Paludismo
El África subsahariana soporta la mayor carga de paludismo
En 2017 se registraron aproximadamente 219 millones de casos de paludismo en 87 países. El 90% de los casos y de las defunciones se registran en el África subsahariana, pero también se ven afectadas las regiones de la OMS de Asia Sudoriental, el Mediterráneo Oriental y el Pacífico Occidental, mientras que los habitantes de las Américas también corren riesgo de contraer la enfermedad.
Los niños menores de cinco años son particularmente vulnerables
El grupo más vulnerable a la infección palúdica son los niños menores de cinco años. Se calcula que, en 2017, 266 000 niños fallecieron por esta enfermedad antes de cumplir cinco años, una cifra que representa el 61% de las defunciones por la enfermedad en el mundo.
Las embarazadas también corren riesgo
Las embarazadas corren un riesgo considerablemente superior de contraer el paludismo y de sufrir síntomas graves. El paludismo aumenta el riesgo de anemia materna y fetal, muerte intrauterina, aborto espontáneo, bajo peso del neonato y muerte del lactante.
Dormir bajo mosquiteros tratados con insecticidas protege del paludismo
La OMS recomienda que la población que corre riesgo de infectarse por el paludismo utilice mosquiteros tratados con insecticidas, incluso en los lugares donde la transmisión se ha reducido considerablemente. En 2017, cerca de la mitad de las personas que corrían riesgo de contraer el paludismo en el África subsahariana dormían bajo estos mosquiteros, en comparación con el 29% en 2010. Sin embargo, la cobertura ha aumentado solo de forma marginal desde 2015.
La fumigación de interiores con insecticidas de acción residual es la forma más eficaz de reducir rápidamente la transmisión del paludismo.
La fumigación de interiores con insecticidas de acción residual (FIAR) consiste en rociar el interior de las estructuras de las viviendas con un insecticida, normalmente una o dos veces al año. A nivel mundial, la protección mediante FIAR disminuyó de un máximo del 5% en 2010 al 3% en 2017 en todas las regiones de la OMS.
El diagnóstico precoz y el tratamiento oportuno del paludismo evita muertes
El diagnóstico y el tratamiento tempranos del paludismo atenúan la incidencia de la enfermedad, reducen sus efectos mortales y contribuyen a prevenir su transmisión. Las pruebas diagnósticas y el tratamiento no se deberían considerar solamente una parte de la lucha antipalúdica, sino un derecho fundamental de todas las poblaciones que corren riesgo.
La carga mundial de paludismo continúa concentrándose, sobre todo, en un pequeño grupo de países
En 2017, 11 países —10 países del África subsahariana y la India— abarcaban alrededor del 70% de los casos y defunciones por paludismo. En los 10 países africanos con más morbimortalidad por la enfermedad se registraron cerca de 3,5 millones de casos más en 2017 que en el año anterior. El paludismo puede llevar a las familias y las comunidades a una espiral descendente de pobreza y afecta de forma desproporcionada a las personas marginadas de escasos recursos que no pueden pagar su tratamiento o que tienen poco acceso a los servicios sanitarios.
Algunos países están agilizando sus progresos para que no haya ningún caso de paludismo
Aunque los progresos mundiales de la lucha antipalúdica se han estabilizado, algunos países que soportan una carga baja se acercan rápidamente a la eliminación. De acuerdo con el último Informe mundial sobre el paludismo de la OMS, el número de países con menos de 100 casos de paludismo autóctono —un claro indicador de que se puede lograr la eliminación— pasó de 15 en 2010 a 26 en 2017. Desde 2018, se ha certificado que cuatro países (Argelia, Argentina, Paraguay y Uzbekistán) están libres de paludismo.
La amenaza inmediata de la resistencia a los antipalúdicos es baja
A pesar de la multirresistencia presente en el Gran Mekong, se continúa observando una tendencia a la disminución de los casos y defunciones por paludismo en los países de esta subregión. Por el momento, se dispone de opciones terapéuticas eficaces para todos los parásitos que transmiten la enfermedad detectados en todo el mundo y, globalmente, la amenaza inmediata de la resistencia a los antipalúdicos es baja.
La resistencia a los insecticidas está más extendida
De los 80 países afectados por el paludismo que proporcionaron datos para el periodo 2010-2017, en 68 se detectaron resistencias en uno de los vectores al menos a una de las cuatro clases de insecticidas. La resistencia a los piretroides, la única clase de insecticidas utilizada actualmente para impregnar mosquiteros, se ha extendido. Sin embargo, de acuerdo con una amplia evaluación realizada en varios países y coordinada por la OMS, los mosquiteros tratados con insecticidas continúan siendo una herramienta eficaz para prevenir la enfermedad, incluso en las zonas donde los mosquitos son resistentes a los piretroides.