WHO / Sarah Pabst
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Perspectivas de nuevas intervenciones

Impulsar las inversiones en el desarrollo y el despliegue de una nueva generación de herramientas contra el paludismo es fundamental para alcanzar las metas mundiales contra esta enfermedad en 2030. Los futuros progresos en la lucha contra el paludismo se forjarán probablemente en torno a los avances tecnológicos y las innovaciones en nuevas herramientas, como nuevos enfoques en el control vectorial, pruebas diagnósticas mejoradas y medicamentos antipalúdicos más eficaces.

En el Foro para Hacer frente al Desafío de la Erradicación del Paludismo celebrado en septiembre de 2019, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, exhortó a la comunidad mundial del sector de la salud que aumentara la inversión en investigación y desarrollo (I+D) de  herramientas y enfoques innovadores y transformadores.

En el informe de abril de 2020 del Grupo Consultivo Estratégico de la OMS sobre la Erradicación del Paludismo se hizo hincapié también en ese mensaje. El Grupo señaló que una de las principales prioridades para conseguir un mundo sin paludismo pasa por la renovación de una agenda de investigación y desarrollo que mejore la base de conocimientos y los productos necesarios para lograr la erradicación.

La financiación para la I + D contra el paludismo sumó algo más de US$ 619 millones en 2020. Según el último Informe mundial sobre el paludismo, se necesitará una inversión media anual en I+D de US$ 851 millones en el periodo de 2021 a 2030.

  • Vacunas antipalúdicas. La primera vacuna antipalúdica del mundo (RTS,S) ya se ha administrado a cientos de miles de niños africanos en Ghana, Kenya y Malawi mediante un programa piloto coordinado por la OMS. Desde 2019, los ministerios de salud de los países piloto lideraron la introducción de la vacuna en zonas seleccionadas, en colaboración con asociados nacionales e internacionales, como la OMS, PATH, UNICEF y GSK, el fabricante de la vacuna. La financiación para el programa procede de tres organismos mundiales de financiación de la salud: Gavi, el Fondo Mundial y Unitaid. En octubre de 2021, la OMS recomendó la administración generalizada de la vacuna RTS,S a la población infantil de África subsahariana y de otras zonas con transmisión entre moderada e intensa de paludismo por P. falciparum. La vacuna reduce la enfermedad y la muerte por paludismo entre la población infantil y, si se administra ampliamente, podría salvar decenas de miles de vidas cada año.

RTS,S es una vacuna de primera generación que podría complementarse en el futuro con otras vacunas de eficacia igual o superior. La OMS acoge con satisfacción los recientes progresos en el desarrollo de R21/Matrix-M y otras vacunas candidatas contra el paludismo con las que se están empezando a realizar estudos clínicos. Finalizar satisfactoriamente los ensayos clínicos de estas vacunas será importante para evaluar sus perfiles de seguridad y eficacia. La OMS también aplaude la noticia anunciada por BioNTech, fabricante de la vacuna Pfizer-BioNTech contra la COVID-19, de que tiene previsto desarrollar una vacuna contra el paludismo basada en la tecnología del ARNm.

  • Lucha antivectorial

Se han presentado a la OMS para su evaluación varias nuevas herramientas y tecnologías para el control vectorial del paludismo. Si estas herramientas demuestran ser eficaces, la OMS formulará nuevas recomendaciones de política o modificará las existentes para promover su utilización en los países afectados por el paludismo. Entre las herramientas actualmente en evaluación se incluyen, por ejemplo, nuevos tipos de mosquiteros tratados con insecticida, repelentes espaciales de mosquitos, enfoques basados en genética dirigida y cebos azucarados concebidos para atraer y matar a los mosquitos Anopheles.

  • Medicamentos

Por lo que respecta a los medicamentos antipalúdicos, la OMS acoge con satisfacción la reciente aprobación por la Administración Australiana de Productos Terapéuticos de la tafenoquina en dosis únicas para prevenir el paludismo por P. vivax entre la población infantil de 2 a 15 años. Se espera que la tafenoquina en formato de dosis única ayude al paciente adherirse al tratamiento. El protocolo asistencial actual requiere un tratamiento de 7 o de 14 días.

Hay otros medicamentos antipalúdicos en proceso de desarrollo con nuevos modos de acción contra el paludismo grave y el paludismo sin complicaciones. La combinación de ganaplacida y lumefantrina, que se encuentra en un ensayo clínico de fase II, es la primera terapia combinada sin artemisinina y podría contribuir a la lucha contra el paludismo farmacorresistente que ha hecho su aparición en África.

  • Contra las amenazas biológicas

Además de la resistencia a los medicamentos antipalúdicos, la OMS ha comunicado otras amenazas apremiantes en la lucha contra el paludismo, como la resistencia de los mosquitos a los insecticidas, un vector palúdico invasivo que prospera en zonas urbanas y rurales, y la aparición y propagación de parásitos mutados de P. falciparum que comprometen la eficacia de las pruebas de diagnóstico rápido. La innovación en herramientas y estrategias será fundamental para contener estas amenazas, junto con un uso más estratégico de las herramientas disponibles actualmente.