Descripción de la situación
Resumen de la situación
Nigeria está experimentando actualmente un brote de fiebre de Lassa de grandes proporciones, con 4702 casos sospechosos, 5 casos probables y 877 casos confirmados entre las semanas epidemiológicas 1 y 15 de 2023 (semana que finalizó el 16 de abril). Entre los casos confirmados ha habido 152 muertes (tasa de letalidad del 17%). La fiebre de Lassa es endémica en Nigeria y partes de África occidental donde abunda la rata común africana, principal reservorio del virus de Lassa.
Responder al brote actual plantea dificultades debido a la necesidad de responder a múltiples emergencias de forma simultánea.
Los síntomas de la fiebre de Lassa presentan grandes variaciones, por lo que el diagnóstico puede ser difícil. La mayoría de los casos (∼ 80%) son asintomáticos o leves. Aún así, la infección puede provocar una enfermedad grave y disfunción orgánica múltiple con o sin hemorragia. Por tanto, se necesitan análisis de laboratorio para confirmar el diagnóstico.
Se han notificado casos confirmados mediante análisis de laboratorio en los estados fronterizos con Camerún (Adamawa, Benue, Cross Rivers y Taraba) y en los estados fronterizos con Benin (Oyo y Níger). Los riesgos generales a nivel regional y mundial se consideran bajos porque la principal vía de transmisión de la fiebre de Lassa es el contacto con alimentos o utensilios domésticos contaminados con excrementos de rata. La tasa de transmisión de persona a persona es baja.
Descripción de la situación
Nigeria está experimentando un brote de fiebre de Lassa de grandes proporciones, con 4702 casos sospechosos, 5 casos probables y 877 casos confirmados entre las semanas epidemiológicas 1 y 15 de 2023 (semana que finalizó el 16 de abril). Entre los casos confirmados ha habido 152 muertes (tasa de letalidad del 17%). Se trata de un aumento del 20% en los casos confirmados en comparación con los notificados durante el mismo período de 2022 (733).
Se han notificado casos en 101 zonas gubernamentales locales de 26 de los 36 estados, incluido el Territorio de la Capital Federal. Una gran proporción de los casos confirmados (72%) se concentran en tres estados: Ondo (32%), Edo (29%) y Bauchi (11%). Se han notificado casos confirmados mediante análisis de laboratorio en los estados fronterizos con Camerún (Adamawa, Benue, Cross Rivers y Taraba) y en los estados fronterizos con Benin (Oyo y Níger).
Epidemiología de la enfermedad
La fiebre de Lassa es una enfermedad hemorrágica vírica aguda causada por el virus de Lassa. Se transmite a los seres humanos principalmente a través del contacto directo con roedores del género Mastomys infectados o del consumo de alimentos o el contacto con artículos domésticos contaminados por la orina o los excrementos de roedores infectados. En consecuencia, el virus se transmite a los humanos a través de cortes y arañazos, o se inhala a través de partículas de polvo en el aire. La transmisión de persona a persona es posible por contacto directo con la sangre o los líquidos corporales de una persona infectada, pero es poco frecuente. La fiebre de Lassa puede propagarse en aquellos entornos en que la atención de salud no permite el reconocimiento y tratamiento tempranos, y en los que no se dispone de medidas adecuadas de prevención y control de infecciones.
La mayoría de los casos (∼ 80%) son asintomáticos o leves, pero el virus puede causar enfermedad grave en el 20% restante de los pacientes, a veces asociada a disfunción orgánica múltiple con o sin hemorragia. La fiebre de Lassa es difícil de diagnosticar sin análisis de laboratorio adecuados porque puede cursar con distintos cuadros clínicos, que van desde la ausencia de síntomas hasta la insuficiencia orgánica múltiple y la muerte.
La tasa de letalidad suele estar entre el 1% y el 15% en pacientes hospitalizados con enfermedad grave. La enfermedad es especialmente grave al final del embarazo, pues en más del 80% de los casos cursa con muerte materna, pérdida fetal en el tercer trimestre, o ambos. La atención temprana con rehidratación y un tratamiento sintomático es fundamental y mejora la supervivencia. Se ha utilizado el antivírico ribavirina para tratar la fiebre de Lassa, pero su eficacia no está demostrada. Actualmente no existe una vacuna que proteja contra la fiebre de Lassa.
La enfermedad se identificó por primera vez en Nigeria, en el estado de Borno, en 1969 y es endémica en Nigeria. La transmisión se produce durante todo el año. Sin embargo, durante la estación seca se dan brotes estacionales de grandes proporciones, por lo general de diciembre a abril.
Durante las semanas epidemiológicas 1 a 15 de 2023, se notificaron 42 casos entre trabajadores de la salud en 11 estados. En la semana 15 de 2023 (del 10 al 16 de abril), se notificaron 141 nuevos casos sospechosos, 9 nuevos casos confirmados y una nueva muerte confirmada (tasa de letalidad del 11%).
Responder al brote actual plantea dificultades debido a la necesidad de responder a múltiples emergencias de forma simultánea, como brotes de COVID-19, difteria, meningitis, sarampión y cólera, a la vez que a las crisis humanitarias en curso. Además, el país está haciendo frente a problemas de seguridad que afectan la puntualidad de la respuesta.
Epidemiología de la enfermedad
Lassa fever is an acute viral haemorrhagic disease caused by the Lassa virus. It is primarily transmitted to humans either through direct contact with infected Mastomys rodents, or through food or household items contaminated with the urine or faeces of infected rodents. Consequently, the virus is transmitted to humans through cuts and scratches or inhaled via dust particles in the air. Human-to-human transmission can occur through direct contact with an infected person's blood or bodily fluids, but this is rare. Lassa fever can spread in healthcare settings without early recognition and treatment and without adequate infection prevention and control (IPC) measures.
Most cases (∼ 80%) are asymptomatic or mild, but the virus can cause severe disease in the remaining 20% of patients, sometimes associated with multiple organ dysfunction with or without haemorrhage. Lassa fever is difficult to diagnose without proper laboratory tests because it can present with various symptoms, ranging from no symptoms to multiple organ failure and death.
The case fatality rate is usually between 1% and 15% in patients hospitalized with severe disease. The disease is particularly severe in late pregnancy, with maternal death and/or fetal loss occurring in the third trimester in over 80% of cases. Early supportive care with rehydration and symptomatic treatment is critical and improves survival. The antiviral ribavirin has been used to treat Lassa fever but its efficacy is unproven. There is currently no vaccine that protects against Lassa fever.
The disease was first identified in Nigeria in Borno State in 1969 and is endemic in Nigeria. Transmission occurs throughout the year. However, large seasonal outbreaks occur during the dry season, typically from December to April.
During epidemiological weeks 1 to 15 of 2023, 42 cases were reported among healthcare workers across 11 states. In week 15 of 2023 (10-16 April), 141 new suspected cases, nine new confirmed cases, and one new confirmed death were reported (CFR 11%).
Responding to the current outbreak is challenging due to the need to respond to multiple emergencies simultaneously. These include outbreaks of COVID-19, diphtheria, meningitis, measles, and cholera, and ongoing humanitarian crises. In addition, the country is dealing with security challenges that affect the timeliness of the response.
Respuesta de salud pública
El Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Nigeria (NCDC) y las autoridades de salud de los estados afectados lideran la respuesta al brote. El 28 de enero de 2023 se activó un Centro de Operaciones de Emergencia del NCDC y se desplegaron equipos de respuesta rápida en los estados de Bauchi, Benue, Ebonyi, Edo, Ondo y Taraba.
Las actividades de respuesta son las siguientes:
- Vigilancia: detección, seguimiento de casos y brotes, y pruebas de laboratorio.
- Manejo de casos.
- Medidas de prevención: educación pública sobre higiene personal, seguridad alimentaria y control de roedores en el hogar y el lugar de trabajo.
- Medidas de control: administración de antivíricos a casos confirmados, tratamiento complementario y rastreo de contactos para identificar a las personas que pueden haber estado expuestas al virus.
Para mejorar la respuesta a los brotes de fiebre de Lassa en Nigeria, el NCDC ha elaborado un plan de acción nacional, con la OMS y otros asociados, para prevenir y controlar los brotes de fiebre de Lassa. Este plan se centra en fortalecer las actividades de vigilancia, mejorar y ampliar la capacidad de los laboratorios nacionales, aumentar la conciencia pública y mejorar la disponibilidad de tratamiento y atención para los pacientes.
Evaluación del riesgo por la OMS
La fiebre de Lassa es una enfermedad hemorrágica vírica aguda endémica de África Occidental. Se han notificado brotes confirmados y casos esporádicos en Benin, Burkina Faso, Côte d'Ivoire, Guinea, Ghana, Liberia, Malí, Sierra Leona, Togo y Nigeria. En algunas regiones, los roedores del género Mastomys se consumen como alimento.
Aunque en Nigeria la fiebre de Lassa es endémica y el país ha acrecentado su capacidad para lidiar con los brotes de fiebre de Lassa, el riesgo general actual a nivel nacional se considera alto debido a varios factores:
- Aumento del número de casos confirmados en comparación con el mismo período en temporadas epidémicas anteriores.
- Reducción de la capacidad nacional debido a las múltiples emergencias sanitarias en curso que han desbordado el sistema de salud del país y limitado el acceso a los recursos médicos.
- Escasez de equipos de protección personal (EPP), lo que se traduce en un alto riesgo de infecciones asociadas a la atención médica.
- Retrasos en el transporte de muestras para los análisis de laboratorio en varios estados, lo que retrasa la confirmación del diagnóstico y el subsiguiente tratamiento y atención de salud.
- Infraestructura de salud inadecuada, saneamiento deficiente y presencia continua de roedores portadores de enfermedades.
- Falta de concienciación y conocimientos sobre la fiebre de Lassa entre el público y los trabajadores de la salud, lo que probablemente conduce a nuevos retrasos en el diagnóstico y el tratamiento, lo que aumenta el riesgo de transmisión y posibles muertes.
Los riesgos generales a nivel regional y mundial se consideran bajos porque el principal modo de transmisión de la fiebre de Lassa es zoonótico, y la tasa de transmisión de persona a persona es baja.
Consejos de la OMS
La prevención de la enfermedad requiere la promoción de una buena higiene comunitaria para evitar que los roedores entren en los hogares. Algunas medidas eficaces son almacenar el grano y otros alimentos en recipientes a prueba de roedores, eliminar las basuras lejos de las casas, limpiar el hogar y tener gatos domésticos en casa.
En los establecimientos de salud, el personal debe adoptar siempre las precauciones habituales para la prevención y control de las infecciones asociadas con la atención de salud al atender a los pacientes, independientemente del posible diagnóstico. Estas precauciones son la higiene de las manos, la higiene respiratoria, el uso de equipos de protección personal para evitar salpicaduras u otro tipo de contacto con material contaminado, seguridad de las inyecciones y ritos de sepultura seguros.
Los trabajadores de la salud que atienden casos sospechosos o confirmados de fiebre de Lassa deben adoptar medidas adicionales de control de infecciones para evitar el contacto con la sangre u otros líquidos corporales de los pacientes y con superficies o materiales contaminados, como la ropa personal y de cama. Durante el contacto estrecho con los pacientes (a menos de un metro), los trabajadores de la salud deben usar protección facial (pantalla facial o mascarilla quirúrgica y gafas); una bata limpia de manga larga (no es preciso que sea estéril) y guantes (para practicar algunos procedimientos deben ser estériles).
Actualmente no hay ninguna vacuna disponible para la fiebre de Lassa en humanos. El antivírico ribavirina puede ser un tratamiento eficaz para la fiebre de Lassa si se administra temprano en el curso de la enfermedad, pero los datos son irregulares. No hay pruebas que apoyen la función de la ribavirina como tratamiento profiláctico posterior a la exposición para la fiebre de Lassa.
La OMS sigue advirtiendo a todos los países en los que la fiebre de Lassa es endémica de la necesidad de mejorar la detección temprana y el tratamiento de los casos para reducir la tasa de letalidad.
De acuerdo con la información proporcionada en este informe, la OMS no recomienda aplicar restricciones al comercio con Nigeria ni a los viajes entre este y otros países.
Información adicional
- Página web de la OMS sobre la fiebre de Lassa (en inglés)
- Nota descriptiva de la OMS sobre la fiebre de Lassa
- Informes situacionales de la fiebre de Lassa, documentación previa del brote
- Centro de Control de Enfermedades de Nigeria: actualización sobre el brote de fiebre de Lassa en Nigeria (enlace externo, en inglés)
Cita recomendada: Organización Mundial de la Salud (1 de mayo de 2023). Partes sobre brotes epidémicos; Fiebre de Lassa – Nigeria. Disponible en https://www.who.int/es/emergencies/disease-outbreak-news/item/2023-DON463