Medicina tradicional
28 de noviembre de 2025 | Preguntas y respuestas
Por medicina tradicional se entiende los sistemas codificados o no codificados para la atención de la salud y el bienestar, que comprenden prácticas, competencias, conocimientos y filosofías cuyo origen se halla en contextos históricos y culturales diferentes, que son distintos de la biomedicina y anteriores a esta, y que, con un origen que se basa en la experiencia, evolucionan con la ciencia para utilizarlos en la actualidad. La medicina tradicional hace hincapié en remedios basados en la naturaleza y en enfoques holísticos y personalizados para restablecer el equilibrio de la mente, el cuerpo y el entorno.
Definiciones de medicina tradicional, complementaria e integradora utilizadas en la OMS.
La medicina tradicional, complementaria e integradora se utiliza en 170 países, según un informe de la OMS de 2019.
En la tercera encuesta mundial sobre la medicina tradicional, complementaria e integradora se aporta más información al respecto. El 67 % de quienes respondieron a la encuesta indicaron que entre el 40 % y el 99 % de sus poblaciones utilizaban la medicina tradicional, complementaria e integradora.
Esas cifras subrayan el uso generalizado y variable de este tipo de medicina a escala mundial y ponen de relieve la necesidad de contar con definiciones claras y recopilar datos sólidos que orienten eficazmente la normativa, la reglamentación y la integración de la medicina tradicional en los sistemas de salud.
Durante siglos, el conocimiento tradicional, indígena y ancestral ha sido un recurso integral para la salud en hogares y comunidades, y actualmente sigue siendo una parte importante de la atención de salud en muchas regiones. De los 194 Estados Miembros de la OMS 170 han indicado que utilizan productos fitoterapéuticos, acupuntura, yoga, terapias indígenas y otros sistemas de medicina tradicional. Muchos países reconocen que la medicina tradicional es una valiosa fuente de atención de salud y han tomado medidas para integrar las prácticas, productos y profesionales de la medicina tradicional en sus sistemas nacionales.
Hoy en día, la medicina tradicional se ha convertido en un fenómeno mundial; su demanda va en aumento, ya que los pacientes desean intervenir y participar en mayor medida en su salud y bienestar y buscan una atención de salud más holística y personalizada. Para millones de personas, especialmente las que viven en zonas remotas y rurales, sigue siendo la primera opción en materia de salud y bienestar, puesto que ofrece una atención aceptable culturalmente, cercana y asequible.
Con todo, actualmente menos del 1 % de la financiación de las investigaciones mundiales sobre salud se destina a la medicina tradicional. La falta de inversión en investigación socava los esfuerzos por establecer una sólida base científica.
La labor de la OMS en medicina tradicional responde a las peticiones por los países de evidencias y datos que sirvan de base para políticas y prácticas, normas y reglamentos mundiales que garanticen la seguridad, la calidad y el acceso equitativo a la salud.
En la Declaración de Astaná de 2018 sobre atención primaria de salud se reconoce la necesidad de incluir los conocimientos y tecnologías de la medicina tradicional en la prestación de atención primaria (una piedra angular de los sistemas de salud) en la búsqueda de la salud para todas las personas.
La OMS reconoce la diversidad de prácticas de la medicina tradicional, complementaria e integradora en todos los países del mundo y su contribución a la salud, el bienestar, la atención de la salud centrada en las personas y la cobertura universal de salud. Esta medicina, adecuadamente integrada, puede mejorar los resultados de salud al aumentar la disponibilidad de servicios, especialmente en el nivel de la atención primaria de salud.
La integración de la medicina tradicional, complementaria e integradora en los sistemas nacionales de salud debe hacerse de manera adecuada, efectiva y segura sobre la base de la evidencia científica más reciente. La OMS presta apoyo a los países que desean adoptar prácticas de medicina tradicional a hacerlo de una manera basada en la ciencia para evitar daños a pacientes y lograr una atención de salud segura, eficaz y de calidad. Es crucial contar con un enfoque basado en la evidencia ante la medicina tradicional que siente las bases de la eficacia y la seguridad de los sistemas mediante una validación científica rigurosa, aunque los sistemas se utilicen desde hace tiempo. Ello garantiza la eficacia y la seguridad de los tratamientos y proporciona la evidencia rigurosa necesaria para que la OMS recomiende la medicina tradicional en sus directrices.
Las terapias no medicinales (por ejemplo, el yoga y la acupuntura) suponen una dificultad añadida por su variabilidad en la práctica, lo que hace sumamente difícil, si no imposible, realizar ensayos clínicos controlados aleatorizados. Por tanto, se necesitan esfuerzos concertados para establecer nuevas metodologías que proporcionen evidencias sólidas y dignas de crédito para recomendar el uso de dichas terapias en afecciones de salud concretas.
La OMS presta apoyo a los países para promover el uso seguro, eficaz y centrado en las personas de la medicina tradicional, complementaria e integradora como parte de los esfuerzos por lograr la cobertura universal de salud y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La Estrategia sobre Medicina Tradicional 2025–2034 guía esa labor, centrándose en fortalecer la calidad, la seguridad, el uso adecuado y la integración de la medicina tradicional, complementaria e integradora, partiendo de la evidencia, la innovación y el respeto de la diversidad cultural y la biodiversidad. A fin de seguir respaldando dicha labor, la OMS estableció en 2022 el Centro Mundial de Medicina Tradicional en la India en tanto que centro mundial de conocimientos, innovación y alianzas.
La labor de la OMS en la medicina tradicional, complementaria e integradora se estructura en torno a cuatro ámbitos clave:
- liderazgo: ofrecer orientaciones de ámbito mundial a través de la Estrategia de la OMS sobre Medicina Tradicional 2025–2034, en la que se establecen las aspiraciones y prioridades para los Estados Miembros;
- investigación y datos: una vez establecidas las prioridades en materia de investigación, se revisa la evidencia y se utilizan tecnologías avanzadas para generar datos sólidos que permitan una toma de decisiones fundamentadas en la evidencia;
- normas, reglamentación e integración: elaborar normas internacionales para la terminología, calidad y seguridad de los productos, prácticas y profesionales de la medicina tradicional, complementaria e integradora; prestar apoyo a los países para establecer sistemas regulatorios e integrar la medicina tradicional, complementaria e integradora en los sistemas de salud; y
- alianzas: fomentar la colaboración con las partes interesadas a fin de promover la medicina tradicional, complementaria e integradora en la agenda mundial de salud, movilizar recursos y fortalecer el compromiso político hacia el logro de objetivos comunes.
A través de estos ámbitos, la OMS ayuda a los países a integrar de forma segura y efectiva la medicina tradicional, complementaria e integradora en los sistemas de salud, contribuyendo así a lograr mejores resultados de salud y una atención más inclusiva que tenga en cuenta los aspectos culturales.
En los sistemas de atención de salud, los resultados en materia de seguridad dependen de una combinación de factores como la competencia de los profesionales, la calidad de los productos, la eficacia de la comunicación y un sólido apoyo normativo. En cualquier ámbito de la atención de salud pueden producirse eventos adversos o errores de medicación o la calidad de los productos puede verse comprometida, no por la falta de seguridad de los sistemas en sí, sino porque la seguridad depende de la forma en que se preste la atención.
Tanto la medicina tradicional como la biomedicina tienen establecidos enfoques para promover la seguridad. La medicina tradicional –si se apoya en una capacitación y aseguramiento de la calidad adecuados y en prácticas claras– suele ser una fuente de curación segura y fiable.
Como ocurre en la biomedicina, fortalecer la seguridad del paciente en la medicina tradicional supone también aumentar el entorno general de atención de salud que la rodea. Ello puede incluir mejorar la documentación, apoyar la investigación, garantizar normas de calidad coherentes y establecer sistemas de reglamentación que protejan tanto a los profesionales como a los pacientes. Si se centra en estos factores instrumentales, la medicina tradicional puede seguir contribuyendo de forma segura y eficaz a la salud pública.
La medicina tradicional complementa la biomedicina al ofrecer una atención holística, centrada en la persona y que tiene en cuenta los aspectos culturales. Hace hincapié la prevención y el equilibrio —entre el cuerpo, la mente y el entorno— a la vez que aborda los factores psicosociales y relacionados con el modo de vida que a menudo se pasan por alto en el tratamiento convencional. Terapias como la acupuntura, la fitoterapia y el yoga se utilizan cada vez más junto con intervenciones biomédicas para aliviar el dolor, reducir los efectos secundarios y mejorar la calidad de vida en las afecciones crónicas.
En muchas comunidades, la medicina tradicional ofrece una atención fiable y accesible en ámbitos en que los servicios biomédicos son limitados. Integrar en los sistemas de salud una medicina tradicional segura y fundamentada en la evidencia permite ampliar la atención primaria y fortalece la equidad, mientras que la colaboración entre los profesionales de la biomedicina y de la medicina tradicional, complementaria e integradora fomenta la confianza y la coordinación en la atención. El estudio científico de la medicina tradicional puede además desembocar en nuevos conocimientos terapéuticos, generando sinergias que mejoran los resultados y ofrecen una atención de salud verdaderamente integral.
Muchos países tienen un patrimonio largo y rico de medicinas tradicionales integrado en sus sistemas nacionales de prestación de servicios de salud en diversos grados. Una dificultad habitual es el monitoreo de la seguridad de los productos de la medicina tradicional, especialmente el establecimiento de sistemas de farmacovigilancia de sus productos.
Dado el uso generalizado de la medicina tradicional en todo el mundo, monitorear su seguridad es un ámbito de trabajo importante y prioritario. La OMS alienta a los países a establecer sistemas integrados de farmacovigilancia, en caso de no tenerlos, tanto para los productos farmacéuticos convencionales como para los productos de la medicina tradicional, complementaria e integradora.
En términos generales, los productos y prácticas de la medicina tradicional, complementaria e integradora están sujetos al mismo escrutinio (regulación, seguridad y control de calidad) que los productos farmacéuticos; 124 Estados Miembros de la OMS han aprobado leyes o reglamentos sobre productos fitoterapéuticos.
Para apoyar a los países, la OMS ha publicado varias directrices sobre la calidad, seguridad y eficacia de la fitoterapia:
- WHO guidelines on selection of substances of herbal origin for quality control of herbal medicines (en inglés)
- Quality control methods for herbal materials (en inglés)
- WHO guidelines on assessing quality of herbal medicines with reference to contaminants and residues (en inglés)
- WHO guidelines on good manufacturing practices for herbal medicines (en inglés)
- Directrices de la OMS sobre buenas prácticas agrícolas y de recolección de plantas medicinales
Alrededor del 40 % de los productos farmacéuticos actuales se basan en productos naturales y gracias a la medicina tradicional se han obtenido medicamentos innovadores. La medicina tradicional ha contribuido a descubrimientos médicos innovadores y hay una larga historia de fitoterapia que se traduce en tratamientos eficaces para las afecciones de salud.
El descubrimiento de la aspirina se basó en formulaciones de la medicina tradicional utilizando la corteza del sauce; la píldora anticonceptiva se desarrolló a partir de las raíces de la planta ñame silvestre; y varios tratamientos contra el cáncer infantil arrancan de la planta vicapervinca. La investigación sobre la artemisinina para el control del paludismo, galardonada con el premio Nobel, se inició revisando antiguos textos de medicina china. El descubrimiento de la vacuna contra la viruela, que llevó a la erradicación de la enfermedad, se inspiró en antiguas prácticas de inoculación utilizadas en comunidades de todo el mundo.
La modernización rápida y notable de la forma de estudiar la medicina tradicional puede contribuir a que el potencial y los resultados prometedores de la medicina y la sabiduría tradicionales den sus frutos para la salud y el bienestar. Inspirándose en los usos tradicionales pueden descubrirse nuevos medicamentos clínicamente eficaces utilizando métodos de investigación como la etnofarmacología y la farmacología inversa.
La aplicación de tecnologías modernas en la salud y la medicina puede abrir nuevas fronteras de conocimiento sobre la medicina tradicional. La inteligencia artificial ha supuesto un cambio de paradigma, revolucionando el estudio y la práctica de los sistemas de curación tradicionales. Los algoritmos avanzados y las capacidades de aprendizaje automático de la inteligencia artificial pueden permitir a los investigadores explorar los amplios conocimientos médicos tradicionales, localizar las evidencias y detectar tendencias difíciles de descubrir en otra época.