Noticias sobre brotes de enfermedades

Cólera – Situación mundial

11 de febrero de 2023

Descripción de la situación

Balance mundial

Situación actual                                                                          

Desde que el 16 de diciembre de 2022 se publicó el primer parte sobre brotes epidémicos relativo a la situación mundial del cólera, la situación mundial se ha seguido deteriorando y otros países han notificado casos y brotes.

Desde mediados de 2021, el mundo se enfrenta a un agudo repunte de la séptima pandemia de cólera, caracterizado por el número, la magnitud y la concurrencia de múltiples brotes, la propagación a zonas que llevaban decenios libres de cólera y unas tasas de mortalidad alarmantemente altas.

En 2021, 23 países notificaron brotes de cólera, principalmente en las regiones de África y del Mediterráneo Oriental. Esta tendencia prosiguió en 2022, cuando 30 países de cinco de las seis regiones de la OMS notificaron casos o brotes de cólera. De estos países, 14 no habían notificado casos de cólera en 2021, incluidos países donde la enfermedad no era endémica (Líbano y Siria)i,ii o que llevaban más de tres años sin notificar casos (Haití y la República Dominicana), mientras que la mayoría del resto de países notificaron un número de casos y una tasa de letalidad superiores a las cifras de años anteriores.

A 1 de febrero de 2023, al menos 18 países siguen notificando casos de cólera (cuadro 1A y B). Dado que, de acuerdo con los patrones de estacionalidad, grandes partes del mundo se encuentran actualmente en un período de transmisión baja o interepidémica, este número podría aumentar en los próximos meses.

La mortalidad asociada a esos brotes es motivo de especial preocupación, ya que muchos países notificaron una tasa de letalidad más elevada que en años anteriores. La tasa media de letalidad por cólera notificada a nivel mundial en 2021 fue del 1,9% (2,9% en África), un aumento significativo que supera lo considerado aceptable (<1%) y que sitúa la tasa en los niveles más elevados en más de un decenio. Los datos preliminares apuntan a una tendencia similar para 2022 y 2023. 

En el último parte sobre brotes epidémicos se hizo hincapié en los posibles vectores de los brotes, así como en los desafíos que afectan las actividades de respuesta. La progresión simultánea de varios brotes de cólera, agravada por las complejas crisis humanitarias a las que se enfrentan algunos países que cuentan con sistemas de salud frágiles y por los efectos del cambio climático, dificulta la respuesta a los brotes y aumenta el riesgo de propagación a otros países.

La capacidad general de respuesta a los múltiples brotes concurrentes sigue viéndose mermada por la falta de recursos a escala mundial, sobre todo en relación con la vacuna anticolérica oral, así como por la sobrecarga de trabajo del personal médico y de salud pública, que debe hacer frente a múltiples brotes al mismo tiempo.

Sobre la base de la situación actual, en particular, el creciente número de brotes y su expansión geográfica, así como la falta de vacunas y otros recursos, la OMS considera como muy elevado el riesgo a nivel mundial.

Epidemiología

El cólera es una enfermedad diarreica aguda que, cuando es grave, se caracteriza por una diarrea líquida extrema y una deshidratación que puede llegar a ser mortal. Está causado por la ingestión de agua o alimentos contaminados por la bacteria Vibrio cholerae. Tiene un periodo de incubación corto, que oscila entre doce horas y cinco días. La mayoría de las personas son asintomáticas o solo presentan síntomas leves o moderados; alrededor del 20% de las personas enfermas sufren diarrea líquida aguda con deshidratación grave y corren peligro de muerte. Aunque puede tratarse fácilmente con una solución rehidratante, el cólera sigue siendo una amenaza mundial para la salud debido a su elevada morbilidad y mortalidad en poblaciones vulnerables que carecen de acceso a una atención de la salud adecuada.

En los dos últimos siglos, se han registrado siete pandemias distintas de cólera. Se considera que la séptima, en la que nos encontramos, empezó en 1961. Durante los primeros dos decenios, el cólera llegó a ser endémico en muchos países tras su (re)introducción. Aunque la incidencia mundial disminuyó considerablemente a finales del decenio de 1990, el cólera sigue siendo prevalente en zonas de África y Asia.

La carga mundial del cólera es en gran parte desconocida porque la mayoría de los casos no se notifican; sin embargo, estudios previos estiman que cada año se producen 2,9 millones de casos y 95 000 muertes.  

Figura 1: Situación mundial de las epidemias activas de cólera y diarrea líquida aguda a 1 de febrero de 2023

Nota: Los países en color blanco no están notificando brotes de cólera en curso a 1 de febrero de 2023.

Figura 2: Casos de cólera* notificados a la OMS por año y continente, tasa de letalidad mundial, 1989-2021**

* En 2017 y 2019, el Yemen concentró el 84% y el 93% de todos los casos de cólera, respectivamente (Weekly Epidemiological Report 2018, 2020).

**La curva epidémica no incorpora los datos de 2022 debido a que: i) están incompletos, y ii) se trata de estimaciones provisionales. Se espera que a finales de año se notifiquen a la OMS los recuentos oficiales de casos por país, que todavía deben recopilarse para el informe anual.

Cabe señalar que los datos sobre el cólera suelen ser incompletos y que es frecuente que no todos los casos se notifiquen. Varios países carecen de sistemas de suministro de información sobre esta enfermedad. Por este motivo, no pueden facilitarse listas completas de países con brotes, ni recuentos precisos de casos y muertes.

Situación regional

En el cuadro siguiente se describe la situación de algunos países que se encuentran bajo vigilancia. Entre ellos hay países con brotes activos de cólera y los que notificaron brotes en 2022. También se tienen en cuenta otros factores, como la duración del brote, el tamaño de las poblaciones vulnerables y los desafíos contextuales en sentido general.

Región de África de la OMS: El conflicto en curso en la provincia de Kivu del Norte, en la República Democrática del Congo, provocó una mayor afluencia de desplazados internos a los campamentos próximos a Goma durante los últimos meses de 2022. La falta de acceso a agua y saneamiento en los campamentos espoleó el brote de cólera ya existente. Además, la temporada de lluvias está agravando la situación del cólera en otras provincias orientales, lo que aumenta el riesgo de propagación regional. Burundi declaró recientemente un brote de cólera en la ciudad de Buyumbura, a orillas del lago Tanganica y cerca de la frontera con la provincia de Kivu del Sur, en la República Democrática del Congo. Si bien el número de casos notificados en algunos países con brotes generalizados en 2022, como el Camerún y Nigeria, está disminuyendo, la situación en Malawi sigue deteriorándose a principios de 2023, con más de 600 nuevos casos notificados por día. El país está experimentando el brote de cólera más mortal de su historia, con una elevada tasa de letalidad continua (>3%) desde marzo de 2022. Además, en la vecina Mozambique se ha registrado un fuerte aumento en el número de casos y de alertas desde mediados de diciembre de 2022, y se han notificado casos en cinco provincias, incluidas provincias limítrofes con Malawi.

El 26 de enero de 2023, Zambia notificó a la OMS un brote de cólera en la provincia oriental limítrofe con Malawi y Mozambique. Sigue existiendo un alto riesgo de propagación a otros países de la región, como Tanzania y Zimbabwe. Además, tres países del Cuerno de África (Etiopía, Kenia y Somalia, en la Región del Mediterráneo Oriental) han notificado brotes de cólera en curso. La pertinaz sequía está provocando unos movimientos de población que aumentan el riesgo de propagación del cólera, así como unos elevados niveles de desnutrición, que acentúan el riesgo de que el cólera acarree consecuencias graves en la región. Hay múltiples emergencias clasificadas, y los recursos y la capacidad humana son limitados debido a otras emergencias de salud pública (COVID-19, viruela símica, malnutrición). Muchas zonas afectadas son sumamente inseguras y las posibilidades de llegar a la población, que tiene un acceso limitado a la atención de salud, son reducidas. El cambio climático está provocando sequía en algunas zonas de África e inundaciones en otras, lo que ha dado lugar a más desplazamientos de la población y un menor acceso a agua salubre. Se notificaron elevadas tasas de letalidad debidas a múltiples brotes. Existe un alto riesgo de propagación regional tanto en África austral, con la proximidad de la temporada de lluvias/ciclones, como en la cuenca del lago Chad, donde la capacidad de respuesta es limitada a causa de la inseguridad.

Región de las Américas de la OMS: La situación en el departamento de Ouest, en Haití (que incluye la zona metropolitana de Puerto Príncipe), se está estabilizando. El departamento registró un tercio de los casos confirmados notificados durante el pico de octubre-noviembre de 2022. Sin embargo, el brote aún no está bajo control y se siguen notificando casos sospechosos y confirmados de cólera en los diez departamentos del país. Además, se están notificando casos importados y transmisión local limitada desde Santo Domingo, la capital de la vecina República Dominicana.

La movilidad de la población local, aunque limitada debido a la gran inseguridad que sufre el país y la falta de combustible, representa un riesgo continuo de propagación nacional e internacional. Podrían darse casos adicionales de exportación desde Haití a otros países y territorios de la Región de las Américas. De acuerdo con la evaluación rápida del riesgo que AMRO llevó a cabo el 2 de diciembre de 2022, el riesgo en La Española se considera muy elevado, mientras que el riesgo regional se considera moderado. Se está trabajando en mejorar la vigilancia y la capacidad de laboratorio en la región. Está en marcha una campaña de vacunación contra el cólera en la isla de La Española.

Región del Mediterráneo Oriental de la OMS: La debilidad de los sistemas de vigilancia (por ejemplo, vigilancia centinela y vigilancia hospitalaria) en muchos países de la región dificulta la interpretación de los datos. La región se caracteriza por una capacidad limitada en términos de personal debido a las complejas crisis humanitarias, así como por la emigración de personal capacitado. Los brotes en la región se están extendiendo, como consecuencia de los movimientos de población agravados por los conflictos, el cambio climático, las sequías y las inundaciones. En 2022, el Líbano y Siria notificaron el primer brote de cólera en más de 10 años, mientras que el Pakistán registró su mayor brote en decenios. En el Afganistán, el Líbano, el Pakistán y Somalia, el número de casos está disminuyendo, y otros países de la región que notificaron brotes en 2022, como el Iraq y la República Islámica del Irán, siguen bajo vigilancia. El brote generalizado prosigue en algunas partes de la República Árabe Siria, y persiste el riesgo de que continúe propagándose a otros países de la región y de fuera de la región.

Región de Europa de la OMS: El cólera no es endémico en la Región de Europa de la OMS. Los sólidos sistemas de salud pública existentes, incluido el acceso a normas adecuadas de higiene y saneamiento en las instalaciones comunitarias y los establecimientos de salud, junto con las capacidades de vigilancia y respuesta, reducen el riesgo de una mayor transmisión tras la importación. No obstante, los países fronterizos con Siria y el Líbano, donde se han notificado importantes brotes en curso, pueden tener un mayor riesgo de introducción y transmisión ulterior en entornos particulares, por ejemplo, entre refugiados y personas desplazadas (Türkiye). Cabe prever un mayor riesgo de brotes de cólera en Türkiye tras el gran terremoto que en una fecha tan reciente como el 6 de febrero de 2023 sacudió las regiones meridional y central del país y que ha tenido efectos devastadores en las infraestructuras. Además, en noviembre de 2022, Israel notificó a la OMS que había detectado Vibrio cholerae O1 toxígeno en muestras ambientales procedentes del arroyo Yarmuch, a su entrada en Israel. Este país ha adoptado importantes medidas proactivas para prevenir la introducción y la transmisión del cólera, fruto de las cuales el riesgo general se considera bajo. Aunque la guerra en curso en Ucrania puede empeorar aún más las condiciones ambientales y de saneamiento y debilitar la infraestructura de salud en la zona, el riesgo de que aparezcan casos de cólera es menor durante los meses de invierno.

En noviembre de 2022, los puntos focales del RSI para la Región de Europa de la OMS invitaron a los Estados Miembros a notificar de manera ad hoc cualquier caso importado o autóctono de cólera a fin de apoyar la vigilancia de los brotes mundiales. A 27 de diciembre de 2022, ocho Estados Miembros de la Región de Europa habían notificado a la OMS 28 casos de cólera, 24 de los cuales estaban relacionados con viajes a países afectados por el cólera.

Región de Asia Sudoriental de la OMS: El pico esperado en la temporada posterior al monzón en 2022 no se produjo. Continúa la transmisión de bajo nivel en Bazar de Cox, en Bangladesh, en 2023, especialmente entre los ciudadanos de Myanmar desplazados por la fuerza. Tanto la India como Nepal, que notificaron brotes en 2022, siguen bajo vigilancia. Hay una vigilancia limitada (a menudo, vigilancia centinela) y pocas notificaciones. Persiste el riesgo de exportación a otras regiones.

Región del Pacífico Occidental de la OMS: En Filipinas, se notificaron brotes recurrentes de cólera en 2022, y el número acumulado de casos notificados triplicó las cifras de 2021. Si bien los países de la región disponen, por lo general, de una buena capacidad de control, la vigilancia de la calidad del agua de bebida es inadecuada.

Cuadro 1A y B. Resumen de los brotes de cólera en curso notificados a enero de 2023

Epidemiología de la enfermedad

Cholera is an acute diarrheal infection. When severe, it is characterized by extreme watery diarrhoea and potentially fatal dehydration. It is caused by the ingestion of food or water contaminated with the bacterium Vibrio cholerae. It has a short incubation period, ranging between twelve hours and five days. Most people will develop no or mild to moderate symptoms; about 20% of ill persons develop acute watery diarrhoea with severe dehydration and are at risk of death. Despite being easily treatable with rehydration solution, cholera remains a global health threat due to its high morbidity and mortality in vulnerable populations without access to adequate health care.

Seven distinct pandemics of cholera have been recorded over the past two centuries. The seventh pandemic, which is still going on now, is considered to have started in 1961.  During the first two decades, following (re)introduction, many countries transitioned to becoming cholera-endemic. While global incidence greatly decreased in the late 1990s, cholera remains prevalent in parts of Africa and Asia.

The global burden of cholera is largely unknown because the majority of cases are not reported, however, previous studies estimate 2.9 million cases, and 95 000 deaths occur annually.

Respuesta de salud pública

La OMS está colaborando con sus asociados a escala mundial, regional y nacional para apoyar a los Estados Miembros en las siguientes actividades de respuesta a los brotes de cólera:

Coordinación

  • Se ha establecido en la Sede el Equipo del Sistema de Gestión de Incidentes (IMST) en relación con el cólera.
  • El 26 de enero de 2023, el evento de cólera que afecta a diferentes regiones fue calificado a nivel mundial como emergencia de grado 3, el grado más elevado.
  • Proporcionar un foro para el intercambio de conocimientos técnicos coordinado por el Grupo Especial Mundial de Lucha contra el Cólera, y cooperar en actividades relacionadas con el cólera a fin de reforzar la capacidad de los países para prevenir y controlar esta enfermedad.
  • Proporcionar apoyo técnico para hacer frente a todos los brotes en curso (laboratorio, gestión de casos, vacuna anticolérica oral, prevención y control de las infecciones, ASH).
  • Colaborar con los principales asociados (UNICEF, MSF) para coordinar el abastecimiento y el acceso óptimo a los suministros.
  • Destinar recursos a apoyar el seguimiento mundial de la pandemia de cólera, proporcionar apoyo técnico a los países, mejorar la recopilación de datos y la presentación de informes, reforzar la promoción y suministrar artículos médicos y no médicos a los países que los necesiten, especialmente a efectos de gestión de casos y diagnóstico.
  • Apoyar el despliegue de expertos a través de la Red Mundial de Alerta y Respuesta ante Brotes Epidémicos (GOARN) y de los asociados permanentes.
  • Por conducto del Servicio Colectivo, activar a los asociados en materia de comunicación de riesgos y participación de la comunidad.
  • Llevar a cabo actividades de promoción y movilización de recursos para apoyar la prevención y el control del cólera a escala nacional, regional y mundial.

Vigilancia

  • Reforzar la vigilancia, en particular mediante el fortalecimiento de los algoritmos de diagnóstico, el uso de pruebas de diagnóstico rápido, la recogida y el transporte de muestras y el refuerzo de la capacidad de laboratorio para preparar cultivos de V. cholerae.

Vacunación

  • Proporcionar orientaciones para identificar a las poblaciones objetivo en las campañas de inmunización y solicitar vacunas a través del mecanismo del Grupo Internacional de Coordinación, en un contexto de suministro extremadamente limitado.
  • Apoyar actividades de promoción para aumentar la producción de la vacuna anticolérica oral y atraer a nuevos fabricantes de vacunas.
  • Trabajar con los países para identificar las zonas/los puntos críticos donde la vacunación es más necesaria.3

Gestión de casos

  • Reforzar el acceso y mejorar la calidad de los cuidados que reciben los pacientes mediante la creación de establecimientos especializados de atención de la salud (centros y unidades de tratamiento del cólera) que ofrecen: 1) un cribado de alta calidad; 2) manejo clínico específico y protocolizado, y 3) detección y gestión de las complicaciones. Esto requiere una fuerza de trabajo calificada y vías clínicas claras, garantizadas a través de la capacitación de los trabajadores de la salud y la elaboración de orientaciones técnicas. También es preciso implicar a las comunidades a fin de garantizar apoyo para proporcionar hidratación rápida a personas que se sospecha han contraído cólera y unos modos de comportamiento centrados en la búsqueda rápida de atención.
  • Incluir puntos de rehidratación oral en la respuesta a fin de ofrecer una intervención temprana, lo que reduce el riesgo de enfermedad grave y mejora los procesos de derivación cuando se requiere hospitalización.
  • Armonizar la recopilación de datos clínicos y la presentación de informes, y permitir la mejora de la calidad y actividades de auditoría a través de formularios de informes de casos y documentación común

Prevención y control de las infecciones (PCI)

  • Apoyar a los países para que evalúen e implementen intervenciones específicas en materia de seguridad y calidad de la atención en los establecimientos de salud a fin de reducir el riesgo de infecciones de cólera asociadas a la atención de la salud

Comunicación de riesgos y participación de la comunidad (CRPC)

  • Trabajar en estrecha colaboración con las comunidades, los Estados Miembros y los asociados para establecer mecanismos de coordinación en materia de CRPC que estén integrados en la respuesta más amplia al brote, localizar a asociados, identificar comunidades en riesgo y canales/personas influyentes fiables (en particular, intervenciones en materia de ASH, gestión de casos, campañas de vacunación y vigilancia comunitaria). 
  • Prestar apoyo para mantener y crear confianza y gestionar la percepción del riesgo y el conocimiento que tienen las comunidades acerca de la enfermedad, sus síntomas, los riesgos asociados, las precauciones que es preciso adoptar y el momento en que se debe asegurar la debida hidratación y solicitar atención médica cuando aparecen los síntomas.
  • La recopilación, el análisis y el uso de datos sociales y de comportamiento deben servir de base para la respuesta al brote a fin de comprender los factores conductuales de la transmisión, qué intervenciones son eficaces y los conocimientos, actitudes y prácticas a lo largo del tiempo.

Agua, saneamiento e higiene (ASH)

  • Colaborar estrechamente con las comunidades, los Estados Miembros y los asociados para reforzar los sistemas de agua, saneamiento e higiene a través de mecanismos multisectoriales, entre ellos la PCI, así como orientaciones sobre la vigilancia de la calidad del agua de bebida.
  • Apoyar a los países en la aplicación de estrategias eficaces de control del cólera y en el seguimiento de los progresos realizados.
  • Apoyar a las comunidades para promover, planificar e implementar intervenciones sostenibles de agua, saneamiento e higiene a fin de reducir el riesgo de brotes de cólera y apoyar los esfuerzos de respuesta.

Operaciones, apoyo y aspectos logísticos

  • Colaborar estrechamente con los proveedores para obtener kits para el tratamiento del cólera, encontrar otras vías de abastecimiento para los servicios de ASH y establecer una cadena de suministro de artículos a granel.

Evaluación del riesgo por la OMS

El riesgo de cólera no se distribuye de manera uniforme entre regiones, países o dentro de los países. Este riesgo aumenta conforme disminuye el acceso a agua potable y saneamiento.

Sin embargo, se están produciendo varios brotes simultáneamente en las seis regiones de la OMS (la Región de África, la Región de las Américas, la Región del Mediterráneo Oriental, la Región de Europa,iii la Región de Asia Sudoriental,iv la Región del Pacífico Occidental), que están poniendo a prueba la capacidad general de respuesta a la epidemia. Los brotes prolongados de cólera están agotando al personal de respuesta de salud pública y acabando con los recursos, tanto a escala mundial como local.

Varios países, entre ellos el Camerún, Etiopía, Haití, el Líbano, Nigeria (noreste del país), el Pakistán, Somalia, Siria y la República Democrática del Congo (parte oriental del país) se encuentran sumidos en complejas crisis humanitarias a las que tienen que hacer frente con unos sistemas de salud frágiles, un acceso inadecuado a agua salubre y saneamiento y una capacidad insuficiente para responder a los brotes. El cambio climático y la falta de desarrollo también están contribuyendo a los brotes.

Además, en muchos países afectados, la población muestra un alto grado de movilidad, y pueden propagar el cólera a los países vecinos (por ejemplo, existe un alto riesgo de propagación entre Malawi y Mozambique, así como a Tanzania, Zambia y Zimbabwe; el aumento de los casos en las provincias de Kivu del Norte y Kivu del Sur, en la República Democrática del Congo, aumenta el riesgo de propagación a Burundi, Rwanda y Uganda; en Somalia, hay un movimiento transfronterizo incontrolado de personas, incluidos refugiados y solicitantes de asilo, con países vecinos, especialmente Etiopía, Kenya, Djibouti y el Yemen; grandes movimientos de población entre el Pakistán y el Afganistán, el Iraq y el Irán; el brote de Siria se ha extendido al Líbano, y persiste el riesgo de que se propague a Jordania). También existe riesgo de propagación a zonas actualmente no afectadas, como consecuencia de los viajes internacionales a países como Sierra Leona y Liberia, en las que el riesgo de que se produzcan brotes de cólera es elevado. Después de que, entre octubre de 2022 y enero de 2023, se notificaran al menos 10 casos importados procedentes de Haití, la vecina República Dominicana continúa notificando en 2023 casos relacionados con la transmisión local. Existe el riesgo de una mayor propagación en las Américas. Los movimientos transfronterizos de población y el aumento de los viajes a escala mundial tras la eliminación de las restricciones relacionadas con la COVID-19 aumentan el riesgo de una mayor propagación internacional.

En octubre de 2022, el Grupo Internacional de Coordinación tomó la decisión sin precedentes de suspender temporalmente la segunda dosis de la vacuna anticolérica oral para responder al brote debido a la escasez mundial de estas vacunas, situación que persiste en 2023. Aunque eficaz, la estrategia de una sola dosis provocará que se reduzca la duración de la inmunidad inducida por la vacuna, especialmente en niños menores de cinco años, lo que hará que las poblaciones vuelvan a ser vulnerables al cólera al cabo de un año.

Sobre la base de la situación actual, en particular: 1) el creciente número de brotes y la expansión geográfica; 2) el complejo contexto humanitario, en el que conviven muchas crisis; 3) el riesgo continuo de propagación, y 4) la falta de vacunas y una capacidad de respuesta limitada (suministros, recursos humanos), el riesgo a nivel mundial se evalúa como muy alto, y el cólera sigue siendo una amenaza mundial para la salud pública y un indicador de inequidad y de falta de desarrollo social.

Consejos de la OMS

La OMS recomienda mejorar el acceso a un tratamiento adecuado y oportuno de los casos de cólera, así como al agua potable y a infraestructuras de saneamiento, además de mejorar la prevención y el control de las infecciones en los establecimientos de atención de salud. Estas medidas, junto con la promoción de la hidratación rápida y de modos de comportamiento encaminados a la búsqueda de atención ante posibles casos de cólera, así como de prácticas preventivas de higiene y seguridad alimentaria en las comunidades afectadas, son los medios más eficaces para controlar el cólera. Es clave escuchar y comprender los motivos de preocupación, las necesidades, los desafíos y las capacidades de la comunidad y posicionar a las comunidades como asociados en la planificación y ejecución de los esfuerzos en materia de respuesta. Esto incluye comprender y abordar las barreras que afectan la adopción de comportamientos protectores, el impacto de la estigmatización y la discriminación y la confianza en los sistemas, los agentes y las autoridades de salud. Reconocer el conocimiento y las capacidades de la comunidad e involucrar sistemáticamente a las comunidades en el fortalecimiento del ASH, la vigilancia comunitaria, la gestión de los casos y unas prácticas de entierro seguras y dignas generará confianza y ayudará a alinear los esfuerzos de los sistemas de salud en materia de respuesta con las necesidades de la comunidad. Formar a los trabajadores de la salud para que trabajen con las comunidades a fin de garantizar un comportamiento encaminado a la búsqueda rápida de atención y de celebrar entierros seguros y dignos será esencial para mantener la confianza entre las comunidades y el sistema de salud. 

La administración de vacunas anticoléricas orales debe ir acompañada de mejoras en los servicios de agua y saneamiento con el fin de controlar los brotes de cólera y prevenir la enfermedad en las zonas de alto riesgo. Dado el suministro limitado de vacunas anticoléricas orales a nivel mundial, los esfuerzos relativos a la CRPC y a la demanda de vacunas deberían ser un componente fundamental de las campañas de vacunación para garantizar la máxima aceptación.

La OMS recomienda a los Estados Miembros que refuercen y mantengan la vigilancia del cólera, especialmente a nivel comunitario, a fin de detectar de manera precoz los casos sospechosos, proporcionar un tratamiento adecuado y prevenir la propagación de la enfermedad. El tratamiento precoz y adecuado reduce la tasa de letalidad del cólera a menos del 1% de los pacientes.

Sobre la base de la información disponible, la OMS no recomienda aplicar restricciones al comercio con los Estados Miembros ni a los viajes a estos países. Sin embargo, dado que el brote afecta también a zonas fronterizas en las que se producen importantes movimientos transfronterizos, la OMS alienta a los Estados Miembros a que garanticen la cooperación y el intercambio periódico de información en todos los niveles de la Organización, a fin de poder evaluar y contener rápidamente toda propagación transfronteriza.

Información adicional


Referencias bibliográficas

  1. Cólera Haití – Evaluación de riesgo - OPS/OMS | Organización Panamericana de la Salud [Documento WWW], s. f. (consultado el 15 de diciembre de 2022).
  2. Cólera - Haití [Documento WWW], s. f. (consultado el 15 de diciembre de 2022).
  3. Acerca del Grupo Internacional de Coordinación (ICG) sobre el Suministro de Vacunas [Documento WWW], s. f. - en inglés (consultado el 12 de diciembre de 2022).

i Se consideran endémicas las zonas donde, en los últimos 3 años, se han dado casos confirmados de cólera con evidencia de transmisión local (es decir, que no se trata de casos importados de otros lugares). Los brotes/epidemias de cólera pueden producirse tanto en países donde la enfermedad es endémica como en países donde habitualmente no hay cólera.

ii El Líbano y Siria no se consideraron endémicos. Fuente: Grupo Especial Mundial de Lucha contra el Cólera, Ending Cholera: a global roadmap to 2030.

iii Noroeste de Siria

iv Bangladesh

 

Cita recomendada: Organización Mundial de la Salud (11 de febrero de 2023). Partes sobre brotes epidémicos: Cólera – Situación mundial Disponible en: https://www.who.int/es/emergencies/disease-outbreak-news/item/2023-DON437