Salud sexual y reproductiva de los adolescentes

1 de noviembre de 2019 | Preguntas y respuestas

Según las Orientaciones Técnicas Internacionales sobre Educación en Sexualidad, no hay una fecha mágica para empezar la educación en sexualidad. Incluso los niños en edad preescolar pueden recibir información apropiada para su desarrollo, por ejemplo para que conozcan su cuerpo y para formar su pensamiento sobre la igualdad de género.

 

La edad no constituye una razón médica para negarse a suministrar anticonceptivos. En otras palabras, no hay ninguna razón médica para negar el suministro de métodos anticonceptivos a las adolescentes.

 

Se calcula que, a nivel mundial, una de cada cinco niñas menores de 18 años está casada o en otra forma de unión. En algunos países, sin embargo, la proporción de niñas casadas antes de los 18 años es mayor: una de cada tres.

 

Con el tiempo, la infección por el virus del papiloma humano provoca cáncer del cuello uterino. La administración de la vacuna contra el VPH a las niñas de entre 9 y 13 años previene esta infección y el posterior desarrollo del cáncer del cuello uterino.

En muchos países, es más probable que las chicas adolescentes crean que la violencia está justificada que los chicos adolescentes. Además, en muchos países, es más probable que las chicas y los chicos adolescentes justifiquen la violencia que las mujeres y los hombres adultos.

 

Las complicaciones del embarazo y el parto son la principal causa de muerte entre las chicas de 15 a 19 años en todo el mundo, seguidas de las autolesiones, los traumatismos por accidentes de tránsito, las enfermedades diarreicas y la tuberculosis. Para prevenir los embarazos precoces y los malos resultados reproductivos entre las adolescentes, la OMS recomienda lo siguiente: reducir los matrimonios antes de los 18 años; reducir los embarazos antes de los 20 años; aumentar el uso de métodos anticonceptivos por parte de las adolescentes con riesgo de embarazo no deseado; reducir las relaciones sexuales forzadas entre los adolescentes; reducir los abortos en condiciones poco seguras entre las adolescentes; y aumentar la prestación a las adolescentes de una atención prenatal, del parto y del posparto por parte de profesionales competentes.