Unas nuevas orientaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) sobre la adquisición de equipos de radioterapia podrían mejorar el acceso a esta opción esencial de tratamiento contra el cáncer que todavía no está disponible en muchas partes del mundo.
Las nuevas orientaciones técnicas tienen por objeto garantizar que la selección de equipos de radioterapia sea adecuada a los contextos de los países y los centros de salud, que el tratamiento se administre de forma segura, que se mantenga la calidad y que los servicios sean sostenibles.
La publicación –que va dirigida a especialistas en física médica, ingenieros biomédicos y clínicos, oncólogos radioterápicos, oncólogos y cualquier persona con responsabilidades en la fabricación, planificación, selección, adquisición, regulación, instalación o uso de equipos de radioterapia– ha sido el resultado de la colaboración en curso entre la OMS y el OIEA para fomentar la seguridad y la calidad en el uso médico de la tecnología de la radiación.
Más de la mitad de los pacientes con cáncer requieren radioterapia
Como parte de la atención oncológica, más del 50% de los pacientes con cáncer requieren radioterapia, que se utiliza con frecuencia para tratar los tipos más comunes, como el cáncer de mama, cervicouterino, colorrectal y de pulmón. Sin embargo, el acceso a la radioterapia es inadecuado, en particular en los países de ingresos bajos y medianos.
«Los datos del OIEA muestran que en torno a un tercio de los países todavía no disponen de radioterapia, de los que 28 están en África», ha señalado May Abdel-Wahab, Directora de la División de Salud Humana del OIEA. «Cualquiera de ellos se beneficiaría de un mayor acceso a servicios de radioterapia. La clave es adaptar las soluciones de oncología radioterápica a la situación sobre el terreno, con el apoyo de una infraestructura de seguridad adecuada».
Entre los equipos de radioterapia tratados en la guía se incluyen las máquinas de radioterapia de haz externo (tanto las bombas de cobalto 60 como los aceleradores lineales), los dispositivos de braquiterapia que aplican fuentes de radiación directamente a tumores y los dispositivos complementarios de obtención de imágenes, como los simuladores de tomografía convencional o computarizada (TC), así como otras herramientas esenciales para un funcionamiento seguro y el control de la calidad. En función del tipo de máquina de radioterapia, la necesidad de profesionales especializados y de infraestructura, así como la garantía de la calidad y el mantenimiento, pueden variar.
La seguridad también se trata ampliamente, y se presenta información sobre la planificación de búnkeres para albergar equipos de radioterapia, blindaje de paredes, suelos y techos, y botones de emergencia para las salas de tratamiento y control. Además, se ofrece una orientación clara sobre lo que se requiere para garantizar la funcionalidad de los equipos a fin de que alcancen una vida útil óptima, un periodo que suele ser de 10 a 15 años.
La selección de los sistemas de radioterapia adecuados para determinados entornos y adaptados al personal existente ayuda a garantizar la administración de radioterapia en condiciones de seguridad. Contribuye a mejorar el acceso a tratamientos esenciales al reducir al mínimo las interrupciones del servicio debidas al tiempo de inactividad de la máquina y sienta una base sólida para la posterior ampliación de los servicios cuando el sistema de atención de salud está preparado para adoptar sistemas de radioterapia más complejos.
«Si bien las interrupciones de los equipos de radioterapia son anteriores a la COVID-19», ha señalado el Dr. Bente Mikkelsen, Director del Departamento de Enfermedades No Transmisibles de la OMS, «se han agravado durante la pandemia debido a las perturbaciones en las cadenas de suministro mundiales y a los obstáculos a la libre circulación del personal de los servicios técnicos. Cualquier mejora que reduzca las interrupciones puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte de los pacientes cuyos tumores continúan creciendo mientras esperan tratamiento».
Ahora bien, los equipos de radioterapia son solo un elemento de los servicios de tratamiento del cáncer. Otros elementos que deben estar presentes son la detección precoz, el diagnóstico por la imagen, las pruebas de laboratorio, el estudio de las alteraciones anatomopatológicas, la cirugía, el tratamiento sistémico y los cuidados paliativos. Las tecnologías asociadas a todos estos servicios figuran en la lista OMS de dispositivos médicos prioritarios para el tratamiento del cáncer.
Iniciativas mundiales contra el cáncer
Un ámbito en el que la radioterapia desempeña un papel importante es el de la curación del cáncer cervicouterino, una de las principales causas de muerte por cáncer entre las mujeres, y para el que la OMS puso en marcha el año pasado una estrategia mundial de eliminación.
«El cáncer cervicouterino puede curarse si lo detectamos a tiempo», ha declarado la Dra. Nono Simelela, Subdirectora General de Prioridades Estratégicas de la OMS. «Tenemos las herramientas para salvar vidas. La radioterapia es una de ellas. También es una de las más eficaces para mitigar el dolor y el sufrimiento asociados a los cánceres avanzados».
Unitaid, un organismo mundial de salud dedicado a encontrar soluciones innovadoras para prevenir, diagnosticar y tratar enfermedades infecciosas importantes en los países de ingresos bajos y medianos, ha ampliado recientemente su cartera para incluir las comorbilidades del VIH, como el cáncer cervicouterino. «Si bien las inversiones catalizadoras de Unitaid se han centrado en los programas de detección del cáncer cervicouterino, funciones críticas como la adquisición de equipos de radioterapia representan un componente importante de la continuidad de la atención para cualquier mujer que necesite un tratamiento invasivo contra el cáncer», ha declarado Robert Matiru, Director de la División de Programas de Unitaid.
La radioterapia es también parte integral de la lucha contra el cáncer de mama y el cáncer infantil, otras dos importantes iniciativas mundiales de la OMS contra el cáncer. Los cambios que facilitarán las nuevas orientaciones también beneficiarán a millones de pacientes con cáncer en todo el mundo, en particular las mujeres que buscan tratamiento para el cáncer de mama, en estos momentos la forma de cáncer más diagnosticada en todo el mundo.
Las nuevas especificaciones son una actualización de una versión anterior publicada por el OIEA en 2008.
Notas para los redactores
La OMS apoya a los países en el fortalecimiento de sus políticas nacionales de lucha contra el cáncer y de sus sistemas de atención de salud, garantizando el establecimiento de prioridades adecuadas y la puesta en marcha o ampliación de una atención accesible, equitativa y de calidad contra el cáncer como parte de la cobertura sanitaria universal. La OMS se centra especialmente en el cáncer infantil, cervicouterino y de mama.
El OIEA apoya a los países en el uso de la medicina nuclear y radiológica para luchar contra distintas enfermedades no transmisibles, en particular el cáncer. Este organismo apoya a los países en la movilización de recursos y la adquisición de equipos, así como mediante formación, educación, investigación, documentos de orientación y en la realización de evaluaciones de la calidad y de misiones.