© UN Women / Magfuzur Rahman Shana
Five hundred people gathered at the Cox's Bazar cultural center for a series of events during the 16 Days of Activism campaign, Bangladesh, 2023.
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Un balance de 840 millones de mujeres víctimas de la violencia sexual o de pareja

19 de noviembre de 2025
Comunicado de prensa
Ginebra

La violencia contra las mujeres sigue siendo una de las crisis que afecta a los derechos humanos más persistentes y menos atendidas del mundo. Según un informe de referencia publicado hoy por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y asociados de las Naciones Unidas, apenas se ha avanzado para ponerle fin en las dos últimas décadas.

Casi una de cada tres mujeres —unos 840 millones en todo el mundo— ha sufrido actos violentos por parte de su pareja o de carácter sexual a lo largo de su vida, una cifra que apenas ha variado desde el año 2000. Solo en los doce meses más recientes, 316 millones de mujeres —el 11 % de las mayores de 15 años— fueron víctimas de violencia física o sexual por parte de su pareja. La reducción de esta forma de violencia avanza muy lentamente: apenas un 0,2 % anual en los últimos veinte años.

Por primera vez, este informe incluye estimaciones nacionales y regionales de la violencia sexual perpetrada por personas que no son la pareja. El documento señala que 263 millones de mujeres han sufrido este tipo de violencia desde los 15 años, una cifra que, según advierten los especialistas, está muy por debajo de la real, debido al miedo y la estigmatización.

El Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, señala: «La violencia contra las mujeres es una de las injusticias más antiguas y extendidas de la humanidad, y aun así sigue siendo una de las que menos atención recibe. Ninguna sociedad puede considerarse justa, segura o saludable mientras la mitad de su población vive con miedo. Poner fin a esta violencia no consiste simplemente en aplicar políticas públicas: es una cuestión de dignidad, igualdad y derechos humanos. Detrás de las cifras hay mujeres y niñas cuyas vidas han cambiado para siempre. Es indispensable empoderarlas para lograr la paz, el desarrollo y la salud. Un mundo más seguro para las mujeres es un mundo mejor para todos».

La financiación destinada a prevenir la violencia se está reduciendo justo cuando aumentan las necesidades

El nuevo informe, publicado con antelación al Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y la Niña, que se celebra el 25 de noviembre, es el estudio más exhaustivo sobre la prevalencia de este problema. En él se actualizan las estimaciones realizadas en 2018 y publicadas en 2021, a partir de datos recopilados entre 2000 y 2023 en 168 países. Las conclusiones del informe muestran con claridad la magnitud de esta crisis gravemente desatendida y de la gran falta de financiación para hacerle frente.

A pesar de las pruebas cada vez más numerosas sobre estrategias eficaces de prevención, el informe advierte de que los recursos destinados a estas iniciativas se están reduciendo, justo cuando las emergencias humanitarias, los cambios tecnológicos y el aumento de la desigualdad socioeconómica incrementan aún más los riesgos para millones de mujeres y niñas. Por ejemplo, en 2022 solo el 0,2 % de la asistencia oficial para el desarrollo se destinó a programas de prevención de la violencia contra las mujeres, y la financiación ha seguido disminuyendo en 2025.

Riesgos generalizados y secuelas de por vida

Muchas mujeres víctimas de violencia se quedan embarazadas sin desearlo y tienen un mayor riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual y de padecer depresión. Los servicios de salud sexual y reproductiva son un punto de acceso fundamental para que reciban la atención de calidad que necesitan.

El informe pone de relieve que la violencia contra las mujeres empieza a edades muy tempranas y que los riesgos se mantienen a lo largo de toda la vida. Solo en los últimos doce meses, 12,5 millones de adolescentes de 15 a 19 años —el 16 %— han sido víctimas de violencia física, sexual o de ambos tipos por parte de su pareja.

Aunque estas formas de violencia están presentes en todos los países, afectan de forma desproporcionada a las mujeres que viven en los países menos desarrollados, en zonas de conflicto o en lugares especialmente vulnerables al clima. En Oceanía, por ejemplo (sin incluir Australia ni Nueva Zelanda), la prevalencia de la violencia de pareja en el último año alcanza el 38 %, más de tres veces la media mundial del 11 %.

Un llamado a la acción y a la rendición de cuentas

Cada vez son más los países que recopilan datos para orientar sus políticas, pero siguen existiendo deficiencias importantes, especialmente en lo relativo a la violencia sexual ejercida por personas que no son la pareja, a los grupos marginados —como las mujeres indígenas, las migrantes y las que tienen una discapacidad—,  a las zonas donde hay precariedad y a los contextos humanitarios.

Allí donde ha habido voluntad política, se han logrado avances. Camboya, por ejemplo, está llevando a cabo un proyecto nacional para actualizar la legislación sobre violencia doméstica; mejorar la prestación y la calidad de los servicios, así como el acceso a ellos; rehabilitar los centros de acogida; y utilizar recursos digitales en escuelas y comunidades para promover la prevención, sobre todo entre los adolescentes.

Ecuador, Liberia, Trinidad y Tabago, y Uganda han elaborado planes de acción nacionales con presupuestos asignados. Las medidas legislativas y de promoción en estos países han contribuido a que se destinen recursos internos a esta cuestión, lo que refleja que el compromiso político es cada vez mayor en un momento en que disminuye la ayuda internacional.

Para impulsar los progresos a escala mundial y lograr cambios reales en la vida de las mujeres y niñas afectadas, el informe pide que los gobiernos actúen con decisión y destinen recursos a:

  • ampliar los programas de prevención, basándolos en las pruebas disponibles;
  • reforzar los servicios de salud, asistencia jurídica y apoyo social a las víctimas;
  • invertir en sistemas de datos que permitan conocer los avances y atender a los grupos con mayor riesgo; y
  • hacer cumplir las leyes y políticas que refuerzan la posición de las mujeres y las niñas.

El informe se ha presentado junto con la segunda edición de la publicación RESPECT Women: preventing violence against women, un marco de actuación que ofrece orientaciones actualizadas para prevenir la violencia, también en los contextos humanitarios.

Basta ya de silenciar este problema. Debemos actuar sin demora. Los responsables políticos deben comprometerse y actuar ya para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas

«Poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas exige valentía, compromiso y un esfuerzo colectivo. Debemos trabajar hasta lograr la igualdad de género para que el mundo sea más equitativo y seguro para todas las personas, y para que ninguna mujer y ninguna niña sufra violencia». Dra. Sima Bahous, Directora Ejecutiva de ONU-Mujeres 

«La violencia contra las mujeres causa daños profundos y persistentes que afectan a su vida, su salud y su dignidad. Además, muchas sufren discriminación por ser pobres, tener una discapacidad o por otros factores, lo que las expone a un riesgo aún mayor. Este ciclo devastador se extiende a las familias, las comunidades y las generaciones posteriores. Los datos muestran con crudeza las consecuencias de permanecer pasivos. No podemos esperar más: debemos actuar con urgencia, juntas y juntos, para poner fin a esta violencia y garantizar que todas las mujeres y niñas, en toda su diversidad, puedan ejercer sus derechos, desarrollar plenamente su potencial y contribuir a que nuestras sociedades sean más justas, igualitarias y prósperas». Diene Keita, Directora Ejecutiva del UNFPA 

«Los datos muestran que muchas mujeres son víctimas de actos violentos perpetrados por sus parejas durante la adolescencia, y que muchos niños ven cómo sus madres son maltratadas, golpeadas y humilladas. La violencia forma parte de su vida cotidiana. Debemos poner fin a este patrón de violencia contra las mujeres y las niñas». Catherine Russell, Directora Ejecutiva del UNICEF

Nota para los redactores

Acerca del informe

El informe Global, regional and national prevalence estimates for intimate partner violence against women and non-partner sexual violence against women, 2023 fue elaborado por la OMS y el Programa Especial PNUD/UNFPA/UNICEF/OMS/Banco Mundial de Investigaciones, Desarrollo y Formación de Investigadores sobre Reproducción Humana en nombre del Grupo de Trabajo Interinstitucional de las Naciones Unidas sobre Estimaciones y Datos relativos a la Violencia contra las Mujeres y en colaboración con él. El Grupo de Trabajo está integrado por representantes de la OMS, ONU-Mujeres, el UNICEF, el UNFPA, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Crimen (UNODC) y la División de Estadística de las Naciones Unidas (UNSD).

Cuando se ha dispuesto de suficientes datos, se han utilizado métodos de modelización para comparar mejor las estimaciones de los distintos países y regiones. Probablemente, los resultados de todas las encuestas no reflejan la prevalencia real de la violencia contra las mujeres porque, en muchos lugares, las mujeres no se atreven a revelar estas experiencias, sobre todo allí donde conllevan estigmatización. En muchas zonas se denuncia solo una pequeña parte de los casos de violencia sexual. Además, algunas encuestas no están bien diseñadas o no se realizan correctamente, lo que provoca que muchos casos queden ocultos.

Acerca de las estimaciones regionales y nacionales

El informe y la base de datos incluyen información regional clasificada por regiones, según las divisiones correspondientes a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la OMS, la carga mundial de morbilidad, el UNFPA y el UNICEF. Además, se presentan datos de 168 países y zonas sobre mujeres de 15 a 49 años. Las estimaciones abarcan tanto la prevalencia a lo largo de la vida como la que abarca los 12 meses más recientes.

Estos son los índices de violencia de pareja en los 12 meses más recientes de la que han sido víctimas mujeres de 15 años o más que han estado casadas o han tenido pareja, según las regiones y subregiones de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, de mayor a menor:

  • Oceanía (sin incluir Australia ni Nueva Zelanda): 38 %
  • Asia central y meridional: 18 %
    • Asia meridional: 19 %
  • Países menos adelantados: 18 %
  • África subsahariana: 17 %
  • Pequeños Estados insulares en desarrollo: 17 %
  • África septentrional y Asia occidental: 14 %
    • África septentrional: 16 %
  • Oceanía (incluidas Australia y Nueva Zelanda): 13 %
  • 8 %
  • América Latina y el Caribe: 7 %
  • Europa y América del Norte: 5 %

Acerca de RESPECT

RESPECT («respeto») es un acrónimo en inglés de: fortalecimiento de las habilidades para las relaciones interpersonales, empoderamiento de las mujeres y las niñas, prestación de servicios, reducción de la pobreza, seguridad de los entornos (por ejemplo, escuelas, lugares de trabajo y espacios públicos), prevención del maltrato y el abuso en la niñez y la adolescencia, y transformación de las actitudes, creencias y normas. RESPECT Women cuenta con el respaldo de 13 organismos y está dirigido a responsables de políticas públicas.

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