Declaración del 18 de octubre de 2019 sobre la reunión del Comité de Emergencias del Reglamento Sanitario Internacional (2005) en relación con la enfermedad por el virus del Ebola en la República Democrática del Congo

18 de octubre de 2019
Declaración
Ginebra

La reunión del Comité de Emergencias convocada por el Director General de la OMS en virtud del Reglamento Sanitario Internacional (RSI) (2005) para examinar el brote activo de enfermedad por el virus del Ebola(EVE) en la República Democrática del Congo tuvo lugar el viernes 18 de octubre de 2019, de las 12.00 horas a las 16.00 horas, horario de Ginebra (hora de Europa Central).

Deliberaciones de la reunión

Los miembros y asesores del Comité de Emergencias se reunieron por teleconferencia.

El Director General dio la bienvenida al Comité y le agradeció su apoyo. A continuación cedió la palabra al Presidente, Dr. Robert Steffen.

El Dr. Steffen dio también la bienvenida al Comité y cedió la palabra a la Secretaría.

Los representantes del Departamento Jurídico y el Departamento de Conformidad, Gestión de Riesgos y Ética informaron a los miembros del Comité sobre sus funciones y responsabilidades.

Se recordó a los miembros del Comité su deber de confidencialidad y su obligación de divulgar las conexiones personales, financieras o profesionales de las que pudiera considerarse que constituyen un conflicto de intereses. Se consultó a cada miembro presente y se estimó que no había ningún conflicto de interés que fuera pertinente para la reunión.

Seguidamente, el Presidente pasó revista al orden del día de la reunión e introdujo a los ponentes.

Los representantes del Ministerio de Salud de la República Democrática del Congo, la República Unida de Tanzanía y la República de Uganda, así como el Coordinador de las Naciones Unidas para la Respuesta de Emergencia al Ebola y la Secretaría de la OMS, presentaron sus ponencias.

Se examinó la situación actual en la República Democrática del Congo. Al 13 de octubre de 2019, se habían notificado en total 3228 casos (3114 confirmados y 114 probables), entre los que se cuentan 2123 víctimas mortales (tasa de letalidad del 66%). En los 21 días transcurridos entre el 23 de septiembre y el 13 de octubre, el número de áreas sanitarias afectadas se ha reducido: se notifican nuevos casos en 22 áreas sanitarias y en 10 zonas sanitarias, principalmente Mandima, Mambasa y Kalunguta. En estos momentos la epidemia se concentra en la zona sanitaria de Mandima, del área sanitaria de Biakato Mine. Entre las prioridades para la respuesta se incluye la aplicación de un enfoque multimodal.

El representante de Uganda hizo hincapié en los esfuerzos de su país por vacunar a los trabajadores sanitarios y reforzar los equipos sanitarios comunitarios de las aldeas en los distritos en riesgo con el fin de mejorar la vigilancia comunitaria. Asimismo, se refirió a los enfoques para atender rápidamente a los casos de EVE en junio de 2019 y subrayó los esfuerzos por fortalecer la preparación siguiendo las indicaciones del equipo de tareas nacional de preparación para la EVE. Cabe señalar que el sistema de vigilancia de Uganda detectó numerosas alertas de casos sospechosos de EVE, gracias a los análisis de más de 1000 muestras procedentes de todo el país para detectar fiebres hemorrágicas víricas. Entre esas muestras, se detectaron 4 casos confirmados de ebola, 16 de fiebre hemorrágica de Crimea-Congo y 8 de fiebre del Valle del Rift. Además, se mantuvo una sólida colaboración transfronteriza gracias al cribado periódico en pasos fronterizos terrestres y en los principales aeropuertos internacionales, lo que permitió el seguimiento temprano de contactos de alto riesgo a los que se les había perdido la pista y que se habían desplazado de la República Democrática del Congo a Uganda.

El representante de Tanzanía presentó información actualizada sobre los esfuerzos de preparación en su país, que se iniciaron en septiembre de 2018 y aún continuaban, a través del plan para contingencias contra el ebola, dirigido por el equipo de tareas nacional. Se identificaron diez regiones de alto riesgo, a las que se ofreció apoyo para fortalecer el cribado transfronterizo y aumentar la concienciación en los centros de salud; garantizar la disponibilidad de equipo de protección personal, especialmente para los trabajadores sanitarios; dar a conocer la enfermedad entre la población a través de una línea directa gratuita; fortalecer el sistema de vigilancia; y adquirir más de 2700 equipos de protección personal. Se distribuyeron termoescáneres en puntos de entrada prioritarios, dado el carácter poroso de las fronteras, que cada semana atraviesan más de 700 viajeros procedentes de la República Democrática del Congo. Desde agosto de 2018 hasta la fecha, se han notificado 29 alertas de casos sospechosos de ebola, y se han analizado 17 muestras, que han arrojado resultados negativos en las pruebas del ebola (dos de ellas en septiembre de 2019). Tanzanía seguía realizando ejercicios de simulación en cinco de sus 10 regiones.

La Secretaría de la OMS aportó información pormenorizada sobre la última evaluación de riesgos, que siguen siendo muy altos en el ámbito nacional y regional, pero se mantienen bajos en el plano mundial. En las últimas semanas, la incidencia de casos de EVE se ha reducido constantemente: 15 nuevos casos confirmados, notificados en las provincias de Kivu del Norte e Ituri durante la última semana epidemiológica (7-13 de octubre), en comparación con los 128 casos semanales confirmados que se notificaban en el punto álgido del brote, en abril de 2019. La ubicación de los puntos críticos ha cambiado de entornos urbanos a comunidades más rurales e inaccesibles, en una zona geográfica más concentrada. En estos momentos son 10 las zonas sanitarias afectadas, que presentan problemas de seguridad importantes. Cuando se suspenden las actividades de respuesta, aumenta la probabilidad de que queden casos sin notificar, y la posibilidad de que la enfermedad se propague a nuevas zonas. Además, la persistencia de la transmisión en zonas remotas de difícil acceso puede dar lugar a cadenas de transmisión que no se detectan.

La estrategia de vacunación en anillo está demostrando ser eficiente y arroja buenos resultados. Se pasó revista a los problemas relacionados con el suministro de vacunas. Dada la incertidumbre de la evolución de la epidemia, los suministros actualmente disponibles deberían gestionarse con cuidado. Además, la Secretaría había acogido con agrado la puesta en marcha en Uganda de estudios sobre la vacuna de Johnson y Johnson y el inicio inminente de estudios similares en la República Democrática del Congo, además de seguir los progresos de otras vacunas candidatas.

El Coordinador de las Naciones Unidas para la Respuesta de Emergencia al Ebola presentó información actualizada sobre la situación y los esfuerzos por mantener un entorno propicio para mejorar el acceso y la aceptación de la respuesta al ebola en las comunidades. Insistió una vez más en la necesidad de impulsar la colaboración y acceso comunitario en todas las zonas, mejorar la colaboración multisectorial y aumentar los recursos humanos y financieros. La falta de seguridad sigue siendo el punto más preocupante y se hace todo lo posible por mejorar la situación. Es necesario prestar atención a los lugares donde no se ha podido intervenir y a la calidad de las intervenciones. Una de las principales prioridades es identificar las zonas a las que el virus podría migrar y protegerlas.

La Secretaría de la OMS también informó al Comité sobre los progresos logrados en las actividades de preparación en los nueve países vecinos (prioridad 1: Burundi, Rwanda, Sudán del Sur y Uganda; y prioridad 2: Angola, República del Congo, República Centroafricana, Tanzanía y Zambia). Se están aplicando hojas de ruta bilaterales para la coordinación transfronteriza entre la República Democrática del Congo y los países de prioridad 1. El 21 de octubre de 2019 se celebrará una reunión ministerial de alto nivel en Goma (República Democrática del Congo) para reforzar la alineación y la coordinación de la vigilancia transfronteriza en los nueve países vecinos de alto riesgo. Uno de los principales problemas es la falta de financiación para la preparación, especialmente en los países de prioridad 2. De los USD 66,6 millones necesarios para los nueve países, solo se cuenta con la promesa de USD 4,5 millones. Se subrayó la importancia de cumplir los requisitos de notificación establecidos en el RSI y de verificar las alertas, en particular con respecto a la transparencia y el intercambio oportuno de información de salud pública.

Contexto y debates

El Comité elogió la respuesta hasta la fecha, bajo el liderazgo del Ministerio de Salud de la República Democrática del Congo, y agradeció los progresos logrados gracias a la comisión de coordinación multisectorial establecida en julio de 2019. El apoyo prestado por la OMS, los organismos de las Naciones Unidas, las ONG y otros asociados también ha contribuido a limitar la propagación y los efectos de este virus en un contexto difícil en muchas zonas de la República Democrática del Congo. El Comité alabó en particular el coraje y compromiso de todos los trabajadores de primera línea.

Si bien el Comité encomió los esfuerzos de los países vecinos por fortalecer la preparación, sigue profundamente preocupado por la falta de apoyo económico sostenido para esas actividades.

El Comité observó con agradecimiento que el cumplimiento por todos los Estados de la recomendación de la OMS de mantener las fronteras abiertas y los viajes aéreos significaba que las operaciones podían continuar y que las economías de la zona no sufrían daños por el cierre de fronteras.

Ahora bien, el Comité manifestó su preocupación por el hecho de que, un año después de iniciado el brote, los problemas de acceso y de falta de seguridad sobre el terreno pueden entorpecer los esfuerzos finales por eliminar el virus en las comunidades rurales.

Conclusiones y recomendaciones

En opinión del Comité, este brote sigue constituyendo una emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII) con arreglo al RSI (2005).

El Comité presentó el siguiente asesoramiento al Director General para que lo publicara como recomendaciones temporales en virtud del RSI (2005).

Para los países afectados:

  • Mantener el compromiso político y el enfoque de coordinación multisectorial ante la respuesta y extender ese compromiso a zonas concretas y los puntos críticos del brote.
  • Seguir mejorando la aceptación, el acceso y las condiciones de seguridad para ofrecer un entorno propicio a todos los asociados en la respuesta con el fin de apoyar las operaciones de salud pública en tanto que plataforma esencial para acelerar los esfuerzos en la lucha contra la enfermedad.
  • Seguir fortaleciendo la estrategia, la capacidad, la aplicación y la coordinación para mejorar la concienciación y colaboración comunitarias, especialmente en los actuales puntos críticos y sus inmediaciones.
  • Proseguir con los cribados transfronterizos y en las principales carreteras interiores, centrándose especialmente en las rutas que conectan con zonas de transmisión.
  • Acelerar la adopción de medidas integrales para la vigilancia activa de casos y de muertes inexplicadas en todas las zonas, para lo que se prestará especial atención a la detección de todas las cadenas de transmisión en los puntos críticos y se seguirá realizando la secuenciación genética en tiempo real de todos los nuevos casos confirmados.
  • Seguir aplicando estrategias de vacunación óptimas que hayan demostrado tener máximo efecto en la restricción del brote, según la recomendación del Grupo de Expertos en Asesoramiento Estratégico (SAGE) en materia de inmunización.
  • Fortalecer las medidas para evitar las infecciones nosocomiales, por ejemplo: cartografiar de forma sistemática los centros de salud, centrarse en las intervenciones de prevención y control de infecciones (PCI) y mantener el apoyo a dichos centros a través de supervisión y seguimiento sostenidos.
  • Fortalecer la preparación en las provincias de la República Democrática del Congo que no estén afectadas, y en general fortalecer el sistema sanitario en todo el país para responder a emergencias sanitarias simultáneas, como la epidemia actual de sarampión.

Para los países en riesgo:

  • Los países en riesgo deberían colaborar urgentemente con los asociados con objeto de mejorar su preparación en la detección y tratamiento de casos importados o autóctonos, así como en el intercambio transparente de información pormenorizada sobre casos sospechosos, según se estipula en el Reglamento Sanitario Internacional (2005), y el intercambio de muestras de laboratorio de casos sospechosos para pruebas de confirmación, de conformidad con las normas y orientaciones de la OMS.
  • Los países deberían seguir rastreando los desplazamientos de la población y las pautas sociológicas que pueden predecir el riesgo de propagación de la enfermedad.
  • Deberían incrementarse las comunicaciones de riesgos y la colaboración comunitaria, especialmente en los puntos de entrada.
  • Los países en riesgo deberían seguir concediendo autorizaciones para medicamentos y vacunas experimentales, como prioridad inmediata para la preparación.

Para todos los Estados:

  • Ningún país debería cerrar sus fronteras o imponer restricciones a los viajes y el comercio. Dichas medidas normalmente se aplican por temor, pero no tienen base científica. Impulsan el desplazamiento de personas y mercancías hacia pasos fronterizos no oficiales y sin vigilancia, lo que incrementa la posibilidad de propagación de la enfermedad. Y lo que es más importante, esas restricciones pueden también comprometer las economías locales y afectar negativamente a las operaciones de respuesta desde el punto de vista de la seguridad y la logística.
  • Las autoridades nacionales deberían colaborar con las líneas aéreas y otros sectores del transporte y el turismo para asegurarse de que no aplican con excesivo celo los consejos de la OMS sobre el tráfico internacional.
  • El Comité estima que no es necesario realizar cribados de entrada en los aeropuertos u otros puertos de entrada situados fuera de la región.

El Comité hizo hincapié en la importancia del apoyo continuado por parte de la OMS y otros asociados nacionales e internacionales para lograr la aplicación eficaz de estas recomendaciones y su seguimiento.

Con arreglo a este asesoramiento, los informes presentados por el Estado Parte afectado y la información disponible en estos momentos, el Director General aceptó la evaluación del Comité y el 18 de octubre de 2019 declaró que el brote de ebola de la República Democrática del Congo seguía siendo una emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII).

El Director General refrendó el asesoramiento del Comité y lo publicó como recomendaciones temporales en virtud del RSI (2005) para reducir la propagación internacional del ebola, con efecto a partir del 18 de octubre de 2019. El Director General dio las gracias a los miembros y asesores del Comité por su asesoramiento y les pidió que revaluaran la situación en un plazo de tres meses.