Oportunidades para la transición al uso de energía limpia en Panamá. Aplicación de la herramienta de evaluación rápida de acceso a la energía – HEART

Visión de conjunto
El uso de combustibles sólidos para cocinar es un importante problema de salud pública en las Américas y el principal riesgo ambiental, pues afecta a casi 90 millones de personas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que en el 2016 la quema de combustibles contaminantes para cocinar y calentarse en las Américas causó la muerte de más de 83 000 personas, y una pérdida de 2,3 millones de años de vida ajustados por discapacidad (AVAD).
En 2020, Panamá tenía un 12% de población (2% población urbana, 31% población rural) dependiendo de la leña y otros combustibles contaminantes para cocinar. El problema afecta de manera desproporcionada a la población indígena que tiene un acceso muy limitado a combustibles limpios (menos del 8% de la población indígena tiene acceso a la red y solo alrededor del 4% tiene acceso a GLP). Esto, junto con su bajísimo poder adquisitivo, representa la principal barrera para adoptar combustibles limpios para cocinar e iluminar.