El nuevo «Protocolo de enterramiento seguro y digno» de la OMS es clave para reducir la transmisión del virus del Ebola

7 de noviembre de 2014
Nota para los medios de comunicación

La OMS ha elaborado un nuevo protocolo de enterramiento seguro y digno para las personas que mueren a causa de la enfermedad por el virus del Ebola (EVE) en el que se pone énfasis en la participación de los familiares y en el fomento de los ritos religiosos como parte esencial de los entierros seguros.

«Al menos el 20% de las nuevas infecciones por el virus del Ebola se producen en entierros de personas muertas por EVE. Mediante el fomento de la confianza y el respeto entre el personal de enterramiento, las desconsoladas familias y los grupos religiosos estamos reforzando la confianza y la seguridad en la propia respuesta», dice el Dr. Pierre Formenty, unos de los principales expertos de la OMS en el virus del Ebola. «La introducción de componentes como invitar a los familiares a participar en el excavación de la tumba y prever la posibilidad de lavar en seco y amortajar el cadáver contribuirá significativamente a detener la transmisión del virus».

Cómo se producen las infecciones en los entierros

Las infecciones por el virus del Ebola se producen en los entierros cuando los familiares y miembros de la comunidad realizan ritos religiosos que requieren tocar directamente o lavar el cadáver, que sigue conteniendo una elevada carga viral; también se producen cuando los familiares reparten los efectos personales de su ser querido, que pueden estar infectados por el virus.

Los procesos necesarios para llevar a cabo entierros seguros y dignos

En este protocolo actualizado, elaborado por un equipo interdisciplinar de la OMS en colaboración con la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y organizaciones confesionales como el Consejo Mundial de Iglesias, Socorro Islámico, Caritas Internationalis y Visión Mundial, se describen detalladamente los procesos necesarios para llevar a cabo entierros seguros y dignos. El protocolo fomenta la participación de la familia y el clero local en la planificación y preparación del entierro y en el entierro mismo, y contiene instrucciones específicas para los entierros musulmanes y cristianos.

«Se dice cada vez más que nuestra labor consiste en ‘gestionar cadáveres’, pero nosotros no ‘gestionamos’ cadáveres. Nosotros acompañamos de forma segura, respetuosa y digna a seres humanos fallecidos y, de acuerdo con sus culturas, los preparamos para que ocupen su último lugar de descanso. Este es el sentimiento con el que nuestros voluntarios desempeñan esta difícil labor», dice Elhadj As Sy, Secretario General de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.

Alternativas seguras

«El derecho islámico establece claramente que, en los casos de muerte por EVE, el requisito del lavado ritual del cadáver antes del entierro queda exento de cumplimiento», dice Rehanah Sadiq, un capellán musulmán del consorcio del Servicio Nacional de Salud para la gestión de los hospitales universitarios de Birmingham (University Hospitals Birmingham NHS Foundation Trust) que realizó labores de consultaría para la OMS acerca del protocolo. «Sin embargo, es esencial ayudar a las desconsoladas familias a expresar su dolor y pasar el duelo velando por que en los funerales musulmanes se realicen ritos sagrados, como lavar en seco y amortajar el cadáver y rezar por la persona fallecida. El hecho de proporcionar a los familiares alternativas seguras para llevar a cabo unas prácticas profundamente arraigadas los ayuda a implicarse en la adopción de decisiones, algo que es esencial especialmente en una situación en la que tal vez se sientan desamparados».

«Dar a los familiares la oportunidad de ver el cadáver, asegurarse de que en la tumba esté inscrito adecuadamente el nombre de la persona fallecida, permitir a los líderes religiosos pronunciar sus oraciones y brindar a los familiares la posibilidad de arrojar el primer puñado de tierra son incentivos importantes para animar a los familiares a seguir apoyándose en su fe y a proteger a otros familiares contra la infección», dice el Reverendo Monseñor Robert J. Vitillo, Jefe de Delegación de Caritas Internationalis.

Un equipo de antropólogos médicos también aportó alternativas apropiadas y seguras a la manipulación y el lavado de cadáveres, formuladas a partir de investigaciones sobre el significado y los valores culturales de las prácticas funerarias en los países afectados. Se mantuvieron consultas con líderes religiosos de los países afectados para definir qué se entiende por «entierro digno» en el contexto musulmán y cristiano.

El protocolo también contiene instrucciones para que los equipos de enterramiento de personas fallecidas por EVE desarrollen su labor con seguridad y respetando la sensibilidad de las familias, como abstenerse de utilizar el equipo de protección personal al encontrarse por primera vez con los familiares y preguntarles si tienen alguna petición específica respecto del entierro y los efectos personales del fallecido. A medida que el protocolo se vaya aplicando en los países afectados, las observaciones proporcionadas por los líderes religiosos, las comunidades y las personas encargadas de los entierros se tendrán en cuenta para actualizar y mejorar el protocolo.

A continuación figura el enlace al Protocolo de enterramiento seguro y digno:


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