WHO/H.Cunningham
© Imagen

Declaración del 12 de febrero de 2020 sobre la reunión del Comité de Emergencias del ‎Reglamento Sanitario Internacional (2005) en relación con la enfermedad por el virus del ‎Ebola en la República Democrática del Congo

12 de febrero de 2020
Declaración

La reunión del Comité de Emergencias convocada por el Director General de la OMS en virtud del Reglamento Sanitario Internacional (RSI) (2005) para examinar el brote activo de enfermedad por el virus del Ebola (EVE) en la República Democrática del Congo tuvo lugar el miércoles 12 de febrero de 2020, de las 14.00 horas a las 16.45 horas, horario de Ginebra (HEC).

Actuaciones de la reunión

Los miembros y asesores del Comité de Emergencias celebraron su reunión por teleconferencia.

La Secretaría dio la bienvenida al Comité y le agradeció su ayuda. A continuación, cedió la palabra al Presidente, Dr. Robert Steffen.

El Dr. Steffen dio también la bienvenida al Comité y cedió de nuevo la palabra a la Secretaría.

Los representantes del Departamento Jurídico y el Departamento de Conformidad, Gestión de Riesgos y Ética informaron a los miembros del Comité sobre sus funciones y responsabilidades.

Se recordó a los miembros del Comité su deber de mantener la confidencialidad y su obligación de divulgar los vínculos personales, financieros o profesionales que pudiera considerarse que constituyen un conflicto de intereses. Se consultó a cada miembro presente y se estimó que no había ningún conflicto de interés que fuera pertinente para la reunión.

Seguidamente, el Presidente pasó revista al orden del día de la reunión e introdujo a los ponentes.

Los representantes del Ministerio de Salud de la República Democrática del Congo, la Secretaría de la OMS y el Coordinador de las Naciones Unidas para la Respuesta de Emergencia al Ébola presentaron sus ponencias.

Se pasó revista a la situación actual en la República Democrática del Congo. Al 10 de febrero de 2020, el número de casos ascendía a 3431, de los que 3308 estaban confirmados y 123 eran probables. Ha habido 2253 víctimas mortales (66%). Entre el 3 y el 9 de febrero de 2020, se notificaron tres nuevos casos confirmados en la zona sanitaria de Beni, en Kivu del Norte. Estos tres casos ya estaban registrados como contactos y dos de ellos estaban sometidos a vigilancia en el momento de detectarse. Más de 2000 contactos están bajo seguimiento. En los últimos meses ha aumentado el número de los incidentes de seguridad. 

Entre otros, persisten los siguientes retos: el fortalecimiento de la aceptación por parte de la comunidad del compromiso pleno a las medidas de respuesta; la protección del personal en los puestos estratégicos de control sanitario; la mejora de las prácticas de control y prevención de las infecciones en los establecimientos de salud; el fortalecimiento del sistema sanitario local; y el tratamiento y apoyo integrales de los pacientes en recuperación.  

La Secretaría de la OMS presentó una visión general de la situación epidemiológica, en la que se observa una tendencia global alentadora en la incidencia y propagación geográfica de los casos. Se señaló que la continuidad de los progresos depende de la situación de seguridad y del control de factores de transmisión perfectamente conocidos, especialmente en los centros de salud tradicionales, y en el mantenimiento de la confianza y la comunicación con la comunidad.

Se ha puesto en marcha un programa de colaboración con la comunidad y de comunicación de riesgos, así como un programa de supervivientes de la EVE. Es crucial velar por la sostenibilidad a largo plazo de ambas iniciativas.  

Se pasó revista a la situación en los países colindantes con la República Democrática del Congo, así como a la preparación en las zonas del país que no se han visto afectadas. En 9 países prioritarios se ha aplicado un enfoque normalizado para el fomento de la capacidad de reacción operacional contra la EVE. Se han investigado más de 2400 alertas, y más de 14 600 profesionales de la salud han sido vacunados.

El Coordinador de las Naciones Unidas para la Respuesta de Emergencia al Ébola presentó un breve informe operacional, centrado en los retos que plantea la falta de seguridad y en las preparaciones para una posible reaparición de la enfermedad. 

Contexto y debates

El Comité tomó nota de los enormes avances en la situación desde su última reunión y elogió la respuesta, bajo el liderazgo del Ministerio de Salud de la República Democrática del Congo y de la comisión de coordinación multisectorial establecida en julio de 2019. El apoyo prestado por la OMS, los organismos de las Naciones Unidas, las organizaciones no gubernamentales y otros asociados también ha contribuido a limitar la propagación y los efectos de este virus en un contexto difícil. El aumento en el número de alertas se atribuyó a una vigilancia comunitaria sólida y proactiva.

Conclusiones y recomendaciones

Fue opinión unánime del Comité que el evento sigue constituyendo una emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII) en virtud del RSI (2005).

El Comité aceptó la revisión de la evaluación de riesgos, por la que en estos momentos se considera que el riesgo es alto en el plano nacional y regional, y bajo en el internacional. 

El Comité manifestó que le preocupaba que la retirada de la ESPII pudiera tener consecuencias adversas para las iniciativas de respuesta al menguar la atención prestada. Además, si bien la inquietud principal del Comité es la EVE, en la República Democrática del Congo hay brotes activos graves de otras enfermedades, como el sarampión y el cólera. El país sigue necesitando apoyo para combatir las enfermedades infecciosas y reforzar su sistema de salud. Además, sigue siendo urgente mantener la solidaridad internacional para la respuesta.

El Comité tomó nota de los debates en curso sobre la interpretación en el texto del RSI (2005) de los términos «propagación internacional y regional» y sobre el establecimiento de un nivel intermedio de respuesta entre las posibilidades binarias de declarar o no una ESPII de una forma que no requiera reabrir las negociaciones sobre el Reglamento. El Comité apoya estos debates, puesto que disponer de un nivel intermedio sería útil para poner fin de forma gradual a una ESPII y para alertar sobre la posibilidad de declarar una.

El Comité presentó el siguiente asesoramiento al Director General para que lo publicara como recomendaciones temporales en virtud del RSI (2005).

Para la República Democrática del Congo:

  • Mantener el compromiso político y el enfoque de coordinación multisectorial en la respuesta.
  • Seguir colaborando y potenciando la confianza entre las asociaciones de supervivientes a fin de facilitar la detección rápida de los casos que se deriven de la exposición a líquidos corporales infectados de supervivientes. 
  • Seguir fortaleciendo la capacidad, la aplicación y la coordinación en pro de la sensibilización y colaboración comunitaria, prestando especial atención a los puntos críticos, impidiendo la reaparición en los lugares donde el número de casos ha remitido y apoyando a los supervivientes en sus comunidades.
  • Seguir potenciando la aceptación de medidas de respuesta y abordar los problemas de acceso y de seguridad colaborando en todas las intervenciones con personas influyentes y con responsables de adoptar decisiones. 
  • Fortalecer las medidas para prevenir y gestionar las infecciones nosocomiales, por ejemplo: cartografiar de forma sistemática los centros de salud, centrarse en las intervenciones de prevención y control de las infecciones (PCI) y mantener el apoyo a dichos centros mediante supervisión y seguimiento sostenidos, en particular en los centros del sector privado y los centros de salud tradicionales.
  • Mantener el cribado transfronterizo e intensificar la vigilancia en puestos de control situados cerca de los puntos críticos y en las carreteras principales.
  • Seguir aplicando y compartiendo en tiempo real la secuenciación genética completa de todos los nuevos casos confirmados.
  • Fortalecer las medidas para prevenir y gestionar las infecciones nosocomiales, por ejemplo: cartografiando de forma sistemática los centros de salud, centrándose en las intervenciones de PCI y manteniendo el apoyo a dichos centros mediante supervisión y seguimiento sostenidos.
  • Fortalecer la preparación en las provincias de la República Democrática del Congo que no están afectadas, y en general fortalecer el sistema de salud en todo el país para responder a emergencias sanitarias simultáneas.
  • Seguir aplicando estrategias de vacunación óptimas que hayan demostrado tener máximo efecto en la restricción del brote, según la recomendación del Grupo de Expertos en Asesoramiento Estratégico (SAGE) en materia de inmunización.

Para los países en riesgo:

  • Los países en riesgo deberían seguir colaborando con los asociados a fin de mejorar su preparación para la detección y gestión de casos importados o autóctonos, así como para el intercambio transparente de información pormenorizada sobre casos sospechosos, según se estipula en el Reglamento Sanitario Internacional (2005), y para el intercambio de muestras de laboratorio de casos sospechosos para someterlos a pruebas de confirmación, de conformidad con las normas y orientaciones de la OMS.
  • Los países deberían seguir rastreando los desplazamientos de la población y las pautas sociológicas que pueden predecir el riesgo de propagación de la enfermedad.
  • Deberían mantenerse las comunicaciones de riesgos y la colaboración comunitaria, especialmente en los puntos de entrada.

    Para todos los países:

  • Como se ha recomendado previamente, ningún país debería cerrar sus fronteras o imponer restricciones a los viajes y el comercio.
  • El Comité estima que no es necesario realizar cribados de entrada en los aeropuertos u otros puertos de entrada situados fuera de la región.

El Comité hizo hincapié en la importancia del apoyo continuado por parte de la OMS y otros asociados nacionales e internacionales para lograr la aplicación eficaz de las presentes recomendaciones y su seguimiento.

Con arreglo a este asesoramiento, los informes presentados por el Estado Parte afectado y la información disponible en estos momentos, el Director General aceptó la evaluación del Comité y el 12 de febrero 2020 declaró que el brote de ebola de la República Democrática del Congo sigue siendo una emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII).

El Director General refrendó el asesoramiento del Comité y lo publicó como recomendaciones temporales en virtud del RSI (2005) para reducir la propagación internacional del ebola, con efecto a partir del 12 de febrero de 2020. El Director General dio las gracias a los miembros y asesores del Comité por su asesoramiento y les pidió que revaluaran la situación en un plazo de dos meses o antes, de ser necesario.