RKI / Thomas Kratz
May 31 2018: A view of part of the village of Itipo in Iboko health zone, where WHO has set up a camp along with partners as part of the Ebola outbreak response. The tents that form part of the camp are visible in the lower right hand corner.
© Imagen

Un mes después del brote de ebola, la atención se desplaza a zonas aisladas

9 de junio de 2018
Declaración
Ginebra

Un mes después de que se iniciara la respuesta al brote de enfermedad por el virus del Ebola en la República Democrática del Congo, la atención ya no se centra en las zonas urbanas, sino en algunos de los lugares más aislados del planeta.

Este cambio ha tenido lugar tras aplicar una serie de medidas sin precedentes que, ahora, permiten enfocar la respuesta con moderado optimismo y prever su eficacia.

Una serie de «primeras veces»

El 9 de mayo, un día después de que el país declarara un brote de ebola en Bikoro, el primer equipo de respuesta de la OMS y el Ministerio de Salud llegó a Mbandaka, la capital de la provincia, para empezar la instalación de la cadena de frío especializada necesaria para almacenar la vacuna.

El 11 de mayo, los equipos ya habían comenzado a buscar los contactos de todos los casos activos, y los asociados de la OMS estaban estableciendo centros de tratamiento en Bikoro. Al día siguiente se abrió un puente aéreo hacia esta ciudad y se desplegó un laboratorio móvil para agilizar las pruebas de detección.

Tan solo seis días después de la alerta se envió de Ginebra a Kinshasa el primer lote de más de 4000 dosis de la vacuna. Nunca antes se habían puesto a disposición vacunas en una etapa tan temprana de la respuesta.

El 21 de mayo comenzó la vacunación en anillo de los contactos.

El 4 de junio, un comité de ética autorizó el uso en el país de cinco tratamientos en fase de investigación para uso compasivo, siguiendo las recomendaciones de un equipo de expertos convocado por la OMS. Es la primera vez que estos tratamientos están disponibles para su uso en la respuesta a esta enfermedad.

El Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, señaló: «Todavía es demasiado pronto para cantar victoria, pero los indicios son positivos y somos moderadamente optimistas. Tenemos nuevas armas y, junto con el gobierno y nuestros asociados, hemos intervenido urgentemente para salvar vidas. Mantendremos la vigilancia hasta que se declare acabado el brote».

Hasta el 7 de junio se habían confirmado 59 casos, entre probables y sospechosos, de los cuales 27 han fallecido. Uno de los nuevos casos se confirmó el 6 de junio.

De las ciudades a los bosques

Durante la primera fase de la respuesta, los esfuerzos se centraron en proteger las ciudades de Bikoro y Mbandaka del aumento potencialmente exponencial en el número de casos, lo cual habría resultado peligroso para las principales ciudades de la República Democrática del Congo y de los países vecinos que se extienden a lado y lado del río.

El 8 de junio, al regreso de su segunda misión al país, el Dr. Peter Salama, Director Ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS, señaló: «El siguiente paso es enviar a equipos a efectuar expediciones de vigilancia epidemiológica, recorriendo cientos de kilómetros en motocicleta a través de las selvas remotas. Estos equipos se están esforzando por detectar todos los casos con rapidez, buscar a sus contactos e implicar a las comunidades, incluidos los pueblos indígenas de las aldeas de Itipo e Iboko y de sus alrededores. Debemos combatir el virus allí donde se encuentre y seguir trabajando rápidamente, con atención y bien concentrados».

Paralelamente a la respuesta en la República Democrática del Congo, la OMS está ayudando a los nueve países vecinos a reforzar su capacidad nacional de preparación y respuesta ante las emergencias. En un plan completado el 7 de junio se explica cómo estos países pueden evaluar si están preparados e identificar lagunas en su capacidad. La OMS colabora estrechamente con los ministerios de salud, las partes interesadas al nivel gubernamental más amplio y los asociados en estos países para aplicar tales medidas.

Para fortalecer la respuesta y ayudar a la preparación, el Dr. Tedros viajará el domingo a la República Democrática del Congo y la República Centroafricana, uno de los países vecinos más vulnerables.