Noticias sobre brotes de enfermedades

Sarampión - Indonesia

28 de abril de 2023

Descripción de la situación

Resumen de la situación

Desde 2022 se viene registrando en Indonesia un incremento del número de casos sospechosos y confirmados de sarampión con respecto a los años precedentes. En 2023, entre el 1 de enero y el 3 de abril se han notificado 2161 casos sospechosos (848 confirmados en laboratorios y 1313 clínicamente indicativos [sospechosos]) en 18 de las 38 provincias del país, principalmente en las de Java Occidental (796 casos), Papúa Central (770 casos) y Bantén (197 casos).

El sarampión es endémico en Indonesia y cada año se notifican casos. Con todo, en 2022 y 2023 las cifras de casos confirmados han aumentado significativamente con respecto a los cuatro años precedentes, si se tiene en cuenta que se notificaron 920 casos en 2018, 639 en 2019, 310 en 2020 y 132 en 2021.

El brote actual de sarampión se caracteriza por que la población no está suficientemente inmunizada y, sobre todo, por que hay niños sin vacunar. En 2022 se realizó una inmunización suplementaria de los niños menores de 15 años en las provincias de alto riesgo (Aceh, Islas Riau, Riau, Sumatra Occidental y Sumatra Septentrional), de los de 9 a 59 meses en la provincia de Bali y en provincias de la isla de Java, y de los de 9 meses a 12 años en las otras provincias, y se trató de intensificar las actividades actuales de inmunización sistemática y de rescate para subsanar las deficiencias de inmunidad en la población.

Descripción de la situación

Entre el 1 de enero y el 3 de abril de 2023 se han notificado 2161 casos de sarampión (848 confirmados en laboratorios y 1313 clínicamente indicativos [sospechosos]) en 18 de las 38 provincias del país, principalmente en las de Java Occidental (796 casos), Papúa Central (770 casos) y Bantén (197 casos),

En 2022 se notificaron 4845 casos confirmados en laboratorios, seis de ellos mortales (tasa de letalidad = 0,1%) en 32 de las 38 provincias del país, siendo Aceh (978 casos), Sumatra Occidental (859 casos), Riau (500 casos) y Java Oriental (459 casos) las más afectadas. El análisis de las tendencias anuales muestra que el número de casos notificados en 2022 y, hasta la fecha, en 2023 es superior al habitual, si se tienen en cuenta los 920 casos notificados en 2018, los 639 en 2019, los 310 en 2020 y los 132 en 2021 (figura 1).

Figura 1. Número de casos de sarampión notificados en Indonesia entre enero de 2019 y marzo de 2023, desglosados por mes de inicio de los síntomas y por categoría de confirmación

Fuente: Ministerio de Salud de Indonesia.

 

De los 4845 casos confirmados de sarampión en 2022 sobre los que se disponía de datos desglosados por edades, el 93% (4502 casos) eran niños de uno a 14 años, si bien se registraron algunos casos en grupos de más edad; por ejemplo, al menos 41 eran mayores de 40 años. El 67% de los casos confirmados no había sido vacunado nunca contra el sarampión, al 6% se le había administrado una dosis y al 7% dos dosis, mientras que se desconocían los antecedentes de vacunación del 21% de esos casos (991 casos) (figura 3).

De los 2076 casos confirmados de sarampión en 2023 sobre los que se disponía de datos desglosados por edades, el 95% (1978 casos) eran niños de uno a 14 años. El 75% de los casos confirmados no había sido vacunado nunca contra el sarampión, al 11% se le había administrado una dosis y al 10% dos dosis, mientras que se desconocían los antecedentes de vacunación del 3% de esos casos. De entre los 2076 casos confirmados, el 100% de los menores de 9 meses (212 casos), el 87% de los lactantes de 9 a 12 meses (47 casos) y el 66% de los niños de 1 a 14 años (1303 casos) no habían sido vacunados nunca contra el sarampión (figura 2).

Figura 2. Cobertura vacunal de los casos confirmados de sarampión en Indonesia entre el 1 de enero y el 3 de abril de 2023, desglosados por grupos de edad (n = 2138)

Fuente: Ministerio de Salud de Indonesia.

El brote actual se caracteriza por que la población no está suficientemente vacunada, como muestra el aumento de la brecha de inmunidad (figura 2). De acuerdo con las respuestas al formulario de notificación conjunta de la OMS y el UNICEF sobre la cobertura vacunal en Indonesia en 2020, esta fue del 87% para la primera dosis de la vacuna antisarampionosa y solo del 65% para la segunda dosis. En 2021, esas coberturas fueron del 87% y el 59%, respectivamente, si bien se observaron variaciones en la cobertura administrativa a nivel subnacional. Estos datos muestran que un número muy elevado de niños son vulnerables al sarampión.

Epidemiología del sarampìón

El sarampión es una enfermedad humana causada por un paramixovirus que infecta las vías respiratorias y luego se propaga por todo el organismo. Puede causar grandes epidemias que ocasionan una morbimortalidad elevada, sobre todo entre las personas vulnerables. Los niños pequeños desnutridos, las embarazadas y las personas inmunodeprimidas (incluidas las personas que tienen cáncer, las infectadas por el VIH y las que toman un tratamiento inmunosupresor) pueden sufrir complicaciones graves, como diarrea intensa, ceguera, encefalitis, neumonía e incluso la muerte.

La transmisión se produce principalmente entre personas a través de gotículas respiratorias que se dispersan rápidamente en el aire al toser o estornudar, si bien también puede ocurrir por contacto directo con las secreciones de una persona infectada. No se ha demostrado que las personas inmunes expuestas al virus que no presentan síntomas transmitan la enfermedad. Cuando están presentes en el aire o en superficies contaminadas, los virus causantes pueden infectar durante dos horas, y los pacientes son infectantes desde cuatro días antes hasta cuatro días después de la aparición del exantema. Aunque no se dispone de antivíricos específicos para tratar el sarampión, la mayoría de las personas se curan en dos o tres semanas.

Hay una vacuna eficaz e inocua que permite prevenir y controlar la enfermedad. La primera dosis se administra a los lactantes de nueve meses y la segunda cuando tienen 15 meses. Para detener la circulación del virus hay que alcanzar una cobertura del 95% con ambas dosis.

En las zonas donde la cobertura vacunal es baja suelen registrarse epidemias cada dos o tres años, que suelen prolongarse entre dos y tres meses, si bien su duración varía en función del tamaño, la densidad y el estado inmunitario de la población.

Entre 2011 y 2023 se han registrado varios brotes de sarampión en Indonesia. Uno de los mayores, que se asoció a la baja cobertura vacunal, se produjo en 2016 en la provincia de Java Oriental, donde se notificaron 3765 casos.

Epidemiología de la enfermedad

Measles is a human disease caused by a virus in the paramyxovirus family. The virus infects the respiratory tract, then spreads throughout the body. It can lead to major epidemics with significant morbidity and mortality, especially among vulnerable people. Among young and malnourished children, pregnant women, and immunocompromised individuals, including those with HIV, cancer or treated with immunosuppressives, measles can cause serious complications, including severe diarrhea, blindness, encephalitis, pneumonia, and death.

Transmission is primarily person-to-person by airborne respiratory droplets that disperse rapidly when an infected person coughs or sneezes. Transmission can also occur through direct contact with infected secretions. Transmission from asymptomatic exposed immune persons has not been demonstrated. The virus remains contagious in the air or on contaminated surfaces for up to two hours. A patient is infectious from four days before the start of the rash to four days after its appearance. There is no specific antiviral treatment for measles, but most people recover within 2-3 weeks.

An effective and safe vaccine is available for prevention and control. The MCV1 is given at the age of nine months, while the MCV2 is given at the age of 15 months. A 95% population coverage of MCV1 and MCV2 is required to stop measles circulation.

In areas with low vaccination coverage, epidemics typically occur every two to three years and usually last between two and three months. However, their duration varies according to population size, crowding, and the population’s immunity status.

Several measles outbreaks have been reported in Indonesia between 2011 to 2023. One of the biggest outbreaks occurred in East Java province in 2016 where 3765 cases were reported, associated with low vaccination coverage levels.

Respuesta de salud pública

  • En 2022, Indonesia llevó a cabo una inmunización suplementaria de los niños menores de 15 años en las provincias de alto riesgo (Aceh, Islas Riau, Riau, Sumatra Occidental y Sumatra Septentrional), de los de 9 a 59 meses en la provincia de Bali y en provincias de la isla de Java, y de los de 9 meses a 12 años en las otras provincias.
  • Se están buscando casos activamente y se está recopilando una lista de casos de fiebre y exantema. A las personas que presentan fiebre y exantema se les están administrando suplementos de vitamina A mientras se completa el diagnóstico.
  • Se ha enviado personal a las provincias afectadas para mejorar la vigilancia, sobre todo a nivel comunitario.
  • Se está tratando de obtener los reactivos necesarios para realizar ensayos de inmunoadsorción enzimática (ELISA) en los laboratorios.
  • La colaboración multisectorial entre el Gobierno, la población y los asociados ayuda a promover las actividades de inmunización sistemática y de rescate, con actividades como la capacitación del personal encargado de la inmunización, la mejora del sistema de información sobre la inmunización sistemática y el seguimiento sistemático de los datos para evaluar la cobertura de la inmunización.
  • En coordinación con la Sociedad de Pediatría de Indonesia, se están difundiendo directrices actualizadas de atención clínica entre el personal de salud.
  • En colaboración con esa misma Sociedad, en 2022 se impartió un curso en línea sobre creación de capacidad para la atención clínica.
  • Se han elaborado directrices prácticas para mejorar la cobertura de la inmunización sistemática.

Evaluación del riesgo por la OMS

Aunque el sarampión es endémico en Indonesia y se notifican casos todos los años, el tamaño y el alcance del brote superan los de años anteriores. Tras analizar los datos actuales y la información disponible, se considera que el riesgo general en Indonesia es alto por las siguientes razones:

  • No se detectan y notifican todos los casos porque faltan reactivos para confirmar el diagnóstico en el laboratorio. El número de casos sospechosos de sarampión notificados al sistema de alerta y respuesta tempranas (EWARS) ha seguido aumentando desde la primera semana de 2023, y el número de hospitalizaciones de casos sospechosos ha aumentado en algunas provincias, como Papúa.
  • La cobertura de la vacunación antisarampionosa, tanto de la primera como de la segunda dosis, fue baja en la mayoría de las provincias, sobre todo durante la pandemia de COVID-19 (2020-2021). No se ha administrado ninguna vacuna antisarampionosa al 28% de los niños nacidos en 2021, que corren un alto riesgo de contraer la infección sarampionosa. Además, se ha vacunado solo parcialmente al 22% de los niños.
  • La cobertura de las actividades suplementarias de inmunización antisarampionosa en 2022 fue baja, sobre todo en las provincias donde el riesgo es elevado, en las que se observan reticencias de la población a vacunarse y hay poca capacidad para vacunar en caso de brote, en parte debido a dicha reticencia.
  • La sensibilidad de la vigilancia en 2020-2021 fue baja, si bien mejoró en 2022, cuando se notificaron más casos a nivel subnacional. La sensibilidad global de la vigilancia del sarampión y la rubéola, es decir, la tasa de casos en que se descartaron ambas enfermedades, fue de 3,33 por cada 100 000 habitantes (el patrón mundial es de 2,0 casos descartados o más por cada 100 000 habitantes). Sin embargo, solo 170 distritos (el 33% del total) han alcanzado una tasa de al menos 2. Por lo que respecta a 2023, esta tasa es de 0,46 hasta el momento actual.
  • El genotipo B3 detectado originalmente en Borneo Occidental y Java Oriental no es endémico en Indonesia.

 

Consejos de la OMS

El sarampión se puede prevenir mediante una vacuna que confiere inmunidad de por vida a la mayoría de los vacunados. En los países donde hay poca cobertura vacunal pueden registrarse epidemias cada dos o tres años, si bien su duración varía en función del tamaño, la densidad y el estado inmunitario de la población.

Esta vacuna, que se administra desde hace casi 60 años, es inocua, eficaz y barata. Se recomienda vacunar a todos los niños y adultos no inmunizados, siempre que no haya contraindicaciones. Los programas nacionales deben proporcionar servicios de vacunación antisarampionosa a todos los niños, de manera que se les administren dos dosis sin exponerlos a riesgos. La vacunación sistemática contra el sarampión de la población infantil, combinada con las campañas de vacunación masiva en los países con altas tasas de incidencia y mortalidad, son estrategias de salud pública esenciales para reducir las defunciones causadas por esta enfermedad en el mundo.

La OMS recomienda que se siga garantizando una cobertura uniforme de al menos el 95% de ambas dosis de la vacuna antisarampionosa y que se refuerce la vigilancia epidemiológica integrada del sarampión y la rubéola para detectar a tiempo todos los casos sospechosos en los establecimientos de salud públicos, privados y de la seguridad social. La OMS continúa consolidando la red mundial de laboratorios para diagnosticar con rapidez los casos de sarampión y hacer un seguimiento de la propagación internacional de los virus que lo causan, con objeto de coordinar mejor las actividades de vacunación en los países y de reducir la mortalidad por una enfermedad que se puede prevenir vacunando contra ella.

Además, es fundamental detectar y tratar precozmente las complicaciones del sarampión para atenuar la gravedad de los síntomas y la mortalidad asociada. Las complicaciones graves se pueden reducir mediante un tratamiento de apoyo que garantice una buena nutrición, una ingesta adecuada de líquidos y el tratamiento de la deshidratación con una solución de rehidratación oral recomendada por la OMS, que compensa las pérdidas de líquidos y otros elementos esenciales debidas a la diarrea y los vómitos. Además, deben prescribirse antibióticos si el paciente tiene una infección oftálmica u otológica o si presenta neumonía.

Si bien no se dispone de un tratamiento antivírico específico para el sarampión, se recomienda administrar rápidamente dosis terapéuticas de vitamina A a los niños enfermos para reducir las complicaciones y la mortalidad. Con independencia de las dosis que se hayan administrado previamente, deben darse dos dosis de vitamina A por vía oral, con 24 horas de diferencia. Las dosis han de ser de 50 000 UI para los menores de 6 meses, de 100 000 UI entre los 6 y los 11 meses y de 200 000 UI entre los 12 y los 59 meses. Este tratamiento restablece los niveles de vitamina A de los casos agudos de sarampión, incluso si el niño no está desnutrido, y puede ayudar a prevenir las lesiones oculares y la ceguera. Además, se ha demostrado que la administración de suplementos de vitamina A reduce las muertes por sarampión.

Tras haber analizado la información que se presenta en el presente parte, la OMS no recomienda aplicar restricciones al comercio con Indonesia ni a los viajes a este país.

Información adicional

Cita recomendada: Organización Mundial de la Salud (28 de abril de 2023). Partes sobre brotes epidémicos; Sarampión – Indonesia. Disponible en: https://www.who.int/es/emergencies/disease-outbreak-news/item/2023-DON462