Una buena higiene de las manos por parte de los profesionales de la salud protege a los pacientes de las infecciones farmacorresistentes

2 de mayo de 2014
Comunicado de prensa
GINEBRA

Con motivo del Día Mundial de la Higiene de las Manos (5 de mayo), la Organización Mundial de la Salud (OMS) alienta a los profesionales de la salud a velar por una buena higiene de las manos al dispensar cuidados a los pacientes para evitar que contraigan infecciones en los centros de salud. Los primeros resultados de una nueva encuesta mundial realizada por la OMS confirman que estas infecciones suelen ser resistentes a los antibióticos utilizados para tratarlas.

Las infecciones relacionadas con la atención sanitaria se producen habitualmente por transmisión de microorganismos cuando el personal sanitario toca al paciente con sus manos. De cada 100 pacientes hospitalizados, por lo menos 7 en los países de ingresos elevados y 10 en los países de ingresos bajos o medianos contraerán una infección relacionada con la atención sanitaria. Entre los pacientes en estado crítico y más vulnerables de las unidades de cuidados intensivos, esta cifra puede llegar al 30%. Cada año, cientos de millones de pacientes de todo el mundo se ven afectados por infecciones relacionadas con la atención sanitaria, una gran parte de las cuales son causadas por microorganismos resistentes a los fármacos antimicrobianos.

Cuando los pacientes se infectan con microorganismos que no responden adecuadamente a los antibióticos, suelen tener peores resultados clínicos, su tratamiento tiene un mayor costo y tienen más probabilidades de morir que otros pacientes.

Resistencia a los antimicrobianos y la buena higiene de las manos

A principios de esta semana, la OMS publicó un importante informe mundial sobre la resistencia a los antimicrobianos en el que informa de altas tasas de resistencia en bacterias que causan infecciones comunes (como infecciones de las vías urinarias y del sitio de una intervención quirúrgica, neumonías y septicemias) en todas las regiones del mundo.

Los primeros resultados de la encuesta mundial confirman que la resistencia es muy frecuente en bacterias aisladas en centros de salud; así, por ejemplo, en el caso del Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA), una bacteria devastadora, la resistencia puede llegar a ser del 44%, el 40% y el 38% en promedio en América Latina, los países del África occidental y Europa, respectivamente.

“Existen pruebas científicas claras de que una buena higiene de las manos por parte de los profesionales de la salud reduce las infecciones relacionadas con la atención sanitaria causadas por microorganismos resistentes, en particular por MSRA, dice la Profesora Benedetta Allegranzi, especialista técnica a cargo del programa de la OMS denominado “Una atención limpia es una atención más segura” y de las actividades previstas para el Día Mundial de la Higiene de las Manos.

Cinco momentos clave

Los profesionales de la salud pueden desempeñar una función esencial a la hora de proteger a los pacientes de infecciones de difícil tratamiento velando por una buena higiene de las manos en cinco momentos clave, preferiblemente mediante el uso de una solución limpiadora a base de alcohol para las manos o el lavado de las manos con agua y jabón si existe suciedad visible.

Los “cinco momentos clave” en los que hay que velar por una buena higiene de las manos son:

  • antes de tocar a un paciente

  • antes de los procedimientos de limpieza y asépticos (por ejemplo, la inserción de dispositivos como catéteres)

  • después de tener contacto con líquidos corporales

  • después de tocar a un paciente

  • después de tocar el entorno de un paciente

El uso de soluciones limpiadoras a base de alcohol para las manos es un factor fundamental para lograr mejoras, ya que éstas puedan utilizarse rápidamente en el punto de atención al paciente en el que se precisa una buena higiene de las manos a fin de garantizar su seguridad y, además, tienen un mayor efecto antimicrobiano que el agua y el jabón.

“Aunque el desarrollo de nuevos antibióticos es esencial para ofrecer nuevas opciones terapéuticas, una mejor higiene de las manos y la promoción de otras prácticas óptimas para el control de las infecciones pueden ayudar a combatir la resistencia a los antimicrobianos” dice el Dr. Edward Kelley, Director del Departamento de Prestación de Servicios y Seguridad, que alberga el programa “Una atención limpia es una atención más segura”.

El llamamiento a la acción de la campaña de este año, titulada “SALVE VIDAS: límpiese las manos” es: “si no actuamos hoy, no habrá cura mañana – asegúrese de que los cinco momentos clave de la higiene de las manos definidos por la OMS formen parte de la protección dispensada a sus pacientes contra los microorganismos resistentes”. Más de 1100 centros de salud se han inscrito en la campaña de este año y se han comprometido a velar por una buena higiene de las manos, los cuales se suman a los más de 16 000 centros de salud de 168 países que ya han participado en ésta en años anteriores.

“Este aumento continuo de la participación muestra que en todo el mundo se sigue dando prioridad y apoyo a los esfuerzos encaminados a mejorar las prácticas de higiene de las manos, sobre todo cuando se combinan con otros objetivos importantes como la lucha contra la resistencia a los antimicrobianos” dice el Profesor Didier Pittet, Director del Centro Colaborador de la OMS para la Seguridad del Paciente (control de las infecciones) de los Hospitales Universitarios de Ginebra.

A través de la campaña “SALVE VIDAS: límpiese las manos”, la OMS seguirá colaborando con los países para señalar a la atención la cuestión de la resistencia a los antimicrobianos y promover la función que puede desempeñar la higiene de las manos en la prevención de la propagación de microorganismos resistentes. Los resultados finales de la encuesta anteriormente mencionada se actualizarán a medida que se vayan procesando más datos, lo que permitirá adoptar otras medidas en relación con la prevención y el control de las infecciones, la vigilancia, el mejor uso de los antibióticos y la prevención de las infecciones del sitio de una intervención quirúrgica.

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