Rehabilitación
30 de septiembre de 2024 | Preguntas y respuestas
La rehabilitación es un servicio de salud para personas que experimentan un deterioro de su funcionamiento debido a una enfermedad, lesión, intervención quirúrgica, discapacidad o la edad. Su objetivo principal es ayudar a recuperar, mantener o mejorar el funcionamiento para que la persona pueda llevar una vida independiente y satisfactoria.
Niños, adolescentes, adultos o personas mayores pueden necesitar rehabilitación en algún momento de su vida. Ello incluye a personas con afecciones de salud agudas o crónicas (como accidentes cerebrovasculares, cardiopatías, enfermedades respiratorias, cáncer), lesiones (como fracturas, quemaduras, lesiones cerebrales) o trastornos congénitos (como trastornos del espectro autista o parálisis cerebral).
Los servicios de rehabilitación pueden beneficiar a personas con muchas afecciones de salud. La rehabilitación de la adicción a las drogas y el alcohol es solo un tipo de rehabilitación cuyo objetivo es ayudar a las personas a superar la adicción a determinadas sustancias.
Más información en la unidad de la OMS de Alcohol, Drogas y Conductas Adictivas (en inglés).
A escala mundial, 1 de cada 3 personas viven actualmente con una afección de salud que puede mejorar con la rehabilitación. La proporción de personas que necesitan rehabilitación aumenta a medida que la población envejece con más enfermedades crónicas.
Más del 50 % de las personas de algunos países de ingreso bajo y mediano carecen de acceso a los servicios de rehabilitación que necesitan. Las emergencias, como los conflictos y los desastres, aumentan la demanda al mismo tiempo que interrumpen los servicios, lo que agrava la necesidad no cubierta de rehabilitación en todo el mundo.
Hay muchas afecciones diferentes que pueden mejorar con la rehabilitación, por ejemplo:
- afecciones musculoesqueléticas
- afecciones neurológicas
- afecciones cardiopulmonares
- discapacidad visual y pérdida de audición
- trastornos del desarrollo neurológico
- afecciones de salud mental
- cánceres.
La rehabilitación puede consistir, por ejemplo, en:
- entrenar el habla y el lenguaje para mejorar la capacidad de comunicación de una persona tras una lesión cerebral;
- practicar una actividad física para fortalecer la musculatura y mejorar los movimientos voluntarios y el equilibrio en personas afectadas por un accidente cerebrovascular o por la enfermedad de Parkinson;
- modificar el entorno domiciliario de un adulto mayor para mejorar su seguridad e independencia en el hogar y reducir el riesgo de caídas;
- instruir a las personas con cardiopatías para que puedan realizar ejercicios de forma segura;
- preparar a una persona para que, tras una amputación, pueda utilizar; fabricar, adaptar y reajustar la prótesis;
- enseñar técnicas de posicionamiento y colocación de férulas para asistir en la cicatrización de la piel, reducir la hinchazón y recuperar el movimiento tras una intervención quirúrgica por quemadura;
- prescribir medicamentos para reducir la espasticidad en los niños con parálisis cerebral;
- proporcionar tratamiento psicológico a las personas con trastorno emocional debido a una lesión medular;
- potenciar las habilidades sociales de personas con esquizofrenia, trastornos del espectro autista o trastornos de discapacidad intelectual;
- enseñar a las personas con pérdida de visión a utilizar un bastón blanco;
- trabajar con un paciente en cuidados intensivos con el fin de mejorar su respiración, prevenir complicaciones y acelerar su recuperación tras una enfermedad grave.
Su programa de rehabilitación dependerá de su situación específica. Por regla general, un profesional de rehabilitación evaluará su nivel de funcionamiento y las posibles causas subyacentes de sus problemas de funcionamiento. A partir de esa evaluación, el profesional de rehabilitación definirá con usted los objetivos de su programa. A continuación, se diseñará el tipo de intervención, la intensidad y la duración que mejor se adapten a su situación. Puede que necesite ejercicios o entrenamiento, productos de apoyo, modificaciones de su entorno, educación y consejos, o tomar determinados medicamentos. A lo largo del proceso, el profesional de rehabilitación evaluará si se están alcanzando los objetivos marcados para usted.
No existe un único entorno para los servicios de rehabilitación. Ahora bien, debería haber profesionales de rehabilitación en diversos entornos de salud y de otro tipo. Ello incluye hospitales, centros de rehabilitación especializados, clínicas y centros de salud, escuelas y domicilios particulares.
En función de la rehabilitación necesaria, pueden colaborar uno o varios profesionales de la salud para proporcionar una atención integral.
Entre los profesionales de rehabilitación más habituales se encuentran los fisioterapeutas, los terapeutas ocupacionales, los logopedas y foniatras, los audiólogos, los ortesistas y protesistas, los psicólogos clínicos, los médicos fisiatras y médicos rehabilitadores, y personal de enfermería especializado en rehabilitación. Ahora bien, existen muchos más y los profesionales pueden variar de un país a otro.
Como en cualquier servicio de salud, hay que tener en cuenta la seguridad. El profesional de rehabilitación se asegurará de que el tipo y la intensidad de las intervenciones seleccionadas no perjudiquen y sean seguras.
Normalmente, un programa de rehabilitación comprende una serie de sesiones, pero el número dependerá de sus necesidades. En una situación ideal, usted recuperará el pleno funcionamiento, pero a menudo, dependiendo de la gravedad de su afección de salud, el nivel de funcionamiento se optimizará para que pueda volver a su actividad normal con, por ejemplo, el uso de productos de apoyo en un entorno modificado.