Avances sin precedentes en las negociaciones de los Estados Miembros en torno a las enmiendas al Reglamento Sanitario Internacional (RSI)

Los países se reunirán la próxima semana para tratar las cuestiones pendientes en vísperas de la 77.ª Asamblea Mundial de la Salud

18 de mayo de 2024
Comunicado de prensa

Los Estados Partes en el Reglamento Sanitario Internacional (2005) han dado un paso de gigante para la salud pública mundial gracias al acuerdo alcanzado hoy sobre un amplio conjunto de enmiendas innovadoras al texto, que se basan en más de 300 propuestas formuladas por los países tras la pandemia de COVID-19. De este modo, se prevé que los países tengan más capacidad para prepararse frente a las emergencias de salud pública de importancia internacional (ESPII), para detectarlas y para actuar frente a ellas. Este conjunto de propuestas se presentará a la Asamblea Mundial de la Salud que se celebra del 27 de mayo al 1 de junio de este año. La próxima semana, los negociadores se volverán a reunir para retomar el examen de unas pocas cuestiones sobre las que todavía deben llegar a un consenso.

El RSI es un instrumento adoptado inicialmente por la Asamblea Mundial de la Salud en 1969 y revisado por última vez en 2005. Se concibió para articular las iniciativas colectivas a fin de aprovecharlas mejor para gestionar los eventos de salud pública y, paralelamente, reducir en lo posible las perturbaciones a los viajes y al comercio. Hay 196 Estados Partes en el RSI: los 194 Estados Miembros de la OMS más Liechtenstein y la Santa Sede. Estas Partes han liderado el proceso de enmienda del RSI a través del Grupo de Trabajo sobre las Enmiendas al Reglamento Sanitario Internacional (2005). Hoy finaliza la sesión reanudada de la octava reunión de este Grupo de Trabajo.

Este proceso de enmienda se ha desarrollado paralelamente a un proceso intergubernamental con el que se quiere alcanzar un acuerdo internacional sobre prevención, preparación y respuesta frente a las pandemias. El proyecto de acuerdo sobre pandemias, que se negocia en un proceso independiente impulsado por los Estados Miembros que se retomará el 20 de mayo, se presentará también a la Asamblea Mundial de la Salud.

El Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, ha señalado: «El Reglamento Sanitario Internacional ha sido de gran utilidad al mundo durante casi 20 años, pero nuestra experiencia colectiva al aplicar este poderoso instrumento para gestionar numerosas emergencias de salud pública, como la pandemia de COVID-19, ha puesto de manifiesto aspectos importantes del texto que se deben mejorar en beneficio de sus 196 Estados Partes. Hoy culminamos un hito histórico: los países se han reunido para perfeccionar los mecanismos internacionales de que disponemos para proteger a las personas de todo el mundo y a las futuras generaciones de los efectos de las epidemias y las pandemias, y se han propuesto hacerlo con equidad y solidaridad. Por ello, quiero agradecer el compromiso en quebrantable de todos los Estados Miembros».

Por su parte, el Dr. Ashley Bloomfield, de Nueva Zelandia, que es uno de los copresidentes del Grupo de Trabajo, ha dicho: «Ha sido un proceso largo pero muy productivo y fructífero con el que hemos alcanzado un consenso en torno a la mayoría de las propuestas de enmienda. Este acuerdo ilustra la importancia que el mundo concede a la capacidad de prepararse y de actuar eficazmente frente a las amenazas epidémicas y pandémicas, y demuestra el firme consenso a nivel internacional sobre el modo de proteger la salud pública de todos».

El Dr. Abdullah Assiri, de la Arabia Saudita, que es el otro copresidente del Grupo de Trabajo, ha añadido: «Las enmiendas al Reglamento Sanitario Internacional reflejan la necesidad vital que tenemos de potenciar nuestras defensas colectivas contra los riesgos actuales y futuros para la salud pública, sin menoscabar por ello los principios de la soberanía nacional y de la equidad. Hoy, nuestros esfuerzos se han materializado en un conjunto sólido de enmiendas que facilitarán y la cooperación internacional y la harán más eficaz».

Estos dos instrumentos internacionales (el nuevo acuerdo sobre pandemias que pueda aprobarse y las enmiendas al RSI) son complementarios y los Estados Miembros los están concibiendo y negociando para ayudar a los países a proteger mejor a su población de las futuras amenazas pandémicas. El RSI permite potenciar la capacidad de los países para detectar los eventos de salud pública que pueden alcanzar dimensiones internacionales y para responder a ellos, mientras que el proyecto de acuerdo sobre pandemias se centra más en facilitar que los países actúen de forma coordinada frente a las pandemias y en velar por el acceso equitativo a las vacunas, los tratamientos y los medios de diagnóstico.