinó que se trataba del virus chikungunya, tras confirmarse en una agricultora de 63 años. La mujer no tenía antecedentes de viajes fuera del distrito de Abéché. El 12 de agosto de 2020 se envió un total de 13 muestras del distrito de Abéché (provincia de Ouaddai) al laboratorio móvil de Yamena para su análisis, 11 de las cuales dieron positivo en las pruebas de detección del virus chikungunya.
Los resultados de las pruebas se corroboraron en el laboratorio Pasteur de Yaundé (Camerún), uno de los laboratorios de referencia de la OMS, en el que cinco muestras enviadas para efectuar control de calidad dieron positivo en la prueba de detección del virus chikungunya por reacción en cadena de la polimerasa con retrotranscriptasa (RCP-RT). Las muestras también se sometieron a las pruebas de detección de otros arbovirus (dengue y Zika), pero no a las del virus o'nyong-nyong ni el de la fiebre amarilla.
Por lo que respecta a los vectores y al contexto medioambiental, los mosquitos Aedes los transmisores de este virus, están presentes en el distrito de Abéché. La estación seca, caracterizada por un clima cálido y semiárido menos favorable a los mosquitos, debería iniciarse en octubre. Se están realizando otros estudios entomológicos en las provincias de Wadi Fira y Sila para determinar la presencia del vector que provoca la enfermedad.
Abéché es la cuarta ciudad más populosa del Chad y el centro de la distribución de la asistencia humanitaria destinada a unos 240 000 refugiados de Darfur que viven en 12 campamentos al este de la población, en la región fronteriza con el Sudán.
Respuesta de salud pública
- Actualmente hay desplegados equipos del Ministerio de Salud y Solidaridad Nacional, la OMS, la Cruz Roja y el municipio para realizar tareas de desinfección y destrucción de criaderos de larvas en las provincias que han registrado casos, y para llevar a cabo campañas de sensibilización sobre el problema.
- En estos momentos está en proceso de validación un plan de respuesta con el apoyo de la OMS y los asociados del Grupo de Acción Sanitaria.
- Se han celebrado varias reuniones de coordinación, como la de coordinación nacional para la lucha contra las epidemias, y tres reuniones bajo la dirección del Delegado Provincial de Salud: el Comité Provincial de Ouaddai, el Comité Provincial de Wadi Fira y el Comité Provincial de Sila.
- Distribución de medicamentos y material fungible para reforzar la atención médica.
- Investigación y localización activa de casos en las estructuras de atención de salud y en los hogares.
- Compilación, análisis y transmisión diaria de datos y preparación de un informe sobre la situación.
- En el departamento de Abougoudam se han puesto en marcha campañas de concienciación comunitaria y de prevención de enfermedades.
- Sensibilización de la población mediante transmisiones dirigidas a las comunidades por canales radiofónicos.
- Continuación del tratamiento gratuito de los pacientes en las estructuras de salud.
- Desinsectación diaria de todos los vehículos y autobuses de transporte en el eje Abéché-Yamena y de otros automóviles de transporte en el eje Abéché-Oum Hadje.
- Actividades de desinsectación por fumigación con el apoyo del municipio de Abéché.
- Persisten algunos problemas: control de vectores, movilización social y comunicación de riesgos.
Evaluación del riesgo por la OMS
La fiebre chikungunya es una enfermedad arboviral transmitida al ser humano por las picaduras de mosquitos infectados del género Aedes . La enfermedad se caracteriza por la aparición súbita de fiebre, acompañada frecuentemente de dolores articulares e inflamación que suelen ser muy debilitantes y pueden prolongarse durante meses o incluso años. La infección puede ser mortal, pero por lo general los fallecimientos son raros y se notifican mayoritariamente entre adultos mayores con afecciones médicas subyacentes o lactantes infectados en el periodo perinatal. Algunos pacientes pueden tener recidiva de síntomas reumatológicos (por ejemplo, poliartralgia, poliartritis y tenosinovitis) en los meses siguientes a la fase aguda de la enfermedad.
No existe un antivírico específico ni ninguna vacuna comercialmente disponible para la fiebre chikungunya. El virus chikungunya puede provocar grandes brotes con tasas de ataque elevadas que afectan a entre un tercio y tres cuartos de la población en zonas de circulación del virus, y que por tanto pueden llevar a la saturación del sector de la atención de salud. El riesgo en el ámbito nacional es moderado por el elevado número de casos notificados en un breve periodo de tiempo, la presencia de vectores del género Aedes en el país y el hecho de que se trata del primer brote en el país. En el pasado se ha demostrado en otras partes del mundo que el virus tiene un fuerte potencial epidémico en las regiones en que las poblaciones no han estado expuestas previamente al virus chikungunya. Con la llegada de la estación seca a principio de octubre, caracterizada por un clima cálido y semiárido menos favorable a la proliferación de mosquitos, el riesgo en los ámbitos regional y mundial es más bajo. Con la carga adicional de la pandemia de COVID-19 en el sistema de salud y su personal, existe riesgo de perturbación en el acceso a la atención sanitaria. Además, puede que haya una menor demanda de acceso debido a los requisitos de distanciamiento físico o a la reticencia de la comunidad. En el contexto actual, la menor capacidad de los laboratorios locales y de los laboratorios nacionales de referencia para procesar muestras (debido a la alta demanda de procesamiento de muestras para la COVID-19) y la probabilidad de un nuevo aumento de casos podrían ejercer una presión considerable sobre los servicios de salud. En el Chad se han registrado, desde el 19 de marzo hasta el 16 de septiembre de 2020, 1090 casos confirmados de COVID-19 con 81 víctimas mortales.
Consejos de la OMS
Se aconseja llevar puesta ropa que reduzca al mínimo la exposición de la piel durante el día, que es cuando pican los vectores. También pueden aplicarse repelentes en la piel expuesta o en la ropa, respetando estrictamente las instrucciones de uso del producto. Los repelentes deben contener DEET (N, N-dietil-3-metilbenzamida), IR3535 (etiléster de ácido 3-[N-acetil-N-butil]-aminopropiónico) o icaridina (2-(2-hidroxietil)-1-metilpropiléster de ácido 1-piperidinocarboxílico). Es conveniente dormir bajo un mosquitero (durante el día) y utilizar aire acondicionado o pantallas antimosquito en las ventanas para evitar las picaduras. Las espirales insectífugas u otros vaporizadores de insecticidas también pueden reducir las picaduras en interiores.
La especie Aedes albopictus prospera en una amplia variedad de lugares donde se acumula agua, como huecos de árboles y charcos en rocas, además de en depósitos artificiales como neumáticos usados, platos bajo macetas, recipientes para recoger agua de lluvia, cisternas y arquetas. El Aedes aegypti cría también en los recipientes artificiales que pueden acumular agua en los hogares y lugares de trabajo o en sus alrededores. La prevención y el control se basan principalmente en reducir el número de esos hábitats que forman los depósitos de agua naturales y artificiales que les sirven de criaderos. Ello requiere la movilización de las comunidades afectadas para fortalecer la vigilancia entomológica con el fin de evaluar los efectos de las medidas de control y la aplicación de controles adicionales, según se necesiten. Durante los brotes, pueden utilizarse insecticidas de rociamiento de interiores para matar a los mosquitos en vuelo, junto con otras medidas de reducción en origen y larvicidas para matar las larvas inmaduras. Los servicios o autoridades nacionales de transfusión de sangre deberían supervisar la información epidemiológica y fortalecer la hemovigilancia con el fin de detectar toda posible transmisión del virus chikungunya por transfusión. Deberían adoptarse precauciones de seguridad adecuadas en consonancia con las medidas adoptadas para prevenir la transmisión por transfusión de otros virus de transmisión vectorial, con arreglo a la situación epidemiológica y la evaluación de riesgos.1.
Entre otras actividades cabe citar: difusión de orientaciones clínicas y mensajes clave sobre la fiebre chikungunya; actualización de la formación del personal clínico sobre el diagnóstico clínico de la fiebre chikungunya; notificación de casos; y gestión de casos durante las fases aguda, subaguda y crónica, y cuando se presentan complicaciones. También es importante garantizar el acceso gratuito a los tratamientos y evitar la automedicación.
1 http://www.who.int/bloodsafety/publications/guide_selection_assessing_suitability.pdf
2 Int. J. Environ. Res. Public Health 2018, 15, 220; doi:10.3390/ijerph15020220