Viruela símica (mpox): vacunas
22 de enero de 2025 | Preguntas y respuestasEn esta página se responde a las preguntas más frecuentes sobre las vacunas contra la mpox. Para obtener más información sobre cómo protegerse a sí mismo y a los demás de la mpox, consulte nuestra página de orientaciones para la población, a la que puede accederse desde la sección «Información conexa» de esta página.
Sí, hay vacunas disponibles para ayudar a prevenir y reducir los síntomas de la mpox.
Existen algunas diferencias importantes entre la forma en que se utilizan estas vacunas y a quién pueden administrarse. Las vacunas disponibles son:
- MVA-BN (cuyos nombres comerciales son Imvamune®, Imvanex® y Jynneos®): esta vacuna se administra mediante inyección por debajo de la piel (vía subcutánea). También puede administrarse entre capas de la piel (vía intradérmica), una técnica que permite administrar una dosis menor (dosis fraccionada).
- LC16m8 (o LC16-KMB®): se administra pinchando ligeramente la piel varias veces con una aguja bifurcada especial, lo que facilita la entrada del preparado justo por debajo de la piel.
Tanto la vacuna MVA-BN como la LC16m8 contienen una forma debilitada de un virus relacionado con el virus de la mpox, llamado virus de la vaccinia, que induce una respuesta inmunitaria en el organismo.
Además, los Estados Unidos de América han autorizado recientemente la vacuna ACAM2000 para prevenir la mpox, si bien restringiendo su uso debido a los efectos secundarios que han presentado algunas personas.
La vacunación es importante porque ayuda a prevenir la infección por el virus de la mpox y a retrasar su propagación. Además, ayuda a proteger a las personas infectadas para que no presenten un cuadro grave de la enfermedad.
La mpox se transmite principalmente por contacto directo con una persona que ya tiene la enfermedad, por contacto con materiales contaminados, como ropa de cama, y, en algunos lugares, por contacto con animales infectados. En las zonas en las que se ha producido un brote, el objetivo principal de la vacunación es prevenir la transmisión entre las personas con riesgo de exposición a la mpox.
Se recomienda vacunar contra la mpox a las personas con riesgo de contraer la enfermedad, especialmente durante un brote. Se recomendará o no vacunar, en función del nivel de riesgo de cada persona y de las políticas nacionales y locales en materia de salud.
En el marco de este enfoque específico se otorga prioridad a la vacunación de los siguientes grupos:
- Personas que han estado en contacto directo con alguien que tiene mpox (incluidos los niños)
- Personas que viven en zonas geográficas de alto riesgo de exposición a la mpox
- Trabajadores de la salud con riesgo de exposición a la mpox, incluido el personal de laboratorio clínico y de atención de salud que realiza pruebas para diagnosticar esta enfermedad
- Miembros de los equipos de respuesta a los brotes de mpox
- Personas con múltiples parejas sexuales, incluidos los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres
- Trabajadores sexuales, con independencia de su género, y sus clientes.
El riesgo de padecer un cuadro grave y complicaciones por la mpox es mayor en las mujeres embarazadas, los niños pequeños (especialmente los malnutridos y los que tienen otras enfermedades) y las personas inmunodeprimidas (por ejemplo, las que tienen una infección avanzada por el VIH no tratada o no controlada). En las zonas con transmisión comunitaria de mpox, estos grupos también podrían ser prioritarios con vistas a la vacunación.
Es importante destinar las existencias disponibles a la protección de las personas que corren un mayor riesgo. Actualmente, no se recomienda la vacunación masiva, es decir, la vacunación de un gran número de personas en un país o una región, independientemente de su nivel de riesgo.
Las vacunas contra la mpox pueden administrarse antes o después de la exposición al virus.
- Antes de la exposición para reducir el riesgo de infección.
- Después de la exposición para reducir el riesgo de presentar síntomas o un cuadro grave de la enfermedad.
Si usted pertenece a un grupo de riesgo para el que se recomienda la vacunación en su país, o si recientemente ha estado en contacto directo con alguien con síntomas de mpox, pida inmediatamente consejo a su proveedor de atención de salud.
Siempre que sea posible, las personas que han estado expuestas a alguien con mpox deberían vacunarse en los cuatro días posteriores a la exposición, o en los 14 días posteriores si no presentan síntomas.
El número de dosis vacunales que necesite dependerá de la vacuna que se le administre.
- Vacuna MVA-BN: por lo general, se administra en dos dosis completas, con 28 días de diferencia.
Con miras a vacunar a más personas durante un brote de mpox, las autoridades de salud podrían decidir ofrecer:
- dos dosis fraccionadas más pequeñas entre capas de la piel, con 28 días de diferencia, o
- una dosis completa debajo de la piel.
Estos calendarios pueden ayudar a que la vacuna beneficie al mayor número de personas posible.
- Vacuna LC16m8: es una vacuna de dosis única de la que solo se necesita una dosis para proteger al organismo.
Por el momento no se recomienda administrar dosis de refuerzo.
La evidencia disponible muestra que tanto la vacuna MVA‑BN como la LC16m8 brindan una buena protección a las personas con la pauta completa. Los últimos estudios muestran que las personas vacunadas con dos dosis de la vacuna MVA-BN tienen un 82% menos de probabilidades de contraer la enfermedad que las no vacunadas, mientras que una dosis de esa vacuna reduce dicha probabilidad en un 76%.
A pesar de que algunas personas puedan presentar síntomas leves de mpox tras la vacunación, estarán igualmente protegidas contra la aparición de un cuadro grave. Incluso después de haberse vacunado, debería usted seguir protegiéndose siempre que sea posible para reducir el riesgo de infectarse y para proteger a los demás.
La evidencia disponible muestra que las vacunas contra la mpox son seguras y bien toleradas por la mayoría de las personas. Como ocurre con cualquier vacuna, algunas personas pueden experimentar efectos secundarios leves o moderados después de vacunarse contra la mpox. Se trata de un signo normal de que el organismo está generando inmunidad.
Los efectos secundarios más comunes son dolor, enrojecimiento, hinchazón y picor en el lugar de la inyección, dolor muscular, dolor de cabeza y fiebre.
La mayoría de los efectos secundarios desaparecen espontáneamente a los pocos días. Todos estos efectos pueden paliarse con descanso, hidratación y medicación para el dolor y la fiebre, si fuera necesario.
Además de los efectos secundarios anteriores, la vacuna LC16m8 provoca una pápula en el lugar de la inyección a las dos semanas de la vacunación que deja una pequeña cicatriz.
En casos muy raros se han notificado eventos adversos intensos, como inflamación del corazón (miocarditis o pericarditis) como consecuencia de la administración de estas vacunas. Las personas vacunadas deberán alertar a sus proveedores locales de atención de salud y solicitar atención médica urgente si, tras vacunarse, experimentan dolor en el pecho u otros síntomas preocupantes.
Se necesita cierto tiempo para desarrollar inmunidad después de haber sido vacunado. La rapidez con la que obtenga la inmunidad máxima dependerá de la vacuna que reciba:
- Vacuna MVA-BN: dos semanas después de la segunda dosis.
- Vacuna LC16m8: cuatro semanas después de la dosis única.
Durante el período que tarda en aparecer la inmunidad, hay que seguir tomando precauciones para no infectarse por el virus de la mpox. Esto también ayuda a proteger a los demás. En este enlace se explican las medidas comportamentales para protegerse, entre las que figuran:
- Evitar el contacto directo con cualquier persona que tenga mpox, incluido el sexual.
- Si es posible, detener la actividad sexual con múltiples parejas.
- Lavarse a menudo las manos con agua y jabón o con un desinfectante para manos a base de alcohol.
Algunas personas expuestas a la mpox pueden presentar síntomas leves incluso después de haber sido vacunadas; en ese caso, la vacuna seguirá proporcionando protección contra síntomas y complicaciones más graves. Tras la vacunación, hay que seguir tomando las precauciones mencionadas para protegerse y reducir así el riesgo de exposición a la mpox, incluso después de vacunarse.
Si viaja a un lugar en el que se está produciendo un brote de mpox, asegúrese de tomar medidas para evitar la exposición al virus. La vacunación contra la mpox no se recomienda de forma rutinaria a las personas que viajan a un país en el que se está produciendo un brote de la enfermedad, a menos que exista riesgo de exposición al virus.
Si ha estado en contacto directo con alguien con mpox, pida consejo a su proveedor local de atención médica en relación con la vacunación.
El riesgo de presentar síntomas graves de mpox aumenta durante el embarazo. La vacuna MVA-BN puede administrarse a las embarazadas con riesgo de exposición a la mpox y a las que están amamantando. La lactancia materna tiene importantes beneficios para la salud de la madre y del lactante, por lo que la OMS no recomienda suspenderla tras la vacunación.
La vacuna LC16m8 no se recomienda para mujeres embarazadas o en período de lactancia.
- La vacuna LC16m8 puede administrarse a niños a partir del primer año de edad.
- La vacuna MVA-BN no está autorizada actualmente para su uso en niños menores de 12 años a pesar de que los datos disponibles al respecto muestran que es segura. Sobre la base de los datos de seguridad existentes, la OMS aconseja que se pueda administrar esta vacuna a lactantes y niños como indicación no autorizada. Esto significa que su uso está recomendado en situaciones de emergencia en las que los beneficios de la vacunación superen cualquier posible riesgo. Su uso también debe estar en consonancia con las directrices y autorizaciones nacionales.
Las personas que viven con el VIH pueden vacunarse y, por tener un mayor riesgo de contraer la mpox, debería estudiarse su caso con vistas a una posible vacunación. Tanto la vacuna MVA-BN como la LC16m8 pueden administrarse a personas con infección por VIH tratada y bien controlada. Solo la MVA-BN puede administrarse a las personas que viven con el VIH y que están inmunodeprimidas en el momento de la administración (véase la siguiente pregunta).
La inmunodepresión aumenta el riesgo de presentar síntomas más graves si se contrae la mpox. Las personas inmunodeprimidas y las que toman un tratamiento farmacológico que causa inmunosupresión pueden vacunarse con la vacuna MVA-BN. En cambio, la vacuna LC16m8 no debe administrarse a ninguna persona inmunodeprimida.
Las vacunas contra la viruela y la mpox contienen una forma debilitada de un virus denominado «virus de la vaccinia», que pertenece a su misma familia. Es seguro incluir la forma debilitada del virus de la vaccinia en vacunas destinadas a prevenir tanto la mpox como la viruela.
Si cumple usted los criterios para vacunarse contra la mpox, debería hacerlo incluso cuando haya sido vacunado contra la viruela previamente y pueda demostrarlo con documentación o la cicatriz de la vacuna antivariólica.
Una aguja bifurcada es una aguja de dos puntas que utilizan los trabajadores de la salud para pinchar en el brazo y que la vacuna entre en el organismo. La aguja bifurcada fue diseñada en la década de 1960 y se utilizó con éxito para vacunar a millones de personas durante la campaña de erradicación de la viruela.
La técnica de vacunación con aguja bifurcada consiste en una punción múltiple que da lugar a la aparición de una pequeña gota de sangre en el lugar de la inyección. además, después de la vacunación se produce una reacción cutánea en el lugar de la inyección que la persona vacunada deberá cuidar debidamente. Los trabajadores de la salud le explicarán cómo hacerlo.