Seguridad química: intoxicación por plomo

27 de septiembre de 2024 | Preguntas y respuestas

El plomo es un metal tóxico presente de forma natural en la corteza terrestre que tiene múltiples aplicaciones, como la fabricación de baterías de plomo-ácido para vehículos de motor y el almacenamiento de energía, su inclusión en pigmentos, pinturas, soldaduras, municiones, esmaltes cerámicos, joyas, juguetes y su uso en algunos cosméticos y medicinas tradicionales. Aunque se han eliminado los aditivos de plomo de la gasolina para vehículos de motor (1), este metal se sigue utilizando en algunos combustibles aeronáuticos. El tratamiento, el uso y la eliminación del plomo pueden contaminar ampliamente el medio ambiente, con la consiguiente exposición humana. Debido a que el plomo es un elemento químico, puede persistir durante mucho tiempo en el medio ambiente.

Debido a que el plomo ha tenido muchas aplicaciones a lo largo de la historia, las fuentes de exposición son numerosas. En la actualidad, las posibles fuentes ambientales de contaminación son el reciclaje de baterías de plomo y las operaciones de minería y fundición de plomo que no se controlan debidamente; el uso de sustancias que contienen plomo en las medicinas tradicionales, complementarias e integrativa; los esmaltes cerámicos con plomo utilizados en los envases de alimentos; las tuberías y otros materiales con plomo que se emplean para suministrar agua, y las pinturas con plomo.

Además, los desechos de aparatos eléctricos y electrónicos reciclados inadecuadamente son una fuente creciente de contaminación ambiental por plomo, sobre todo en los países de ingresos bajos y medianos. (2). En el pasado, una de las principales fuentes de exposición era la gasolina con plomo, que ya ha sido prohibida en todos los países. Sin embargo, se sigue añadiendo tetraetilo de plomo a algunos combustibles aeronáuticos, que son otra fuente de exposición para las personas que viven cerca de aeródromos. (6)

La contaminación ambiental puede llevar a la ingestión y la inhalación de plomo y sus compuestos. En la mayoría de los casos de intoxicación por la vía oral, los afectados han ingerido pequeñas cantidades de materiales con plomo, como polvo, tierra o virutas de pintura. Además, la inhalación de vapores o partículas con plomo es una de las principales vías de exposición ocupacional.

El diagnóstico de intoxicación por plomo se basa en la historia clínica, la exploración y los resultados de las pruebas, como la concentración de plomo en la sangre, los biomarcadores del efecto (como se observa en un hemograma completo) y, si es pertinente, el diagnóstico por imágenes. La exposición al plomo puede producirse al inhalar vapores y partículas que lo contienen o al ingerir polvo, agua o alimentos. Los niños corren más riesgo por su costumbre de llevarse objetos a la boca. 

La exposición puede ser breve (intoxicación aguda) o prolongada (intoxicación crónica). Por el momento, no se ha demostrado que haya un nivel concreto de exposición al plomo que no sea perjudicial para la salud. Por esta razón, algunas autoridades de salud definen la exposición excesiva como una concentración sanguínea superior al valor general de referencia en el conjunto de la población, que suele ser el del 2,5% o el 5% de los individuos con mayor exposición, es decir, el percentil 97,5 o 95, respectivamente. Sin embargo, estas referencias pueden cambiar. Por ejemplo, en octubre de 2021, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos de América redujeron su valor de referencia de plomo en sangre a 3,5 μg/dl para los niños de 1 a 5 años, basándose en el percentil 97,5. (4) En cambio, en Francia la concentración de 5 μg/dl es el valor del percentil 98 para los niños menores de 7 años. (5) 

La OMS recomienda que, si la concentración sanguínea de plomo en una persona es igual o superior a 5 μg/dl, se encuentre la fuente de exposición y se tomen las medidas adecuadas para reducirla y evitarla. (6)

El plomo, que no tiene ninguna función biológica en el organismo, afecta a casi todos sus sistemas. En los estudios realizados hasta la fecha no se han encontrado niveles de exposición que no resulten dañinos tanto para los niños como para los adultos. (6) Aunque todos los grupos de edad pueden sufrir sus efectos crónicos, los más afectados son los niños pequeños, porque su sistema nervioso en desarrollo es más vulnerable, incluso a niveles bajos de exposición.

La exposición en la primera infancia puede provocar una reducción de la capacidad cognitiva y el cociente intelectual, conductas antisociales y un rendimiento escolar bajo. Los primeros signos de la intoxicación son vómitos esporádicos, pérdida de apetito, cambios en el comportamiento (agresividad, irritabilidad y agitación), cefaleas, torpeza y apatía intermitente. Además, la exposición puede causar anemia, hipertensión, disfunción renal, inmunotoxicidad y toxicidad en los órganos reproductores. (6) 

En los casos graves, la intoxicación puede causar coma, convulsiones e incluso la muerte. Los niños que sobreviven a una intoxicación grave por este metal pueden sufrir daños neurológicos permanentes, como sordera y discapacidad intelectual. El plomo también puede atravesar la placenta y causar complicaciones perinatales, como muerte prenatal, bajo peso al nacer, parto prematuro y aborto espontáneo. (6, 7) 

De acuerdo con el Instituto de Sanimetría y Evaluación Sanitaria, la exposición al plomo causó en 2021 más de 1,5 millones de muertes en todo el mundo, principalmente debido a sus efectos cardiovasculares. (8)

La exposición al plomo genera costos económicos directos e indirectos, que incluyen la atención de salud para tratar las intoxicaciones, los costos sociales (como la necesidad de prestar educación especial para evitar el deterioro cognitivo causado por el plomo) y las pérdidas de productividad debidas al menor cociente intelectual. Se ha calculado que los costos económicos atribuibles a los efectos en el desarrollo neurológico infantil de la exposición al plomo representaron en 2011 el 1,2% del producto interior bruto (PIB) mundial y una pérdida del PIB regional del 4% en África, un 2% en América Latina y el Caribe y un 1,9% en Asia. (9)

En los vehículos de motor se utilizan baterías de plomo para almacenar la energía generada por las células fotovoltaicas y las turbinas eólicas, y como fuente de energía de emergencia. La demanda de baterías de plomo-ácido sigue creciendo por el uso creciente de fuentes de energía renovables, la necesidad paralela de disponer de baterías de almacenamiento y la creciente demanda de vehículos de motor a medida que los países desarrollan su economía. La mayor parte del plomo utilizado en el mundo se destina a fabricar estas baterías, y más de la mitad de esta demanda se satisface mediante el reciclaje. Las baterías de plomo-ácido contienen un promedio de 10 kilogramos de plomo. (10) 

El plomo puede liberarse en forma de vapores, partículas y polvo en todas las etapas del reciclaje de las baterías, desde su vaciado y desmontaje hasta la fundición y el refinado del plomo. Esta contaminación puede ser considerable y elevada tanto para los trabajadores como la población que vive en zonas aledañas. Las personas que se dedican al reciclaje, algunas de ellas niños, y que no se lavan y cambian de ropa después de la jornada laboral pueden trasladar el plomo y exponer a sus familias en sus hogares.

Para evitar la liberación de plomo se deben aplicar medidas suficientes de control técnico, formar al personal, proporcionarle equipos de protección y aplicar normas laborales y ambientales. Sin embargo, en muchas partes del mundo donde se recicla plomo, estas medidas no existen o no se aplican. En los hogares, los patios traseros y las zonas circundantes, se reciclan baterías de plomo-ácido sin tomar medidas y con escaso o ningún control de la contaminación. Esta es una fuente de exposición al plomo para un gran número de personas del vecindario y el municipio. El reciclaje informal es una práctica muy extendida en muchos países de ingresos bajos y medianos que ha causado intoxicaciones masivas y muchos efectos graves en la salud, como un desarrollo cognitivo deficiente en los niños, enfermedades cardiovasculares e incluso la muerte. (9, 10)

Las pinturas, que suelen ser mezclas de resinas, pigmentos, cargas, disolventes y otros aditivos, pueden incorporar uno o varios compuestos de plomo. Este metal se añade a barnices, lacas, tintes, esmaltes, vidriados, imprimaciones y otros revestimientos para dotarlos de propiedades específicas, como un determinado color, resistencia a la corrosión o un secado más rápido. El uso de plomo es habitual en ciertas pinturas al disolvente, como las pinturas de esmalte. Las concentraciones de plomo pueden oscilar entre menos de 90 partes por millón (ppm) (90 mg/kg) y más de 100 000 ppm (100 000 mg/kg). Además, aunque no se les haya añadido plomo, algunas pinturas lo pueden contener en pequeñas cantidades residuales presentes en las materias primas utilizadas durante su fabricación. No obstante, los fabricantes que se aseguran de abastecerse de materias primas no contaminadas pueden reducir el contenido de plomo hasta niveles muy inferiores a los 90 ppm.

Para lograr el objetivo mundial de eliminar gradualmente la pintura con plomo, todos los países deben aplicar medidas de control jurídicamente vinculantes que limiten su fabricación, su venta, su distribución y su importación. Estas medidas pueden ser leyes, reglamentos o normas técnicas obligatorias que establezcan un límite vinculante y exigible para el contenido de plomo en las pinturas y que contemplen sanciones en caso de incumplimiento. Además, hay ingredientes sin plomo que se pueden usar en las pinturas y muchos fabricantes, entre ellos pequeñas y medianas empresas, ya han reformulado sus productos para que no contengan plomo a fin de cumplir con su responsabilidad social corporativa y proteger a los trabajadores, los consumidores y el medio ambiente. Se han publicado datos sobre las pinturas con plomo procedentes de todo el mundo que demuestran que, en todos los países donde se han realizado estudios, hay empresas locales que fabrican pinturas con menos de 90 ppm de plomo, lo cual evidencia que se puede ir eliminando el uso de este metal en las pinturas. (11) En los países donde no hay normativas aplicables a las pinturas con plomo, el mercado ofrece muchas pinturas de uso doméstico que lo contienen a niveles peligrosos.

En la mayoría de los países, las pinturas con plomo siguen siendo legales a pesar de ser una de las principales fuentes de exposición de los niños a este metal en los hogares. (12) Aunque la pintura con plomo intacta no es peligrosa, con el tiempo se degrada y se desconcha en escamas y polvo que contaminan el hogar, un proceso que se acelera en algunas zonas climáticas. Los niños pequeños, que a menudo juegan en el suelo y se llevan las manos a la boca, ingieren así las escamas y el polvo de la pintura que encuentran. De hecho, algunos desarrollan el hábito de ingerir compulsivamente trozos de pintura. Por otro lado, la eliminación incorrecta de pinturas con plomo, por ejemplo, al remodelar una vivienda o realizar el mantenimiento de estructuras pintadas, como los puentes, también puede liberar polvo contaminado con plomo.

Las pinturas con plomo pueden seguir siendo una fuente de exposición durante muchos años después de haber sido prohibidas. Incluso en los países que las prohibieron hace décadas, todavía hay muchas viviendas donde se pueden encontrar en superficies pintadas. Cuanto más pronto se prohíban en todos los países, antes se podrán evitar sus efectos tóxicos. 

Una vez que se ha aplicado pintura con plomo en una vivienda, se convierte en una fuente potencial de exposición, sobre todo cuando empieza a envejecer y a desconcharse. En Francia, el 74% de los casos de exposición están asociados a viviendas de baja calidad donde se han aplicado pinturas con plomo, (13) si bien el número de niños con niveles de plomo en sangre superiores a 10 μg/dl es bajo en la actualidad. En los Estados Unidos de América se ha encontrado que las viviendas antiguas donde se aplicaron estas pinturas son un factor de riesgo de que los niños tengan concentraciones sanguíneas elevadas de este metal. (14) 

Eliminar las pinturas con plomo puede ser costoso, sobre todo porque requiere adoptar medidas necesarias para evitar la contaminación ambiental durante su retirada y eliminación. En Francia se estimó en 2008 que rehabilitar todas las viviendas donde hay pinturas con plomo costaría entre 133,1 y 342,5 millones de euros (entre US$ 193,8 y 498,7 millones al cambio de entonces). (13) En los Estados Unidos de América se calculó en 2009 que el costo de rehabilitar las viviendas con pinturas de plomo donde viven niños pequeños podría estar entre 1200 y 11 000 millones. (14) 

De acuerdo con los análisis de los costos y los beneficios de invertir en reducir las pinturas con plomo, el rendimiento que se obtiene es elevado. En Francia, se estimó que se obtendría un beneficio neto de 3800 millones de euros (US$ 5500 millones al cambio de 2008), (13) y en este cálculo se tuvieron en cuenta los costos derivados de la exposición para la sociedad y el sistema de salud (por ejemplo, la pérdida de cociente intelectual, la necesidad de prestar educación especial y la reducción de los ingresos a lo largo de la vida). En cuanto a los Estados Unidos de América, se ha calculado que por cada dólar invertido en controlar los riesgos que acarrean las pinturas con plomo se ahorran entre US$ 17 y 221. (14) 

Con todo, es evidente que la solución más rentable es evitar por completo el uso de pinturas con plomo, lo cual no es necesariamente costoso. Varios fabricantes ya han reformulado satisfactoriamente sus productos para no tener que añadirles plomo. (14)

La Alianza Mundial para Eliminar el Uso del Plomo en la Pintura, que dirigen conjuntamente por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), es una iniciativa voluntaria con la que se pretende aunar y fomentar los esfuerzos desarrollados por varias partes interesadas para alcanzar los objetivos internacionales de prevención de la exposición infantil y de reducción al mínimo de la exposición ocupacional a las pinturas que contienen este metal. 

La Alianza incluye la participación de gobiernos, organizaciones intergubernamentales y agentes no estatales, como entidades de la sociedad civil, organismos regionales, organizaciones filantrópicas, instituciones académicas, medios de comunicación y empresas privadas, así particulares interesados en los objetivos de la Alianza. El propósito general es promover la eliminación progresiva de la fabricación y la comercialización de las pinturas con plomo y, en última instancia, eliminar los riesgos que estas acarrean. 

En la página de la Alianza Mundial para Eliminar el Uso del Plomo en la Pintura se ofrece más información y se explica cómo asociarse.

Hace años que existen pigmentos o agentes secantes más seguros que los compuestos de plomo para la fabricación de pinturas. Sin embargo, muchos países todavía no han logrado concienciar plenamente a la población sobre este problema y no han promulgado normas obligatorias para regular el contenido de plomo en las pinturas. En los países en los que todavía se permite comercializar estas pinturas, los gobiernos deberían introducir controles jurídicamente vinculantes para prohibir o restringir su utilización, como prohibir el uso de cualquier compuesto de plomo en las pinturas o establecer el límite máximo más bajo posible que puedan contener. En el sitio web del PNUMA se ofrece más información sobre el establecimiento de medidas de control jurídicamente vinculantes, como la Ley Modelo y Guía para la Regulación de la pintura con plomo

Otras medidas posibles son la obligatoriedad de usar pinturas sin plomo en los edificios públicos, como las escuelas y los hospitales, y la información a la población sobre los riesgos de la pintura con plomo, para evitar su compra. Si se genera suficiente presión en el mercado, es posible que los propios fabricantes decidan dejar progresivamente de añadir compuestos de plomo a sus pinturas.

La Alianza Mundial para Eliminar el Uso del Plomo en la Pintura trabaja para ayudar a que se promulguen leyes, reglamentos, normas y procedimientos jurídicamente vinculantes en todos los países a fin de controlar la fabricación, importación, venta y utilización de las pinturas con plomo. Aunque el objetivo es prohibir por completo el uso de plomo, la atención se centra principalmente en las pinturas decorativas y las aplicaciones que más pueden aumentar la exposición infantil. Al 31 de marzo de 2023, 93 países habían informado a la Secretaría de la Alianza Mundial de que habían aplicado medidas de fiscalización en esta esfera. En la base de datos del Observatorio Mundial de la Salud de la OMS (en inglés) se ofrece más información las medidas de control jurídicamente vinculantes en vigor. 

La eliminación del uso de plomo en las pinturas es una prioridad para los gobiernos establecida en la Hoja de ruta para fortalecer la participación del sector de la salud en el Enfoque Estratégico de la Gestión Internacional de los Productos Químicos de cara al objetivo fijado para 2020 y años posteriores aprobada por la 70.ª Asamblea Mundial de la Salud en virtud de la decisión WHA70(23).

La eliminación del uso de plomo en las pinturas evitará tanto la exposición a este metal como los efectos tóxicos que causa, además de reducir la contaminación ambiental debida a la degradación y los desechos. De ese modo, contribuirá a alcanzar las siguientes metas de los ODS:

Meta 3.9: de aquí a 2030, reducir considerablemente el número de muertes y enfermedades causadas por productos químicos peligrosos y por la contaminación del aire, el agua y el suelo.

Meta 12.4: de aquí a 2020, lograr la gestión ecológicamente racional de los productos químicos y de todos los desechos a lo largo de su ciclo de vida, de conformidad con los marcos internacionales convenidos, y reducir significativamente su liberación a la atmósfera, el agua y el suelo a fin de minimizar sus efectos adversos en la salud humana y el medio ambiente.

La Semana Internacional de la Prevención de la Intoxicación por Plomo se celebra anualmente durante la tercera semana de octubre para sensibilizar a la población sobre los efectos de la exposición al plomo en la salud, sobre todo en los niños. En estas campañas se explican las medidas adoptadas por los gobiernos y sus asociados para evitar el uso de plomo en las pinturas y se insta a adoptar leyes y normativas con ese fin. 

Durante la Semana, los organizadores de los diversos actos crean una red mundial de eventos que se registran en el sitio en línea de la OMS. En 2023, grupos de la sociedad civil, departamentos de salud pública, universidades, organismos públicos y otras partes interesadas organizaron 127 actos en 58 países. 

La OMS ha elaborado un documento de orientación para ayudar a organizar campañas de promoción o sensibilización sobre el uso de plomo en las pinturas, basándose en la experiencia atesorada por la Alianza Mundial en la promoción y la facilitación de campañas exitosas, por ejemplo, durante las actividades de la Semana Internacional. Este documento, que está disponible en varios idiomas, ofrece recursos para organizar actividades de promoción o sensibilización a fin de impulsar la formulación, la aprobación y la aplicación de legislación en los países sobre el uso de plomo en las pinturas. 

Más información sobre la semana de acción y los materiales de la campaña disponibles (en inglés).

Como individuos, podemos protegernos de la exposición al plomo a nosotros mismos y a nuestras familias consumiendo de forma responsable. Conocer las fuentes de exposición y los síntomas que causa puede ayudar a evitar la compra de productos que contengan este metal. Por ejemplo, conviene leer las etiquetas de las pinturas para comprobar si contienen plomo y, en caso de duda, preguntar al vendedor o al fabricante. Si sabe usted que su país no ha promulgado legislación sobre el uso de plomo en las pinturas, puede tratar de presionar a sus políticos para que tomen medidas. 

Si va a rehabilitar un edificio o a restaurar muebles pintados y cree que la pintura original puede contener plomo, consulte a un experto antes de eliminarla y para asegurarse de usar los métodos correctos. 

Cuando adquiera cosméticos y medicamentos de las medicinas tradicionales, complementarias o integrativas, recurra a fabricantes regulados, ya que algunos de estos productos contienen niveles elevados de plomo. 

Si necesita comprar una batería nueva para su vehículo, devuelva la antigua a un concesionario o un centro de reciclaje autorizado en lugar de almacenarla, desecharla o reciclarla de forma informal o en un centro no autorizado. 

Los equipos eléctricos y electrónicos deben desecharse solo cuando se rompan o al final de su vida útil, y no por haber pasado de moda. La forma adecuada de deshacerse de ellos es depositarlos en contenedores específicos o aprovechar los sistemas de recogida selectiva. (2)

La OMS ha clasificado el plomo entre las diez sustancias químicas más peligrosas para la salud pública que requieren la intervención de los Estados Miembros para proteger la salud de los trabajadores, los niños y las mujeres en edad reproductiva. La OMS establece normas y criterios y proporciona apoyo técnico y recomendaciones a los países a través de los ministerios de salud y los expertos nacionales. De este modo, aporta la información necesaria a los países para fundamentar las políticas, concienciar sobre los efectos del plomo y ofrecer apoyo estratégico y asistencia técnica. 

Además, la OMS ha publicado directrices basadas en la evidencia para el tratamiento clínico de la exposición al plomo para ayudar a los responsables políticos, las autoridades de salud pública y los profesionales de la salud a aplicar medidas para proteger la salud de los niños y los adultos de la exposición al plomo. (6) 

La OMS coordina y apoya la organización de la Semana Internacional de la Prevención de la Intoxicación por Plomo. 

Asimismo, la OMS mantiene una base de datos que recopila información sobre la legislación vigente en los distintos países sobre las pinturas con plomo. (12) 

Más información de la OMS sobre el plomo (en inglés)

Referencias

  1. El mundo pone fin a la era de la gasolina con plomo y elimina una grave amenaza para la salud humana y ambiental [en línea]. Nairobi: Programa de las Naciones Unidas para el Medio ambiente; 2021 (https://www.unep.org/es/noticias-y-reportajes/comunicado-de-prensa/el-mundo-pone-fin-la-era-de-la-gasolina-con-plomo-y), consultado el 10 de septiembre de 2024.
  2. Los niños y los basureros digitales: exposición a los residuos electrónicos y salud infantil. Ginebra: Organización Mundial de la Salud; 2021 (https://iris.who.int/handle/10665/354706), consultado el 10 de septiembre de 2024.
  3. Miranda ML, Anthopolos R, Hastings D. A geospatial analysis of the effects of aviation gasoline on childhood blood lead levels. Environ Health Perspect. 119(10):1513–16.
  4. CDC updates blood lead reference value [en línea]. Atlanta: Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos; 2024 (https://www.cdc.gov/lead-prevention/php/news-features/updates-blood-lead-reference-value.html), consultado el 10 de septiembre de 2024.
  5. Détermination de nouveaux objectifs de gestion des expositions au plomb. Synthèse et recommandations. París: Haut Conseil de la santé publique; 2014 (http://www.hcsp.fr/explore.cgi/avisrapportsdomaine?clefr=444), consultado el 10 de septiembre de 2024.
  6. Directriz de la OMS para el tratamiento clínico de la exposición al plomo. Ginebra: Organización Mundial de la Salud; 2021 (https://iris.who.int/handle/10665/352382), consultado el 10 de septiembre de 2024.
  7. Childhood lead poisoning. Ginebra: Organización Mundial de la Salud; 2010 (https://apps.who.int/iris/handle/10665/136571), consultado el 10 de septiembre de 2024.
  8. Instituto de Sanimetría y Evaluación Sanitaria. Lead exposure-Level 3 risk [en línea]. Seattle: Universidad de Washington (Estados Unidos de América); 2024 (https://www.healthdata.org/research-analysis/diseases-injuries-risks/factsheets/2021-lead-exposure-level-3-risk), consultado el 10 de septiembre de 2024.
  9. Attina TM, Trasande L. Economic Costs of Childhood Lead Exposure in Low- and Middle-Income Countries. Environ Health Perspect. 2013;121(9): 1097–1102.
  10. Used Lead Acid Batteries (ULAB) – Waste Lead Acid Batteries (WLAB) [website]. Nairobi: Programa de las Naciones Unidas para el Medio ambiente; 2024 (https://www.unep.org/topics/chemicals-and-pollution-action/pollution-and-health/heavy-metals/used-lead-acid-batteries), consultado el 10 de septiembre de 2024.
  11. Eliminación mundial de la pintura con plomo: por qué y cómo los países deben adoptar medidas: informe técnico (https://iris.who.int/handle/10665/336124), consultado el 10 de septiembre de 2024.
  12. Legally-binding controls on lead paint [en línea]. Ginebra: Organización Mundial de la Salud; 2024 (https://www.who.int/data/gho/data/indicators/indicator-details/GHO/legally-binding-lead-controls), consultado el 10 de septiembre de 2024.
  13. Pichery C, Bellanger M, Zmirou-Navier D, Glorennec P, Hartemann P, Grandjean P. Childhood lead exposure in France: benefit estimation and partial cost-benefit analysis of lead hazard control. Environmental Health. 2011;10:44 (https://ehjournal.biomedcentral.com/articles/10.1186/1476-069X-10-44), consultado el 9 de agosto de 2022.
  14. Lead in solvent-based paints for home use global report. Estocolmo: Red Internacional de Eliminación de los COP; 2017 (http://ipen.org/documents/lead-solvent-based-paints-home-use-global-report), consultado el 10 de septiembre de 2024.