Salud bucodental

16 de julio de 2024 | Preguntas y respuestas

Las más habituales son:

  • la caries dental
  • la periodontitis grave
  • la pérdida de dientes
  • el cáncer bucodental

La caries no tratada en los dientes permanentes afecta a 2500 millones de personas y es la afección más prevalente en el mundo. En cuanto a la periodontitis grave, se calcula que la sufren 1000 millones de personas y es una de las causas principales de la pérdida total de dientes. Por último, cada año se diagnostican unos 380 000 nuevos casos de cáncer bucodental.

Según el informe, casi la mitad de la población mundial (3500 millones de personas, el 45%) padece enfermedades bucodentales. El informe revela también que los casos han aumentado en 1000 millones en los últimos 30 años, lo que indica claramente que a muchas personas no se les ofrecen servicios de prevención y tratamiento de estas enfermedades. 

El informe evidencia asimismo las flagrantes desigualdades en el acceso a los servicios de salud bucodental y la enorme carga de enfermedades y afecciones bucodentales que afectan a los grupos de población más desprotegidos y desfavorecidos. Asimismo, pone de manifiesto que algunas personas resultan más afectadas, como las que gozan de pocos ingresos, las que tienen discapacidades, los ancianos que viven solos o en residencias, las minorías, y la población de zonas remotas y rurales. 

Estas desigualdades son similares a las que se observan con respecto a otras enfermedades no transmisibles, como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y los trastornos mentales. Los factores de riesgo comunes a las enfermedades no transmisibles, como el consumo elevado de azúcar, el consumo de productos de tabaco y el consumo nocivo de bebidas alcohólicas, agravan la crisis mundial de salud bucodental.

Solo un pequeño porcentaje de la población mundial disfruta de servicios esenciales de salud bucodental, y quienes más los necesitan suelen ser quienes menos acceso tienen a ellos. Estos son algunos de esos obstáculos:

  • El costo elevado de estos servicios, que resulta muy gravoso para las familias y las comunidades y que, a veces, puede arruinarlas.
  • La elevada especialización de los profesionales que prestan estos servicios y el costo elevado de los equipos y materiales de alta tecnología necesarios. En muchos casos, estos servicios no están bien integrados en los sistemas de atención primaria.
  • El bajo desarrollo de los sistemas de información y vigilancia y la escasa prioridad que se concede a la investigación pública en salud bucodental, lo cual dificulta que se apliquen intervenciones y se diseñen políticas eficaces.

Es fundamental situar a las personas en un lugar central en la concepción de los servicios de salud bucodental para ofrecerles cobertura universal a todas, con independencia del grupos poblacional al que pertenecen, de aquí a 2030. A este respecto, el Informe sobre la situación mundial de la salud bucodental sirve de punto de partida porque brinda datos de referencia para ayudar a los países a supervisar los progresos que realizan, al tiempo que proporciona información oportuna y pertinente a las instancias decisorias de los países. Estas son algunas medidas prometedoras que se pueden adoptar para mejorar la salud bucodental en el mundo:

  • abordar el problema desde la salud pública, incidiendo en los factores de riesgo comunes mediante la promoción de una alimentación equilibrada y baja en azúcares, el abandono del consumo de productos de tabaco, la reducción del consumo de alcohol y el aumento de la disponibilidad de pastas dentífricas con flúor que sean eficaces y tengan un precio asequible;
  • incluir los servicios de salud bucodental en el programa sanitario nacional y mejorar su integración en la atención primaria como parte de la cobertura sanitaria universal;
  • redefinir los perfiles del personal de salud bucodental para responder a las necesidades de la población y ampliar las competencias de los trabajadores de otros ámbitos para aumentar la cobertura de los servicios de salud bucodental; y
  • reforzar los sistemas de información recopilando e integrando datos sobre salud bucodental en los sistemas nacionales de vigilancia.

Hace demasiado tiempo que los programas mundiales de atención de salud descuidan la salud bucodental, a pesar de que muchas de las enfermedades se pueden prevenir y tratar con medidas eficaces y baratas. La OMS se ha propuesto ofrecer orientación y apoyo a los países para que todas las personas, con independencia del lugar en que vivan y de sus ingresos, tengan los conocimientos y las herramientas necesarias para cuidar de su dentadura y su boca, y para que gocen de los servicios de prevención y atención que necesitan.

La OMS está preparando la celebración en diciembre de 2024 de la primera reunión mundial sobre salud bucodental, que será una de cita clave de los preparativos de la Organización para la cuarta reunión de alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la prevención y el control de las enfermedades no transmisibles. En este encuentro, los coordinadores nacionales de las esferas de la salud bucodental y de la cobertura sanitaria universal colaborarán para determinar, con el apoyo de la OMS, la manera de integrar los servicios esenciales de salud bucodental en la cobertura sanitaria universal.

En 2021, la 74.ª Asamblea Mundial de la Salud aprobó una resolución sobre salud bucodental (WHA74.5) en la que se recomendó abandonar el enfoque curativo tradicional para centrarse en promover la prevención, incluso en la familia, la escuela y el lugar de trabajo, y en ofrecer una atención oportuna, integral e inclusiva dentro del sistema de atención primaria. Además, en la resolución se afirma que la salud bucodental debe integrarse por completo en la lucha contra las enfermedades no transmisibles y que las intervenciones en esta esfera se han de incluir en los programas relacionados con la cobertura sanitaria universal.

En respuesta a esa resolución, la Secretaría elaboró la Estrategia Mundial sobre Salud Bucodental, que se adoptó en mayo de 2022 en virtud de la decisión WHA75(11). El propósito de esta estrategia es alcanzar la cobertura universal de los servicios de salud bucodental para todas las personas y comunidades de aquí a 2030. Posteriormente, se elaboró el Plan de Acción Mundial sobre Salud Bucodental (2023-2030), que se incluyó en el informe sobre las ENT presentado a la 76.ª Asamblea Mundial de la Salud (decisión WHA76(9)). Este plan se acompaña de un marco de seguimiento de los progresos realizados y de metas cuantificables que deberán alcanzarse para 2030.

Además, la OMS publicó en noviembre de 2022 el Informe sobre la situación mundial de la salud bucodental, que ofrece por primera vez un panorama completo de la carga de morbilidad bucodental y datos correspondientes a 194 países. Gracias a este informe se dispone de información esencial sobre los principales indicadores y esferas de la salud bucodental de interés para las instancias decisorias.

Por otro lado, la OMS colabora con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente en un proyecto de tres años de duración para reducir progresivamente el uso de amalgamas dentales, en aplicación del Convenio de Minamata sobre el Mercurio. Durante la ejecución del proyecto en el Senegal, Tailandia y el Uruguay se trabajará junto con las oficinas regionales y nacionales pertinentes de la OMS a fin de aumentar la capacidad de los países para reducir progresivamente la demanda y el uso de estos productos y de eliminar el mercurio y los desechos peligrosos procedentes de los procedimientos odontológicos de forma mensurable, equitativa y sostenible desde el punto de vista medioambiental.

La OMS propugna firmemente la colaboración estrecha entre los ministerios de salud y los de medio ambiente para reducir el uso de amalgamas dentales y, cuando proceda, evitarlo. Con ese fin, conviene que los países elaboren una hoja de ruta nacional con plazos definidos que aclare las funciones, los plazos, las partes interesadas y los recursos que se necesitan, de conformidad con el Plan de Acción Mundial sobre Salud Bucodental (2023-2030) de la OMS.

Hay una serie de profesionales de la salud en todo el mundo que se han formado para atender enfermedades y afecciones bucodentales, si bien se observan grandes variaciones entre sus denominaciones y en cuanto a las competencias pertinentes que definen su ámbito de actuación. El personal de salud bucodental incluye odontólogos, terapeutas, higienistas, enfermeros, auxiliares y protésicos, todos ellos especializados. Sin embargo, hay otros profesionales de atención primaria, como los enfermeros, las parteras y los agentes de salud comunitaria, que pueden administrar medicamentos y preparados dentales esenciales. Se trata de procedimientos preventivos y de escasa intervención que se pueden ofrecer fácilmente en los centros de atención primaria. Uno de los objetivos estratégicos del Plan de Acción Mundial sobre Salud Bucodental (2023-2030) de la OMS es crear un sistema innovador de personal bucodental que promueva el reparto de tareas y la colaboración interprofesional.

No. El mal aliento puede deberse a diversas causas y, por sí solo, no indica que haya un problema bucodental que afecte a la salud pública, aunque en algunos casos denota que la persona presenta un problema bucodental. La salud bucodental es la de la boca, los dientes y las estructuras bucofaciales que permiten realizar funciones básicas, como comer, respirar y hablar, y afecta a aspectos psicosociales de la persona, como la confianza en sí misma, su bienestar y su capacidad de socializar y trabajar sin dolor, incomodidad y vergüenza. Por otro lado, tener un diente torcido puede indicar que la persona debe mejorar su higiene bucodental diaria, pero no es un problema de salud pública.

No hay pruebas concluyentes que demuestren con qué frecuencia deben realizarse revisiones periódicas, a pesar de que estas son necesarias para mantener la salud bucodental. Es especialmente importante someterse a revisiones dentales durante el embarazo.