Médecins Sans Frontières, Save the Children, el UNICEF y la Organización Mundial de la Salud (OMS) celebran la oportunidad de poner vacunas antirrotavíricas a disposición de los niños que viven sumidos en crisis humanitarias gracias a un acuerdo histórico para fijar precios con la empresa farmacéutica GlaxoSmithKline que las fabrica.
Los niños que viven en campos de refugiados y comunidades desplazadas o en otras situaciones de emergencia tienen ahora más probabilidades de estar protegidos contra las enfermedades diarreicas graves gracias a estas vacunas antirrotavíricas de menor precio. Las enfermedades diarreicas son una de las principales causas de muerte entre los niños menores de cinco años.
El acuerdo hace uso del Mecanismo Humanitario puesto en marcha en 2017, en el que participan varios asociados. La vacuna antirrotavírica es la segunda a la que se accede a través del Mecanismo, que depende de que los fabricantes pongan sus vacunas a disposición a su precio más bajo para su uso en emergencias en todos los países, con independencia de su nivel de ingresos. La primera que se puso a disposición fue la vacuna neumocócica.
Kate O'Brien, directora de Inmunización, Vacunas y Productos Biológicos de la OMS, ha comentado: «Acogemos con satisfacción este compromiso de los fabricantes y esperamos que sea un paso más para que, en el futuro, se pueda disponer de más vacunas a precios asequibles. Es inaceptable que algunos de los niños de mayor riesgo no estén vacunados contra enfermedades devastadoras como la infección por rotavirus, debido a la falta de disponibilidad o al costo elevado de la vacuna».
La infección por rotavirus es la principal causa de diarrea grave en los niños menores de 5 años en todo el mundo y causa anualmente hasta 200 000 defunciones infantiles. Los niños que viven en campos de refugiados o en comunidades desplazadas se encuentran entre los más vulnerables del mundo a este tipo de enfermedades, debido a la densidad de población, la falta de higiene y saneamiento y los elevados índices de desnutrición. Por esta razón, es especialmente importante vacunarlos, porque, de otro modo, pueden carecer de acceso a los servicios sanitarios esenciales.
El objetivo del Mecanismo Humanitario es facilitar el acceso a las vacunas a las organizaciones humanitarias que trabajan en países afectados por emergencias, donde la dificultad de acceso y los precios han obstaculizado la prestación de servicios.
Rachel Cummings, Directora del Equipo de salud pública humanitaria de Save the Children, ha resaltado: «Cada día fallecen niños en todo el mundo por la debilidad grave que les provoca la diarrea, que es una de las mayores causas de defunción de niños pequeños en el mundo. Save the Children es testigo a diario de los efectos devastadores de la infección por rotavirus en los niños, por lo que recibimos con satisfacción este importante compromiso como un paso crucial para proteger a algunos de los niños más vulnerables de enfermedades potencialmente mortales, pero fácilmente prevenibles. El dinero nunca debería ser la barrera que separa la vida de la muerte».
Desde 2017, a través del Mecanismo se ha aprobado el uso de casi un millón de dosis de vacunas antineumocócicas por parte de organizaciones de la sociedad civil en 12 países: Argelia, Chad, Etiopía, Grecia, Kenia, Líbano, Níger, Nigeria, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Sudán del Sur y Siria. Esta vacuna protege contra la neumonía infantil, que es también una de las principales causas de mortalidad infantil durante las emergencias.
Una vez obtenidas a través del Mecanismo, las vacunas se ofrecen a las organizaciones humanitarias que trabajan en campamentos y en otros entornos de emergencia. Estas organizaciones pueden presentar solicitudes para acceder a la vacuna a esos precios más bajos.
Miriam Alia, responsable de Vacunación y Respuesta a brotes de Médecins sans Frontières, explica: «El Mecanismo Humanitario ya ha permitido ampliar el número de niños que pueden recibir vacunas que salvan vidas, pero para alcanzar todo su potencial y salvar más vidas, pedimos a los fabricantes que se comprometan a suministrar más vacunas y que permitan que los gobiernos que acogen a niños durante emergencias humanitarias puedan hacerlo también. Los niños de todo el mundo, sin importar dónde vivan, deberían tener acceso a las vacunas que salvan vidas».
Por su parte, Robin Nandy, Asesor principal y Director de Inmunizaciones del UNICEF, destaca que «sabemos que, para alcanzar nuestro objetivo de logra la equidad en la inmunización en la próxima década, es fundamental que ampliemos el alcance y la amplitud de la cobertura de inmunización entre las comunidades afectadas por las crisis humanitarias. Estas comunidades son las más afectadas por la morbilidad y la mortalidad evitables y han sufrido de forma desproporcionada las interrupciones de los programas como consecuencia de la pandemia. Por esa razón, nos congratulamos de que esta iniciativa amplíe el acceso a las vacunas antirrotavíricas a precios asequibles para los grupos poblacionales necesitados».
Ahora, se está procurando llegar a nuevos compromisos con fabricantes para que haya más vacunas disponibles a través del Mecanismo, incluidas las utilizadas para tratar la fiebre tifoidea, la infección por virus del papiloma humano y otras vacunas antineumocócicas y antirrotavíricas.
Acerca del Mecanismo Humanitario
El Mecanismo Humanitario se puso en marcha en 2017 gracias a la alianza de organizaciones del sistema de las Naciones Unidas y organizaciones de la sociedad civil (Médecins Sans Frontières, Save the Children, el UNICEF y la OMS) para mejorar el acceso a las vacunas en situaciones de emergencia por parte de organizaciones de la sociedad civil en países que, de otro modo, no pueden recibir apoyo de Gavi.
Los asociados en el Mecanismo Humanitario invitan a las ONG y a los organismos del sistema de las Naciones Unidas que trabajan en campos de refugiados y desplazados internos y en situaciones de emergencia a valerse del Mecanismo para acceder a las vacunas antirrotavíricas y antineumocócicas disponibles.