Día Mundial de la Tuberculosis 2023

Día Mundial de la Tuberculosis 2023

24 de marzo de 2023

74 millones
de vidas salvadas desde 2000 gracias a los esfuerzos mundiales por poner fin a la tuberculosis

 

10,6 millones de
de personas enfermaron de tuberculosis en 2021

 

1,6 millones de
personas fallecieron de tuberculosis en 2021

 

El lema del Día Mundial de la Tuberculosis en 2023 es «Sí, podemos poner fin a la tuberculosis». Con él se pretende infundir esperanza y promover el liderazgo al más alto nivel, el aumento de las inversiones, la aplicación más rápida de las nuevas recomendaciones de la OMS, la introducción de innovaciones, la adopción rápida de medidas y la colaboración multisectorial para combatir la epidemia de tuberculosis. Además, en este año se debe aprovechar la reunión de alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la lucha contra la tuberculosis para dar más visibilidad y lograr más compromisos políticos. La OMS insta a los países a impulsar los progresos antes de dicha reunión y, junto con sus asociados, hace un llamado a la acción de los Estados Miembros para que apliquen cuanto antes los nuevos esquemas terapéuticos orales más breves que recomienda la Organización para tratar la tuberculosis farmacorresistente. El Día Mundial de la Tuberculosis se celebra cada año para concienciar sobre esta enfermedad y poner fin a la epidemia que ocasiona en todo el mundo. Se escogió el 24 de marzo para conmemorar el día en que se descubrió la bacteria que la causa, en 1882.

 

 

Mensajes destacados

A patient and loved one hold hands.
OMS
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Un liderazgo de alto nivel y medidas para poner fin a la tuberculosis

2023: el año en que se hace hincapié en el fin de la tuberculosis y del sufrimiento que causa a millones de personas, y en el que se reclama una atención integral y universal a los afectados. La reunión de alto nivel de las Naciones Unidas sobre la lucha contra la tuberculosis, que se celebrará en septiembre de este año durante la Asamblea General, reunirá a Jefes de Estado y brindará la oportunidad de impulsar compromisos políticos y sociales para avanzar más rápidamente en la lucha contra estas enfermedades que hace tanto tiempo que causan estragos. Tenemos la responsabilidad colectiva de hacer frente a las desigualdades y poner fin a esta enfermedad prevenible y curable.

Es fundamental proporcionar urgentemente recursos, apoyo, asistencia e información para garantizar el acceso universal a la atención a la tuberculosis para la investigación

Este objetivo resulta especialmente importante en el contexto de la pandemia de COVID-19 y de los conflictos y crisis socioeconómicas actuales, que han hecho peligrar los logros de la Estrategia Fin a la Tuberculosis, y para garantizar el acceso equitativo a la prevención y la atención, en consonancia con el empeño de la OMS por alcanzar la cobertura sanitaria universal. El aumento de las inversiones destinadas a impulsar el despliegue de los tratamientos preventivos, los esquemas terapéuticos más breves, las pruebas y los diagnósticos moleculares rápidos de la infección tuberculosa y otras innovaciones y recursos digitales recomendados por la OMS ayudarán a mejorar los resultados de la atención de salud y a salvar la vida a millones de personas. Es fundamental invertir en investigación e innovación para seguir avanzando a fin de lograr las metas de la Estrategia Fin a la Tuberculosis.

Hay que combatir las desigualdades en la atención de salud para garantizar la salud de todos

La pandemia de COVID-19 ha puesto de relieve las profundas disparidades que persisten entre los países y dentro de ellos. Las personas con tuberculosis se encuentran sufren mucha marginación, son más vulnerables y enfrentan obstáculos para ser atendidos. La OMS hace un llamado a la acción mundial para abordar las inequidades en la atención de salud que afectan a las personas con tuberculosis y otras enfermedades.

WHO Bangladesh/ Irene Gavieiro Agud
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Para poner fin a la tuberculosis, todos los sectores deben actuar de forma concertada

Hay que proporcionar servicios y apoyo suficientes, así como un entorno seguro y propicio, en el lugar y el momento adecuados. La tuberculosis se concentra sobre todo en lugares asolados por la pobreza y otros problemas socioeconómicos, así como en los grupos de población más vulnerables. La pobreza, la desnutrición y las condiciones de vida y de trabajo deficientes, entre otros factores, afectan al modo en que las personas contraen la tuberculosis, enferman y soportan el tratamiento (tanto sus aspectos médicos como los socioeconómicos), e influyen en la evolución de su salud. El sistema sanitario no basta para avanzar en la lucha contra esta enfermedad y sus causas, y se necesitan compromisos firmes al más alto nivel político, una colaboración multisectorial estrecha que incluya a sectores distintos del de la salud y un sistema eficaz de rendición de cuentas.


Contexto

A pesar de que se puede prevenir y curar, la tuberculosis sigue siendo una de las enfermedades infecciosas más letales. Cada día la contraen cerca de 30 000 personas y se lleva la vida de casi 4400 personas. Según los cálculos, las actividades desarrolladas en todo el mundo para luchar contra esta enfermedad han salvado la vida a 54 millones de personas desde 2000 y han reducido su tasa de mortalidad en un 42%. Sin embargo, la pandemia de COVID-19, junto con las desigualdades socioeconómicas y los conflictos que se viven en Europa, África y Oriente Medio, han revertido años de progresos y han supuesto una carga mucho mayor para los afectados, sobre todo para los más vulnerables. En su informe mundial sobre la tuberculosis más reciente, la OMS destacó que, por primera vez en más de una década, la incidencia de la enfermedad y la mortalidad que causa han aumentado.

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