9 de diciembre de 2014 ¦ GINEBRA - Las defunciones por malaria han disminuido drásticamente desde el año 2000, y el número de casos también mantiene su tendencia a la baja, según el Informe Mundial sobre el Paludismo 2014. Entre 2000 y 2013, las tasas de mortalidad han descendido en un 47% a nivel mundial y en un 54% en la Región de África de la OMS, donde se producen cerca del 90% de las muertes por malaria.
El análisis de nuevos datos referidos al conjunto del África subsahariana revela que aunque las tasas de aumento demográfico se sitúan en un 43%, cada año se registran menos infecciones y hay menos pacientes asintomáticos: el número de personas infectadas pasó de 173 millones en 2000 a 128 millones en 2013.
«Podemos ganar la lucha contra la malaria», ha declarado la Dra. Margaret Chan, Directora General de la OMS. «Disponemos de los instrumentos necesarios, y nuestras defensas funcionan. No obstante, tenemos que conseguir que esos instrumentos lleguen a mucha más gente si queremos mantener los avances logrados».
«Disponemos de los instrumentos necesarios, y nuestras defensas funcionan. No obstante, tenemos que conseguir que esos instrumentos lleguen a mucha más gente si queremos mantener los avances logrados».
Dra. Margaret Chan, Directora General de la OMS
El acceso a mosquiteros tratados con insecticida aumentó sustancialmente entre 2000 y 2013. Cerca de la mitad de la población subsahariana en riesgo de padecer malaria tenía acceso a mosquiteros tratado con insecticida en 2013, lo que supone un aumento considerable con respecto a 2004, cuando esa tasa apenas alcanzaba el 3%. Y esta tendencia va a continuar: está previsto distribuir, para finales de año, 214 millones de mosquiteros en los países endémicos de la región de África.
El acceso a pruebas de diagnóstico fiables y tratamientos eficaces ha mejorado en todo el mundo. En 2013 el número de pruebas de diagnóstico rápido (PDR) adquiridas a nivel mundial aumentó a 319 millones, frente a los 46 millones correspondientes a 2008. Al mismo tiempo, se adquirieron, siempre en 2013, 392 millones de tratamientos combinados basados en la artemisinina (TCA), una intervención esencial para tratar la malaria (en 2005, el número de adquisiciones de TCA no pasó de 11 millones).
Avances hacia la eliminación de la enfermedad
A nivel mundial, son cada vez más los países que están avanzando hacia la eliminación de la malaria, y muchos grupos regionales están estableciendo ambiciosos objetivos en esta esfera; el ejemplo más reciente es una declaración hecha en la Cumbre de Asia Oriental que prevé eliminar la malaria en la región de Asia y el Pacífico para 2030.
En 2013 dos países notificaron por vez primera cero casos autóctonos (Azerbaiyán y Sri Lanka), y 11 países lograron mantener la ausencia de casos (Argentina, Armenia, Egipto, Georgia, Iraq, Kirguistán, Marruecos, Omán, Paraguay, Uzbekistán y Turkmenistán). Otros cuatro países notificaron menos de 10 casos nacionales anuales (Argelia, Cabo Verde, Costa Rica y El Salvador).
Fragilidad de los progresos
Sin embargo, persisten desafíos importantes. «Los próximos años van a ser fundamentales para demostrar que podemos mantener el impulso y aprovechar los progresos logrados», señala el Dr. Pedro L. Alonso, Director del Programa Mundial sobre Malaria de la OMS.
En 2013 una tercera parte de los hogares en zonas con transmisión de la malaria del África subsahariana seguían sin tener ni un solo mosquitero tratado con insecticida. La fumigación de interiores con efecto residual, otra intervención clave de control de vectores, ha disminuido en los últimos años, y se ha observado resistencia a los insecticidas en 49 países de diversas partes del mundo.
Aunque se han fortalecido las pruebas de diagnóstico y el tratamiento, millones de personas continúan careciendo de acceso a este tipo de intervenciones. Los avances también han sido lentos en lo que respecta a la expansión de los tratamientos preventivos para mujeres embarazadas y la introducción de profilácticos para lactantes y niños menores de cinco años.
Por otro lado, se ha detectado resistencia a la artemisinina en cinco países de la subregión del Gran Mekong. Otro problema que sigue entorpeciendo los esfuerzos por reducir la carga de morbilidad es la escasez de datos sobre la transmisión de la malaria.
El Dr. Alonso está convencido, no obstante, de que con los fondos y el compromiso necesarios, aún se pueden dar pasos enormes en esta esfera. «Persisten desafíos de orden biológico y técnico, pero estamos colaborando con diversos asociados en un intento por impulsar de manera proactiva una respuesta acertada a los mismos. Existe una sólida cartera de proyectos para el desarrollo de nuevos productos innovadores que pronto transformarán las iniciativas de control y eliminación de la malaria. Podemos ir mucho más lejos».
Los fondos destinados a la lucha contra la malaria se han triplicado desde 2005, pero aun así representan solo alrededor de la mitad de los US$ 5,1 mil millones requeridos para la consecución de los objetivos mundiales.
«En un contexto de insuficiencia continua de fondos para la lucha contra la malaria, es necesario adoptar un nuevo enfoque de optimización de los recursos», apunta Fatoumata Nafo-Traoré, Directora Ejecutiva de la Alianza para Hacer Retroceder el Paludismo. «Debemos aunar fuerzas para reforzar la implicación de los países, empoderar a las comunidades, mejorar la eficiencia y asegurar la participación de múltiples sectores ajenos a la salud. Tenemos que estudiar opciones que nos permitan alcanzar mejores resultados en todos los niveles».
Ray Chambers, que ocupa desde 2007 el cargo de Enviado Especial del Secretario General de las Naciones Unidas para la lucha contra la malaria, subraya los notables progresos realizados en los últimos años. «Debemos recordar, sin apartar la atención del trabajo que tenemos por delante, que el número de niños que mueren de malaria es hoy mucho más reducido que hace ocho años. El mundo puede esperar de aquí a finales de 2015 grandes mejoras en la reducción del número de casos y la disminución de las tasas de mortalidad; aun así, cualquier muerte atribuible a la malaria sigue siendo simplemente inaceptable», observa.
El ebola pone en riesgo los avances logrados
El riesgo de que se desbaraten los progresos realizados en relación con la malaria es particularmente elevado en los países afectados por el virus del Ebola. El brote registrado en el África occidental ha tenido efectos devastadores en el tratamiento de la malaria y en la ejecución de intervenciones contra esta enfermedad. En Guinea, Sierra Leona y Liberia, los tres países más gravemente afectados por la epidemia, la mayoría de los centros hospitalarios permanecen cerrados, mientras que el número de consultas en los centros ambulatorios se ha desplomado hasta situarse en una pequeña fracción de las tasas prevalentes antes del brote.
En vista de que se trata en los tres casos de países con transmisión intensa de la malaria –se estima que en 2013 sumaron un total de 6,6 millones de casos de malaria y 20 000 defunciones por esta causa–, la OMS ha publicado una serie de nuevas orientaciones sobre la adopción de medidas temporales para el control de la enfermedad durante el brote de ebola. En ellas se recomienda administrar TCA a todos pacientes con fiebre, incluso los sin diagnostico confirmado de malaria, y realizar campañas masivas de administración de antimaláricos, con TCA, en zonas muy afectadas por el virus del Ebola y con altas tasas de transmisión de la malaria. Por otro lado, se están reforzando los sistemas de financiación por donantes para dar cumplimiento a la recomendación de suministrar mosquiteros a todas las zonas afectadas.
Nota a los editores
Existen en el mundo unos 3 200 millones de personas, distribuidas por 97 países y territorios, en riesgo de ser infectadas por la malaria. Según se estima, el número mundial de casos ascendía en 2013 a 198 millones (rango de variación: 124-283 millones), de los cuales el 82% se concentraban en la región de África de la OMS. La malaria causó ese mismo año un total estimado de 584 000 muertes en el mundo entero (rango de variación: 367 000 – 755 000); se calcula que la enfermedad se cobró la vida de unos 453 000 niños menores de cinco años.
Según los resultados de una evaluación de las tendencias en el número de casos de malaria notificados, 64 países están en vías de cumplir el Objetivo de Desarrollo del Milenio de reducir la incidencia del paludismo. De estos, 55 van camino de alcanzar la meta establecida por la iniciativa Hacer Retroceder el Paludismo y la Asamblea Mundial de la Salud de reducir las tasas de incidencia en un 75% para 2015.
El Informe mundial sobre el paludismo 2014 se presentará el 9 de diciembre de 2014 en el Parlamento del Reino Unido. El acto será copatrocinado por el Grupo Parlamentario Interpartidario sobre la Malaria y las Enfermedades Tropicales Desatendidas (APPMG) y la organización Malaria No More UK.
Para más información, pueden ponerse en contacto con:
Christian Lindmeier
Responsable de Medios de Comunicación de la OMS
Móvil: +41 7 95 00 65 52
Tel.: +41 22 791 1948
E-mail: lindmeierch@who.int
Alison Clements-Hunt
Responsable de Comunicación de la OMS
Tel.: +41 22 791 1995
E-mail: clementshuntal@who.int