La vacunación contra el VPH, la principal causa de cáncer cervicouterino puede prevenir la gran mayoría de los casos. También hay nueva evidencia a favor de un esquema de vacunación de una sola dosis y un mayor suministro de vacunas.

Debido a las limitaciones de suministro, los problemas de entrega y la pandemia de COVID-19, solo una de cada cinco adolescentes ha sido vacunada. Sólo el 42% de los países de bajos ingresos han introducido la vacuna contra el VPH en sus calendarios de vacunación, en comparación con el 97% de los países de altos ingresos.

Contamos con herramientas costo-efectivas y basadas en evidencia para detectar el cáncer en forma temprana, antes de que se vuelva mortal.

Menos del 5% de las mujeres en países de ingresos bajos y medianos son examinadas alguna vez con pruebas de detección del cáncer cervicouterino.

El cáncer cervicouterino a menudo se puede curar únicamente con cirugía, si se diagnostica y trata en sus primeras etapas.

De los pacientes con cáncer que viven en los países más pobres del mundo, menos del 5% tiene acceso a una cirugía oncológica segura, eficaz y oportuna.

Hay nuevas recomendaciones para hacer que la vacunación contra el VPH, así como el tamizaje y el tratamiento del cáncer cervicouterino sean más asequibles y accesibles.

Los costos, los problemas logísticos y la falta de voluntad política han creado obstáculos para implementar programas de prevención y tratamiento del cáncer cervicouterino. La falta de acceso a la prevención y al tratamiento está provocando que los casos de cáncer cervicouterino y las consiguientes muertes aumenten a un ritmo alarmante.