Enfermedades no transmisibles

23 de diciembre de 2024

Datos y cifras

  • Las enfermedades no transmisibles (ENT) mataron al menos a 43 millones de personas en 2021, lo que equivale al 75% de las muertes en el mundo que no se deben a una pandemia.
  • En 2021, 18 millones de personas murieron a causa de una ENT antes de cumplir 70 años; el 82% de esas muertes prematuras se dan en países de ingreso bajo y mediano.
  • El 73% de todas las muertes debidas a ENT se concentran en países de ingreso bajo y mediano.
  • Las enfermedades cardiovasculares suponen la mayoría de las muertes por ENT (al menos 19 millones de muertes en 2021), seguidas del cáncer (10 millones), las enfermedades respiratorias crónicas (4 millones) y la diabetes (más de 2 millones, incluidos los fallecimientos por nefropatía diabética).
  • Estos cuatro grupos de enfermedades representan el 80% de todas las muertes prematuras por ENT.
  • El consumo de tabaco, la inactividad física, el consumo nocivo del alcohol, una alimentación poco saludable y la contaminación atmosférica son factores que incrementan el riesgo de fallecer por una ENT.
  • La detección, cribado y tratamiento de las ENT, así como los cuidados paliativos, son componentes clave de la respuesta a las ENT.

Panorama general

Las enfermedades no transmisibles (ENT), también conocidas como enfermedades crónicas, suelen ser de larga duración y son el resultado de una combinación de factores genéticos, fisiológicos, ambientales y de comportamiento.

Los principales tipos de ENT son las enfermedades cardiovasculares (como los infartos de miocardio y los accidentes cerebrovasculares), el cáncer, las enfermedades respiratorias crónicas (como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y el asma) y la diabetes.

Las ENT afectan de forma desproporcionada a los habitantes de países de ingreso bajo y mediano, donde se producen casi las tres cuartas partes de las muertes por ENT en el mundo (32 millones).

Personas en situación de riesgo

Las ENT afectan a personas de todos los grupos de edad, regiones y países. Esas afecciones suelen estar asociadas a grupos de edad avanzada, pero unos 18 millones de personas menores mueren a causa de una ENT antes de los 70 años. Las ENT provocan más muertes en este grupo de edad que todas las otras causas de muerte combinadas. Se estima que el 82% de esas muertes prematuras suceden en países de ingreso bajo y mediano. Los niños, los adultos y las personas de edad son vulnerables a los factores de riesgo que contribuyen a las ENT, ya sea por una alimentación poco saludable, la inactividad física, la exposición al humo de tabaco, el consumo nocivo del alcohol o la contaminación atmosférica.

La alimentación poco saludable y la falta de actividad física pueden dar lugar a hipertensión arterial, un aumento de la glucosa o de los lípidos en la sangre y obesidad. Estos factores se denominan factores de riesgo metabólicos y pueden provocar enfermedades cardiovasculares, el tipo de enfermedad no transmisible que causa más muertes prematuras.

Factores de riesgo

Factores de riesgo comportamentales

Los factores de riesgo comportamentales aumentan el riesgo de sufrir una ENT, incluidos los siguientes:.

  • el consumo de tabaco (incluidos los efectos de la exposición al humo ajeno);
  • la alimentación poco saludable, incluido el consumo excesivo de sal, azúcar y grasas;
  • el consumo nocivo de alcohol; y
  • la actividad física insuficiente.

Los entornos social, comercial y físico son factores importantes que propician estos comportamientos.

Factores de riesgo metabólicos

Los factores de riesgo comportamentales contribuyen a cuatro cambios metabólicos importantes que aumentan el riesgo de padecer una ENT:

  • presión sanguínea alta (incluida la hipertensión arterial);
  • sobrepeso y obesidad;
  • niveles elevados de glucosa en sangre (incluida la diabetes); y
  • niveles anormales de grasa en sangre (incluido el colesterol alto).

En lo que respecta a las muertes atribuibles, el principal factor de riesgo metabólico a nivel mundial es la presión sanguínea alta (considerada responsable del 25% de las muertes por ENT a nivel mundial) (1), seguida de la hiperglucemia y el sobrepeso y la obesidad.

Factores de riesgo ambientales

Varios factores de riesgo ambientales contribuyen a las ENT. El principal es la contaminación del aire (de interior y exterior), que provoca 6,7 millones de muertes en el mundo, de las cuales 5,6 millones se deben a las ENT, como los accidentes cerebrovasculares, las cardiopatías isquémicas, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y el cáncer de pulmón.

Repercusiones socioeconómicas

Las ENT amenazan el avance hacia el cumplimiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, entre cuyas metas está reducir la probabilidad de morir de cualquiera de las cuatro principales ENT en las personas de entre 30 y 70 años para 2030.

La pobreza está estrechamente relacionada con las ENT. Se prevé que el rápido aumento de las ENT entorpezca las iniciativas de reducción de la pobreza en países de ingreso bajo, sobre todo por el aumento de los costos domésticos asociados a la atención de la salud. Las personas vulnerables y socialmente desfavorecidas enferman y mueren antes que las personas con mejor situación socioeconómica, especialmente porque puede que tengan acceso limitado a los servicios de salud. Para reducir estas inequidades, los gobiernos deben invertir en sistemas de salud que respondan a las expectativas y las necesidades de los usuarios.

Prevención y control

Una forma importante de controlar las ENT es centrarse en reducir los factores de riesgo asociados a esas enfermedades. Existen soluciones de bajo costo para que los gobiernos y otras partes interesadas puedan reducir los factores de riesgo modificables comunes. A fin de orientar las políticas y las prioridades, es importante hacer un seguimiento de la progresión y las tendencias de las ENT y del riesgo de estas enfermedades.

Para reducir los efectos de las ENT tanto en las personas como en la sociedad, se necesita un enfoque integral en el que todos los sectores, incluidos los de la salud, las finanzas, el transporte, la educación, la agricultura, la planificación y otros, colaboren para reducir los riesgos asociados a las ENT y promover intervenciones encaminadas a prevenirlas y controlarlas.

Es fundamental invertir en una mejor gestión de las ENT, lo que incluye la detección, el cribado y el tratamiento de esas enfermedades, así como el acceso a cuidados paliativos para las personas que los necesitan. Las intervenciones esenciales de gran efecto contra las ENT pueden realizarse mediante un enfoque de atención primaria de la salud a fin de reforzar la detección temprana y el tratamiento oportuno. Los datos demuestran que este tipo de intervenciones son una excelente inversión económica porque, si se proporcionan a los pacientes de forma temprana, pueden reducir la necesidad de un tratamiento más costoso. Es poco probable que los países con una cobertura sanitaria insuficiente puedan proporcionar acceso universal a las intervenciones esenciales contra las ENT, que son fundamentales para alcanzar la meta de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relativas a las ENT.

Respuesta de la OMS

En la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible se reconoce que las ENT son un reto importante para el desarrollo sostenible. Como parte de la Agenda, los Jefes de Estado y de Gobierno se comprometieron a formular respuestas nacionales ambiciosas para 2030, con el fin de reducir en un tercio la mortalidad prematura por ENT mediante la prevención y el tratamiento (meta 3.4 de los ODS). La OMS desempeña una función de liderazgo clave en la coordinación y promoción de la lucha mundial contra las ENT y la consecución de la meta 3.4 de los ODS.

En 2019, la Asamblea Mundial de la Salud prorrogó hasta 2030 el Plan de Acción Mundial de la OMS para la Prevención y el Control de las Enfermedades No Transmisibles 2013-2020 y pidió que se elaborara una hoja de ruta para su aplicación entre 2023 y 2030 a fin de acelerar los avances en la prevención y el control de esas enfermedades. La hoja de ruta recoge las medidas para alcanzar un conjunto de nueve metas mundiales de manera que tengan el máximo efecto en materia de prevención y gestión de las ENT.

 

(1) Global Burden of Disease Collaborative Network, Global Burden of Disease Study 2019 (GBD 2019) Results (2020, Institute for Health Metrics and Evaluation – IHME).