UNICEF/Schermbrucker
A couple attends HIV testing and counseling, Malawi.
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Tricomoniasis

25 de noviembre de 2024

Datos y cifras

  • La tricomoniasis es una infección de transmisión sexual (ITS) común entre las mujeres en edad de procrear causada por el protozoo Trichomonas vaginalis.
  • Se trata de una enfermedad tratable y curable. 
  • En 2020, hubo aproximadamente 156 millones de casos nuevos de infección por T. vaginalis entre personas de 15 a 49 años.
  • En las mujeres, la tricomoniasis es una causa común de flujo vaginal y cursa con desenlaces adversos en el parto, a la vez que supone un mayor riesgo de enfermedad inflamatoria pélvica.
  • La infección por T. vaginalis también comporta un mayor riesgo de contraer el VIH.

      Panorama general

      Trichomonas vaginalis es un protozoo de transmisión sexual prevenible y curable que infecta el aparato genitourinario.

      Más del 50 % de las mujeres con infección por Trichomonas vaginalis presentan flujo vaginal y alrededor del 10 % de los hombres tienen uretritis o secreción uretral.

      El uso correcto y sistemático de preservativos durante las relaciones sexuales puede prevenir la enfermedad.

      Alcance del problema

      Trichomonas vaginalis es el causante de la ITS no vírica más común. Se estima que en 2020 se produjeron 156 millones de nuevos casos de infección por T. vaginalis entre personas de 15 a 49 años en todo el mundo (73,7 millones en mujeres y 82,6 millones en hombres).

      Aproximadamente un tercio de las nuevas infecciones en este grupo de edad se producen en la Región de África de la OMS, seguida de la Región de las Américas.

      Transmisión

      Las personas sexualmente activas pueden contraer tricomoniasis al tener relaciones sexuales sin preservativo con una pareja que tenga tricomoniasis.

      Síntomas

      La infección por tricomoniasis en las mujeres puede ser sintomática o asintomática. El flujo vaginal es el principal síntoma que pueden presentar las mujeres, y puede ir acompañado de prurito, dolor al orinar y dolor durante las relaciones sexuales. En los hombres, la mayoría de las infecciones son asintomáticas, pero algunos experimentan secreción en el pene o dolor al orinar.

      Las mujeres sintomáticas pueden presentar flujo vaginal, que puede tener aspecto purulento. Otros síntomas son enrojecimiento y dolor vaginales. Además, la persona infectada puede sentir dolor durante las relaciones sexuales y la micción. En las mujeres, cuando T. vaginalis está presente, el examen con espéculo realizado por el prestador de atención de salud revela la presencia de una secreción en la vagina.

      Los hombres suelen ser asintomáticos, pero algunos experimentan secreción uretral/uretritis, o irritación del pene.

      Prevención

      La tricomoniasis es una afección prevenible.

      El método más eficaz para prevenir la transmisión por contacto sexual de la tricomoniasis y otras ITS es el uso constante y correcto de preservativos.

      Las personas con diagnóstico de tricomoniasis deberían informar al respecto a sus parejas sexuales para prevenir nuevas infecciones. Si eso no es posible, deben solicitar apoyo a su proveedor de atención de salud para notificárselo a sus parejas sexuales.

      Diagnóstico

      Los proveedores de atención de la salud analizarán el historial médico y sexual del paciente y llevarán a cabo un examen genital, incluido un examen con espéculo y una palpación, a fin de poder reunir pistas importantes que les permitan llegar a un diagnóstico clínico. Entre las opciones de diagnóstico figuran la microscopia de frotis y las pruebas moleculares o de antígenos. Entre estas últimas están las pruebas de amplificación de ácidos nucleicos (PAAN), que en algunos entornos se consideran las pruebas de referencia para el diagnóstico de T. vaginalis. Se pueden realizar en el laboratorio. Las muestras vaginales o endocervicales son el tipo de muestra preferido para las pruebas de diagnóstico.

      En muchos entornos de atención primaria de salud donde no se dispone de capacidad diagnóstica para detectar T. vaginalis, se recomienda un enfoque sindrómico para el abordaje de los casos.

      Si hay infección por T. vaginalis (o flujo vaginal), se recomienda realizar pruebas para detectar otras infecciones de transmisión sexual (como la infección por el VIH y la sífilis), así como notificar a la o las parejas sexuales.

      Tratamiento

      La tricomoniasis puede tratarse y curarse.

      El mejor tratamiento es el antibiótico metronidazol o tinidazol. Aunque la resistencia es poco común, el tratamiento fracasa en una pequeña proporción de casos. Existen varios tratamientos de segunda línea, que deben ser prescritos por profesionales de la salud.

      Las mujeres que solicitan atención por flujo vaginal anómalo, y a las que se atiende con arreglo al enfoque sindrómico, reciben tratamiento contra la vaginosis bacteriana, la candidiasis y la tricomoniasis. El metronidazol está indicado tanto en la vaginosis bacteriana como en la tricomoniasis, mientras que los antifúngicos tópicos o por vía oral están indicados en la candidiasis.

      Recomendaciones para el tratamiento de la infección por Trichomonas vaginalis, Mycoplasma genitalium o Candida albicans, la vaginosis bacteriana y el papilomavirus humano (verrugas anogenitales) (en inglés)

      Posibles complicaciones

      Desenlaces perinatales

      La infección por T. vaginalis no tratada cursa con desenlaces adversos en el parto, como bajo peso al nacer, parto prematuro y ruptura prematura del saco amniótico. Aunque es poco común, puede producirse la transmisión perinatal de T. vaginalis de madre a hijo, lo que da lugar a infecciones vaginales y respiratorias en los recién nacidos.

      Transmisión del VIH

      Las infecciones por T. vaginalis conllevan un riesgo 1,5 veces mayor de contraer el VIH.

      Respuesta de la OMS

      Las estrategias mundiales del sector de la salud contra el VIH, las hepatitis víricas y las infecciones de transmisión sexual para el periodo 2022-2030 de la OMS tienen como objetivo reducir en un 50 % los nuevos casos de tricomoniasis para 2030. La OMS colabora con los países y los asociados para mejorar los métodos de control de los casos de ITS centrados en las personas, promover recomendaciones de tratamiento adecuadas y aplicar estrategias eficaces de pruebas de diagnóstico y servicios asociados.

      La OMS también apoya el desarrollo de opciones de diagnóstico y tratamiento accesibles y asequibles de alta calidad, así como los avances en el desarrollo de vacunas. Además, la OMS se centra en mejorar la vigilancia de las nuevas infecciones a nivel nacional y mundial.

      Aunque T. vaginalis no presenta mucha resistencia a los antimicrobianos, la OMS vigila muy de cerca las pautas de posible resistencia a los antimicrobianos de este microorganismo patógeno para fundamentar las recomendaciones de tratamiento y las políticas nacionales.

      En 2024 la OMS publicó unas recomendaciones para el tratamiento de las infecciones por Trichomonas vaginalis, Mycoplasma genitalium o Candida albicans, la vaginosis bacteriana y el papilomavirus humano (en inglés) para ofrecer recomendaciones clínicas y prácticas basadas en la evidencia sobre el tratamiento de las personas con infección por Trichomonas vaginalis