Una guía de las orientaciones de la OMS

17 de julio de 2020

Hay mucha información sobre cómo deben responder los gobiernos, los profesionales de la salud y el público en general a la pandemia de COVID-19. La OMS ha publicado orientaciones y consejos en cada una de las etapas. 

Durante las emergencias sanitarias como la pandemia de COVID-19, una de las funciones más importantes de la OMS consiste en reunir datos e investigaciones de todo el mundo, evaluarlos y, a continuación, asesorar a los países sobre cómo responder.

Los equipos de la OMS trabajan con expertos de todo el mundo para elaborar esas orientaciones. Juntos, los expertos examinan informes, estudios y presentaciones de los países, analizan las tendencias, consultan a otros grupos de expertos y, a continuación, llegan a un acuerdo sobre el enfoque más adecuado. Las orientaciones están destinadas a los dirigentes del ámbito de la salud que se encargan de adaptar la información a su país y a su contexto. A medida que surgen nuevos conocimientos científicos, los documentos se actualizan.

Desde enero de 2020, la OMS ha publicado más de 100 documentos sobre la COVID-19. De ellos, más de la mitad son orientaciones técnicas detalladas sobre cómo encontrar y hacer pruebas a los casos, cómo proporcionar una atención adecuada y en condiciones de seguridad a los pacientes en función de su gravedad, cómo localizar y poner en cuarentena a los contactos, cómo prevenir la transmisión de una persona a otra, cómo proteger a los trabajadores de la salud y cómo ayudar a las comunidades a responder de la manera adecuada.

Transmitir la información a la población

La OMS utiliza múltiples plataformas para hacer llegar las orientaciones a las población, además de publicarlas en línea y compartirlas directamente a través de redes. Proporciona, además, recursos y actualizaciones periódicas para quienes trabajan en los sectores profesionales. Los equipos de la OMS vigilan las redes sociales y trabajan con las empresas tecnológicas para adelantarse a las posibles oleadas de desinformación. 

La OMS celebra periódicamente conferencias de prensa virtuales desde su sede en Ginebra y sus seis oficinas regionales en todo el mundo.

En julio de 2020, más de 3,7 millones de personas ya se habían inscrito en la plataforma OpenWHO, que cuenta con más de 100 cursos gratuitos en línea sobre la COVID-19 en 31 idiomas, algunos de ellos para los trabajadores de la salud y otros profesionales de primera línea.

A continuación se presenta un resumen de algunos de los documentos que la OMS ha elaborado sobre la COVID-19 y se explica cómo pueden utilizarse. 

Preparación ante un brote

La OMS lleva muchos años colaborando con los países en la preparación ante una pandemia y ha publicado orientaciones para ayudar a todos los países a estar preparados y dispuestos a la acción en caso de futuros brotes. 

Para los países en los que los recursos son escasos o en los que existe el riesgo de sobrecargar un sistema de salud frágil, la OMS ha publicado orientaciones sobre la preparación y la respuesta a la COVID-19 en entornos humanitarios y de escasas capacidades

Es fundamental crear la capacidad de encontrar, aislar, hacer pruebas, supervisar y atender con seguridad a los pacientes de COVID-19. Para ese fin, la OMS ha publicado un manual práctico y un curso en línea en el que se detalla cómo instalar y gestionar un centro de tratamiento de infecciones respiratorias agudas graves. En el manual se abarca desde el distanciamiento en las zonas de espera hasta la ventilación, el uso racional de los equipos de protección personal y el uso recomendado de superficies transparentes. La OMS también ha facilitado orientaciones detalladas para ayudar al personal médico a atender a los pacientes con COVID-19.

La vida durante un brote

La OMS ha esbozado unas orientaciones detalladas sobre la forma de encontrar y hacer pruebas a los casos durante las diferentes fases de la pandemia. Además de localizar los casos, es fundamental rastrear a sus contactos para seguir y romper las cadenas de transmisión de la COVID-19. La OMS proporciona orientaciones técnicas sobre la localización de contactos, en las que se explica quién constituye un contacto, cómo identificarlos y cuál es la mejor manera de monitorear su estado durante la cuarentena.

Cuando los sistemas de salud están desbordados, aumentan drásticamente tanto las muertes directas por el brote como las muertes por enfermedades tratables y prevenibles con vacunas. Los países deben tomar decisiones difíciles a fin de equilibrar las exigencias de la respuesta a la COVID-19 con la necesidad de mantener la prestación de los servicios de salud para quienes padecen otras enfermedades. La OMS dispone de orientaciones y de una lista de medidas que los países deben contemplar para mantener el acceso a servicios de salud esenciales y de alta calidad para todos.

Es posible que las lesiones físicas sean más visibles que las mentales, pero una pandemia puede acarrear también enormes efectos adversos para la salud mental de las personas. En el folleto sobre los servicios de salud mental durante la COVID-19 se incluyen los antecedentes y las explicaciones de por qué es crucial mantener los servicios en este ámbito para evitar una segunda emergencia de salud mundial. Se ofrecen sugerencias para ayudar a quienes puedan estar sufriendo, en particular a los que forman parte de grupos de población vulnerables, como los trabajadores sanitarios de primera línea y la población de edad avanzada.  

Manejo y control de un brote

A medida que algunos países comienzan a plantearse levantar las restricciones, es importante que tengan acceso a toda la información necesaria para garantizar que dichos cambios son seguros y se gestionan adecuadamente. La OMS ha proporcionado orientación sobre cuándo y cómo adaptar las medidas sociales y de salud pública a gran escala

Asimismo, la OMS ha publicado una lista de consideraciones que deben tenerse en cuenta al decidir sobre la reapertura de las escuelas. Ahí se plantea una serie de preguntas que los países deben responder antes de determinar la situación de los centros de enseñanza. Se ha publicado un documento similar sobre las medidas de salud en los lugares de trabajo.

Se ha elaborado también una guía completa para los entornos urbanos densamente poblados, en la que se enumeran los pasos para prepararse y responder a un posible brote de COVID-19. En esas orientaciones se incluyen ejemplos reales de ciudades de todo el mundo que han hecho los cambios necesarios en su infraestructura en previsión de un brote. 

Reanudación de las actividades durante y después de un brote

La restricción de las grandes aglomeraciones ha contribuido a limitar la propagación del virus. A medida que algunos países empiezan a permitir las concentraciones de nuevo, nunca ha sido más importante mantener la guardia. Los organizadores de actos multitudinarios pueden encontrar en las recomendaciones clave de planificación de la OMS las precauciones y medidas de seguridad necesarias para congregar a grandes multitudes.

Para las reuniones religiosas específicamente, en las que es común el contacto estrecho con otras personas, se han publicado orientaciones en las que se incluyen recomendaciones sobre cómo proceder con las prácticas de culto y de entierros sin que entrañen riesgos para la salud.

Dado que los restaurantes siguen proporcionando alimentos a la población, la inocuidad de los alimentos es de suma importancia. La OMS ha publicado orientaciones en la materia, incluidos el uso de guantes de plástico, el distanciamiento físico y el reparto de comidas. 

El hilo conductor de esas orientaciones técnicas es la necesidad de que los gobiernos tomen decisiones informadas y se las transmitan claramente a sus ciudadanos. Si bien algunas recomendaciones son universales —lavarse las manos, mantener las distancias, quedarse en casa si aparece algún síntoma de COVID-19— otras requieren una respuesta adaptada a contextos específicos. La OMS se ha comprometido a proporcionar a los dirigentes la información que necesitan para tomar las mejores decisiones para sus poblaciones y con sus poblaciones. 

La biblioteca de orientaciones técnicas crece cada semana, a medida que evolucionan los conocimientos científicos. Si las orientaciones se aplican de manera coherente y correcta, es posible que los países no solo aprendan a prevenir los brotes actuales y a responder a ellos, sino que también se doten de los instrumentos necesarios para luchar contra las emergencias sanitarias durante generaciones.

La biblioteca completa de documentos técnicos publicados por la OMS puede consultarse aquí.