Hoy mismo, un equipo conjunto de evaluación humanitaria de las Naciones Unidas encabezado por la OMS ha accedido al hospital de Al-Shifa, en el norte de Gaza, para llevar a cabo una evaluación sobre el terreno, efectuar un análisis rápido de la situación, valorar las prioridades médicas y establecer opciones logísticas para futuras misiones. El equipo estaba compuesto por expertos en salud pública, responsables de logística y personal de seguridad de OCHA, el DS, el UNMAS/UNOPS, el UNRWA y la OMS.
Se estableció un arreglo de evitación de conflictos con las Fuerzas de Defensa de Israel para garantizar el paso seguro de la misión a lo largo de la ruta acordada. Sin embargo, se trataba de una operación de alto riesgo en una zona de conflicto activo, con intensos combates cerca del hospital.
A primera hora del día, las Fuerzas de Defensa de Israel habían emitido órdenes de evacuación para los 2500 desplazados internos restantes que se habían refugiado en el recinto del hospital. En el momento de la llegada del equipo, estas personas, junto con algunos pacientes y personal del hospital, ya habían abandonado las instalaciones.
Debido a los límites temporales impuestos por las condiciones de seguridad, el equipo solo pudo pasar una hora en el interior del hospital, que describió como una «zona de muerte»; la situación era «desesperada». Las señales de bombardeos y disparos eran evidentes. El equipo vio una fosa común a la entrada del hospital y fue informado de que allí había enterradas más de 80 personas.
La falta de agua limpia, combustible, medicamentos, alimentos y otros suministros esenciales durante las últimas seis semanas ha provocado que el hospital Al-Shifa —que en su día fue el hospital de referencia más grande, avanzado y mejor equipado de Gaza— haya dejado esencialmente de funcionar como establecimiento de salud. El equipo observó que las condiciones de seguridad habían hecho imposible para el personal llevar a cabo una gestión eficaz de los desechos en el hospital. Los pasillos y el recinto hospitalario estaban llenos de desechos sanitarios y sólidos, lo que aumentaba el riesgo de infección. Los pacientes y el personal de salud con los que hablaron temían por su seguridad y su salud, y suplicaron por su evacuación. El Hospital Al-Shifa ya no puede admitir pacientes, y los heridos y enfermos son enviados al Hospital Indonesio, que está gravemente desbordado y apenas funciona.
En Al-Shifa quedan 25 trabajadores de la salud y 291 pacientes, y en los últimos dos o tres días se han producido varias muertes de pacientes debido al cierre de los servicios de salud. Entre los pacientes hay 32 bebés en estado extremadamente crítico, 2 personas en cuidados intensivos sin ventilación y 22 pacientes de diálisis cuyo acceso al tratamiento vital se ha visto gravemente comprometido. La gran mayoría de los pacientes son víctimas de traumatismos de guerra, entre ellos muchos con fracturas y amputaciones complejas, traumatismos craneales, quemaduras, traumatismos torácicos y abdominales, y 29 pacientes con lesiones graves en la columna vertebral que no pueden moverse sin asistencia médica. Muchos pacientes con traumatismos tienen heridas gravemente infectadas debido a la falta de medidas de control de infecciones en el hospital y a la falta de antibióticos.
Dado el estado actual del hospital, que ya no está operativo ni admite nuevos pacientes, se pidió al equipo que evacuara al personal de salud y a los pacientes a otros centros. La OMS y sus asociados están elaborando planes urgentes para la evacuación inmediata de los pacientes restantes, el personal y sus familias. A la espera de que las partes en conflicto garanticen un paso seguro, se están organizando misiones adicionales para las próximas 24-72 horas con el objetivo de transportar urgentemente a los pacientes de Al-Shifa al Complejo Hospitalario Nasser y al Hospital Europeo de Gaza, en el sur de la franja. Sin embargo, estos hospitales ya están trabajando por encima de su capacidad, y las nuevas derivaciones desde el Hospital Al-Shifa supondrán una sobrecarga aún mayor para el personal y los recursos de salud.
La OMS expresa su profunda preocupación por la seguridad y las necesidades de salud de los pacientes, los trabajadores de la salud y los desplazados internos que se refugian en los pocos hospitales parcialmente funcionales que quedan en el norte, y que están expuestos al riesgo de cierre debido a la falta de combustible, agua, suministros médicos y alimentos, y a las intensas hostilidades. Es preciso realizar esfuerzos inmediatos para restablecer la funcionalidad de Al-Shifa y de todos los demás hospitales, a fin de proporcionar los servicios de salud que se necesitan urgentemente en Gaza.
La OMS reitera su petición de que se hagan esfuerzos colectivos para poner fin a las hostilidades y a la catástrofe humanitaria en Gaza. Pedimos un alto el fuego inmediato, el suministro sostenido de ayuda humanitaria a gran escala, el acceso humanitario sin trabas a todos los necesitados, la liberación incondicional de todos los rehenes y el cese de los ataques contra la atención de salud y otras infraestructuras vitales. El sufrimiento extremo de la población de Gaza exige que respondamos de forma inmediata y concreta, con humanidad y compasión.