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Fiebre amarilla - Región de África

3 de enero de 2023

Descripción de la situación

Información básica sobre el brote

En el presente documento se aporta la información sobre el brote de fiebre amarilla en la Región de África de la OMS recogida desde la publicación del último parte al respecto el 2 de septiembre de 2022.

Desde el 1 de enero de 2021 hasta el 7 de diciembre de 2022, 13 países de esta región notificaron a la OMS 203 casos confirmados y 252 probables, entre ellos 40 mortales (tasa de letalidad del 9%).

Los factores que podrían dar lugar a un aumento de la propagación y la amplificación de la fiebre amarilla son la baja inmunidad de la población, los desplazamientos humanos, la dinámica de transmisión del virus y los factores climáticos y medioambientales que han facilitado la proliferación de los mosquitos del género Aedes. Gracias a las recientes campañas de vacunación reactiva, que están reforzando la inmunidad de la población y pueden haber ayudado a reducir el riesgo de propagación de la enfermedad en los países destinatarios, se ha observado una tendencia gradual a la baja del número de casos confirmados que se notificaron en 2022. Sin embargo, el riesgo que corren estos países sigue siendo elevado.

Descripción del brote

En 2022, 12 países de la Región de África de la OMS (Camerún, Chad, Côte d’Ivoire, Ghana, Kenya, Níger, Nigeria, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Sierra Leona y Uganda) confirmaron casos de fiebre amarilla. En ocho de estos países (Camerún, Chad, Côte d'Ivoire, Ghana, Nigeria, República Centroafricana, República del Congo y República Democrática del Congo) hay transmisión desde 2021 y en otros cuatro se están notificando nuevos casos confirmados (Kenya, Níger, Sierra Leona y Uganda). Además, Gabón notificó un caso aislado confirmado en 2021, pero no ha registrado más casos en 2022.

Desde 2021, se han notificado 203 casos confirmados y 252 probables (en total, 40 de ellos mortales), con una tasa de letalidad del 9%. De estas muertes, 23 se registraron entre los casos confirmados (tasa de letalidad entre los casos confirmados del 11%) (véase el cuadro 1). La elevada tasa global de letalidad entre los casos confirmados en 2021 (17 muertes, letalidad del 11%) apenas varió en 2022 (seis muertes, letalidad del 12%).

La proporción de hombres y mujeres entre los casos confirmados no difirió mucho de un año a otro (1,3 y 1,6 respectivamente). En 2021, el grupo de edad más afectado entre los casos confirmados fue el de los niños de 10 años o menos, mientras que en 2022 fue el de 20 a 30 años. En conjunto, alrededor del 71% de los casos confirmados tenían 30 años o menos, y los niños de 10 años se vieron especialmente afectados.

De acuerdo con las estimaciones de la OMS/el UNICEF de la cobertura nacional de inmunización, en 2021, la cobertura de la vacunación infantil sistemática contra la fiebre amarilla en la Región de África fue del 48%, un porcentaje muy por debajo del umbral del 80% necesario para lograr la inmunidad de la población contra la enfermedad, lo que indica que esta sigue siendo vulnerable y hay riesgo de transmisión continua. De acuerdo con las estimaciones para cada país de esta cobertura en 2021, estos porcentajes fueron del 54% en el Camerún, el 41% en la República Centroafricana, el 45% en Chad, el 67% en la República del Congo, el 65% en Côte d’Ivoire, el 56% en la República Democrática del Congo, el 64% en Gabón, el 94% en Ghana, el 7% en Kenya, el 80% en Níger (donde la vacunación se limitó a cuatro condados en 2021), el 63% en Nigeria y el 85% en Sierra Leona. Uganda ha integrado recientemente la fiebre amarilla en su programa de inmunización sistemática.

Las campañas masivas de vacunación preventiva anteriores y actuales, que reciben la ayuda de la estrategia mundial para poner fin a las epidemias de fiebre amarilla (estrategia EYE), junto con las campañas de vacunación reactiva, han permitido mejorar rápidamente la inmunidad de la población en los países donde se han llevado a cabo y reducir el riesgo de propagación de la enfermedad en los países destinatarios. Ello puede explicar, en parte, la tendencia gradual a la baja de los casos confirmados notificados en 2022, si bien cabe tener en cuenta que también hay variaciones en la dinámica de transmisión del virus que son difíciles de predecir.

Figura 1. Número de casos probables y confirmados de fiebre amarilla por semana de inicio de los síntomas en 13 países de la Región de África que han notificado desde el 1 de enero de 2021 hasta el 7 de diciembre de 2022.

Figura 2. Distribución de los casos probables y confirmados de fiebre amarilla en 13 países de la Región de África de la OMS notificados desde el 1 de enero de 2021 hasta el 7 de diciembre de 2022.

Cuadro 1. Clasificación de los casos probables, confirmados y mortales de fiebre amarilla en la Región de África de la OMS, por países, desde el 1 de enero de 2021 hasta el 7 de diciembre de 2022.

Epidemiología de la fiebre amarilla

La fiebre amarilla es una enfermedad epidemiógena transmitida por mosquitos que se puede prevenir mediante vacunación. El patógeno que la causa es un arbovirus que se transmite a los seres humanos a través de las picaduras de mosquitos Aedes y Haemagogus infectados. El periodo de incubación es de 3 a 6 días. Aunque la mayoría de los infectados no presentan síntomas, algunos tienen fiebre, mialgias acompañadas de dolor de espalda intenso, cefalea, inapetencia y náuseas o vómitos. Los síntomas desaparecen al cabo de 3 o 4 días en la mayoría de los casos, pero en una pequeña proporción de ellos evolucionan hacia la fase tóxica, con infección sistémica y afectación hepática y renal; en estos casos pueden aparecer síntomas graves como fiebre alta, dolor abdominal con vómitos, ictericia y coluria causadas por una insuficiencia hepática y renal aguda. También pueden producirse hemorragias por la boca, la nariz, los ojos y el estómago. Alrededor de la mitad de los pacientes con síntomas graves fallece en el plazo de 7 a 10 días.

La fiebre amarilla se puede prevenir con una vacuna eficaz, segura y asequible. Una sola dosis de la vacuna antiamarílica basta para conferir inmunidad sostenida y protección vitalicia contra la enfermedad, sin necesidad de administrar dosis de refuerzo. La inmunidad se obtiene al cabo de 10 días en el 80% al 100% de las personas vacunadas, y al cabo de 30 días en más del 99%.

Epidemiología de la enfermedad

Yellow fever is an epidemic-prone, vaccine-preventable disease caused by an arbovirus transmitted to humans by the bites of infected Aedes and Haemagogus mosquitoes. The incubation period ranges from 3 to 6 days. Many people do not experience symptoms, but when they occur, the most common are fever, muscle pain with prominent back pain, headache, loss of appetite, and nausea or vomiting. In most cases, symptoms disappear after 3 to 4 days. A small percentage of cases progress to a toxic phase with systemic infection affecting the liver and kidneys. These individuals can have more severe symptoms of high-grade fever, abdominal pain with vomiting, jaundice and dark urine caused by acute liver and kidney failure. Bleeding can occur from the mouth, nose, eyes, or stomach.  Death can occur within 7 - 10 days in about half of cases with severe symptoms.

Yellow fever is prevented by an effective vaccine, which is safe and affordable. A single dose of yellow fever vaccine is sufficient to grant sustained immunity and life-long protection against yellow fever disease. A booster dose of the vaccine is not needed. The vaccine provides effective immunity within 10 days for 80-100% of people vaccinated, and within 30 days for more than 99% of people vaccinated.

Respuesta de salud pública

Vigilancia epidemiológica y analítica

  • La OMS está ayudando a las autoridades nacionales a realizar estudios sobre el terreno y a clasificar los casos con criterios epidemiológicos. Se ha formado a 51 personas de al menos 10 países en la investigación de casos confirmados o probables de la enfermedad. Además, se han examinado los informes de la investigación de los casos y se proporcionó información a los equipos sobre el terreno para evaluar la exposición y el riesgo de propagación.
  • Con la ayuda de la estrategia EYE, se ha puesto en marcha un programa innovador a fin de facilitar el envío internacional de muestras para detectar el virus de la fiebre amarilla en laboratorios regionales de referencia, así como para realizar pruebas analíticas y potenciar la capacidad de los laboratorios. La OMS está llevando a cabo actividades de apoyo a los países para diagnosticar la fiebre amarilla en los laboratorios, que incluyen visitas periódicas de acreditación y creación de capacidad.

Vacunación reactiva

  • Desde el inicio del brote actual (desde el final de 2021 hasta el 7 de diciembre de 2022) se ha vacunado a 4 385 320 personas en cinco países: Camerún, República Centroafricana, Chad, Ghana y Kenya, como parte de las actividades respaldadas por el Grupo Internacional de Coordinación del Suministro de Vacunas contra la Fiebre Amarilla, que aprobó nueve solicitudes de campañas de vacunación para los países siguientes: Camerún (una solicitud), Chad (dos solicitudes), Ghana (dos solicitudes), Kenya (una solicitud), Níger (una solicitud) y República Centroafricana (dos solicitudes).
  • La campaña reactiva realizada en Kembe Satema (República Centroafricana) del 2 al 19 de noviembre de 2022 alcanzó una cobertura del 101,7%. En este mismo país, pero en la ciudad de Bambari se organizó otra campaña que finalizó el 23 de noviembre de 2022 con la que se logró una cobertura del 87,7%, de acuerdo con los resultados preliminares.
  • Pronto se conocerán los resultados finales de una campaña de inmunización reactiva efectuada en Níger con ayuda del Grupo Internacional de Coordinación del Suministro de Vacunas, que, según las previsiones, debe proteger a 1,1 millones de personas.

Campañas masivas de vacunación preventiva

  • La mayoría de los países prioritarios han realizado o están llevando a cabo campañas masivas de vacunación preventiva antiamarílica. Gabón, Kenya y Níger no han previsto organizar este tipo de campañas, pero son países prioritarios de la estrategia EYE. Se calcula que estas campañas beneficiaron a unos 50 millones de personas en 2022.
  • Chad: el país ha preparado una solicitud para efectuar una de estas campañas, que se presentará en enero de 2023. Desde el 18 de octubre de 2022, cada semana se organiza una sesión para analizar los riesgos, con el apoyo de la estrategia EYE, a fin de planificar las zonas prioritarias para esta campaña.
  • República del Congo: del 5 al 14 de agosto de 2022 se realizó una campaña preventiva de vacunación masiva contra la fiebre amarilla y el sarampión en 11 de los 12 departamentos del país, con una cobertura del 93% para la fiebre amarilla según el informe preliminar. En breve se dispondrá del informe final de la campaña y de la posterior encuesta obligatoria sobre la cobertura.
  • República Democrática del Congo: ocho provincias (Bas-Uele, Equateur, Haut-Uele, Mongala, Nord-Ubangi, Sud-Ubangi, Tshopo y Tshuapa) han organizado campañas preventivas en 2021 y otras tres (Maniema, Sankuru y Sud Kivu) prevén realizarlas entre finales de noviembre de 2022 y enero de 2023.
  • Nigeria: el país ha entrado en las fases finales de sus campañas masivas de inmunización preventiva. Solo en 2022, se llevaron a cabo campañas masivas de vacunación reactiva en los estados de Adamawa, Borno (enfoque especial), Enugu, Gombe, Kano y Ogun, y se ha previsto desarrollar una campaña en el estado de Bayelsa a principios de 2023. Se espera que Nigeria finalice la implantación nacional de este tipo de vacunación en 2024.
  • Uganda: la vacunación contra la fiebre amarilla se incluyó en la inmunización sistemática a finales de octubre de 2022. Además, se han recibido 10 millones de dosis vacunales para realizar una campaña masiva de inmunización preventiva para la cual se necesitan 13 millones de dosis, aunque a finales de noviembre de 2022 aún no habían llegado los 3 millones que faltan. Se ha previsto llevar a cabo la campaña a finales de enero de 2023. 

Prevención de la propagación internacional y puntos de entrada

  • Los 13 países que han notificado casos confirmados han condicionado la entrada en su territorio a la presentación de un certificado de vacunación contra la fiebre amarilla, del siguiente modo: diez países exigen una prueba de vacunación a todos los viajeros, independientemente del país de origen; mientras que otros tres (Chad, Kenya y Nigeria) la piden a las personas procedentes de los países donde, en determinadas zonas, la Secretaría de la OMS haya determinado que existe riesgo de transmisión de la fiebre amarilla.

Evaluación del riesgo por la OMS

Entre el 26 de agosto y el 29 de noviembre de 2022 se confirmaron 22 casos adicionales de fiebre amarilla en diez países. Sin embargo, según la clasificación retrospectiva de los casos, solo hubo siete nuevos casos confirmados y una defunción. Burkina Faso, Senegal y Togo notificaron casos probables que, posteriormente, se descartaron, lo que indica que se ha reforzado la vigilancia. Sin embargo, el virus continúa circulando, ya que muchos de los casos se han confirmado recientemente en lugares con poca o ninguna inmunidad previa (cerca de zonas urbanas de Camerún y Uganda, o en zonas sin antecedentes de vacunación contra la fiebre amarilla [por ejemplo, en el condado de Isiolo, en Kenya]), donde es difícil llegar a los núcleos de población y hay pocos servicios. En estas zonas, la enfermedad ha afectado especialmente a los niños.

En noviembre de 2021 y junio de 2022 se había considerado que el riesgo de fiebre amarilla en la Región de África de la OMS era elevado. No obstante, basándose en la situación actual, el 12 de diciembre de 2022 se determinó que, a partir de entonces, el riesgo pasaba a ser moderado por las siguientes razones:

1. La disminución del número de casos notificados y el aumento de la inmunidad de la población gracias a que, con las campañas de vacunación preventiva realizadas recientemente o en curso y la vacunación reactiva llevadas a cabo en los países afectados, se ha vacunado a más de cuatro millones de personas en cinco países (Camerún, República Centroafricana, Chad, Ghana y Kenya) y a que, con ayuda de la estrategia EYE, las campañas masivas de vacunación preventiva organizadas en República Democrática del Congo, República del Congo y Nigeria en 2021-2022 se vacunó a cerca de 50 millones de personas.

2. El virus de la fiebre amarilla sigue circulando en algunas zonas de alto riesgo. Los casos y brotes más recientes se notifican en zonas afectadas por factores de riesgo subyacentes, como las lagunas en la inmunización sistemática o la omisión de determinados grupos de población (por ejemplo, nómadas o pastores y otros grupos itinerantes), y los problemas de seguridad y acceso.

3. La mayoría de los casos confirmados se notificaron en el último trimestre de 2021, pero varios de los confirmados recientemente procedían de núcleos urbanos o de lugares con poca o ninguna inmunidad de base (por ejemplo, cerca de núcleos urbanos en Camerún y Uganda o zonas donde no se ha vacunado contra la enfermedad).

4. Sigue siendo difícil clasificar los casos y llevar a cabo actividades de respuesta.

5. Hay factores de riesgo que podrían provocar que la fiebre amarilla se transmita de nuevo, como los retrasos en la detección y la investigación de los casos; las demoras en la aplicación de las campañas masivas de vacunación preventiva previstas; los brotes y pandemias simultáneos de COVID-19 y viruela símica, que suscitan una mayor atención en los países afectados por la fiebre amarilla; las restricciones que se aplican por seguridad en las zonas afectadas (República Centroafricana, extremo septentrional de Camerún, este de la República Democrática del Congo y norte de Nigeria) y los desplazamientos humanos.

Se considera que el riesgo general a nivel mundial es bajo, ya que en esta etapa no se han notificado casos relacionados con este brote fuera de la Región de África. Sin embargo, fuera de esta región hay ecosistemas donde la enfermedad puede proliferar, sobre todo en los países vecinos de la Región del Mediterráneo Oriental de la OMS. Si la enfermedad no se detecta a tiempo, las capacidades de vigilancia y vacunación podrían verse comprometidas por la transmisión posterior por parte de viajeros portadores del virus y por la presencia de vectores capaces de transmitirlo.

El impacto en la salud pública persistirá hasta que se controlen los brotes en curso, aumente suficientemente la cobertura vacunal contra la enfermedad y se solvente la deficiente inmunidad de la población. La importación de casos a países donde la cobertura no es óptima y que tienen deficiencias persistentes en la inmunidad de la población plantea un alto riesgo para la Región y puede poner en peligro los enormes esfuerzos invertidos para lograr la eliminación.

Consejos de la OMS

La transmisión puede acelerarse si los mosquitos Aedes, que se alimentan de día, están presentes en los núcleos urbanos y en zonas densamente pobladas, lo que podría dar lugar a la propagación rápida de la enfermedad.

Vigilancia: la OMS recomienda vigilar estrechamente la situación mediante la coordinación y el intercambio de información transfronterizos, ya que pueden darse casos en los países vecinos. Se recomienda extremar la vigilancia, mediante la investigación y el análisis de pruebas extraídas de los casos presuntos.

Vacunación: es el principal recurso para prevenir y controlar esta enfermedad. Las vacunas antiamarílicas aprobadas por la OMS son inocuas, muy eficaces y proporcionan inmunidad vitalicia.

Todos los países que notifican casos y brotes de fiebre amarilla son de alta prioridad para la estrategia EYE, que recomienda que, en los países de alto riesgo, se incluya la vacunación antiamarílica en el calendario de inmunización sistemático a partir de los nueve meses, si bien Etiopía y Sudán del Sur aún no lo han hecho. Le revisión del análisis de riesgos y del alcance de las actividades de vacunación para proteger a la población podría ayudar a evitar el riesgo de que aparezcan nuevos brotes en el futuro (por ejemplo, en Kenya).

Para proteger a las poblaciones en las zonas de riesgo elevado a largo plazo es importante seguir organizando campañas masivas de vacunación preventiva, potenciar la vacunación sistemática, aplicar otras medidas para impulsar la aplicación del Reglamento Sanitario Internacional (2005) y redoblar la vigilancia para la detección temprana, de conformidad con los objetivos de la estrategia EYE.

La OMS recomienda vacunar a todas las personas que realicen viajes internacionales a partir de los 9 meses de edad cuando se dirijan a zonas donde la Secretaría de la OMS haya determinado que hay riesgo de transmisión de fiebre amarilla; en las demás zonas, la recomendación de vacunación para los viajeros internacionales depende de la probabilidad de exposición de cada uno de ellos.

La vacunación contra la fiebre amarilla es inocua y muy eficaz y la administración de una sola dosis proporciona inmunidad de por vida. No se recomienda vacunar a los niños menores de 9 meses, excepto si se ha declarado una epidemia en la que el riesgo de transmisión del virus pueda ser muy alto. Deben sopesarse detenidamente los riesgos y beneficios de la vacunación en este grupo de edad antes de proceder a ella. También se recomienda precaución con las embarazadas y las mujeres que amamanten, pero se las puede vacunar durante las epidemias o si necesitan viajar a un país o una región donde hay riesgo de transmisión.

De acuerdo con lo dispuesto en el Reglamento Sanitario Internacional (RSI), cualquier país puede exigir una prueba de vacunación antiamarílica como condición de entrada. En los viajes internacionales, esta prueba solo se acepta si se ha anotado en el certificado internacional de vacunación o profilaxis. La vigencia de este certificado empieza 10 días después de la vacunación contra la fiebre amarilla y dura toda la vida si la vacuna ha sido aprobada por la OMS. No se puede exigir a los viajeros internacionales una dosis de refuerzo de una vacuna antiamarílica como condición de entrada a un país.

Lucha antivectorial: en los núcleos urbanos, las medidas específicas de lucha antivectorial también ayudan a interrumpir la transmisión. Como precaución general, la OMS recomienda evitar las picaduras de mosquitos, por ejemplo, mediante repelentes y mosquiteros tratados con insecticidas. El riesgo de transmisión del virus de la fiebre amarilla es más alto durante el día y al anochecer.

Comunicación de riesgos: la OMS alienta a sus Estados Miembros a adoptar todas las medidas necesarias para que informar bien a los viajeros de los riesgos y las medidas preventivas, incluida la vacunación. Se les deben explicar los signos y síntomas de la fiebre amarilla para que soliciten atención médica de inmediato si los presentan. Los viajeros infectados que regresen de zonas afectadas podrían dar lugar a ciclos de transmisión local de fiebre amarilla en las zonas donde haya vectores capaces de transmitirla.

Viajes y comercio internacionales: la OMS desaconseja aplicar restricciones a los viajes a la región o al comercio con la región de África.

La última actualización por la OMS de las zonas de riesgo de transmisión de la fiebre amarilla y de las recomendaciones conexas sobre vacunación para los viajeros internacionales data del 1 de julio de 2020; el mapa de las zonas de riesgo revisadas y las recomendaciones de vacunación contra la fiebre amarilla están disponibles en la página Viajes internacionales y salud del sitio web de la OMS.

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