Diez momentos clave para la salud mundial en 2021

Diez momentos clave para la salud mundial en 2021

20 de diciembre de 2021

Ha sido un año de esfuerzos colosales en el ámbito de la salud mundial.

Los países han luchado contra la COVID-19, que se ha cobrado (en inglés) más vidas en 2021 que en 2020, mientras luchaban por mantener en funcionamiento los demás servicios de salud.

Los trabajadores sanitarios y asistenciales han asumido la mayor parte de estos esfuerzos, pero a menudo han recibido poco reconocimiento o recompensa.   

Se han desplegado vacunas, pruebas y tratamientos contra la COVID-19 que salvan vidas, pero dicho despliegue se ha producido de forma abrumadora en los países más ricos, lo que ha dejado a muchas poblaciones sin protección, especialmente en los países de ingresos más bajos. 

En otros ámbitos de la salud, desde la diabetes hasta la demencia, se han producido tanto retrocesos como éxitos duramente conseguidos.

A continuación presentamos los 10 aspectos más destacados a nivel mundial de 2021, entre los que se incluyen algunos temas que quizás haya pasado por alto: 

 

Innovación e inequidades en la respuesta a la COVID-19

Las inequidades en el acceso a las herramientas de salud se han puesto aún más de manifiesto este año.

Se han administrado más de 8000 millones de dosis de vacunas contra la COVID-19 en todo el mundo, pero a finales de noviembre solo uno de cada cuatro trabajadores de la salud africanos estaba plenamente vacunado (en inglés). Apenas un 0,4% de las pruebas a nivel mundial se han realizado en países de ingresos bajos.

Al impulsar los esfuerzos por poner fin a la pandemia de COVID-19, la OMS ha liderado la lucha por la equidad. Hemos establecido metas de vacunación a nivel mundial y hemos hecho hincapié en que la prioridad en cada país, y a nivel mundial, debe ser la protección de las personas de mayor riesgo, como los trabajadores de la salud y las personas mayores. A 20 de diciembre de 2021, hemos validado 10 vacunas contra la COVID-19 en cuanto productos seguros, eficaces y de alta calidad, y hemos actualizado continuamente nuestras directrices terapéuticas para reflejar en ellas los conocimientos clínicos más recientes.

La colaboración es la clave de la respuesta de la OMS a la COVID-19. Los mejores cerebros científicos del mundo se reunieron para plantear y responder a las preguntas críticas de investigación necesarias para hacer frente a la COVID-19 en el marco del Plan de Investigación y Desarrollo (en inglés) de la OMS. El Acelerador ACT ha reducido a la mitad el costo de las pruebas rápidas de detección de la COVID-19 para los países de ingresos bajos y medios-bajos y ha conseguido (en inglés) más de 148 millones de pruebas. Su módulo relativo a las vacunas, COVAX, suministró más de tres cuartas partes de mil millones de dosis en todo el mundo a pesar de los importantes desafíos existentes, como el acaparamiento de vacunas y la insuficiente transparencia de los fabricantes. A lo largo de este incierto año, hemos colaborado estrechamente con los países en la preparación de los despliegues.

La OMS también puso en marcha (en inglés) un centro de transferencia de tecnología de ARNm y está apoyando a un fabricante sudafricano para que reúna los conocimientos prácticos, los datos y la tecnología necesarios con el fin de desarrollar la capacidad de producción para atender las necesidades de la región. 

El Acceso Mancomunado a las Tecnologías contra la COVID-19 anunció su primera licencia, que permitirá a todos los países fabricar una prueba serológica desarrollada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España. Esto supone un gran ejemplo de un acuerdo transparente, mundial y no exclusivo.

Nuestra respuesta a la COVID-19 continúa a buen ritmo, al igual que nuestros esfuerzos de preparación frente a futuros brotes. Junto con  Alemania, abrimos un Centro de Información sobre Pandemias y Epidemias (en inglés) en Berlín. Junto con Suiza, pusimos en marcha el primer repositorio de nuestro sistema mundial BioHub (en inglés) para intercambiar patógenos de forma rápida y segura, lo que ayudará a evaluar los riesgos y a mejorar la preparación mundial.

A nivel mundial, se han realizado más de 100 exámenes de la acción en curso (en inglés) por parte de los países, que han utilizado esta herramienta (en inglés) para evaluar sus respuestas a la COVID-19 y reforzarlas en tiempo real. Paralelamente, el despliegue piloto de los exámenes universales de salud y preparación (en inglés) ha logrado que los países aprendan unos de otros a evaluar su preparación para la próxima pandemia, al tiempo que atienden y promueven la salud general de sus poblaciones.


 

Hargeisa: Oxygen systems and supplies
© WHO / Blink Media - Mustafa Saeed
Mustafa Bashe, logistics assistant at the WHO warehouse, pulls an oxygen concentrator from the warehouse inventory for delivery to a local hospital on 19 January 2021 in Hargeisa.
© Imagen

Emergencias emergentes y persistentes

Mientras la pandemia hacía estragos, la OMS y sus asociados siguieron ayudando a las comunidades atrapadas en crisis humanitarias prolongadas, como las del Yemen y Siria, al tiempo que respondían a las emergencias emergentes en el Afganistán y el norte de Etiopía.

En el Yemen, la COVID-19 ha puesto aún más a prueba un sistema de salud que ya estaba acuciado por el conflicto y otros brotes de enfermedades, y en el que solo la mitad de los establecimientos de salud del país están en funcionamiento. La OMS ha ayudado (en inglés) a millones de personas apoyando los servicios de salud esenciales y los centros de alimentación terapéutica (en inglés) para tratar a los niños con malnutrición aguda. En respuesta a la pandemia, la OMS ha trabajado en la construcción de estaciones de producción de oxígeno, en la creación de capacidad para los trabajadores de la salud (en inglés), en el suministro de equipos médicos y de protección y en el refuerzo de la capacidad de laboratorio y de realización de pruebas.

Tras más de una década de crisis, las necesidades en Siria son mayores que nunca. La OMS ha intervenido realizando entregas de suministros médicos (en inglés) y colaborando con sus asociados para prestar apoyo en materia de salud mental (en inglés).

El Afganistán, que es donde actualmente se está desarrollando la mayor emergencia humanitaria del mundo, se enfrenta no solo a la COVID-19, sino también a la diarrea líquida aguda, el dengue, el sarampión, la poliomielitis y el paludismo. La OMS ha enviado más de 414 toneladas métricas de suministros médicos que salvan vidas desde el 15 de agosto de 2021 y, con sus asociados, ha vacunado (en inglés) a 8,5 millones de niños contra la poliomielitis mediante una campaña realizada en noviembre.

La población del norte de Etiopía también ha sufrido graves dificultades, como la falta de combustible, alimentos y medicamentos. Hasta la fecha, la OMS ha proporcionado más de 367 toneladas métricas de carga humanitaria a Etiopía para socorrer a cientos de miles de familias. Junto con nuestros asociados, también hemos lanzado (en inglés) una campaña para vacunar a 2 millones de personas contra el cólera en la región de Tigray. También hemos apoyado a equipos móviles de salud y nutrición para que presten servicios a los desplazados internos en las regiones de Afar, Amhara y Tigray, que son zonas afectadas por el conflicto.

 

Afrontar los retos de los servicios de salud

Las crisis que se producen una vez por generación tienen efectos multiplicadores enormes. Es probable que la pandemia detenga (en inglés) dos decenios de progresos mundiales hacia la cobertura sanitaria universal (CSU), ya que ha desencadenado la peor crisis económica desde los años 30 y ha perturbado gravemente los servicios de salud. 

Según los nuevos datos presentados este año, 23 millones de niños  no recibieron las vacunas rutinarias en 2020, la mayor cifra en más de una década, lo que aumenta los riesgos de enfermedades prevenibles como el sarampión (en inglés) y la poliomielitis. Más de la mitad de los países encuestados (en inglés) por la OMS entre junio y octubre de 2021 informaron de interrupciones en los servicios relativos a la diabetes, la detección y el tratamiento del cáncer y el manejo de la hipertensión.

A la hora de afrontar estos retos, la CSU sigue siendo la estrella que guía a la OMS. Sin embargo, incluso antes de la COVID-19, el mundo no estaba en vías de lograr nuestra meta de que mil millones más de personas se beneficien de la CSU, ya que 500 millones de personas se veían empujadas (en inglés) (o se veían empujadas aún más) a la pobreza extrema debido a los pagos que tenían que hacer para obtener atención de salud. La situación no hará más que empeorar como consecuencia de la pandemia, por lo que debemos redoblar nuestros esfuerzos y hacer de la «Salud para todos» el lema para la recuperación.

La COVID-19 ha puesto de manifiesto los límites de la resiliencia de los sistemas de salud y ha subrayado la necesidad de reforzarlos para lograr buenos resultados en lo que respecta tanto a la cobertura sanitaria universal como a la seguridad sanitaria. Todos los países deben invertir en la atención primaria de salud, el personal sanitario y asistencial, las infraestructuras sanitarias, los medicamentos y otros productos sanitarios, y el fortalecimiento de los mecanismos de protección social.

Por su parte, la OMS está reforzando los servicios de salud en este momento crucial, por ejemplo mediante nuestra colaboración con los asociados en la consecución de la estrategia de la Agenda de Inmunización 2030 (en inglés). También estamos facilitando una reflexión mundial sobre el camino que hay que seguir convocando a expertos para que estudien cómo  financiar la salud para todos (en inglés) y garantizar que los avances médicos estén al servicio del bien común. Poco después del Día de la Cobertura Sanitaria Universal, celebramos (en inglés) el acuerdo de la Carta de Ginebra para el Bienestar, que señala la necesidad de un cambio de paradigma hacia la prevención y el equipamiento de las personas para que tomen el control de su propia salud.

 

Mayor contribución de las mujeres y mayores retos para ellas

Si los sistemas y servicios de salud han capeado el temporal de los dos últimos años, ello se ha debido en gran medida a los enormes sacrificios de las mujeres, que representan el 70% del personal sanitario y social. En la campaña que ha realizado en el marco del Año del Personal Sanitario y Asistencial, la OMS ha pedido que se las proteja y se invierta en sus entornos de trabajo y en su educación; la Academia de la OMS representa una importante inversión en este último ámbito. 

Las mujeres también han desempeñado un papel destacado en el impulso (en inglés) de los avances científicos. La OMS se ha comprometido a desmantelar las barreras que impiden la participación de las mujeres en la ciencia, para que sean más las que participen en la superación de los límites del conocimiento y la salvaguarda de la salud pública (en inglés). Comprometidos con la defensa de las mujeres como responsables de la toma de decisiones y como líderes,  hemos firmado (en inglés) un memorando de entendimiento con la red Women in Global Health y hemos asumido múltiples compromisos con el empoderamiento y la igualdad de las mujeres en el  Foro Generación Igualdad (en inglés).

También hemos actuado para rectificar injusticias pasadas concediendo un premio póstumo a Henrietta Lacks, a quien en 1951 se le tomaron muestras tumorales sin su consentimiento durante su tratamiento contra el cáncer de cuello uterino. La vida de Lacks se truncó a los 31 años, pero su legado sigue vivo. Sus células han contribuido a la realización de casi 75 000 estudios y han allanado el camino a avances que van desde el desarrollo de las vacunas contra el VPH y la poliomielitis hasta el desarrollo medicamentos contra el VIH/sida y otros avances, como la fecundación in vitro

Sin embargo, las mujeres y las niñas se enfrentan a nuevos o mayores retos de salud, ya que la pandemia de la COVID-19 ha exacerbado las desigualdades existentes (en inglés) y ha interrumpido el acceso a servicios de salud y de apoyo vitales.

El mayor estudio realizado sobre la prevalencia de la violencia contra la mujer muestra que casi una de cada tres mujeres en todo el mundo ha sido objeto de violencia física o sexual por parte de su pareja o de violencia sexual por parte de una persona que no es su pareja. Es probable que la exposición a la violencia en el hogar haya aumentado durante la pandemia. Los recursos de la OMS tienen como objetivo ayudar a los trabajadores de la salud (en inglés) a apoyar mejor a las supervivientes, mientras que las nuevas investigaciones ponen de relieve la necesidad urgente de políticas (en inglés) que den prioridad a la lucha contra la violencia contra la mujer como una amenaza para la salud pública. 

Para hacer frente a los problemas de salud que afectan especialmente a las mujeres, la OMS está trabajando para ayudar a los países a eliminar el cáncer de cuello uterino publicando nuevas directrices (en inglés) sobre el cribado del cáncer de cuello uterino e impulsando la equidad en el acceso a las vacunas, el cribado y el tratamiento. También hemos puesto en marcha una iniciativa innovadora para hacer frente al cáncer de mama (en inglés), con el objetivo de reducir significativamente las muertes por esta enfermedad.

 

 

La vacuna contra el paludismo es un rayo de esperanza en la lucha contra diversas enfermedades infecciosas

Tanto los trabajadores de la salud como el potencial transformador de la ciencia han iluminado nuestro camino en estos tiempos difíciles. La recomendación de la OMS sobre el uso generalizado de una vacuna antipalúdica para los niños en riesgo, particularmente en África subsahariana, ha marcado un hito en el ámbito de la salud infantil y el control del paludismo.

La recomendación se ha basado en los resultados de un programa piloto en curso para la administración de la vacuna RTS, S en Ghana, Kenya y Malawi del que se han beneficiado más de 800 000 niños desde 2019.

La vacuna ha revitalizado la lucha contra el paludismo, que se cobró la vida de más de 600 000 personas en África en 2020. Los niños menores de 5 años representaron el 80% de estas muertes. Incluso antes de que estallara la pandemia, había indicios de que, tras años de avances notables, los progresos se estaban estancando.

Otros logros importantes relacionados con la inmunización incluyen la introducción de una vacuna autorizada contra el ébola (en inglés) y el lanzamiento de un nuevo e histórico plan mundial para combatir la meningitis.       

Mientras tanto, publicamos nuevos datos probatorios de que más países están siguiendo los consejos de la OMS sobre los pasos que hay que seguir cuando la resistencia a los medicamentos contra el VIH alcanza umbrales críticos. Se trata de un importante paso adelante en la lucha mundial contra la resistencia a los antimicrobianos, problema sobre el cual la OMS sigue dando la voz de alarma (en inglés) y pidiendo acciones en el ámbito de la innovación y del sistema alimentario.


 

 

Launch of the Malaria pilot vaccine in Ghana
© WHO / Fanjan Combrink
Following health workers at clinic near Cape Coast, Ghana as they prep for a community outreach in the village
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A young boy with diabetes
© WHO / Patrick Brown
Sip, a young boy with diabetes is preparing for school with his mother, on the outskirts of Bangkok.
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Nuevo impulso a la lucha contra la diabetes

Aprovechando que en 2021 se celebraba el centenario del descubrimiento de la insulina, la OMS puso en marcha un Pacto Mundial contra la Diabetes (en inglés) para acelerar las acciones en materia de prevención y tratamiento de esta enfermedad.

El Pacto, que reúne a personas con diabetes, instituciones académicas, la sociedad civil, la comunidad empresarial y otras entidades, tiene como objetivo reducir el riesgo de diabetes y garantizar que todas las personas diagnosticadas de la enfermedad tengan acceso a una atención asequible y de buena calidad.

Un nuevo informe (en inglés) publicado en noviembre puso de manifiesto que la insulina, un medicamento para la diabetes que salva vidas, sigue estando fuera del alcance de una gran proporción de las personas que la necesitan. La OMS está trabajando en varios frentes para aumentar el acceso a la insulina y productos afines, con la prioridad de garantizar la producción y el suministro ininterrumpidos de insulina humana. La inclusión de los análogos de la insulina en la Lista de Medicamentos Esenciales de la OMS abre la puerta a su precalificación, lo que podría aumentar la competencia y reducir potencialmente los precios.

Nuestra labor en relación con la diabetes es solo una parte de nuestros esfuerzos integrales contra las enfermedades no transmisibles (ENT) y a favor de la salud mental. No se trata de una empresa pequeña, dado que las ENT se cobran la vida de 41 millones de personas cada año, lo que equivale al 71% de todas las muertes en el mundo; la depresión constituye por sí sola una de las principales causas de discapacidad en el mundo.

   

El consumo de tabaco se ha reducido

 

En cuanto a las decisiones determinantes respecto de la salud y la prevención de las ENT, un número impresionante de personas está decidiendo dejar de fumar. Entre 2000 y 2020, el número de personas que consumían tabaco se redujo (en inglés) en 69 millones, pasando de un tercio de la población mundial a menos de una cuarta parte. 

Hace dos años, solo 32 países estaban en vías de reducir el consumo de tabaco en un 30% entre 2010 y 2025. Ahora, 60 países están en vías de alcanzar la meta de reducción.

Sin embargo, los avances son frágiles, ya que la industria tabacalera ha aprovechado la pandemia de COVID-19 para ganar influencia en los gobiernos de muchos países. En la novena reunión de la Conferencia de las Partes (COP9) en el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT) se aprobó una declaración sobre la recuperación de la pandemia de COVID-19 y también se estableció un mecanismo de financiación para reforzar las medidas mundiales de control del tabaco. 

Los consumidores de tabaco que quieran dejar de fumar pueden recurrir a los recursos compartidos a través de la campaña de la OMS «Comprométete a dejarlo», incluidos los 'Diarios de quienes dejan de fumar' (en inglés), en los que se describen trayectorias personales para abandonar el tabaco.

 

   

Dementia
Diego Cervo
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La OMS da la alarma sobre el reto de la demencia

Las personas pueden hacer mucho para mantenerse sanas, pero no pueden hacerlo todo solas. La OMS ha publicado su primer informe sobre la situación mundial de la respuesta de la salud pública a la demencia, que muestra que solo una cuarta parte de los países del mundo tienen una política, estrategia o plan nacional para apoyar a las personas con demencia y a sus familias. 

Estas lagunas son cada vez más preocupantes, ya que el número de personas con demencia está creciendo. La OMS estima que más de 55 millones de personas (el 8,1% de las mujeres y el 5,4% de los hombres mayores de 65 años) viven con demencia. A medida que aumenta la esperanza de vida en todo el mundo, se calcula que esta cifra aumentará a 78 millones para 2030 y a 139 millones para 2050.

Para impulsar el cambio, el informe destaca la urgente necesidad de reforzar el apoyo a nivel nacional, tanto para las personas con demencia como para quienes las cuidan. Muchos países carecen de fondos asignados en los presupuestos nacionales de salud, lo que deja importantes lagunas en el tratamiento y la atención, y no implican ampliamente a las personas con demencia y a sus cuidadores y familiares en la formulación de las políticas. Estas son algunas de las áreas que hay que cambiar. 

La OMS también está elaborando un Plan de Investigación sobre la Demencia para estructurar los esfuerzos de investigación y estimular nuevas iniciativas, con el fin de ayudar a superar los retos relacionados con los ensayos clínicos de tratamientos realizados sin éxito en el pasado y los altos costos de la investigación y el desarrollo.

 

 

Argumento de salud a favor de la acción climática

Ya sea gestionando los daños irreparables en la memoria de alguien o en nuestro planeta, la OMS pretende estar a la altura de las amenazas existenciales, desde las personales hasta las sistémicas.

Las Directrices Mundiales sobre la Calidad del Aire de la OMS, publicadas en septiembre, ofrecen a la comunidad mundial pruebas claras del daño que la contaminación del aire inflige a la salud humana, incluso en concentraciones más bajas de lo que se suponía hasta ahora. 

En los preparativos de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Clima (COP26), celebrada en Glasgow, el Dr. Diarmid Campbell-Lendrum, jefe del equipo de la OMS sobre cambio climático, fue en bicicleta (en inglés) de Ginebra a Londres, y en el primer tramo de dicho viaje transportó dos documentos clave a la reunión mundial: el informe de la OMS y sus asociados titulado ‘ Argumento de salud a favor de la acción climática’ (en inglés) y una carta abierta firmada por organizaciones que representan a dos tercios del personal de salud mundial. 

El Pacto Climático de Glasgow ha dejado la acción climática en un punto crítico. Ofrece puntos de entrada para resolver cuestiones clave como la financiación, así como qué hay que hacer con las subvenciones al carbón y a los combustibles fósiles, pero dichas cuestiones siguen sin resolverse o se plantean con salvedades. 

La OMS trabajará urgentemente con sus asociados para proporcionar apoyo técnico y financiero a los 50 países que firmaron compromisos para aumentar la resiliencia del sector de la salud al cambio climático y reducir las emisiones de carbono producidas por el sector de la salud.

 

    

 

Una OMS más fuerte 

El aumento de la seguridad sanitaria mundial requiere el fortalecimiento, el empoderamiento y la financiación sostenible de la OMS en el centro de la arquitectura sanitaria mundial.

El año 2021 se ha cerrado con dos acontecimientos importantes. Los países tomaron la decisión histórica de embarcarse en el proceso de redacción y negociación de un nuevo convenio, acuerdo u otro instrumento internacional sobre la prevención, preparación y respuesta frente a las pandemias, con la ayuda de un grupo de trabajo activo de los Estados Miembros. El espíritu de solidaridad que subyace a este proceso no solo prevendrá y mitigará el impacto de futuras pandemias, sino que pondrá fin a ésta. 

Compuesto por los Estados Miembros, el Grupo de Trabajo sobre la Financiación Sostenible  ha estado elaborando recomendaciones concretas para una financiación más sostenible de la OMS. Se debatieron propuestas para aumentar la flexibilidad y la previsibilidad de los fondos, incluida la consideración de un cambio gradual en las contribuciones señaladas (en inglés), que se calculan en función del PIB de cada país. Los Estados Miembros acordaron que se necesitaba más tiempo para alcanzar un pleno consenso y su proyecto de informe se presentará al Consejo Ejecutivo de la OMS en enero de 2022. 

En 2021, la OMS también emprendió (en inglés) un proceso urgente para reforzar las salvaguardias contra la explotación y el abuso sexuales en nuestro trabajo con las comunidades y proteger mejor a nuestro propio personal contra el acoso sexual. 

Un hito importante fue la publicación del Plan de Aplicación (en inglés), que sienta las bases de la tolerancia cero frente a la explotación, el abuso y el acoso sexuales y frente a la inacción al respecto. Estamos adoptando un enfoque centrado en los supervivientes, garantizando que todo nuestro personal conozca y sea responsable de cumplir las normas y reformando las estructuras, las culturas y las prácticas. Esta labor forma parte de nuestra misión de promover la salud, preservar la seguridad del mundo y servir a los vulnerables.