El Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS) presenta a continuación el informe de la cuarta reunión del Comité de Emergencias del Reglamento Sanitario Internacional (2005) (RSI) (en adelante, el «Comité») sobre el recrudecimiento de la viruela símica (mpox) en 2024, celebrada el jueves 5 de junio de 2025 de 12.00 a 17.00 horas (hora de Europa Central).
Coincidiendo con el Comité en su asesoramiento, expresado unánimemente durante la reunión, el Director General de la OMS determinó que el recrudecimiento de la mpox en 2024 sigue cumpliendo los criterios de emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII) y, en consecuencia, el 9 de junio de 2025 emitió recomendaciones temporales a los Estados Partes, disponibles aquí.
El Director General de la OMS expresa su más sincero agradecimiento al Presidente, miembros y asesores del Comité
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Actas de la reunión
El jueves 5 de junio de 2025, de 12.00 a 17.00 horas (hora de Europa Central), se convocó por teleconferencia en la aplicación Zoom a dieciséis (16) miembros y dos asesores del Comité de Emergencias del Reglamento Sanitario Internacional (2005) (RSI) (en adelante, el «Comité»). Asistieron a la reunión 14 de los 16 miembros y los dos asesores.
El Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS) asistió en persona a la reunión y dio la bienvenida a los demás participantes, entre ellos funcionarios gubernamentales designados para informar al Comité en nombre de los dos Estados Partes invitados: Burundi y la República Democrática del Congo. La alocución de apertura del Director General puede consultarse aquí.
A continuación, el representante de la Oficina del Asesor Jurídico informó a los miembros y asesores acerca de sus respectivas funciones y responsabilidades y explicó el mandato del Comité de Emergencias con arreglo a los artículos pertinentes del RSI. El Oficial de Ética del Departamento de Conformidad, Gestión de Riesgos y Ética presentó a los miembros y asesores un panorama general del proceso de declaración de intereses de la OMS. Se informó a los miembros y asesores de que cada uno de ellos tenía la responsabilidad de revelar oportunamente a la OMS todo interés de índole personal, profesional, económica, intelectual o comercial que pudiera dar lugar a un conflicto de intereses percibido o real. Además, se les recordó su obligación de mantener la confidencialidad de las deliberaciones mantenidas durante las reuniones y de la labor del Comité. Se preguntó a todos ellos uno por uno y no se encontró ningún conflicto de intereses.
El Presidente pasó a dirigir la reunión y expuso los objetivos de esta, a saber, ofrecer al Director General de la OMS opiniones acerca de si el evento sigue constituyendo una ESPII y, en caso afirmativo, observaciones sobre las posibles recomendaciones temporales propuestas.
Sesión abierta a los representantes de los Estados Partes invitados a presentar sus opiniones
La Secretaría de la OMS presentó un panorama general de la situación epidemiológica mundial de la mpox, refiriéndose a todos los clados circulantes del virus. En los 12 meses anteriores, la mayoría de los casos se habían notificado al continente africano y se debían en gran medida a brotes del clado Ib en países del África oriental, incluida la República Democrática del Congo, donde también circula el clado Ia. Sin embargo, en Sierra Leona se registraba un brote de rápida evolución que, según los resultados disponibles de la secuenciación genómica, estaba provocado por el clado IIb. Fuera de la Región de África se seguía notificando un número mensual estable de casos (entre unos 500 y unos 1000) en el conjunto de las demás regiones, debidos principalmente a la circulación continua del clado IIb entre hombres que tienen relaciones sexuales con hombres.
En la República Democrática del Congo persisten las deficiencias en la vigilancia y el acceso a la atención de salud, especialmente en la parte oriental del país, pero la tendencia se ha estabilizado o va a la baja en la mayoría de las provincias donde circula el clado Ib del virus, incluidas Kivu del Norte y Kivu del Sur. En zonas donde el clado Ia es endémico se observan tendencias similares. En la capital, Kinshasa, donde el aumento de casos se debe a la circulación simultánea de los clados Ia y Ib, la enfermedad se concentra en determinadas zonas y grupos demográficos, con una incidencia desproporcionadamente alta entre los adultos jóvenes, lo que refleja una dinámica de transmisión sostenida a través de redes sexuales en zonas concretas de la ciudad.
En Burundi, la incidencia de casos va a la baja de forma constante desde finales de 2024. El brote comenzó en Buyumbura y sus alrededores y después se propagó hasta Guitega, la capital administrativa, donde se han registrado casos en la mayoría de los distritos en el punto álgido. Actualmente, la enfermedad se concentra en unos pocos focos.
En cuanto a Uganda, las tendencias nacionales indican que han disminuido los casos desde mediados de febrero de 2025, lo que incluye un claro descenso en la capital, Kampala. NO obstante, las limitaciones en la capacidad diagnóstica obligan a interpretar estos datos con cautela. Los focos se concentran en zonas urbanas y la transmisión ocurre principalmente entre adultos jóvenes, lo cual parece indicar que se produce durante las relaciones sexuales.
El número de casos registrados en Kenya sigue siendo bajo pero va en aumento; además, es probable que en la vigilancia se esté subestimando la incidencia real. La transmisión se ha relacionado con personas que se desplazan, como los conductores de camiones y los trabajadores sexuales.
En Sierra Leona se ha producido recientemente un aumento considerable de los casos causados por el clado IIb del virus. El valor máximo del número de reproducción se ha registrado en la capital, Freetown, y ha superado el observado anteriormente en Kinshasa (República Democrática del Congo) y Kampala (Uganda). En las tres últimas semanas ha disminuido el número de casos observados, posiblemente debido a la mayor inmunidad natural en los grupos de alto riesgo y a las intervenciones de salud pública. La transmisión sigue concentrándose en zonas urbanas y entre adultos jóvenes, y probablemente esté asociada a las relaciones sexuales.
Los casos relacionados con los desplazamientos están disminuyendo, pero siguen siendo motivo de preocupación. Los recientes diagnósticos de infección por el clado Ib en Australia, que se vincularon a la exposición en Tailandia, demuestran que la transmisión puede no detectarse en los países o zonas donde la vigilancia no es eficaz. La mayoría de los casos de transmisión secundaria tras la importación de mpox se producen por contacto estrecho, íntimo o durante las relaciones sexuales.
El clado Ia sigue causando más mortalidad, especialmente de niños en la República Democrática del Congo, donde la tasa de letalidad es del 2 % al 3 %, si bien estos datos deben interpretarse teniendo en cuenta, entre otros factores, las limitaciones de la vigilancia sindrómica. Las personas inmunodeprimidas, en particular las infectadas por el VIH, siguen siendo las más proclives a sufrir desenlaces graves y fallecer, lo cual se aplica a todos los clados. La tasa global de letalidad de la infección por los clados Ib y IIb del virus se mantiene en torno al 0,5 %.
La Secretaría de la OMS presentó la evaluación del riesgo de cada clado del virus y la expresó también en función del riesgo general para la salud pública en los lugares donde circulan uno o varios de ellos. De acuerdo con esta evaluación, el riesgo asociado al clado Ib en la República Democrática del Congo y en los países vecinos es elevado; en cuanto al clado Ia, el riesgo en la República Democrática del Congo es moderado; el riesgo asociado al clado II es moderado en Nigeria y en países de África occidental y central donde la enfermedad es endémica; y con respecto al clado IIb, el riesgo es moderado a nivel mundial. Se señaló que estas evaluaciones coinciden con las presentadas en la tercera reunión del Comité, celebrada el 25 de febrero de 2025.
A continuación, la Secretaría de la OMS destacó los avances logrados en las actividades de control de la mpox, que atribuyó a la colaboración entre los gobiernos nacionales, las comunidades y la propia Organización. No obstante, estos logros podrían revertirse debido al mayor déficit de financiación, que afecta no solo a la respuesta, sino también a los programas mundiales de salud que apoyan las actividades de prevención y control de la mpox.
En abril de 2025 se publicó una versión actualizada del Plan Estratégico de Preparación y Respuesta de la OMS frente a la mpox (disponible en este enlace), que abarca el período de mayo a agosto de 2025 e incorpora las enseñanzas extraídas de las evaluaciones operacionales realizadas a comienzos de ese año. Aunque la estrategia sigue siendo adecuada, las condiciones de financiación han empeorado. A pesar de que se necesitan USD 145 millones para apoyar a todos los asociados que participan en la respuesta a la mpox —de los cuales 47 millones se destinarían a la OMS—, desde la publicación del nuevo Plan Estratégico no se han contraído nuevos compromisos de financiación. En este momento, las limitaciones de recursos ponen en riesgo la sostenibilidad de las actividades, ya que se ha reducido el personal y no es posible distribuir eficazmente suministros esenciales, como las vacunas.
La OMS ha publicado orientaciones actualizadas sobre atención clínica y sobre prevención y control de las infecciones en las que insiste en la importancia de integrar las intervenciones relacionadas con la mpox en los programas generales y en la prestación de servicios de salud. Sin embargo, la aplicación de esta recomendación sigue viéndose limitada por obstáculos logísticos y económicos y se requiere más apoyo a nivel local. Con objeto de aliviar la presión sobre los establecimientos de salud, se han respaldado estrategias de atención fuera de ellos, como la atención domiciliaria con medidas de prevención y control de las infecciones y la vinculación con la atención primaria.
Siete países han empezado a vacunar contra la mpox (República Centroafricana, República Democrática del Congo, Liberia, Nigeria, Rwanda, Sierra Leona y Uganda) y otros cuatro (Angola, Côte d’Ivoire, Kenya y Sudáfrica) están a punto de hacerlo. Aunque se dispone de 2,9 millones de dosis vacunales distribuidas entre los países, las limitaciones de recursos dificultan su distribución y administración, y solo se han administrado unas 724 000 dosis. Es fundamental reforzar la coordinación para que las vacunas lleguen de forma equitativa y oportuna a los grupos de alto riesgo.
Si bien los avances recientes en el control y la respuesta frente a la propagación de la mpox resultan alentadores, su sostenibilidad depende de una movilización urgente y sostenida de recursos, de la mayor integración en los sistemas de salud y del mantenimiento del compromiso con la participación comunitaria. De lo contrario, esos logros se pueden revertir.
Los representantes de Burundi y la República Democrática del Congo presentaron al Comité información actualizada acerca de la situación epidemiológica de la mpox en sus países y sobre las actividades de control y respuesta, las necesidades, los problemas detectados y los planes a medio plazo.
En Burundi, desde que empezaron a aumentar los casos de mpox en julio de 2024, se han confirmado aproximadamente 4000, uno de ellos mortal. El número de casos ha ido disminuyendo y, al 25 de mayo de 2025, se siguen notificando casos en nueve distritos, donde hay dos focos importantes. La respuesta en este país se centra en la intervención rápida ante las alertas y en la búsqueda de contactos, si bien deben superarse obstáculos como la falta de recursos para proporcionar alimentos a los enfermos, la carencia de agua potable en algunos focos y la inexistencia de una plataforma multisectorial operativa para aplicar el enfoque de «Una sola salud».
El número de casos en la República Democrática del Congo se ha estabilizado y la tasa de positividad ha descendido considerablemente, lo que refuerza la tendencia a la baja. Fuera de las zonas consideradas de endemia, la mayoría de los casos son adultos y la principal vía de transmisión es la sexual. En las actividades de búsqueda de contactos se ha identificado a 83 000 personas, con una mediana de cinco contactos por caso. Se han recibido más de dos millones de dosis vacunales y se ha vacunado a unas 600 000 personas. Se sigue trabajando para mejorar la eficiencia y la eficacia del triaje y el diagnóstico de la mpox, lo que incluye el transporte de muestras desde las zonas afectadas. Las autoridades nacionales han elaborado un plan para intensificar la respuesta al brote centrado en la vigilancia, la búsqueda de contactos, la comunicación de riesgos y la vacunación. No obstante, el déficit de financiación sigue siendo un obstáculo, sobre todo en las zonas remotas.
A continuación, los miembros y asesores del Comité iniciaron una ronda de preguntas y respuestas con los representantes de los Estados Partes y con la Secretaría de la OMS en torno a las cuestiones y los problemas expuestos.
Epidemiología, distribución de clados y evaluación del riesgo a escala mundial. El riesgo epidemiológico mundial apenas ha cambiado desde la última reunión del Comité, celebrada el 25 de febrero de 2025. Sin embargo, 17 países de África están notificando brotes (es decir, al menos un caso en las últimas seis semanas). El clado Ib del virus sigue propagándose entre grupos de alto riesgo y se ha detectado recientemente en países como Etiopía, Malawi, Sudán del Sur y Zambia. En Sierra Leona se registra un brote diferenciado que, según los primeros datos disponibles, se debe al clado IIb. Este brote supone un riesgo específico a nivel local y regional, y confirma el riesgo de que aparezcan nuevos brotes en determinados contextos. El Comité preguntó por los avances realizados hacia la eliminación de la mpox en la Región de Europa de la OMS y la Secretaría contestó que el clado IIb del virus continúa circulando a niveles bajos, principalmente entre hombres que tienen relaciones sexuales con hombres. A pesar de la reducción en el número de casos, no se ha conseguido eliminar la enfermedad porque las deficiencias en la inmunidad, los factores de riesgo conductuales y las barreras de comunicación permiten que siga habiendo transmisión. Dada la dinámica de los desplazamientos internacionales, sigue habiendo riesgo de reintroducción en esta Región.
Vigilancia, pruebas de laboratorio y fiabilidad de los datos. En cuanto a la fiabilidad de las tendencias observadas en la República Democrática del Congo, la vigilancia sigue viéndose obstaculizada por diversas dificultades, pero las tendencias estables o descendentes observadas en la vigilancia sindrómica, la vigilancia epidemiológica basada en casos y la realizada en los laboratorios, junto con la disminución de la tasa de positividad, permiten albergar cierto grado de confianza en la evaluación. No obstante, se recomienda prudencia, especialmente al interpretar las tendencias actuales en algunas zonas de las provincias orientales del país donde el acceso sigue siendo limitado, si bien en general se venía registrando un descenso sostenido en el número de casos notificados antes del agravamiento de la seguridad. Se señaló la posibilidad de que, a pesar de la tendencia descendente del número de casos tras el máximo de transmisión registrado a comienzos de 2025, el virus se podría estar transmitiendo sin ser detectado en África occidental; concretamente, el clado Ib en Ghana y Togo y el clado IIb en Sierra Leona. También se mencionó la necesidad de aumentar la capacidad de secuenciación genómica. Se felicitó a Burundi por la eficacia de su vigilancia, en particular por la elevada tasa de realización de pruebas y la capacidad para seguir a los contactos. En general, los laboratorios burundeses informan de que aplican los protocolos de diagnóstico de la OMS. Sin embargo, en Sierra Leona, debido a la carga de trabajo que implican las actividades de respuesta, solo se secuenció el 2 % de las muestras positivas, según los datos de principios de mayo de 2025. La Secretaría de la OMS sigue prestando asistencia técnica a los países en los que se registra un repunte de los casos de mpox, incluso facilitando el envío de muestras a laboratorios nacionales o internacionales.
Características de la transmisión. El Comité subrayó que, a diferencia de lo observado en la mayoría de las zonas afectadas por brotes del clado Ib, en las provincias de Kivu del Norte y Kivu del Sur de la República Democrática del Congo se registra un mayor número de casos infantiles. Con todo, se dispone de pocos datos epidemiológicos pormenorizados, lo que podría deberse, entre otras cosas, a la mayor inmunidad de los adultos tras la exposición sexual, lo que daría lugar a la transmisión por contacto no sexual en el entorno familiar. Aunque se han recibido informes aislados de exposición en centros de atención pediátrica, no se han notificado brotes de mpox en escuelas ni en otros lugares donde se reúnen niños.
Búsqueda de contactos. Las estrategias de búsqueda de contactos varían según el país. En algunos casos, la ausencia de rastreo sistemático y la falta de acceso a pruebas diagnósticas reducen la eficacia de las medidas de control. Se hizo hincapié en la necesidad de optimizar la asignación de los recursos de la salud pública, lo que entrañaría reevaluar la viabilidad del rastreo convencional de contactos en determinados contextos y la vacunación de los contactos identificados para reducir la transmisión secundaria.
Vacunación. Hasta junio de 2025, se habían distribuido aproximadamente 2,9 millones de dosis de vacunas contra la mpox en el continente africano, de las cuales cerca de 2,5 millones se destinaron a la República Democrática del Congo. De ese total, se han administrado unas 600 000 dosis. Los 1,9 millones de dosis restantes se reparten entre los 1,5 millones de dosis de la vacuna LC16m8 donadas por el Japón (que se administrarán cuando se haya formado al personal de salud) y las 367 000 dosis de la vacuna MVA-BN. Además, hay 349 000 dosis que se han obtenido a través del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y que no se han utilizado por falta de financiación. El Gobierno de los Estados Unidos de América se ha comprometido a aportar otras 219 000 dosis de la vacuna MVA-BN, a la espera de que se autorice su uso. Las estrategias de utilización de las vacunas contra la mpox han evolucionado en función de las limitaciones de suministro y los cambios en la situación epidemiológica. En la República Democrática del Congo se han administrado aproximadamente 105 000 dosis a menores de 12 años y unas 56 000 a adolescentes de entre 12 y 18 años desde febrero de 2025. También se ha vacunado a otros grupos prioritarios, como el personal de salud, las personas con riesgo de presentar cuadros graves de la enfermedad —por ejemplo, los infectados por el VIH— y, en fases más recientes, determinados grupos de población en los principales focos de transmisión, como los trabajadores sexuales y los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres. En Sierra Leona se vacunó inicialmente al personal de salud y de primera línea y a las personas infectadas por el VIH. Posteriormente, la vacunación se centró en los focos de transmisión, los contactos, los trabajadores sexuales y los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres en esas zonas. Si bien la mayoría de los países comenzó con una pauta de dos dosis, ahora la mayoría ha adoptado un esquema de una sola dosis o está preparando la administración fraccionada por vía intradérmica. Estas estrategias de optimización de las dosis, que se aplican cuando hay pocos recursos, fueron respaldadas en la nota de orientación de la OMS publicada el 23 de agosto de 2024, que se puede consultar en este enlace.[1] Se señaló que la administración fraccionada por vía intradérmica, que permite obtener de cuatro a cinco dosis por vial, solo se puede realizar con la vacuna MVA-BN y ya se ha utilizado en algunos lugares. En general, el uso de las vacunas disponibles ha sido inferior al previsto debido a obstáculos logísticos, operativos y económicos. Es necesario seguir trabajando para optimizar la utilización estratégica de las vacunas disponibles contra la mpox y potenciar su impacto en salud pública.
Coinfección por mpox y VIH e integración en los servicios de salud. La infección concomitante por VIH dificulta enormemente que los servicios de salud traten la mpox, sobre todo en los países con elevada prevalencia del VIH. En Kinshasa (República Democrática del Congo), el 9,3 % de los casos de mpox están infectados también por el VIH, e incluso es probable que esta cifra no refleje la carga real de coinfección debido a la escasa integración de los servicios de salud y a las limitaciones en las pruebas diagnósticas del VIH. En Uganda, el 55 % de las defunciones asociadas a la mpox corresponde a personas seropositivas para el VIH. Se señaló que es importante contar con servicios de diagnóstico y sistemas de información integrados en un mismo lugar para poder conocer mejor la carga conjunta de la infección por el VIH y la mpox. Además, se hizo referencia a las orientaciones técnicas de la OMS sobre el uso de pruebas rápidas para el diagnóstico del VIH, el acceso inmediato a la atención tras un resultado positivo y los protocolos de atención clínica a las personas coinfectadas. También se destacó la necesidad de mejorar los sistemas de triaje y de perfeccionar los criterios clínicos para el diagnóstico de la mpox, ya que a menudo se confunde con otras enfermedades dermatológicas, como la varicela. En conjunto, la integración de los servicios de atención de salud sigue siendo desigual entre los países.
Financiación. La falta de financiación sigue siendo uno de los principales problemas de la respuesta frente a la mpox. Desde que se publicó en abril de 2025 la versión actualizada del Plan Estratégico, la OMS no ha recibido ninguna nueva contribución con fines específicos, lo que ha obligado a reducir actividades como la vigilancia, el apoyo a los laboratorios, la movilización de la población y la logística necesaria para la vacunación. Se expresó gran preocupación por la sostenibilidad de intervenciones fundamentales, entre ellas las relacionadas con el VIH, cuya interrupción podría intensificar la transmisión y dificultar que los sistemas de salud pública se adapten y respondan a los cambios en los patrones de transmisión. Sin embargo, se subrayó que la experiencia de Burundi demuestra que es posible avanzar en el control del repunte de casos de mpox pese a que los recursos sean limitados, en gran medida mediante intervenciones no farmacológicas como la vigilancia eficaz, la búsqueda rigurosa de contactos, la capacidad de diagnóstico en los laboratorios y medidas distritales descentralizadas con la participación de la población.
Situaciones previstas para el control y la respuesta. El Comité expresó preocupación por la evolución actual de la situación epidemiológica de la mpox, que podría indicar una tendencia hacia la endemicidad en determinados países o zonas del continente africano. Aunque en algunos países la tendencia sigue siendo descendente, el virus se sigue transmitiendo. Esta situación coincide con los resultados de los primeros modelos matemáticos, que apuntan a que el número real de casos podría ser mayor que el registrado, lo cual podría deberse a las deficiencias en el diagnóstico y la vigilancia. Esta posible situación plantea el riesgo de que se produzcan repuntes intermitentes de casos en los países africanos y de que se propague el virus tanto dentro como fuera del continente. Ante la evolución de la epidemiología desde que se declaró la ESPII en agosto de 2024, es preciso elaborar definiciones adecuadas para caracterizar la transmisión en los países y en sus zonas interiores a fin de establecer objetivos de control apropiados y orientar las medidas de respuesta en función de cada situación.
Sesión de deliberación
Tras la sesión abierta a los Estados Partes invitados, el Comité volvió a reunirse a puerta cerrada para examinar si el evento seguía constituyendo una ESPII y, en caso afirmativo, para examinar también las recomendaciones temporales elaboradas por la Secretaría de la OMS de conformidad con las disposiciones del RSI.
El Presidente recordó a los miembros del Comité su mandato, así como la definición de ESPII que figura en el RSI, a saber, «un evento extraordinario que […] constituye un riesgo para la salud pública de otros Estados a causa de la propagación internacional de una enfermedad y […] que podría exigir una respuesta internacional coordinada».
El Comité expresó unánimemente la opinión de que el recrudecimiento actual de la mpox sigue cumpliendo los criterios de las ESPII y de que debía asesorarse en consecuencia al Director General.
Las consideraciones generales que sustentan el dictamen del Comité son: a) las dificultades para describir con precisión los distintos perfiles epidemiológicos vinculados a los múltiples clados del virus de la mpox en circulación, que difieren notablemente de lo observado históricamente sobre esta enfermedad; b) la incertidumbre relativa a la disponibilidad de fondos a corto y medio plazo, tanto a nivel nacional como internacional; y c) los retos que ello plantea a la hora de definir estrategias de salud pública para controlar la propagación y actuar frente a ella.
Sobre esa base, el Comité estimó que:
El evento es «extraordinario» por los siguientes motivos: i) la aparición y propagación del clado Ib del virus de la mpox ha suscitado nuevas dudas en cuanto a la evolución del virus y a la dinámica actual y previsible de su propagación; ii) en otros países del continente africano se registra una transmisión comunitaria sostenida del clado I del virus sin que se comprendan plenamente los factores que explican el rápido aumento de los casos; iii) se observa una carga desproporcionada de casos infantiles, especialmente en las provincias orientales de la República Democrática del Congo, y las dinámicas de transmisión no se conocen del todo; y iv) sigue habiendo dificultades para integrar la atención de salud a las personas con mpox, debido a su mayor vulnerabilidad y a que algunas presentan otras enfermedades.
El evento «constituye un riesgo para la salud pública de otros Estados a causa de la propagación internacional de la enfermedad» por las razones siguientes: i) la insuficiencia de los sistemas de vigilancia en muchos países y regiones, lo que probablemente impide detectar completamente la transmisión y la propagación posterior del clado I a otros países del continente africano. Este factor afecta tanto a los países de África occidental —donde anteriormente no se había detectado el clado I pero se registran grandes desplazamientos de población a y desde los países de África central y oriental donde este clado está en expansión— como a países de otros continentes, como demuestra el caso exportado de infección por el clado Ib desde Tailandia a Australia; y ii) la exportación continua de casos causados por el clado I desde África hacia otros continentes, algunos de los cuales han dado lugar a su transmisión secundaria.
El evento «exige una respuesta internacional coordinada» debido a que: i) la comunidad internacional se debe coordinar para complementar la financiación nacional destinada a las actividades de control y respuesta frente a la mpox, así como la de los organismos de las Naciones Unidas, otras instituciones internacionales y alianzas que trabajan sobre el terreno o se encargan de la adquisición de vacunas y de la logística conexa; ii) el acceso a vacunas, incluso cuando hay disponibilidad de ellas, sigue siendo difícil debido a la escasa capacidad de distribución a nivel local; iii) ante las restricciones de financiación, es necesario facilitar el intercambio de experiencias entre países, en particular con algunos como Burundi, que, pese a disponer de pocos recursos, ha logrado avances significativos en el control del repunte de casos mediante la aplicación de intervenciones no farmacológicas; y iv) es necesario monitorear la propagación y la evolución filogenética de los clados del virus mediante secuenciación genética, una técnica que no siempre está disponible ni se realiza de manera óptima en los países que sufren repuntes.
A continuación, el Comité examinó el proyecto de recomendaciones temporales propuesto por la Secretaría de la OMS.
Previendo la posibilidad de que el Director General de la OMS determinase que el evento seguía constituyendo una ESPII, el Comité había recibido una propuesta de un conjunto de recomendaciones temporales revisadas antes de la reunión en la que se planteaba prorrogar la mayoría de las recomendaciones temporales emitidas el 27 de febrero de 2025. Aunque se señaló que faltaba poco para el 20 de agosto de 2025 —la fecha de finalización de la vigencia de las recomendaciones permanentes— y que estas podían prorrogarse o revisarse, el Comité reiteró la pertinencia de las recomendaciones temporales propuestas. No obstante, recalcó también la necesidad de: i) dar prioridad a las recomendaciones temporales relativas a las intervenciones no farmacológicas, teniendo en cuenta las dificultades de aplicación y las experiencias positivas recogidas en el terreno, y ii) decidir cómo se administran las vacunas mediante enfoques basados en la evidencia.
Conclusiones
Teniendo en cuenta la complejidad de la evolución epidemiológica de la propagación de la mpox, la distribución de los clados del virus causante, las dificultades para aplicar intervenciones de control y respuesta eficaces y eficientes, y las cuestiones planteadas por el Comité en sus reuniones anteriores, este acogió con satisfacción la propuesta de la Secretaría de la OMS de convocar una reunión técnica oficiosa, antes de su próxima reunión oficial, con el fin de ayudar a los países a establecer prioridades entre las medidas de respuesta adaptadas a los distintos contextos epidemiológicos, en caso de que el Director General de la OMS determinase que el evento sigue constituyendo una ESPII.
El Comité acordó transmitir a la Secretaría de la OMS sus observaciones sobre el conjunto de recomendaciones temporales propuestas el día siguiente de la reunión (es decir, el 6 de junio de 2025) y finalizar el informe de la reunión durante la semana del 9 de junio.
La Directora interina del Departamento de Preparación y Prevención frente a Epidemias y Pandemias de la Sede de la OMS, en nombre del Director General Adjunto de la Organización, expresó su agradecimiento a la Mesa del Comité, así como a sus miembros y a asesores, y dio por concluida la reunión.
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[1] El 6 de junio de 2025, tras la cuarta reunión del Comité, la OMS publicó las conclusiones de la reunión del Grupo de Expertos en Asesoramiento Estratégico sobre Inmunización celebrada del 10 al 13 de marzo de 2025, que incluye un apartado sobre la vacuna contra el mpox. El informe está disponible aquí.